¡El Primero de Mayo, levantemos en todo el mundo nuestra lucha por empleo seguro, pan y libertad!

Compañeros obreros y trabajadores,

Todos los obreros y trabajadores del mundo se preparan para celebrar el día de la Unidad, la Lucha y la Solidaridad Internacional de la clase obrera en un momento de especiales condiciones históricas.

En casi todos los países la burguesía internacional, el imperialismo, los estados capitalistas y los gobiernos burgueses han intensificado la explotación y la opresión capitalista sobre los obreros y trabajadores, apoyándose en las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19.

El trabajo a tiempo parcial, las licencias no pagadas, las deducciones en el salario, los permisos y otras prácticas de trabajo ocasional se han aplicado de facto, y los despidos se han generalizado con el pretexto de la pandemia. En el último año, decenas de millones de personas han perdido su empleo y se han visto privadas de ingresos regulares. La mayoría de quienes perdieron su empleo son mujeres. Han sentido hasta los huesos la explotación capitalista y la doble opresión. La violencia contra las mujeres y los feminicidios han aumentado, en particular la violencia doméstica.

En respuesta a los efectos adversos de la pandemia que se entrelaza con la crisis capitalista, los “paquetes económicos” anunciados por los gobiernos burgueses con el pretexto de medidas sociales han sido y siguen siendo un instrumento de transferencia de recursos a los monopolios capitalistas. En un momento en que los trabajadores y los sectores explotados del pueblo han sido empujados a los brazos del desempleo, la miseria y el hambre, los monopolios capitalistas han multiplicado sus beneficios.

El ataque capitalista a los “derechos democráticos” y a las libertades políticas no es menor que los ataques en el frente social y económico. Cualquier pequeño intento de los obreros y trabajadores, de los pobres del campo y de la ciudad, de los jóvenes y de las mujeres que buscan sus derechos ha sido objeto de restricciones que aún continúan. Las protestas y manifestaciones populares se enfrentan a la violencia policial, las detenciones y los arrestos. Los Estados y gobiernos capitalistas, especialmente Alemania, Francia y el Reino Unido, ya han tomado medidas para dar más poder a la policía y a la gendarmería y para garantizar que las “medidas policiales” sean permanentes. Incluso en los países conocidos como la cuna de la “democracia burguesa”, la reacción política va en aumento y las prácticas reaccionarias y fascistas se aplican más ampliamente contra la clase obrera y la oposición social popular.

Trabajadores y trabajadoras, hermanos y hermanas, ¡las realidades no se pueden ocultar eternamente!

La pandemia ha mostrado a los obreros, a los trabajadores y a los oprimidos la verdadera cara del imperialismo capitalista, de los gobiernos burgueses y del frente del capital. No es posible ocultar por mucho tiempo la explotación capitalista y el saqueo imperialista y el hecho de que el sistema capitalista es el enemigo de la humanidad y del medio ambiente. Especialmente en las condiciones actuales, cuando el desempleo, la pobreza junto con el uso de la fuerza contra el pueblo se han disparado y cuando la polarización se ha profundizado, ninguna demagogia, propaganda burda o sucia puede ocultar esta verdad. Y, en efecto, cada vez más sectores de los trabajadores y de los obreros toman conciencia de la realidad y la oposición social crece. El hecho de que la lucha contra las consecuencias del desempleo y la pobreza esté aumentando en muchos países, no significa que la clase obrera y las masas explotadas estén abrazando el

capitalismo y que no quieran un cambio rechazando el dominio de los monopolios. Por el contrario, a medida que crece su conciencia de las realidades sociales y de su propio poder, aumenta el número de quienes exigen un cambio del sistema de dominación capitalista.

En los polos opuestos del capitalismo actual están la clase trabajadora, cada vez más pobre y alienada de su trabajo mientras produce la riqueza social, y en el otro extremo, la acumulación capitalista intensificada, basada en la esclavitud remunerada de la clase obrera y el saqueo de los países dependientes, así como un puñado de capitalistas monopolistas cada vez más parasitarios y decadentes.

Según el informe de Oxfam de 2020, en 2019, la riqueza de las 2.153 personas más ricas superaba la riqueza total de 4.500 millones de personas. La riqueza del 1% más rico era más del doble de la riqueza de 6.900 millones de personas juntas. La riqueza de los 10 hombres más ricos, entre ellos Jeff Bezos, Elon Musk, Bernard Arnault, Bill Gates, Mark Zuckerberg, aumentó en un total neto de 540.000 millones de dólares entre marzo y diciembre de 2020. China, con sus 626 millonarios, encabezados por Zhong Shanshan y Ma Huateng, es el segundo país -después de Estados Unidos- con su abundancia de millonarios. El informe señala que el aumento de la riqueza de los diez más pudientes, durante nueve meses de la época de la pandemia, es suficiente para que todo el mundo se vacune varias veces.

En la otra cara de la moneda, vemos las zonas de hambre en las distintas partes del mundo, especialmente en el África subsahariana. En todo el mundo, cada día mueren casi 25.000 personas de hambre. En 2019, el número de personas que viven con hambre aumentó en 10 millones y alcanzó los 690 millones de personas. En África los niños mueren porque no pueden comprar antibióticos a un costo de 1 dólar. Sin embargo, el dinero gastado en la industria cosmética mundial supera los 200.000 millones de dólares.

Entre los años 2011-2017 casi no hubo aumento de los salarios reales. Además, durante la pandemia estos han bajado y los problemas han aumentado, siendo el acceso a la vacuna el primero y más importante.

¡Demostremos la fuerza de la clase obrera!

La clase obrera y los trabajadores de todo el mundo, desde Camboya hasta los EEUU, desde Francia hasta la India, desde Italia hasta Ecuador, desde Grecia hasta Chile, desde Turquía hasta Brasil, desde Egipto hasta China y Bolivia han intentado responder a esta barbarie capitalista con huelgas y resistencia, allí donde han podido superar las barreras establecidas por los gobiernos burgueses y la burocracia sindical. La subida de los precios de los bienes de consumo básicos, el aumento de los impuestos, la pérdida de puestos de trabajo, los bajos salarios y el aumento de la pobreza, junto con el deterioro de las condiciones de trabajo y de vida, y la falta de seguridad futura en muchos países, allanaron el camino para el aumento de las luchas de los trabajadores y de las masas populares. Las demandas de trabajo, pan y libertad se han levantado en todo el mundo.

Nos acercamos al 1 de mayo de 2021 en un período en el que se agudizan las contradicciones entre el trabajo y el capital, el imperialismo y los pueblos oprimidos, y entre los propios imperialistas, y en el que la probabilidad de que estos “conflictos” pasen de la diplomacia al campo de batalla es cada vez mayor. Un 1 de mayo combativo con participación masiva mostrará el poder de la clase obrera. Un 1 de mayo fuerte dará a la clase obrera y a los pueblos oprimidos la moral que necesitan para dar pasos para involucrarse en luchas más avanzadas, y servirá para que la lucha dé pasos adelante.

Para la clase obrera, el 1 de Mayo significa un día  en el que pone a prueba su fuerza en contra del frente capitalismo. Por esta razón, la clase obrera debe unirse al Primero de Mayo de la manera más organizada. Siempre que sea posible, los trabajadores deben formar “comités del 1º de Mayo”, elegidos a través de la más amplia participación en las fábricas, lugares de trabajo y en todos los ámbitos, con el fin de evitar el vaciamiento del 1º de Mayo por la burocracia sindical. Organizando el 1º de Mayo de acuerdo con su significado, la clase obrera encontrará no sólo a millones de trabajadores arrojados a los brazos del paro, sino también a los campesinos pobres incapaces de producir, a los pequeños comerciantes enfrentados a la ruina, a los pobres del campo y de la ciudad, a la juventud y a las mujeres que luchan contra el capitalismo y la reacción. En cierto modo, el Primero de Mayo puede jugar el papel de palanca en la lucha de la clase obrera y de los pueblos.

Hoy, los trabajadores se enfrentan a dos tareas contra los monopolios capitalistas que no reconocen límites en la explotación y el saqueo y que ahora están intensificando la fuerza y la violencia tomando medidas contra el descontento y las reacciones que surgen: fortalecer las filas de la clase obrera reforzando su unidad en cada país y a escala internacional; y, desarrollar su unidad y alianza con los pueblos trabajadores oprimidos.

¡Por lo tanto, sigamos adelante para celebrar el Primero de Mayo de una manera digna de su significado histórico!

 

¡Viva el Primero de Mayo!

¡Viva la unidad, la lucha y la solidaridad internacional de la clase obrera!

¡Exigimos puestos de trabajo seguros, pan y libertad!

¡Viva el Primero de Mayo, viva el internacionalismo proletario!

 

Comité de Coordinación de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista leninistas – CIPOML

MANIFIESTO DEL PRIMERO DE MAYO: ¡ABAJO EL NEOLIBERALISMO CRIMINAL Y QUE VIVA LA UNIDAD DE LOS TRABAJADORES!

La clase obrera y los pueblos del Perú, asisten a la conmemoración del 134 aniversario de las históricas jornadas de lucha por la conquista de las 8 horas de trabajo, donde los obreros y Mártires de Chicago, alumbraron con su ejemplo a los pueblos del mundo y los llamaron a la acción organizada en la perspectiva de lograr su verdadera emancipación de clase. Los dirigentes procesados por estas acciones de protesta, en su mayoría, fueron ahorcados por un tribunal norteamericano, y entregaron sus vidas con la firme convicción de que más temprano que tarde, la clase obrera avanzaría con mayor decisión a destruir las cadenas de explotación de tipo capitalista, para construir un mundo nuevo, donde no exista la explotación del hombre por el hombre.

Este Primero de Mayo es distinto a los anteriores, porque nuestras banderas rojas no se encuentran desplegadas en las calles ni unidas en un solo frente de proletarios contra el capital, ni el canto a La Internacional acompañan nuestra protesta; pero esto no quiere decir, que los trabajadores hemos dejado de luchar, ni que dejaremos de hacer el balance de las acciones realizadas y del trabajo acumulado que ahora tenemos.

Los paquetes económicos, el neoliberalismo y el COVID 19, nos vienen golpeando y toca de nuestra parte dar una respuesta, resistiendo y tratando de vivir con dignidad; haciendo lo posible para que prime la defensa de la vida de los trabajadores y los pueblos antes de conservar los mezquinos intereses de la burguesía parasitaria que nos gobierna.

Los efectos del Coronavirus, son más graves para los trabajadores y los pueblos, debido a la implantación del neoliberalismo en el país, que avanzó en la destrucción del sistema de salud pública y de pensiones, privatizó la educación y nos arrebataron derechos laborales. Son los trabajadores y los pueblos quienes sobre sus hombres vienen sosteniendo los costos de la crisis, por la incompetencia de los actuales gobernantes, con Martin Vizcarra a la cabeza y la CONFIEP, que, como fieles representantes de la burguesía parasitaria y el imperialismo, siguen esquilmando al pueblo peruano. No es gratuito que se haya promulgado la “Suspensión Perfecta de Labores”, ni se haya promulgado una “Ley de gatillo fácil”, nos quieren matar de hambre o a balas, no tienen otro interés.

La burguesía ha llamado a la unidad y eso significa que no parará hasta que la clase obrera y los pueblos hayan entregado hasta su última gota de sangre para que sus niveles de ganancia permanezcan intactos. Los trabajadores resistimos y estamos claros en que las cosas no pueden quedarse como antes, tenemos que cambiar las relaciones de propiedad, las relaciones sociales en la producción, tenemos que inaugurar una nueva forma de Estado, para que sean los trabajadores y los pueblos los verdaderos constructores de una nueva sociedad donde prime el desarrollo colectivo, todos tengan pleno empleo, acceso a la salud, pensiones y educación; y nadie pase hambre ni viva en las calles sin techo y sin alimentos. Por esto motivos es necesario luchar con mayor resolución por el Socialismo.

Mientras las grandes empresas han repartido sus utilidades a fines del mes de abril de 2020, la mayoría de los trabajadores y la población, después de pasar hambre y tener sus primeros muertos por el COVID 19, tienen que hacer ahora uso de sus fondos de reserva pensional, para sobrevivir a la crisis sanitaria y al abandono estatal. Y no nos podemos dejar engañar saludando el retiro de pensiones de las AFP para luego destinarlos al consumo personal, ciertamente estas instituciones deben desaparecer, por su robo descarado, pero no podemos hacer que los trabajadores se queden sin recursos futuros, para sostener un sistema de cosas que no funciona. El capitalismo y su modelo neoliberal son los causantes de nuestros males y a ellos les corresponde asumir las pérdidas, no a los trabajadores y los pueblos.

El Estado debe tomar los recursos destinados al pago de la deuda externa y hacer uso de las reservas internacionales para enfrentar los costos de la crisis sanitaria; así mismo deben disminuirse los salarios a todos los magistrados judiciales, congresistas, ministros y principales funcionarios públicos, el pueblo está poniendo el pecho y ¿la burocracia estatal? ¿Hasta cuándo esperaremos que pongan algo de su parte?, Debe gravarse un impuesto a la riqueza y a la acumulación, cobrarse los impuestos a la grandes mineras y empresas transnacionales que nos roban nuestras riquezas; así mismo se debe eliminar todas las barreras que impiden al Estado realizar compras directas con fiscalización popular, para evitar toda la escalada de corrupción, que también golpea a todos los peruanos.

Basta de aplaudir las medidas del gobierno sin analizar su verdadero carácter, el Estado peruano le pertenece y responde a la burguesía parasitaria, sirve para defender los intereses de las familias más ricas del país, y a los intereses de las potencias imperialistas, principalmente del imperialismo norteamericano que usa a Martin Vizcarra como una marioneta para entrometerse en asuntos de otros pueblos.

El campesinado exige atención, su producción está por perderse y no tendremos recursos para iniciar la segunda campaña productiva del año, llamamos a todos los gobernantes del país a aterrizar las políticas en salidas reales y no paliativos.

Este Primero de Mayo de 2020, es un día de lucha como todos los otros años y como todos los días para la clase obrera.

¡Viva el Primero de mayo, día internacional de la clase obrera!

¡Viva la unidad y lucha de la clase obrera por la liberación nacional y social!

¡Que la crisis económica y sanitaria la paguen los responsables: El Estado, la burguesía y CONFIEP, la burocracia estatal; y no los trabajadores y los pueblos del Perú!

¡Resistiremos, viviremos y venceremos!

01 de mayo de 2020

CC. del PCP(m-l)