HISTORIA DEL PCP(m-l)

pcp (m-l)Se cumplen 89 años desde que la necesidad de contar con una vanguardia organizada y combativa del proletariado peruano, motivara a que el amauta José Carlos Mariátegui, a su retorno de Europa e influido por planteamientos socialistas y la Revolución Proletaria de Octubre de 1917, junto con obreros e intelectuales revolucionarios fundaran nuestro Partido el 07 de octubre de 1928, teniendo clara la misión de organizar a la clase obrera, el campesinado y los pueblos del Perú para conquistar el poder político del Estado e instaurar el socialismo, como tránsito a la sociedad comunista sin clases. Por lo que organizó al Partido de manera selecta y secreta, con el más estricto cuidado para no ser presa fácil de la reacción, fue así que se estableció inicialmente con el nombre Partido Socialista. Así también la naciente organización se fortaleció ideológica y políticamente en las polémicas entorno a la necesidad de la formación de un partido político de clase del proletariado -cosa que negaba el aprismo que preconizaba una alianza unida de clases tan amplia y tan carente de perspectiva revolucionaria que fue direccionada por el gamonalismo y la burguesía parasitaria reforzando su esencia proimperialista y fascista-, la acertada caracterización de la sociedad, el planteamiento de las perspectivas de la revolución peruana y su forja en el accionar de los obreros y campesinos que insurgían para terminar con la explotación y miseria en la cual se encontraban especialmente el campesinado que vivía en condiciones deplorables por la explotación esclavizante del gamonalismo, puntal de explotación y dominio del imperialismo.

Como tarea inmediata el Amauta precisó forjar la conciencia revolucionaria de las masas (por esos tiempos la clase obrera aún estaba influída por los planteamientos del anarcosindicalismo cuyo prestigio recaía en la conquista de la jornada de las 8 horas de trabajo), formar la Central Sindical que unifique a los gremios, las sociedades mutualistas y sindicatos dispersos de obreros y campesinos, que tenga por función difundir los principios del sindicalismo de clase y bregar por la construcción del Frente Único sobre la base de la alianza obrero campesina. Tras este trabajo se logró un crecimiento importante de las células del Partido tanto en el campo como en los centros industriales y extractivos.

Poco tiempo antes de la muerte de Mariátegui, éste dejó formuladas las tesis de adhesión a la Tercera Internacional que señalaba claramente: “La ideología que adoptamos es la del marxismo – leninismo militante y revolucionario, doctrina que aceptamos en todos sus aspectos, filosófico y económico – social. Los métodos que sostenemos y propugnamos son los del socialismo revolucionario ortodoxo. No solo rechazamos sino que combatimos en todas sus formas los métodos y las tendencias de la socialdemocracia y de la II Segunda Internacional”, así mismo señala también reafirmando las bases de construcción del Partido: “La praxis del socialismo marxista en este periodo es la del marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo es el método revolucionario de la etapa del imperialismo y de los monopolios. El Partido Socialista del Perú lo adopta como su método de lucha” — cita existente para desgracia de los oportunistas que han caricaturizado su imagen, las ONG, el trostkismo, la reacción entre otros que niegan su legado revolucionario marxista-leninista, evidenciando que Mariátegui no fue un “pensador sin partido” o que quería hacer un “socialismo a la peruana” opuesto a las experiencias del Movimiento Comunista y planteamientos del marxismo – leninismo.

Tras su muerte elementos de la calaña de Eudocio Ravines (descubierto como agente del imperialismo norteamericano), entre otros, se encargaron de liquidar las células formadas por la influencia de Mariátegui, minando la organización de la revolución en el Perú. Herederos de Ravines y sus prácticas, son los revisionistas que lo asumen como fundador de su partido y que cumplieron su mismo papel al negar el papel revolucionario del campesinado y minar la organización de la revolución, pues veían con buenos ojos las patrañas señaladas por la labor agencial del trostkismo y que fueron tomadas y presentadas en el XX Congreso del PCUS donde el traidor Kruschev centro su ataque en la figura del c. Stalin, para desmantelar todo lo que había hecho el “stalinismo” en la URSS, es decir traer abajo el sistema socialista. Hecho que no les fue tan sencillo por la oposición del PCCh y principalmente la consecuencia y lucha del Partido del Trabajo de Albania que defendió siempre sin otorgar a la reacción y trostkismo concesiones -falsas- acerca del c. Stalin y el socialismo en la URSS.

Desde la IV Conferencia Nacional (enero de 1964), el Partido de la mano del c. Saturnino Paredes Macedo ha retomado las tesis marxista – leninistas de la revolución, abandonadas por el revisionismo y la camarilla de Barrio-Acosta-Del Prado obsecuentes seguidores y servidores de los revisionistas jruschovistas y antes seguidores del browderismo, que tras su expulsión definitiva en la V Conferencia Nacional, se ha acelerado más el proceso de consolidación y desarrollo bolchevique del Partido. Que en su desarrollo no ha sido ajeno a la lucha interna pues en su seno aparecieron brotes de oportunismo y labor agencial, como “patria roja” y “sendero luminoso” que fueron expulsados con la participación de las bases del Partido, los primeros por traicionar a la revolución peruana y hasta ahora ser expertos en vender y traicionar las luchas del pueblo y los segundos por no asumir jamás la conducción de la lucha de masas, liquidar las organizaciones del Partido, pretender empeñar a la organización al dinero del narcotráfico, ahora está demostrada su naturaleza agencial cuyos dirigentes fueron auspiciados con el dinero del imperialismo norteamericano, de los cuales fueron sus paramilitares y cumplieron el negro papel de asesinar al pueblo trabajador, principalmente al campesinado organizado y consciente para facilitar la implementación del neoliberalismo en el Perú, estos organismos fueron siempre combatidos por nuestros cuadros en todos los frentes.

El Partido desde su fundación ha sido y sigue siendo objeto de la acción conspirativa de la reacción, pero siempre ha salido y saldrá fortalecido, pues nos permite afinar nuestros métodos en la vigilancia revolucionaria, templarnos en la lucha de clases, asimismo nos muestra las deficiencias que tenemos aún en los métodos de trabajo y en la organización de la revolución.

Ahora nos desarrollamos con las resoluciones y conclusiones de la VII Conferencia Nacional marxista – leninista, que ha logrado para la clase obrera un análisis más preciso de la sociedad peruana, de la situación internacional, resultado de los cuales fue sancionado el Programa de la Revolución Peruana.

El Partido y su misión gozan de vitalidad, las manos de los cuadros del Partido no están ni manchadas de la sangre del pueblo, ni de los dineros de la venta de sus luchas. Aquí estamos como combatientes de primera fila de la clase obrera y del pueblo trabajador, este año más de luchas al lado de la clase obrera, el campesinado, la juventud y los pueblos nos reafirma en nuestras convicciones y nuestra militancia revolucionaria marxista– leninista. Las luchas de nuestro pueblo señalan la necesidad de acelerar el paso, hacer crecer nuestra organización tanto cuantitativa como cualitativamente pues el escenario internacional y nacional requiere que el Partido del Proletariado asuma la dirección completa del movimiento y avance hacia la revolución y el socialismo.

¡VIVA EL 89 ANIVERSARIO DEL PCP(m-l)!