¡VIVA EL 93 ANIVERSARIO DEL PCP(m-l)!

Un día como hoy, el 07 de octubre de 1928, el Amauta José Carlos Mariátegui fundó nuestro Partido Comunista Peruano (marxista – leninista), lo que significó para la clase obrera de nuestro país, la materialización de la construcción de su vanguardia organizada y combatiente, su factor subjetivo más importante, que potenció la lucha por la liberación nacional y social en el Perú.

La actual situación política y económica que atraviesa el país, convoca a nuestra militancia a agitar con mayor ímpetu el Socialismo Científico, para aclarar en el pueblo que es la única salida para transformar la sociedad y asegurar el pleno ejercicio de una verdadera justicia, trabajo digno, acceso a la ciencia y de abrirse la posibilidad de disfrutar de la producción material y espiritual que el mismo pueblo hace y que ahora las clases dominantes se apropian y corrompen.

Existe en los trabajadores la expectativa por el siguiente paso, para que se materialicen sus más sentidas exigencias en cuanto a trabajo, acceso a la salud y la educación, a la seguridad social, de acabar con los lastres de explotación y saqueo del neoliberalismo y que se abra la posibilidad de industrializar el país, organizar el trabajo y ejercer nuestra soberanía nacional y alimentaria.

Las y los comunistas que hoy conmemoramos el 93 aniversario de nuestro Partido, no podemos bajar la guardia ante un gobierno que para su elección canalizó el descontento popular, la socialdemócracia se encuentra en el gobierno y debemos desarrollar más la politica de exigencias, no podemos permitir que se apague, desde arriba o desde abajo, el grito por una NUEVA CONSTITUCIÓN a través de una ASAMBLEA CONSTITUYENTE SOBERANA Y POPULAR.
Nuestro accionar debe estar más cercano al pueblo para orientar mejor sus luchas frente a los giros a la derecha del actual gobierno de Pedro Castillo y las intentonas de la burguesía criolla y testaferros de querer anular la posibilidad de concretar algunas reivindicaciones de los trabajadores.

Camaradas, no olvidemos el papel histórico y transformador que le corresponde a la clase trabajadora, fortalezcamos nuestra organización, afirmemonos en nuestros principios y aceleremos la organización, movilización y politización del pueblo trabajador para tener más cercano el Socialismo, la victoria es nuestra.

¡Viva el 93 aniversario del PCP(m-l)
¡Viva la unidad y lucha de la clase obrera, el campesinado, la juventud, las mujeres y los pueblos por la Revolución y la construcción del Socialismo!

¡POR UNA SALIDA POLÍTICA POPULAR A LA CRISIS GUBERNAMENTAL EN EL PERÚ!

Hace 91 años, el 07 de octubre de 1928, José Carlos Mariategui La Chira junto con otros dirigentes combativos del movimiento popular e intelectuales honestos, fundaron nuestro Partido Comunista Peruano (marxista-leninista). Lo hicieron con el objetivo de dotar de dirección política a las luchas del pueblo trabajador en nuestro país, en particular a la lucha de la clase obrera, para que se asegure su desarrollo político con independencia de clase, se organice la revolución socialista y se instaure la Dictadura Proletaria como tránsito a la sociedad comunista sin clases.

Nuestra militancia desde los distintos frentes de trabajo, celebran el aniversario de nuestro Partido, inmiscuidos en el quehacer político, esclareciendo, organizando, movilizando y dirigiendo la lucha popular, en el marco de las disputas interburguesas que se desarrollan en nuestro país, como parte de la cortina de humo que les permite avanzar con la implementación de políticas neoliberales que atentan contra los derechos de los trabajadores y los pueblos.

Estas disputas han desencadenado una crisis gubernamental, que ha puesto en evidencia las repartijas y componendas que los partidos políticos aprista y fujimorista y demás partidos que se encuentran con representación en el Congreso de la República, han mantenido para continuar con la política de saqueo de nuestras riquezas naturales, esquilmación de los derechos e intereses de la clase trabajadora, desfalco de las arcas fiscales y la recurrente impunidad ante casos de corrupción.

La presión desde las calles y el agotamiento de las disputas entre los poderes del Estado, Ejecutivo y Legislativo, ocasionaron que el Presidente de la República Martín Vizcarra, plantee una cuestión de confianza que no fue aceptada por el Congreso de la República, lo que posibilitó la salida Constitucional de disolver el Congreso de la República, a lo que le deberá seguir la convocatoria a nuevas elecciones de este poder del Estado.

ANTECEDENTES DE LA CRISIS GUBERNAMENTAL

La información que se filtró por las investigaciones de casos de corrupción operados desde la empresa brasileña Odebrecht, que ha involucrado a toda la clase política gobernante en el país, además de la grandes movilizaciones populares en rechazo a la corrupción a las repartijas, precipitaron que las fuerzas partidarias involucradas en la corrupción busquen copar por todos los medios el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y las comisiones de investigación que se instalaron en el Congreso de la República, con el fin de ocultar y desaparecer evidencias, entorpecer investigaciones y trabar todo intento de sacar al aire información que vincule directamente a Odebrecht a los gobiernos pasados, tanto nacionales como regionales, además de vinculaciones a dirigentes de las principales fuerzas políticas partidaria de la reacción.

La consecución de la investigación del caso Odebrecht, nos muestran lo ladrona, explotadora, vende patria y miserable de la burguesía criolla en nuestro país, todos los gobernantes recibieron coimas, en el ejercicio de funciones o desde candidatos a cambio de que una vez en el poder entreguen megaproyectos que una vez en ejecución podían realizar enmiendas en los contratos para inflar costos y de esta manera pagar más sobornos s los gobernantes de turno y sus testaferros.

La presión popular, con grandes movilizaciones convocadas por el pueblo organizado y la evidencia contundente que mostraban cómo los distintos partidos políticos de la reacción desfalcaron las arcas fiscales y se robaron el futuro de muchos peruanos, precipitaron, que:

– El expresidente Alejandro Toledo que gobernó entre los años 2001-2006, se encuentre detenido en Estados Unidos por haber recibido coimas de Odebrecht, se dice que aproximadamente se trataría de $20 millones de dólares los que fueron a parar a sus bolsillos. Actualmente se encuentra abierto el trámite de proceso de extradición en su contra.

– El expresidente Alan García que gobernó el Perú entre los años 2006-2011, se suicide con un disparo en la cabeza, en el momento en que agentes policiales ingresaban a su vivienda para realizar un allanamiento y detención preliminar en su contra por haber recibido coimas de Odebrecht a través de personajes cercanos a su gobierno y al partido aprista.

– El expresidente Ollanta Humala quien gobernó el país entre los años 2011-2016, fue recluido al igual que su esposa Nadine Heredia, mientras se les investigaba por haber recibido coimas de Odebrecht en su gobierno.

– El expresidente Pedro Pablo Kuczynski que gobernó entre los año 2016-2018, tuvo que renunciar a su cargo tras acusaciones por haber recibido coimas de Odebrecht a través de empresas vinculadas a él y haberse difundido grabaciones en las cuales se evidenciaba una componenda para evitar su vacancia, dando como compensación a Kenji Fujimori la libertad del ex dictador Alberto Fujimori (su padre), quien cumple prisión por homicidio calificado en los casos de las matanzas de Barrios Altos y la Cantuta y por violación de los derechos humanos en el contexto donde el pueblo peruano fue sometido a do fuegos reaccionarios, por un lado de la fuerzas policiales y militares y por el otro la fuerza paramilitar de sendero luminoso.

A estos casos se suma el proceso seguido a la ex alcaldesa de Lima Susana Villarán, a quien se le dio una orden de detención de 18 meses al igual que a la presidenta del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori quien a través de su mayoría parlamentaria en el Congreso se encargó de entorpecer la investigación donde se acusaba a su partido de haber generado una organización criminal con la que se blanqueaba el dinero que ingresaba para su campaña desde de Odebrecht. Actualmente se encuentran en investigación el alcalde de Lima: Luis Castañeda Lossio, la candidata del Partido Popular Cristiano Lourdes Flores Nano, entre otros.

De lo señalado en estos antecedentes, además del robo que sufrió el pueblo peruano en la década fujimontesinista, nos enrostran los casi treinta años de continuismo neoliberal a los que debemos poner fin. La burguesía parasitaria que se encuentra en el poder debe ser derrocada por la clase obrera para construir un mañana diferente, donde el pueblo trabajador pueda ejercer su poder, cimienten la diversificación productiva, se oriente el desarrollo industrial del país obre nuevas relaciones de producción y se inaugure la democracia proletaria con sus órganos de poder.

LA CRISIS DEL GOBIERNO DE MARTÍN VIZCARRA

Martín Vizcarra, quien asumió el cargo tras la dimisión de Pedro Pablo Kuczynski, teniendo una oposición aplastante, como la mayoría parlamentaria fujimorista, buscó disfrazar sus fracasos e inoperancia política con pretendidas confrontaciones con esta mayoría, cortina de humo con acusaciones mutuas de corrupción, totalitarismo, violación del ordenamiento Constitucional y con una serie de calificativos que pudiesen deslegitimar a una u otra fuerza reaccionaria. Señalamos que fueron cortinas de humo pues para la aplicación de la política económica neoliberal siempre tuvieron consensos, al igual que con el Apra y otras bancadas de la reacción: hubo consenso en aprobar la extensión de Ley de Promoción Agraria N° 27360, donde se le quitan derechos a los trabajadores de régimen agrario quienes además de las pésimas condiciones en la que trabajan, no reciben gratificaciones ni CTS, y solo tienen la mitad de las vacaciones de los trabajadores del régimen general. Siendo discriminatoria y abusiva. Esta ley además subsidia a las empresas agroexportadoras que por mucho tiempo vienen teniendo un crecimiento sostenido y una acumulación inmensa fruto de la explotación del proletariado agrícola.

Por otro lado, hubo consenso con los partidos de la reacción para promulgar el Plan Nacional de Competitividad y Productividad, con el Decreto Supremo N° 345-2018-EF, donde se busca continuar la política de desfalco promocionando la realización de proyectos de infraestructura con Asociaciones Público Privadas, que se muestran como la mayor expresión de corrupción y robo que pueden haber en el país, casos conocidos son: la realización de carreteras y cobro de peajes con concesiones por más de 20 años, está orientada para beneficiar a las grandes constructoras y no a cubrir la brecha de infraestructura que existe en el interior del país. Se eliminan beneficios sociales para los trabajadores, y se eliminan procedimientos para el despido arbitrario, propiciando de esta forma la precarización laboral. Se busca flexibilizar además, la casi inexistente normativa ambiental, dándole la posibilidad de disponer a su mejor parecer de los estudios de impacto ambiental, licencia social y procesos de remediación ambiental, beneficiando de esta manera a las grandes transnacionales y sus testaferros peruanos.

También existe unidad entre los partidos de la reacción para que imponer a sangre y fuego los proyectos de explotación minera y petrolera, sin que exista la licencia social de los propietarios consuetudinarios de la tierra, las comunidades campesinas y nativas, se busca hacer del Perú un socavón, pero la resistencia campesina y popular adquiere renovada vitalidad para llevar adelante la lucha por la defensa de las comunidades campesinas y nativas, la producción nacional agropecuaria, la soberanía nacional y alimentaria, el medio ambiente y el agua.

Los partidos aprista, fujimorista, Peruanos Por el Kambio, entre otros, se enfrentan para cubrir su estala de corrupción, copando puestos en los poderes del estado y el gobierno y se unen para arrebatar los derechos a la clase trabajadora y los pueblos, no puede haber lugar a dudas como para creer que una de las facciones de la burguesía parasitaría, representada por Martín Vizcarra, defiende la voluntad popular o “defienden la democracia”. Martin Vizcarra es un alfil más de la burguesía criolla que se coluden con las otras fuerzas para beneficiar a sus patrones y facilitar la explotación del pueblo trabajador y el saqueo de nuestros recursos naturales.

Los comunistas no confiamos no creemos en la maniobra política del Presidente de la República. Son disputas que le están dando respiro al agotamiento del modelo neoliberal instaurado por el fujimorato y continuado hasta el actual gobierno.

Queremos que se vayan todos los representantes de la burguesía parasitaria que gobierna nuestro país, queremos que se sienten las bases de un gobierno democrático popular y en ello centramos nuestros principales esfuerzos.

LA SALIDA POPULAR A LA CRISIS GUBERNAMENTAL: ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Desde el PCP (m-l) saludamos los esfuerzos que la clase obrera, el campesinado y el movimiento popular ponen al tratar de forjar la unidad política para presionar la convocatoria de una Asamblea Constituyente con la que se busca la restitución de todos los derechos conculcados a los trabajadores y los pueblos, se revisen todos los tratados internacionales firmados a espaldas del pueblo trabajador y con la que se cimiente la construcción de una nueva etapa de la República en el Perú.

Llamamos a la clase obrera, el campesinado, la juventud, las mujeres y los pueblos a enrumbar el camino de la unidad política a fin de participar de manera compacta en el nuevo escenario de lucha de clases del Perú.

Es la hora de luchar con más fuerza contra la corrupción capitalista, contra el continuismo neoliberal, contra el saqueo, la esquilmación y por la conquista de mayores libertades democráticas y reconquista de los derechos conculcados.

¡Por la unidad política de la clase obrera, el campesinado y los pueblos por la lucha de liberación nacional y social.

B. P. del C. C. del PCP(m-l)

Por el Centenario de la Revolución Socialista de Octubre Noviembre 1917 – 2017

Los comunistas, los revolucionarios, los proletarios y los trabajadores conscientes de todo el mundo celebramos y festejamos el aniversario de la gloriosa Revolución Socialista de Octubre. Con mayor ánimo y firmeza lo haremos en 2017 con motivo del centenario de aquellos históricos “diez días que estremecieron al mundo”

La revolución bolchevique fue la gesta heroica que anunció un alba revolucionaria. Los cañones del crucero “Aurora” anunciaron que una nueva época se abría: la época de la derrota del capitalismo y de la construcción de la nueva sociedad sin explotadores ni explotados.

Con la Gran Revolución de Octubre, el proletariado conquistó el poder, expropió a los explotadores, instauró su dictadura revolucionaria y estableció un Estado de nuevo tipo. Con las palabras de Lenin:

“…en Rusia se ha deshecho por completo el mecanismo burocrático, no dejando de él piedra sobre piedra, se ha dejado cesantes a todos los antiguos magistrados, se ha disuelto el parlamento burgués y se ha dado a los obreros y a los campesinos una representación mucho más accesible; sus Soviets han venido a ocupar el puesto de los funcionarios o sus Soviets han sido colocados por encima de los funcionarios, sus Soviets son los que eligen a los jueces. Este mero hecho basta para que todas las clases oprimidas proclamen que el Poder de los Soviets, o sea, esta forma de dictadura del proletariado, es un millón de veces más democrático que la más democrática de las repúblicas burguesas.” (La revolución proletaria y el renegado Kautsky)

El Estado soviético; demostró que el socialismo es un orden social superior, a condición de que se sigan firmemente sus principios y se marche hacia el comunismo.

El “Octubre Rojo” cambió radicalmente el curso de la historia mundial, que inicio una nueva etapa de su desarrollo, la etapa de la crisis general del capitalismo y del paso al socialismo. Ha apuntado una vuelta indeleble en la estrategia y la táctica revolucionaria, en los métodos de lucha y las formas de organización, en la mentalidad, la cultura, las tradiciones de la clase obrera y de sus aliados en la lucha contra el imperialismo y el capitalismo, por la revolución y el socialismo.

A raíz de la revolución dirigida por los bolcheviques de Lenin y Stalin, se inauguró una oleada de revoluciones proletarias en los países imperialistas y capitalistas, de revoluciones populares y democráticas que se llevan a cabo bajo la dirección del proletariado y las banderas del internacionalismo en los países dependientes y coloniales.

El triunfo de la Revolución Socialista de Octubre impulsó la formación de partidos comunistas en todo el mundo y la construcción de la Internacional Comunista, para reagrupar la vanguardia del proletariado y organizar la revolución mundial.

Con la creación de la Unión Soviética y la edificación del socialismo la clase obrera, los campesinos, las mujeres, los pueblos lograron grandes beneficios materiales y culturales. Los trabajadores alcanzaron elevados niveles de bienestar gracias a la industrialización socialista y colectivización del campo, a la planificación económica que puso fin a las relaciones capitalistas de producción y la anarquía típica del viejo sistema.

La clase obrera se transformó en una clase técnica e ideológicamente avanzada. Se acabó con el desempleo. El proceso de emancipación de la mujer y su participación en la dirección del país progresó al mismo tiempo que la edificación del socialismo.

Los furibundos asaltos de los imperialistas fracasaron frente a la férrea voluntad de los trabajadores y los pueblos de no retroceder a la condición de esclavos; fracasaron ante la potencia y la unidad política del Estado socialista.

La Constitución socialista del 1936 y la derrota de la bestia nazifascista, que determino la liberación de muchos países y la instauración de regímenes de democracia popular, fueron grandes logros para los pueblos del mundo.

La Revolución Socialista de Octubre fue un acontecimiento que es hoy de gran actualidad, lleno de preciosas enseñanzas para la lucha del proletariado y demás clases oprimidas contra la explotación y la opresión.

 Constituye la demostración práctica de que la revolución es no sólo un anhelo popular, es, además, posible y necesaria para derribar el dominio burgués y construir la nueva sociedad, en la que los que “los que nada son ahora, todo van a ser”, y cambiará el mundo.

En los años que nos separan de aquel gran acontecimiento, las contradicciones fundamentales y los males endémicos del capitalismo se han agravado, empero las fuerzas revolucionarias de la clase obrera y de los pueblos han crecido objetiva e internacionalmente. La idea de la revolución proletaria es de total actualidad frente a la explotación y a la opresión que sufre la inmensa mayoría de la humanidad, la miseria y a la desigualdad creciente, las guerras de rapiña, el parasitismo de un puñado de ricos cada vez más ricos, la demolición de las conquistas sociales arrancadas por los trabajadores, el saqueo y la dominación neocolonialista, la devastación del medio ambiente provocada por el sistema capitalista.

Las razones para la revolución son más actuales que nunca y sus premisas materiales desarrolladas. El paso a una mejor forma de organización para la sociedad humana, a un nuevo y superior orden social, es una exigencia cada vez más urgente para las clases explotadas y oprimidas por el capital. Es un “problema planteado que espera solución” mediante la lucha de las masas oprimidas y explotadas.

La desaparición de la URSS y otros países socialistas ha sido un duro golpe. El socialismo ha sufrido una derrota temporánea que no invalida sus realizaciones, su necesidad. En realidad no es la Revolución de Octubre, ni el socialismo proletario los que han fracasado. Sí fracasan la traición, el revisionismo y el oportunismo, que desvían a los trabajadores de sus intereses y objetivos de clase.

A pesar de la incesante propaganda anticomunista, cada día está más claro que el bárbaro y moribundo sistema capitalista-imperialista, sólo puede ofrecer explotación, miseria y guerra.

Nos encontramos en un período de despertar político de la clase a obrera, de los pueblos, de la juventud, que ya no quieren soportar el yugo y los fardos que el capitalismo y el imperialismo imponen.

Avanzan el rechazo y la lucha contra las consecuencias de la crisis, contra la explotación, las desigualdades, la pobreza, contra los dictados, las intervenciones y agresiones imperialistas.

Crece la conciencia de que las cosas no pueden seguir como están, que en el capitalismo no hay salvación, que es necesaria una profunda trasformación social para eliminar la ruina económica, social, moral, ecológica, las masacres que la humanidad sufre inevitablemente bajo el dominio de los monopolios capitalistas que siguen una sola ley: la de la máxima ganancia.

Para realizar esta trasformación es imprescindible la conquista del poder estatal por la clase más revolucionaria y adelantada de la sociedad, la fuerza dirigente de la trasformación a nivel político, practico, intelectual y moral: el moderno proletariado.

Frente a las tesis revisionistas, reformistas y oportunistas, que han conducido la clase proletaria a dolorosas derrotas, la revolución proletaria se confirma como la única solución a la explotación y opresión de los pueblos.

La última y profunda crisis del capitalismo, y las venideras, prueban que la sociedad en régimen capitalista es un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas, por lo tanto se plantea romper mediante la revolución esta funesta situación.

La cuestión que se plantea con urgencia es: ¿dictadura del capital monopolístico financiero o dictadura del proletariado?

La victoriosa Revolución Socialista de Octubre demostró que la clase obrera puede tomar el poder y dirigir la sociedad sin la burguesía y contra ella, demostró que los comunistas pueden y deben desarrollar un papel determinante.

El Octubre soviético nos enseña que los comunistas, los mejores elementos del proletariado, los jóvenes revolucionarios, tienen que asumir esas enseñanzas y seguir la lucha, rompiendo claramente con el oportunismo de todo tipo y uniéndonos bajo las banderas del marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario.

Celebraremos y actualizaremos en cada país el centenario del Octubre Rojo, combativa y unitariamente, resaltando su imperecedero significado, su importancia internacional y la profunda actualidad de la revolución proletaria para transformar radicalmente el mundo.

Preparémonos a celebrar en todas partes, digna y unitariamente en 2017 el 100° Aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, con conmemoraciones, seminarios, mítines y otras actividades.

Desarrollemos en todos los países la movilización para reagrupar a los comunistas, los revolucionarios, los obreros combativos, difundamos las razones del comunismo, única fuerza que puede organizar y dirigir consecuentemente las fuerzas de la revolución social en todos los países.

Invitamos a los Partidos y Organizaciones políticas, sociales, sindicales, juveniles, de mujeres, campesinos, indígenas, de todos los países que comparten nuestras posiciones de principio, a unirse con nosotros para realizar en común las actividades y construir un poderoso Movimiento Comunista y Obrero Internacional.

Un siglo después del victorioso “asalto al cielo” cumplido por los bolcheviques, ¡Reafirmamos que la única alternativa segura a la barbarie imperialista y capitalista es la revolución y el socialismo!

¡Viva la Gran Revolución Socialista de Octubre!

¡Viva el marxismo-leninismo!

¡Viva el internacionalismo proletario!

Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista – Leninistas (CIPOML)

El Centenario de la Revolución Socialista de Octubre

Hace 100 se inauguró la época de las revoluciones proletarias y del derrumbe del imperialismo con estruendo de cañones del crucero Aurora enfilados al Palacio de Invierno del Zar, el 25 de octubre de 1917 (07 de noviembre según el calendario gregoriano), se consolidó la conquista del poder político en Rusia con la Revolución Socialista de Octubre, hazaña realizada sobre la alianza de obreros, soldados y campesinos dirigidos por el Partido Comunista bolchevique, con su jefe Lenin a la cabeza, que derrocaron al zarismo, al gobierno provisional burgués e instauraron el Estado Socialista Soviético, un nuevo tipo de Estado que abolió la propiedad de los terratenientes sobre la tierra, para otorgarla al disfrute de los campesinos y nacionalizarla, expropió a los capitalistas, puso término a la guerra conquistando la paz y obtuvo tregua necesaria para la construcción del sistema de los trabajadores, el Socialismo.

Las causas que precipitaron la revolución proletaria rusa giraron en torno a la experiencia revolucionaria que había ganado la clase obrera que participó, cumpliendo su papel de fuerza fundamental de la revolución, en 3 revoluciones sucesivas. El marco de la Primera Guerra Mundial caracterizada por Lenin como una guerra imperialista de rapiña y anexionista, tras la cual las potencias imperialistas por primera vez se habían repartido los mercados del mundo, otro factor fundamental para el triunfo de la clase obrera fue la experiencia revolucionaria del Partido de nuevo tipo que supo dirigir y educar a las masas en base a su experiencia de lucha para barrer con el oportunismo, socialpacifismo, socialchovinismo, la traición de los partidos de la Segunda Internacional, y concretar la tarea revolucionaria, que según precisó Lenin obedece a condiciones concretas que están más allá del deseo voluntario de una persona.

La ley fundamental de la revolución con-firmada por todas las revoluciones del siglo XX, consiste en lo siguiente: para la revolución no basta con que las masas explotadas y oprimidas tengan conciencia de la imposibilidad de seguir viviendo como viven y exijan cambios; para la revolución es necesario que los explotadores no puedan seguir viviendo y gobernando como viven y gobiernan. Solo cuando los de abajo no quieran y los de arriba no pueden seguir viviendo a la antigua, solo entonces puede triunfar la revolución”

Este proceso histórico reafirmó el desarrollo del marxismo en unas nuevas condiciones. El leninismo como teoría y táctica de la revolución proletaria en general y la teoría y táctica de la Dictadura del Proletariado en particularidad, surgida como doctrina revolucionaria del proletariado en el periodo del capitalismo agonizante, en la que las contradicciones intrínsecas a su sistema determinan el derrumbe del imperialismo como etapa superior y última del capitalismo, así mismo reafirma la vigencia de la dirección proletaria del Partido Comunista como partido de nuevo tipo que asume la labor de vanguardia organizada y combatiente de la clase obrera y los pueblos, por el Socialismo y el Comunismo.

La revolución rusa fue la confirmación de las tesis planteadas por Lenin, en oposición a los dogmas sustentados hasta entonces por los partidos de la Segunda Internacional, que negaban la posibilidad del triunfo de la revolución en un país que no estaba lo suficientemente industrializado o donde el proletariado aún no constituía la aplastante mayoría. Lenin señala que estas condiciones no son obligatorias para que triunfe la revolución; pues, la revolución ya no puede ser analizada desde una perspectiva netamente nacional sino desde el análisis de la economía mundial en su conjunto y que la revolución triunfará allí donde la cadena del imperialismo sea más débil y desencadenará la Revolución Proletaria Mundial. Desechando de esta manera la tesis de la revolución permanente del trotskismo, utilizada para oponerse a la insurrección popular revolucionaria de Octubre.

Bibliografía: Historia del Partido Comunista Bolchevique de la URSS.

Fundamentos del Leninismo. Stalin.

La alianza de la clase obrera, el campesinado pobre y medio en la Revolución de Octubre y la construcción del Socialismo

 

Se cumple el centenario de la victoriosa Revolución Proletaria de Octubre, que corona la primera experiencia de construcción del Estado de Dictadura del Proletariado, como la forma más avanzada del ejercicio de la democracia, donde el pueblo trabajador ejerce su fuerza organizada de clase para vencer la resistencia de las clases explotadoras y para abolir la propiedad privada burguesa sobre los medios de producción, sin la cual es imposible la construcción del Socialismo y el paso al Comunismo científico.

Los marxista-leninistas ubicamos en la clase obrera, a la clase que por su posición dentro del proceso de producción capitalista y por su condición en éste sistema social, puede y debe ser la clase de vanguardia en la lucha para enterrar este sistema y acabar con la división de la sociedad en clases sociales.

Para asegurar su victoria, la clase obrera, debe unificar entorno a su objetivo de transformación social las aspiraciones de otras clases y capas oprimidas por el capitalismo. Es decir, que necesita de fuerzas aliadas que luchen por mejorar sus condiciones materiales de existencia, que entiendan que hay un enemigo en común por derrocar, para superar el decadente estado de cosas que los sume en la explotación y miseria, una de las clases aliadas de la clase obrera en la Rusia zarista fue el campesinado, que era el sector mayoritario de la población rusa.

Es en la Revolución de Octubre y otras revoluciones proletarias triunfantes, donde se constata como la unidad para la lucha conjunta de clase obrera y el campesinado medio y pobre, construyen una alianza estratégica para derrocar a las clases explotadoras y luego consolidan esa alianza, con la dirección de la clase obrera y su Partido, para la construcción de un sistema económico social donde las aspiraciones materiales y culturales se van concretando al compás de la reorganización del trabajo, de la planificación centralizada, diversificación de la economía, del impulso del desarrollo de las fuerzas productivas y la técnica, teniendo como prioritarios el mejoramiento constante de las condiciones materiales y culturales del pueblo trabajador; es decir, en el proceso de la construcción de la sociedad Socialista.

LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA Y EL CAMPESINADO RUSO, ANTES DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE.

Los artículos publicados por Lenin muestran que la situación de la clase obrera rusa, era insostenible, pesaba sobre ella la explotación de la industria capitalista y la opresión del zarismo que impedía de manera violenta su organización gremial y política; a través de la Ojrana, el zarismo reprimía cualquier forma de organización que busque hasta las reivindicaciones económicas más básicas.

El partido bolchevique en sus distintas etapas de construcción tuvo como eje central de su política el problema del poder, la organización y realización de la revolución. Motivo por el cual centro su accionar en la agitación, propaganda, organización y educación de la clase obrera en base a su propia experiencia de lucha, para que dé un salto cualitativo y pase de su condición de clase en sí a clase para sí, con objetivos políticos. Además, el partido bolchevique dirigió su accionar a despertar la consciencia de los sectores explotados, oprimidos y empobrecidos que asistían a la lucha por arrancar conquistas políticas y económicas al zarismo. La lucha por el derrocamiento del Zar junto a toda su estela aristocrática y capitalista, se puso a la orden del día.

Es en este sentido que el Partido bolchevique planteó un programa para solucionar el problema del campesinado, inmerso en la explotación feudal que subsistía en el campo, el carácter atrasado del nivel cultural y que estaba sumido en la pauperización por la especulación de los comerciantes intermediarios que imponían precios muy bajos de adquisición de los productos agrícolas. Es decir, que el campesinado estaba oprimido por las vetustas relaciones sociales del sistema feudal y también por el creciente flujo del desarrollo del mercado capitalista, que arruinaba al campesinado pobre y medio que basaba su economía en la producción individual, a menor escala. Lo que demostraba que aun así el campesinado luche por la conquista parcelizada de la tierra, confiscando a los terratenientes y kulaks, sería un paso adelante, pero que en el marco de las relaciones sociales capitalistas esta no podía asegurar la mejora de sus condiciones materiales.

Frente a esto el Partido Bolchevique plantea la necesidad de organizar al campesinado como aliado de la clase obrera para la realización de la Revolución Socialista, ya que el campesinado tras las experiencias -de la revolución de 1905 en cuya dirección se posicionó el partido de la burguesía liberal y la revolución democrática burguesa de febrero de 1917 en cuyo gobierno provisional estuvieron mencheviques y socialrevolucionarios-, se desengañó de estos partidos de los cuales no obtendrían la tierra y además tras la Revolución de Febrero, Rusia no saldrían de la guerra imperialista.

EL CAMPESINADO POBRE Y MEDIO Y EL CARÁCTER POPULAR DE LA REVOLUCIÓN.

Cuando se habla del campesinado como una categoría en general, se omite un hecho objetivo que es conveniente aclarar siempre, la existencia de clases y capas sociales dentro del campesinado, que tuvieron y tienen un distinto comportamiento de acuerdo a sus intereses y que entre estos sectores también se libra una lucha de clases en el campo.

El campesinado rico, es aquel que ha concentrado grandes extensiones de tierra, posee aperos agrícolas y que además necesita de la fuerza de trabajo adicional que contrata, sin la cual no puede producir sus extensiones de tierra, esta clase en la Rusia de inicios del Siglo XX era conocida como la clase de los “Kulaks” quienes después de la Revolución de Octubre se constituyeron en una fuerza contrarrevolucionaria, que buscaba mantener sus privilegios en el campo; es decir, seguir explotando al campesinado pobre y medio.

El campesinado medio, es aquel que dispone de medios de producción, aperos de labranza pero que al no tener grandes extensiones de tierras no hace uso extensivo de la fuerza de trabajo ajena, sino que utiliza la fuerza de trabajo familiar y de otras formas de cooperación social propias de su entorno. Esta capa social fue la que estuvo en disputa, por las fuerzas de los kulaks y otros reaccionarios, por un lado, y por el otro las fuerzas revolucionarias encabezadas por el Partido Bolchevique que buscaban ganarlos como reserva de la revolución proletaria ya que por su número y dinamicidad podían inclinar la balanza política en la disputa del poder y en la guerra civil desata por la intervención de la potencias imperialistas, y además debido a su producción individual, que es germen del desarrollo de la producción capitalista se le debía alentar a desarrollar la economía cooperativa – koljosiana, para la construcción del Socialismo.

El campesinado pobre, es aquel que no posee a veces las tierras suficientes hasta para su propia subsistencia, motivo por el cual se ve obligado a vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir, en periodos donde su situación es insostenible o no encuentra ocupación en el campo migra a las ciudades para vender su fuerza de trabajo, constituyéndose en ellas como parte del proletariado o semiproletariado. Esta capa por su condición es la aliada más inmediata de la clase obrera en sus tareas políticas y por su posición en el campo es el sector más consecuente al desarrollar la lucha de clases.

De esta caracterización se entiende cómo fue y cómo es el comportamiento del campesinado, la táctica de los bolcheviques consistió en atraer a los campesinos pobres y medios para que abracen el camino de la Revolución Socialista y el de la producción koljosiana; este elemento inicial nutre el carácter popular de la Revolución.

EL CAMPESINADO, LA DICTADURA DEL PROLETARIADO Y LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO.

Tras la Revolución de Octubre, el problema de la agricultura y el campesinado fue uno de los puntos del programa más difíciles a resolver, dado que la construcción del Socialismo requiere de una base material que asegure la industrialización del país y también de la transformación socialista de la agricultura, ramas que se solo se unifican en base a la propiedad socialista sobre los medios de producción y del trabajo colectivo; para lo cual el campesinado fue estimulado a encaminarse a la producción cooperativa, siendo masiva su adherencia cuando constató la superioridad de la producción cooperativa con respecto a la producción individual. El campesinado se integró al régimen cooperativo con sus instrumentos de producción, su fuerza de trabajo y sus tierras; y el Estado de dictadura del Proletariado aportó a esta organización maquinarias, con el desarrollo de la técnica y todo lo necesario para que la producción agropecuaria se desarrolle por el camino de la cooperación. Al respecto al c. Stalin señalaba.

Bajo el régimen antiguo, los campesinos trabajaban con los viejos métodos de sus abuelos y con las viejas herramientas de trabajo, trabajan para los terratenientes y capitalistas, para los kulaks y especuladores, trabajaban sin lograr matar nunca el hambre y enriqueciendo a otros. Bajo el nuevo régimen, bajo el régimen koljosiano, los campesinos trabajan unidos, colectivamente, en artel, trabajan con ayuda de nuevos instrumentos, de tractores y de máquinas agrícolas, trabajan para ellos mismo y sus koljoses, viven sin capitalistas ni terratenientes, sin kulaks ni especuladores, trabajan para mejorar de día a día su situación material y cultural”

El campesinado organizado y consciente como clase aliada de la clase obrera se integra al ejercicio de la Dictadura Revolucionaria del Proletariado, como “una forma especial de alianza de clase entre el proletariado, vanguardia de los trabajadores, y las numerosas capas trabajadoras no proletarias o la mayoría de ellas, alianza dirigida contra el capital, alianza cuyo objetivo es el derrocamiento completo del capital, el aplastamiento completo de la resistencia de la burguesía y de sus tentativas de restauración, alianza cuyo objetivo es la instauración y consolidación definitiva del socialismo”.

¡A FORJAR LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA EN EL PERÚ!

De la experiencia que emana de la Revolución y la construcción del Socialismo en la URSS, debemos tomar lección entorno a la definición consecuente de los bolcheviques con respecto al problema del poder y la organización de las fuerzas aliadas del proletariado para la conquista y sostenimiento de la nueva sociedad.

En el Perú la concentración de la población campesina – rural, mayoritaria hasta fines de los años 70, ha variado en las últimas décadas, existe una disminución del porcentaje de la población económicamente activa en estas zonas.

La distribución por lugar de residencia de la PEA muestra que en la zona urbana se concentran una población de 11”549,006 personas y en la zona rural 3”991,009 personas. Sobre la población en general al 2015 la concentración de población en las zonas urbanas alcanza el 76,7% con 23”893,654 habitantes y la población rural 23,3% con una población de 7”257,9897. De este total el departamento de Lima es el que presenta la mayor concentración poblacional del país con 9”835,000 habitantes, que representa el 32% de la población total del país, donde además se concentra la mayor cantidad de población empleada.

La concentración de la población ha variado con mayor celeridad en las últimas 3 décadas: por el desplazamiento forzoso a los que fue sometido el campesinado por la acción paramilitar del terrorismo senderista y el terrorismo estatal desatado por Fujimori, por el arrebato de sus medios de producción para la entrega a las transnacionales mineras, gasíferas, petroleras, hidroeléctricas y madereras; por el abandono del campo por parte del Estado que hace insostenible la supervivencia del campesinado en sus lugares de origen, quienes empujados por la necesidad migran a las ciudades a vender su fuerza de trabajo. Todos estos fenómenos han sido analizados en nuestra VII Conferencia Nacional que ha caracterizado a la sociedad peruana de la siguiente manera:

La caracterización a la que arribamos tras los últimos estudios de la sociedad peruana es la de un capitalismo atrasado, dependiente del imperialismo en el marco del neocolonialismo; es decir, en el marco de la existencia de un mundo multipolar, donde las potencias imperialistas china, rusa vienen disputando los mercados, materias primas y zonas de influencia de manera más encarnizada, pero donde aún la hegemonía la mantiene el imperialismo norteamericano”.

Y más adelante señala:

Tenemos una sociedad de capitalismo atrasado, deformado por la dominación imperialista, por lo que las tareas de desarrollo de las fuerzas productivas y la industrialización del país recaen en las tareas democráticas de alianza obrero-campesina en el Poder, la burguesía está incapacitada para ello”

De acuerdo a estas tesis, el Partido ha señalado las tareas inmediatas para el frente campesino, donde se hace un llamado a la militancia para organizar al campesinado entorno al objetivo de constituirlo en reserva de la Revolución Democrática Popular y Socialista, apoyando sus luchas reivindicativas que en el actual contexto coinciden con las luchas contra la dominación imperialista, por su confrontación directa con las transnacionales y las políticas del gobierno que apuntalan la dependencia del país.

En estos últimos años el campesinado peruano ha mostrado un alto grado de combatividad, principalmente el campesinado pobre y medio, en la defensa de la producción nacional, la soberanía alimentaria, el medio ambiente, el agua, sus tierras y territorios comunales que buscan ser arrebatados por la embestida de las transnacionales y la complicidad del Estado, que se coluden para profundizar el extractivismo minero, gasífero y petrolero, buscando barrer toda forma organizada que se ubique en cercanías a las fuentes de materias primas.

El campesinado pobre y medio resiste y constata en base a su propia experiencia que el campesinado con grandes posesiones de tierras, el campesinado rico, es una fuerza aliada de las trasnacionales y la reacción, es compatible con los planes de destrucción del territorio comunal, pues participa también del acaparamiento de tierras y la destrucción de cualquier forma de cooperación dado que prioriza en gran medida su interés individual. El campesinado en lucha constata también que es en la clase obrera, la juventud, los pueblos y trabajadores en general son fuerzas con las que puede contar como apoyo para la defensa de sus intereses.

En este sentido el Partido ha llamado a la militancia a redoblar los esfuerzos a fin de forjar la alianza obrero-campesina, dotarla de una correcta orientación Partidaria para que se constituya en la fuerza motriz de la Revolución Democrática Popular y Socialista en el Perú.

¡Viva el centenario de la Revolución Socialista de Octubre!

¡Viva la alianza obrero campesina por la Revolución y el Socialismo!

¡Viva la VII Conferencia Nacional del PCP (m-l)!

Abril de 2017

 

La Revolución de Octubre y la Construcción del Socialismo

La era de las revoluciones proletarias acaba de empezar. La aparición del socialismo representa una necesidad histórica que emana del propio desarrollo objetivo de la sociedad. Esto es algo inevitable. Las contrarrevoluciones que se han producido, los obstáculos que salen al paso pueden prolongar por cierto tiempo la vida al caduco sistema explotador, pero son impotentes para contener el avance de la sociedad humana hacia su porvenir socialista”

(Enver Hoxha, El eurocomunismo es anticomunismo)

Uno de los aportes más importantes de la Revolución de Octubre, para los trabajadores y pueblos del mundo, es la experiencia de la construcción del Socialismo, basado en el entendimiento cabal: de las leyes de desarrollo social, la misión histórica de la clase obrera y sus fuerzas aliadas, el papel de dirección del Partido Comunista, de la revolución para el derrocamiento de la burguesía y la destrucción de su Estado, de la necesidad de implantar y ejercer la dictadura revolucionaria del proletariado como expresión estatal que medie la transición del capitalismo al comunismo, dentro de otros elementos, de los cuales consideramos estos más importantes.

Se han difundido muchas falsedades sobre el Socialismo, la burguesía ha jugado su papel en el marco de la lucha ideológica, contando con sus aliados socialdemócratas que desde la caída del revisionismo en la ex Unión Soviética sostuvieron que el “socialismo ha fracasado”, era la “socialización de la pobreza”, “la anulación de la iniciativa personal y la competitividad”, “el control excesivo de la forma de vivir”, “el arrebato de la propiedad en general”, “si tienes dos vacas el socialismo te quita una para dársela a otro”, “en el socialismo se mantiene a los ociosos”, “el socialismo es un régimen policiaco”; dentro de otras falsedades que se repiten de manera constante por la prensa y se reproducen en las conversaciones diarias de la gente, se perciben en los comentarios de los jóvenes que en la mayoría de casos se consideran “apolíticos”, lo que nos muestra que en la lucha ideológica la burguesía nos ha ganado al sector mayoritario de la población y ha politizado al pueblo entorno a sus intereses de clase para apuntalar la conservación del sistema capitalista como la “forma más avanzada de democracia” aplicando el principio de propaganda sucia de Joseph Goebbels “Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creará”. El apoliticismo no existe como tal ya que todo tiene un sello de clase, la ciencia, la filosofía, la música, el arte, la educación, todo está suscrito a la lucha de clases y la difusión del “apoliticismo” se da en interés de conservar el statu quo social.

Las mentiras de la propaganda burguesa tienen por objetivo anular la disposición de los trabajadores y los pueblos a luchar por el Socialismo como alternativa política, económica y social; para que no busquen acabar con la dictadura de la burguesía, con la explotación del hombre por el hombre, la ruina y la depauperación de los trabajadores, para no acabar con la guerras de agresión entre las potencias imperialistas y contra los pueblos, para que no luchen contra la imposición de los costos de la crisis sobre sus espaldas, para que no luchen contra la privación y precarización del empleo y que además perciban con normalidad el arrebato de las riquezas nacionales por las potencias imperialistas, la mercantilización de los derechos que hacen inaccesibles a sus hijos la educación, salud, seguridad social y recreación.

Para rebatir la propaganda burguesa citamos algunos artículos de la Constitución de la URSS de 1936, que como ninguna otra república burguesa establece en su Carta Magna la alternativa para el desarrollo de los pueblos una vez socializados los medios de producción y teniendo la clase obrera el poder político del Estado.

Sobre “el arrebato de la propiedad en general”, “si tienes dos vacas el socialismo te quita una para dársela a otro”.

Artículo 10.- La ley protege el derecho de los ciudadanos a la propiedad personal de los ingresos y ahorros procedentes de su trabajo, la vivienda y la hacienda doméstica auxiliar, los objetos de uso doméstico, de consumo y de comodidad personal, así como el derecho de herencia de la propiedad personal de los ciudadanos.

Este artículo que tiene completa claridad, está en correspondencia con lo señalado por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista sobre la propiedad personal, que rebaten las falsedades de la burguesía que difunde que el socialismo-comunismo te confisca todo tipo de propiedad para que el pueblo tema la revolución proletaria y los explotadores y expropiadores burgueses no sean expropiados, “El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; lo único que no admite es el poder de usurpar por medio de esta propiedad el trabajo ajeno” (Manifiesto Comunista, Marx y Engels.)

Sobre la “socialización de la pobreza”, la Constitución Soviética señala:

Artículo 11.- La vida económica de la URSS es determinada y dirigida por el plan estatal de economía nacional, cuyos fines son: aumentar la riqueza social, elevar continuamente el nivel material y cultural de los trabajadores, fortalecer la independencia de la URSS y acrecentar su capacidad defensiva.

La materialización de este artículo está demostrado en el desarrollo logrado por la Unión Soviética que estuvo en muchas ocasiones a la par del desarrollo técnico e industrial de las grandes potencias capitalistas, lo que le permitió al proletariado internacional tener un punto de apoyo para su avance revolucionario.

En el socialismo se mantiene a los ociosos”, al respecto la Constitución de 1936 muestra la nueva concepción que se va forjando sobre el trabajo después de la revolución proletaria y la posibilidad de conseguir el pleno empleo como resultado de la planificación económica, la diversificación y el desarrollo de las fuerzas productivas, sobre la base de la ley de desarrollo armónico de la economía nacional.

Artículo 12.- El trabajo es en la URSS una obligación y una causa de honor de cada ciudadano apto para el mismo, de acuerdo con el principio de «el que no trabaja, no come».

En la URSS se cumple el principio del socialismo: «De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo».

Artículo 118.- Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al trabajo, es decir, a obtener un trabajo garantizado y remunerado según su cantidad y calidad. Garantizan el derecho a trabajo la organización socialista de la economía nacional, el crecimiento constante de las fuerzas productivas de la sociedad soviética, la eliminación de la posibilidad de crisis económicas y la supresión del paro forzoso.

Sobre el “socialismo como régimen policiaco” y “el control excesivo de la forma de vivir”: podemos señalar que el régimen policiaco y de terror es un invento de la burguesía para achacarle al socialismo lo que pasa en realidad en las repúblicas “democráticas” burguesas donde se reprime a la población que sale a protestar por mejorar sus condiciones materiales de existencia, se prohíbe el uso de espacios públicos para los mítines populares, se proscribe la literatura revolucionaria, se usa a los aparatos inteligencia para seguir e inventar delitos para los dirigentes populares; solo en los países socialistas se ha estimulado la organización y participación popular para la construcción de la nueva sociedad, al respecto Constitución soviética señala:

Artículo 125.- De conformidad con los intereses de los trabajadores y a fin de consolidar el régimen socialista, la ley garantiza a los ciudadanos de la URSS:

a) la libertad de palabra;

b) la libertad de imprenta;

c) la libertad de reunión y de mítines;

d) la libertad de desfiles y manifestaciones en las calles.

Garantizan estos derechos de los ciudadanos el que los trabajadores y sus organizaciones disponen de las imprentas, existencias de papel, edificios públicos, calles, medios de comunicación y otras condiciones materiales necesarias para su ejercicio.

Artículo 127.- Los ciudadanos de la URSS tienen garantizada la inviolabilidad personal. Nadie puede ser detenido sino por decisión del tribunal o con sanción del fiscal.

Artículo 128.- La ley protege la inviolabilidad del domicilio de los ciudadanos y el secreto de la correspondencia.

Artículo 129.- La URSS concede el derecho de asilo a los ciudadanos extranjeros perseguidos por defender los intereses de los trabajadores, por sus actividades científicas o por su lucha de liberación nacional.

Artículo 130.- Todo ciudadano de la URSS tiene el deber de observar la Constitución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, cumplir las leyes, acatar la disciplina de trabajo, cumplir honradamente con sus obligaciones sociales y respetar las reglas de convivencia socialista.

Sobre “la anulación de la iniciativa personal y la competitividad”, es otra falsedad de la burguesía que busca también achacar al socialismo. En el sistema capitalista la iniciativa y la competitividad de la pequeña producción es anulada por el dominio de los monopolios y su interés de acapararlo todo, que impide el desarrollo de las fuerzas productivas y la ciencia si esta va contra su interés económico.

La revolución y la construcción del socialismo es uno de los procesos donde la iniciativa, la crítica y la autocrítica y la creatividad se desarrollan en niveles no vistos con anterioridad, pues la clase trabajadora emprende la inmensa tarea de construir una nueva sociedad, la emulación y la competitividad, son elementos que influyen en la calificación del trabajo y le dan mejores mejores condiciones para su reorganización, al respecto Lenin aclara: “Lejos de apagar la emulación, el socialismo, por el contrario crea, por vez primera, la posibilidad de aplicarla en escala verdaderamente amplia, verdaderamente masiva, crea la posibilidad de hacer realmente que la mayoría de los trabajadores entren en la liza (a la pelea) de una actividad que les permita manifestarse en todo su valor, desarrollar sus capacidades, revelar talentos que en el pueblo forman un manantial inagotable y que el capitalismo pisoteaba, oprimía y ahogaba por miles de millones. (Lenin)

Lo que no le interesa difundir a la propaganda burguesa, son las conquistas que logró la clase obrera en la URSS para los hombres y mujeres del pueblo trabajador, en la perspectiva de mejorar sus condiciones materiales y culturales, dentro de algunos elementos:

Artículo 119.- Los ciudadanos de la URSS tienen derecho al descanso. Garantizan el derecho al descanso la jornada laboral de siete horas para los obreros y empleados y su reducción a seis horas para las profesiones cuyas condiciones de trabajo son difíciles, y a cuatro horas en las secciones en que dichas condiciones son especialmente difíciles; las vacaciones anuales pagadas para los obreros y empleados, y la existencia de una extensa red de sanatorios, casas de descanso y clubs, puestos a disposición de los trabajadores.

Artículo 120.- Los ciudadanos de la URSS tienen derecho a la asistencia económica en la vejez, así como en caso de enfermedad y de pérdida de la capacidad de trabajo. Garantizan este derecho el amplio desarrollo de los seguros sociales de los obreros y empleados a cargo del Estado, la asistencia médica gratuita a los trabajadores y la existencia de una extensa red de balnearios puestos a disposición de los trabajadores.

Artículo 121.- Los ciudadanos de la URSS tienen derecho a la instrucción. Garantizan este derecho la enseñanza general y obligatoria de ocho grados, la gran amplitud de la enseñanza media politécnica general, de la enseñanza profesional y técnica, y de la enseñanza media especializada y superior, basadas en la vinculación del estudio con la vida, con la producción; el fomento máximo de la enseñanza nocturna y por libre, la gratuidad de toda clase de enseñanza y el sistema de becas del Estado; la enseñanza en las escuelas en la lengua materna, y la organización en las fábricas, sovjoses y koljoses de la enseñanza gratuita fabril, técnica y agronómica para los trabajadores.

Artículo 122.- La mujer tiene en la URSS iguales derechos que el hombre en todos los dominios de la vida económica, pública, cultural, social y política. Garantizan el ejercicio de estos derechos la concesión a la mujer de los mismos derechos que al hombre en materia de trabajo, salario, descanso, seguros sociales e instrucción; la protección de los derechos de la madre y del niño por el Estado; la ayuda del Estado a las madres de prole numerosa y a las madres solas; la concesión a la mujer de vacaciones pagadas en caso de embarazo, y una extensa red de casas de maternidad, casas-cuna y jardines de la infancia.

Artículo 123.- Es ley inviolable la igualdad de derechos de los ciudadanos de la URSS, sin distinción de nacionalidad ni de raza, en todos los dominios de la vida económica, pública, cultural, social y política…

En la época del imperialismo y las revoluciones proletarias, el capitalismo como sistema no es alternativa para la materialización de las aspiraciones de la clase obrera y los pueblos; no puede generar pleno empleo, desarrollar consecuentemente la iniciativa y la competitividad, acabar con las crisis, dejar de azuzar y organizar guerras, está incapacitado para acabar con la corrupción, la delincuencia, la explotación, y mucho menos todavía usando su carta fascista.

Los trabajadores debemos aprestarnos de manera más decidida en las tareas de la revolución de liberación nacional y por el Socialismo.

I.- LA REVOLUCIÓN SOCIAL DEL PROLETARIADO, PREMISA PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO Y SU VIGENCIA.

La revolución social del proletariado implica el cambio violento de las estructuras sociales y de las relaciones de propiedad de la sociedad burguesa, se da paso a la expropiación de las clases explotadoras y la conquista del poder político por el proletariado, como la clase más avanzada que se propone la transformación radical de la sociedad y la supresión de toda forma de explotación del hombre por el hombre.

La conquista del poder por el proletariado no es una conquista “pacífica” preparada por la maquina estatal burguesa mediante la obtención de la mayoría parlamentaria. La burguesía emplea todos los medios de violencia y terror para conservar y consolidar su propiedad conquistada por el robo y su dominación política. Como en otro tiempo la nobleza feudal, no puede ceder a una nueva clase el sitio histórico que ocupa sin una lucha encarnizada y desesperada. Por esto la violencia de la burguesía puede ser destruida mediante la violencia severa del proletariado (Programa y Estatutos de la Internacional Comunista, 1928)

En el proceso de organizar y hacer la revolución socialista, el proletariado que ha dejado ya de ser una clase en sí para convertirse en clase para sí cuenta con su Estado Mayor, con su vanguardia combatiente, la máxima expresión organizada de su interés de clase, el Partido Comunista que dirige el proceso revolucionario como único representante de los intereses políticos de la clase obrera, a través del cual se implanta y se ejerce el Poder Popular en la Dictadura del Proletariado.

En la realización de la revolución proletaria no se puede prescindir de la dirección del Partido Comunista ni la participación activa de la clase trabajadora y el papel hegemónico de la clase obrera. No existe en el mundo medio capaz de liberar en el acto a los pobres de la ciudad y del campo de la necesidad de trabajar para los ricos. El pueblo trabajador no puede confiar más que en sí mismo, no puede contar con nadie más que consigo mismo. Nadie le librará de la miseria si no se libra de ella él mismo. Nadie le liberará de la miseria si no se libra de ella él mismo. Y para librarse, los obreros deben unirse en todo el país, en toda Rusia, en una asociación, en un partido. (Lenin)

La revolución proletaria no es resultado del acto espontáneo de las masas, del voluntarismo, de la radicalización producto de la indignación individual de los intelectuales, de las acciones efectistas de la pequeña burguesía, sino es una irrupción organizada y articulada por el Partido Comunista, que como representante de los intereses de la clase obrera extiende su labor de educación, organización y movilización de las masas populares a fin de aprestarlas para el combate por su liberación. Lenin señalaba sobre la insurrección, “Para poder triunfar, la insurrección debe apoyarse no en una conjuración, no en un partido, sino en la clase más avanzada. Esto en primer lugar. La insurrección debe apoyarse en el auge revolucionario del pueblo. Esto en segundo lugar. La insurrección debe apoyarse en aquel momento de viraje en la historia de la revolución ascensional en que la actividad de la vanguardia del pueblo sea mayor, en que mayores sean las vacilaciones en las filas de los enemigos y en las filas de los amigos débiles, a medias, indecisos, de la revolución. Esto en tercer lugar. Estas tres condiciones, previas al planteamiento del problema de la insurrección, son las que precisamente diferencian el marxismo del blanquismo1”.

La revolución proletaria es el resultado de las leyes de desarrollo social, de la lucha de clases como motor de la historia que desde el surgimiento de las clases escala nuevos estadios hasta la extinción misma de estas a través de la destrucción del estado burgués y el ejercicio de la dictadura del proletariado, Marx en una carta dirigida a Joseph Weydemeyer en 1852 señalaba: “Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases”

Las aseveraciones de Marx en la introducción a su obra Contribución a la crítica de la economía política aseguraba: “En una fase determinada de su desarrollo, las fuerzas productivas de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo cual no es más que se expresión jurídica, con las relaciones de propiedad en cuyo interior se habían movido hasta entonces. De formas evolutivas de las fuerzas productivas que eran, estas relaciones se convierten en trabas de estas fuerzas. Entonces se abre una época de revolución social. El cambio que se ha producido en la base económica trastorna más o menos lenta o rápidamente toda la colosal superestructura”, fueron enriquecidas por Lenin, quien haciendo un estudio del imperialismo como fase superior y última del desarrollo del sistema capitalista, descubrió la ley del desigual desarrollo económico y político del capitalismo, que de acuerdo al alto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y el alto grado de socialización de la producción a escala mundial, “es posible que la victoria del socialismo empiece por unos cuantos países capitalistas o incluso por un solo país capitalista”. Habiendo constatado que en la época del imperialismo la economía mundial se enlazaba como una cadena, “donde se podría desencadenar una revolución allí donde el eslabón sea más débil”.

Frente a lo que la burguesía señala entorno al “carácter fantasioso y quimérico” del socialismo, nos afirmamos en señalar que el socialismo no es un invento de los marxistas, es un estadio social por el que pasa la humanidad producto de leyes objetivas, de las contradicciones que se generan entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción, entre la socialización de la producción y la apropiación capitalista cada vez más en pocas manos, la lucha de clases que se desenvuelve ajeno a nuestra voluntad pero que requiere de nuestra participación consciente para enterrar al capitalismo-imperialismo y abrir el paso a la construcción de lo nuevo, del Socialismo en tránsito a la sociedad comunista sin clases.

III.- PRINCIPIO Y LEY DE LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO

El socialismo solo se puede construir una vez conquistado el poder político del estado por la alianza obrero-campesina, con la conducción del Partido Comunista, quienes ejercen la Dictadura del Proletariado para vencer la resistencia de la clase capitalista, Marx señalaba al respecto. “Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media un período de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A este periodo corresponde también un periodo político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado” (Crítica del Programa de Gotha, Marx)

Lenin ampliando la definición sobre la dictadura del proletariado y planteando las tareas inmediatas del poder soviético, una vez socializados lo medios de producción y aplastada la resistencia de la burguesía, se establece la necesidad de organizar a los campesinos y el proletariado agrícola en cooperativas de producción, ejercer el control obrero y la administración en las fábricas, acabar con el analfabetismo y avanzar en educación técnica para los trabajadores, la reorganización del trabajo y el incremento de la productividad; la electrificación para toda Rusia, la industrialización que después desarrolla Stalin, señala: La dictadura del proletariado- como ya he dicho más de una vez…, no es sólo el ejercicio de la violencia sobre los explotadores, ni siquiera es principalmente violencia sobre los explotadores, ni siquiera es principalmente violencia. La base económica de esta violencia y de su éxito, está en que el proletariado representa y pone en práctica un tipo más elevado de organización social del trabajo que el capitalismo. Esto es lo esencial. En ello radica la fuerza y la garantía del triunfo inevitable y completo del comunismo… (Una gran iniciativa, Lenin)

El socialismo como la primera fase de la sociedad comunista, donde se propende a terminar con la propiedad privada sobre los principales medios de producción, el poder político de la burguesía y de los males y vicios heredados del sistema capitalista, busca sentar la base material y cultural para la construcción del Comunismo y esto basada en la ley económica fundamental del socialismo que es el de “asegurar la máxima satisfacción de las necesidades materiales y culturales del pueblo, en constante ascenso, de toda la sociedad, mediante el desarrollo y perfeccionamiento ininterrumpidos de la producción socialista sobre la base de la técnica más elevada” (Problemas económicos del Socialismo en la URSS, Stalin). Así mismo, el socialismo tiene un principio sobre el cual construye su sistema económico y la producción de bienes materiales que es el principio de Cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo” y se diferencia de la fase superior de la sociedad comunista en que: “cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y, con ellas, la oposición del trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá escribir en su bandera: ¡De cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades!” (Crítica del Programa de Gotha, Marx)

La construcción del socialismo da muestras de su éxito basándose en el entendimiento de la Ley de correspondencia de las relaciones de producción con el carácter de las fuerzas productivas, la ley del desarrollo armónico de la economía nacional que exige la sustitución de las relaciones de producción capitalistas, por las socialistas, la planificación económica, la industrialización del país, el uso racional de los recursos naturales, el incremento de productividad del trabajo y el desarrollo cultural del pueblo trabajador. Resuelve en lo esencial la contradicción entre la ciudad y el campo, el trabajo manual e intelectual, la industria y la agricultura sobre la base de la propiedad socializada y el desarrollo de la técnica en la producción.

IV.- LA EMULACIÓN, LA ORGANIZACIÓN COOPERATIVA, LA NUEVA CONCEPCIÓN SOBRE EL TRABAJO.

La Revolución Socialista de Octubre abre un nuevo escenario para el aprovechamiento del impulso individual y la integración de este al desarrollo colectivo del pueblo trabajador, sobre la base de la propiedad socializada y la elevación del nivel cultural del pueblo trabajador, con el fin de llevar a cabo esta propuesta los bolcheviques se nutrieron de la iniciativa de la clase trabajadora e impulsaron la emulación socialista del cual Lenin refiere: Ahora adquieren la posibilidad de manifestarse, amplia y realmente de un modo general, el espíritu emprendedor, la emulación y la iniciativa audaz….. es ahora, y sólo ahora, campo de acción donde el hombre del trabajo puede manifestarse en todo su valor, enderezar un poco el espinazo, erguirse, sentirse hombre. Por primera vez, después de siglos trabajando para los demás, bajo el yugo, para los explotadores, se tiene la posibilidad de trabajar para sí mismo y de trabajar beneficiándose de todas las conquistas de la cultura y de la técnica más moderna”. (Cómo debe organizarse la emulación, Lenin)

Lenin rebatiendo las formulaciones de la burguesía que pese a haberse dado en su oportunidad la siguen repitiendo para confundir a las nuevas generaciones, señala: “El capitalismo ha sustituido hace ya mucho tiempo la pequeña producción independiente de mercancías, en que la competencia podía, en proporciones más o menos amplias, desarrollar el espíritu emprendedor, la energía, la iniciativa audaz, por la producción industrial en grande y en grandísima escala, por las sociedades anónimas, por los consorcios y demás monopolios. La competencia significa, en este tipo de capitalismo, el aplastamiento inauditamente feroz del espíritu emprendedor, de la energía, de la iniciativa audaz de la masa de la población, de su inmensa mayoría, del 99% de los trabajadores; significa también la sustitución de la emulación por la pillería financiera, el nepotismo, el servilismo en los peldaños más elevados de la escala social. (Cómo debe organizarse la emulación, Lenin)

Uno de los rasgos notables de la emulación socialista, es el de haber provocado un cambio radical en la actitud de los hombres hacia el trabajo que dejaron de concebirla como carga pesada y humillante que era antes, para convertirla en un asunto de dignidad, de heroísmo, de valentía, de gloria y de función propia del organismo sano. La emulación socialista baso su acción en los principios de la colaboración y de la ayuda mutua socialista de los trabajadores, de la ayuda de los trabajadores avanzados a los trabajadores atrasados, con el fin de lograr un auge general, se planteó como medida para combatir la rutina, la inercia y el burocratismo.

La emulación socialista en la URSS pasó por diversas etapas, teniendo como expresión inicial a los sábados comunistas donde los obreros de ferroviarios de Moscú-Kazán trabajaban sin retribución para la República utilizando las horas libres de los sábados durante la guerra civil, pasando por el trabajo de choque del primer quinquenio y el movimiento stajanovista del segundo. El movimiento stajanovista señaló una etapa nueva en la historia de la emulación, puesto que reposa antes que nada, en la nueva técnica debida a la industrialización socialista. Este movimiento engendró una elevada productividad de trabajo, y suministró una prueba evidente de la superioridad del socialismo sobre el capitalismo.

Con la dirección y el sostén asegurados del Partido Comunista, la emulación socialista fue la fuente inagotable de iniciativa y el espíritu de creación del pueblo trabajador, así mismo sentó las bases para el florecimiento de la cultura socialista.

V. LA REVOLUCIÓN CULTURAL PROLETARIA EN EL SOCIALISMO

El papel de organizador de la nueva sociedad que le corresponde al proletariado, presupone la base material que lo sustente y la elevación cultural que le permita entender mejor las leyes sociales a las cuales debe tratar de dominar y usarlas en su interés; así también necesita de la formación del hombre nuevo con moral comunista que avance hacia la realización plena de la misión histórica del proletariado, acabar con las clases sociales y construir el comunismo. Es una premisa indispensable del progreso de las formas socialistas de la economía y de la elevación del nivel cultural del proletariado, el cual transforma su propia naturaleza, se convierte en elemento directos en todos los aspectos de la vida de la sociedad, arrastra a dicho proceso de transformación a las otras clases y, con ello, prepara el terreno para la eliminación de las clases en general.

La denominación “revolución cultural proletaria” no debe ser usado para encubrir la disputa de poder entre camarillas revisionistas como pasó en China en 1966. Sino debe entenderse como un proceso donde la clase obrera en el poder está consciente de la necesidad y preparada para dar el siguiente paso basándose en la ciencia materialista dialéctica, en el impulso de la técnica y el desarrollo de las fuerzas productivas; por lo que debe romper con los paradigmas ideológicos que se heredan de la sociedad capitalista, romper con los vestigios de las relaciones que ataban al Estado con la iglesia, reorganizar el trabajo completamente sobre bases socialistas, estimular la participación del pueblo en el quehacer político, la difusión de la crítica y la autocrítica y combate a los vestigios del pensamiento burgués y pequeñoburgués, etc.

La experiencia de la construcción del socialismo en la Unión Soviética alumbra la lucha de los pueblos en las tareas de la conquista del poder político y la construcción de la nueva sociedad, este es uno de los legados más importantes que heredamos de la Revolución de Octubre, los comunistas marxista-leninistas debemos tomar como un aporte inicial esta experiencia, entender sus avances y limitaciones, para recrear de acuerdo a nuestra propia realidad la construcción del socialismo que no debe ser ni calco ni copia ni invento trasnochado producto de la buena voluntad de las personas sino que su construcción debe estar basada en el estudio de nuestra realidad, el entendimiento de las leyes de desarrollo social, en la aplicación creadora de las verdades universales del marxismo-leninismo a nuestra realidad concreta y la acción de la clase obrera y su Partido Comunista marxista-leninista.

CC. del PCP (m-l)

Septiembre, 2017

1 Engels en referencia al blanquismo critica, a la vez, su táctica conspiradora, su voluntarismo, su absoluta negación de cualquier compromiso en la marcha de la lucha revolucionaria del proletariado.