CIPOML: Solidaridad con la lucha del pueblo colombiano

Un nuevo estallido social en contra de las políticas antipopulares de la burguesía se ha producido, esta vez en Colombia.

Millones de trabajadores, campesinos, jóvenes, mujeres, desempleados, artistas, jubilados, vecinos de los barrios han paralizado el país con una combativa protesta que inició el pasado 28 de abril, y aún continúa a pesar de las decenas de luchadores y luchadoras asesinados por las fuerzas del orden, los cientos de heridos, torturados, golpeados, e inclusive agredidos sexualmente. El Ejército y la Policía han respondido con su habitual política guerrerista, para enfrentar a quienes consideran como el enemigo interno.

La contundencia de la protesta, que inclusive ha rebasado las previsiones de las organizaciones convocantes del Paro del 28A, obligó al derechista gobierno de Iván Duque a retirar la propuesta de ley de reforma fiscal que, de manera cínica, la puso por nombre de «Solidaridad Sostenible». Con esta se pretendía incrementar y elevar impuestos sobre los salarios y el consumo, que afectan principalmente a los sectores populares y medios de la población, al tiempo que el Gobierno ha tomado medidas para rebajar los impuestos sobre la renta de las grandes empresas.

La reforma fiscal no pasó, la movilización popular forzó la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla —cerebro gris del proyecto— y Duque ha convocado a un «diálogo nacional» para superar la crisis, pero la lucha sigue. El pueblo colombiano no da tregua, está desafiando a un Estado autoritario, abiertamente represivo, en el que es público que los jefes militares, policiales y de todo el aparato de seguridad comulgan ideas fascistas, trabajan bajo el tutelaje de los aparatos de inteligencia estadounidense, son promotores de los grupos paramilitares y tienen nexos con el narcotráfico. Esta lucha es un claro ejemplo de que, cuando las mayorías populares se unen y combaten, hacen retroceder al más fiero enemigo.

La masividad, amplitud y combatividad de la protesta expresan el grado de insatisfacción y frustración existente en el pueblo por sus condiciones de vida: cerca de un 10% de desempleo abierto, un 50% de personas que trabajan en la informalidad; uno de los países con la más alta tasa de desplazados internos por pobreza, violencia e inseguridad generada por el Estado; una población duramente golpeada por la pandemia y un gobierno incapaz de articular un adecuado plan de vacunación; el país con el segundo presupuesto militar más alto en América Latina; un país en el que en el primer trimestre de este año hubo 23 masacres y durante el año 2020 se asesinaron a más de 250 campesinos, dirigentes poblacionales, sindicales, comunales. En noviembre de 2019, el pueblo colombiano dio ya una clarinada con una masiva y combativa protesta social; en general los reclamos, las movilizaciones de distintos sectores populares son constantes.

Expresamos nuestra solidaridad esta lucha y llamamos continuar levantando en los distintos países acciones de solidaridad con el pueblo y de condena al gobierno de Iván por la criminal represión desatada contra el pueblo. Nos unimos a la demanda de renuncia del presidente Iván Duque.

Nos unimos a los camaradas y dirigentes del Partido Comunista de Colombia (Marxista Leninista) que se hallan en la primera fila del combate.

Denunciamos que los sectores más reaccionarios del Estado colombiano: Uribe, Duque, los jefes de las fuerzas militares y policiales miran a la protesta social y sus actores como acciones de guerra, como eventos que buscan «desestabilizar el poder y poner fin a la democracia», bajo esa lógica han respondido con saña y odio los reclamos del pueblo. Las fuerzas del orden están en estado de guerra contra el pueblo, lo cual lo repudiamos y llamamos condenarlo en todo el mundo.

Comité Coordinador

Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista – Leninistas

CIPOML

 

Declaración de la XXIV Sesión de la CIPOML

A LOS TRABAJADORES Y LOS PUEBLOS A LOS REVOLUCIONARIOS Y COMUNISTAS

En México, y conmemorando el final de la Primera Guerra Mundial que ocasionó grandes y graves daños a la humanidad y que fue también el escenario en que triunfó la primera revolución proletaria: la Gran Revolución de Octubre; cuando se celebra el bicentenario del natalicio de Carlos Marx, el gran maestro del proletariado, se cumplió exitosamente con los trabajos la XXIV Plenaria de la Conferencia Internacional de Organizaciones y Partidos Marxista-Leninistas CIPOML. Se valoró la situación internacional y precisó las responsabilidades y tareas del movimiento obrero, popular y revolucionario. Discutió importantes problemas del trabajo de los partidos y organizaciones de la CIPOML señalando los compromisos y tareas, afirmando las perspectivas de desarrollo.

La exacerbación de las contradicciones intrínsecas del sistema capitalista imperialista agudizan la crisis general del capitalismo, que es una crisis de las estructuras y las superestructuras, económica, política y social que sacude al sistema capitalista, afecta a millones de trabajadores, a los países dependientes, a los pueblos y naciones oprimidos, que ahonda la depredación de la naturaleza y el ambiente.

 

La anarquía en la producción, la competencia entre los monopolios y las potencias imperialistas, el crecimiento desmesurado de la deuda externa, el comercio desigual, la guerra comercial inter imperialista, el saqueo de los recursos naturales y la apropiación por parte de la clase de los capitalistas de la plusvalía generada por millones de trabajadores, las medidas unilaterales de EEUU frente a las políticas financieras y monetarias, el desarrollo acelerado de la ciencia y la tecnología, la digilitización, el internet, la robótica y la inteligencia artificial avizoran el aparecimiento de una nueva crisis económica que será de mayores proporciones y profundidad que la crisis económica de 2008, que impactará gravemente en las relaciones sociales y políticas.

La depredación de la naturaleza y el deterioro del ambiente, los cambios climáticos provocados por la explotación y la expoliación irracional de los recursos naturales por de los monopolios capitalistas y los países imperialistas se agudizan constantemente.

Tienen lugar grandes confrontaciones entre las potencias imperialistas, la aparición y extensión por todos los continentes y regiones de los preparativos de guerra, el desarrollo de la carrera armamentista que involucra a todos los países, la militarización de la economía y la sociedad en la dirección de un nuevo reparto del mundo. La confrontación militar entre los países imperialistas, principalmente entre EE.UU. y Rusia, de la OTAN y China se expresa en conflictos armados que desangran a los pueblos en Medio Oriente y África y atizan conflictos en otros lugares del planeta. La agresión económica y política de EE.UU. frente a Irán atentan contra la soberanía del país y los intereses y derechos de sus pueblos. En Yemen, los intereses económicos y políticos de Arabia Saudita son responsables, junto con el apoyo de EE.UU., de la destrucción del país y del genocidio que devasta al pueblo y al país.

Las pugnas inter imperialistas se expresan también en la guerra comercial entre China y Estados Unidos, en la disputa de mercados, de áreas estratégicas; en la agresiva incursión de las inversiones chinas en todos los continentes.

Las potencias imperialistas recrudecen su injerencia en todos los países dependientes, impulsan el extractivismo, saquean los recursos naturales al tiempo que remachan las cadenas de la opresión. La naturaleza del imperialismo se expresa en la agresión y rapiña para apropiarse de la riqueza de los países dependientes y de las ganancias producidas por la súper explotación del imperialismo. Ningún país imperialista es amigo de los pueblos.

Decenas de miles de personas, hombres, mujeres y niños huyen de sus países devastados por la guerra, de la represión de sus gobiernos, de miseria y la pobreza, buscan oportunidades y emigran en Asia, Europa, África y América Latina; son atacados por las políticas xenófobas, nacionalistas y racistas del imperialismo y la reacción. Trump está demostrando frente a los migrantes su carácter reaccionario, xenófobo y agresivo.

El pueblo de Palestina resiste heroicamente la brutal agresión del imperialismo yaqui y del sionismo israelí que asesina a miles de personas de la población civil; esa lucha es una muestra de la decisión de defender la soberanía y la vida, recibe la solidaridad y el apoyo de las fuerzas progresistas del mundo. Los marxista – leninistas apoyamos firmemente la causa Palestina.

El gobierno de Trump en EE.UU. y la elección de Bolsonaro en Brasil testimonian el fracaso del social reformismo, la democracia burguesa, las políticas de la socialdemocracia que van siendo dejadas de lado por el imperialismo y la burguesía. En el propósito de afirmar y potenciar su dominación acuden cada vez con más frecuencia a las políticas reaccionarias, xenófobas, nacionalistas, a la implantación de regímenes ultraderechistas, autoritarios, fascistizantes y fascistas en algunos países.

El desarrollo de las tendencias reaccionarias y fascistas, y la eventual implantación de regímenes fascistas, están siendo enfrentadas por la clase obrera, la juventud, los pueblos y apreciables sectores democráticos que defienden la libertad, la democracia, los derechos humanos y sindicales.

El sistema capitalista, la institucionalidad burguesa están entrampados en la corrupción y la apropiación de los dineros públicos que se convierte en fuente de acumulación; la denuncia y las acciones contra la corrupción y algunos de sus responsables están permitiendo desenmascarar la naturaleza retrógrada y la podredumbre del capitalismo. En el combate a la corrupción se han desarrollado en algunos países y oportunidades grandes movilizaciones populares, crisis políticas y reajustes en los gobiernos burgueses.

Las políticas y acciones de los monopolios y la burguesía en contra de la clase obrera, los pueblos y la juventud, de los pueblos y naciones oprimidas se expresan en todo el planeta. Pero no se desenvuelven tranquilamente, existe la respuesta popular.

En varios países y en todos los continentes se desarrollan combativas huelgas y movilizaciones de los trabajadores por la estabilidad, en oposición a la flexibilidad laboral, la carestía de la vida, los altos precios de la vivienda y los nuevos impuestos; importantes manifestaciones de la juventud; significativas expresiones de la lucha de los pueblos por la vigencia de las libertades públicas y la defensa de los derechos humanos. Las mujeres se expresan valerosamente en contra de la opresión y el discrimen, llevaron adelante, el 8 de marzo, una huelga internacion al que se realizó en buen número de países.

Esas manifestaciones del movimiento obrero y popular vienen teniendo un desarrollo sostenido pero no se expresan

de manera general; son todavía dispersas y aisladas a nivel internacional. Constituyen, sin embargo, la expresión de que las fuerzas de la revolución social, el movimiento obrero, el campesinado pobre, la juventud, las mujeres, los pueblos y naciones oprimidas tienen potencialidad y afirman la perspectiva del

desarrollo del movimiento revolucionario de los trabajadores y los pueblos.

La oposición a la guerra imperialista, a las guerras de agresión, a la carrera armamentista debe ser asumida por los trabajadores y la juventud, se une a la defensa de la paz, de los derechos políticos y sindicales de los traba

jadores y los pueblos, debe ser la causa que involucre a amplios sectores democráticos, una bandera internacional que en el cumplimiento del internacionalismo proletario enarbolamos los comunistas marxista leninistas.

La defensa de las libertades democráticas, de los derechos de los pueblos y los derechos humanos; las expresiones de apreciables sectores democráticos y progresistas, la oposición a las posturas reaccionarias y fascistizantes, el combate frontal al fascismo forman parte de las demandas actuales de los trabajadores y la juventud, son una expresión de la lucha contra el capitalismo y el imperialismo, por la revolución y el socialismo. Los marxista – leninistas somos consecuentes luchadores contra el fascismo y el imperialismo, nos involucramos en la construcción del frente democrático y antifascista a nivel nacional e internacional.

El combate a la dominación imperialista es tarea histórica de los pueblos y naciones oprimidas, de los antiimperialistas; es responsabilidad irrenunciable de los comunistas en todos los países. La asumimos decididamente.

El derecho de autodeterminación de los pueblos es una cuestión actual, se expresa en varios continentes y al interior de diferentes Estados; en la lucha anticolonialista y en oposición a las políticas neocolonialistas. Reafirmamos nuestro apoyo y solidaridad.

Los revolucionarios proletarios organizados en la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas, CIPOML expresamos la decisión de fortalecer nuestros partidos y laborar por la unidad de los comunistas.

El capitalismo y el imperialismo no son invencibles. La unidad y la lucha de los trabajadores y los pueblos, la actitud consecuente de los comunistas y otros revolucionarios romperán las cadenas del imperialismo apuntando a sus eslabones débiles.

¡Contra el guerrerismo del imperialismo y la reacción!

¡Por la defensa de la libertad y las libertades públicas, contra la reacción y el fascismo!

¡Alto a la agresión imperialista contra los pueblos y naciones oprimidos!

¡Unidad y lucha de los trabajadores y los pueblos, de los democratas y progresistas del mundo!

¡Viva la revolucion y el socialismo!

 

México, nov. 2018

¡Viva el bravo movimiento del pueblo de Irán!

La revolución es la partera de toda vieja sociedad que se encuentra preñada de una nueva. El gran movimiento de masas en Irán que entra en su quinto día es una expresión del rechazo a toda la mafia criminal en el poder; un poder que no rinde cuentas al pueblo y que trata de exprimir la vida de las masas golpeadas por la pobreza.

Este es un movimiento del sentido común contra la ignorancia, un movimiento contra la pobreza, el desempleo, la corrupción, la multimillonaria malversación de dólares por parte de los funcionarios, contra el saqueo de los escasos ahorros de los millones de trabajadores y la represión política. Este es el grito de ira de millones de personas que han esperado pacientemente durante años y ahora desafían al régimen de la República Islámica y están sacudiendo su base.

El reciente levantamiento es expresión de la ira e insatisfacción acumuladas por las masas debido a las políticas económicas neoliberales del régimen. Esta ira se ha acumulado durante las últimas décadas.

El régimen de la República Islámica ha intensificado la aplicación de los dictados de la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En consecuencia, la condición económica de las masas ha disminuido rápidamente, el nivel de pobreza ha aumentado, la inflación se ha disparado, el costo de la vida ha aumentado fuertemente, el poder adquisitivo de la población general ha disminuido, el precio del agua, la gasolina, la electricidad y combustibles ha aumentado.

En los últimos años, especialmente en 2017, hubo muchas huelgas, manifestaciones y protestas de diferentes sectores de la sociedad: trabajadores, maestros, jubilados, desempleados, enfermeras, miles de personas víctimas directas del saqueo de sus ahorros bancarios, etc. Se espera que se desarrolle una protesta general en respuesta a estos problemas.

A esto se agrega la intensificación de la lucha interna entre las facciones del régimen de la República Islámica. Los manifestantes han utilizado esta lucha en su propio servicio y han atacado a todas las facciones del régimen de la República Islámica.

Todos los sectores sociales y políticos de la sociedad están participando en estas protestas, desde comunistas hasta revolucionarios, desde masas ordinarias hasta fuerzas organizadas, desde monárquicos hasta Mojahedeen reaccionarios y proimperialistas y hasta agentes individuales de sionistas e imperialistas. Este levantamiento es espontáneo, principalmente protagonizado por los jóvenes, en este momento carece de un liderazgo organizado. A pesar de todas las deficiencias, este levantamiento es una expresión genuina del descontento de la población en general a causa de las cuatro décadas de gobierno criminal de la República Islámica. El movimiento de protesta comenzó con demandas económicas y avanza hacia cuestiones políticas.

El Partido del Trabajo de Irán (Toufan) elogia el movimiento justo y valiente del pueblo iraní contra la República Islámica que ha gobernado durante casi cinco años utilizando la represión y la violencia extrema. Insistimos en la unidad de las masas y en una postura clara y aguda contra las potencias imperialistas agresivas y sus agentes que intentan descarrilar el movimiento.

Todavía no hay señales de un aumento en el número de trabajadores en las calles. Una huelga general obligará al régimen a retirarse y brindará la oportunidad a los manifestantes callejeros de seguir protestando a un costo menor. El desequilibrio de fuerzas entre las clases, la falta de organización política y liderazgo, así como el agotamiento de los manifestantes callejeros no producirán una condición a favor del movimiento.

En el Medio Oriente, los imperialistas de EE. UU. y los sionistas israelíes intentan penetrar cualquier movimiento contra los regímenes que no se doblegan a sus dictados. Esto es particularmente cierto respecto de Irán. La presencia de agentes y lacayos de los imperialistas estadounidenses y de los sionistas israelíes en un movimiento no necesariamente expresa la naturaleza del movimiento. En el actual levantamiento en Irán, el papel de estos agentes no es dominante. Este es un movimiento espontáneo de abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo. Al mismo tiempo, los comunistas, la izquierda y las fuerzas progresistas deben estar muy atentas y analizar los lemas y las posiciones erróneas que se expresan en las marchas y exponer su naturaleza de ellas a las masas.

Si las demandas “pan, trabajo, vivienda, libertad, justicia social y la república” se expresan más claramente, si las consignas en apoyo del viejo orden derrocado -la monarquía hereditaria- y los lemas que comprometen con la facción del régimen son rechazadas de las filas del movimiento, entonces se puede esperar, con el surgimiento de las fuerzas revolucionarias en particular los marxistas-leninistas que son los verdaderos representantes de las demandas sociales más radicales y que se oponen firmemente a las intervenciones imperialistas, que el movimiento logre sus metas.

El Partido del Trabajo de Irán llama a las masas que se encuentran en las calles a permanecer atentos y evitar la violencia prematura. Los agentes de los imperialistas y los sionistas y sus círculos no valoran la vida humana. Solo buscan su interés. Cada llamado a las masas debe ser cuidadosamente examinado y su fuente debe ser investigada.

El derecho para formar gremios independientes, el derecho al empleo y la vivienda y el seguro de desempleo, la libertad de asociación y reunión, la separación de la religión del Estado y la educación, la abolición de la segregación de género y los velos obligatorios y el código de vestimenta, y la libertad de todos los presos políticos son parte de las demandas de los manifestantes de la calle. El Partido del Trabajo de Irán da su apoyo total a estas demandas y cree que ninguna facción del régimen islámico tiene la voluntad de cumplir con estas demandas justas y populares de las masas.

El Partido del Trabajo de Irán (Toufan) condena enérgicamente los brutales asesinatos de los manifestantes y hace un llamamiento a los partidos y organizaciones hermanos en la “Conferencia Internacional de los Partidos y Organismos Leninistas Marxistas” y a las fuerzas  y personas revolucionarias y progresistas para condenar al régimen de la República Islámica de Irán por sus crímenes y exigir la liberación inmediata e incondicional de todos los manifestantes callejeros detenidos.

¡La solución para los trabajadores y los trabajadores es la unidad y la organización!

Partido del Trabajo de Irán (Toufan)

 

CIPOML: Situación Internacional (2016-2017)

1 – La economía mundial capitalista y su curso de desarrollo

La caída del crecimiento en la economía mundial capitalista; fluctuaciones y desarrollo desigual en términos de relaciones entre sectores y países; y los factores que estimulan su imprevisibilidad fueron destacados por CIPOML en los últimos materiales sobre la situación internacional. La producción crece más rápido que los mercados globales capitalistas, aunque todavía no está a nivel para desencadenar una nueva crisis, ha causado una fuerte caída en la producción acumulada, lo que lleva la tasa global de producción industrial a un 3,3% en 2014. Esta tasa se redujo casi a la mitad hasta el 1,7% en 2015. En 2016, a pesar de muchas intervenciones que empeoraron los problemas y pospusieron sus consecuencias hasta los años siguientes, la producción industrial aumentó globalmente solo 1,9 %; gracias principalmente por los aumentos en el último trimestre. La mayoría de los datos actuales muestran que el aumento del crecimiento de las tasas observado hacia fines del año pasado continúa de manera desigual e irregular en la primera mitad de este año.

La tasa de crecimiento para el mercado global capitalista y el volumen de comercio también cayó en años anteriores; mostrando un desarrollo desigual e inconsistente que cayó por debajo de la tasa de crecimiento de la producción industrial global. En 2014, el volumen global de comercio había crecido a una tasa (2,7%) inferior a la de la producción industrial; Al año siguiente fue levemente inferior al 2,1%. En 2016, a pesar del aumento en el último trimestre, el crecimiento del volumen global de comercio volvió a estar por debajo de la producción industrial y cayó al 1,4%. En los primeros dos trimestres de 2017, la tasa de crecimiento del volumen global de comercio fue inferior a la del último trimestre de 2016 y continúa disminuyendo.

Una crisis de sobreproducción agropecuaria no se materializó, pero persisten el hambre y la pobreza; mientras que se destruye un gran volumen de productos alimenticios y aumentan las reservas de algunos productos agrícolas. Al no tener en cuenta el impacto de factores estacionales y otros factores naturales, la producción agrícola también está atravesando un período de fluctuación. El crecimiento del mercado no coincide con la producción, una característica principal del desarrollo capitalista y la base de la crisis, o más precisamente; la mayor tasa de crecimiento de la producción en comparación con el mercado, condujo a aumentos de existencia en muchos sectores y las fluctuaciones en los precios de las materias primas (el ejemplo más evidente de esto es la gasolina). Esto sucedió a pesar de los esfuerzos de los monopolios para evitar las caídas de precios.

Como antes, el desarrollo desigual entre los países y los cambios subsiguientes en los equilibrios de poder entre los países capitalistas persistieron el año pasado. Esto es más evidente, especialmente cuando se examina el crecimiento de la tasa de crecimiento industrial.

En los Estados Unidos, la mayor economía mundial, la producción industrial en 2014 creció en línea con la producción industrial mundial (3.1%), pero comenzó a quedarse atrás hacia fines de año; cayó en 0.7 y 1.2% respectivamente en 2015 y 2016. A pesar de la caída en el crecimiento agregado, la producción industrial de EE. UU. se recuperó hacia fines de 2016 y continuó creciendo en el primer semestre de 2017.

Al alcanzar el 8,3% en 2014, la tasa de crecimiento de la producción industrial china cayó a entre 6 y 7%, a pesar de las intervenciones e incentivos estatales, el crecimiento para el primer semestre de 2017 continuó dentro de este rango. A pesar de la caída en comparación con años anteriores, China exhibe una tasa de crecimiento más alta y más consistente, en comparación con los países desarrollados capitalistas de antaño, y continúa siendo una de las economías mundiales de más rápido crecimiento. Por ejemplo, China superó a los EE. UU. en 2016 en términos de producción industrial (Esto no cambia el hecho de que EE. UU. Sigue siendo la economía global más grande, pero da una idea del rumbo del desarrollo).

En Japón, la tercera economía más grande del mundo, la tasa de crecimiento en 2014 fue del 1,9% y se redujo consecutivamente, primero al 1,3% y luego al 0,4%. La cruda realidad para Japón es que la recuperación de la producción industrial de 2009 no se pudo sostener, después de 2010, el crecimiento industrial se estancó y disminuyó. La producción industrial japonesa, que no llega a alcanzar los máximos de la crisis anterior a 2008, todavía está a un nivel inferior al de 2010.

Alemania, la cuarta economía más grande del mundo, con el mayor superávit de exportación mundial después de China, logró una pequeña tasa de crecimiento en los últimos años. Con el efecto adicional de crecimiento en Alemania, el crecimiento en la Eurozona en 2014 fue de 0.8%, seguido de tasas sucesivas 2.1% y 1.5%. El crecimiento continúa aumentando este año, pero es extremadamente desigual e incoherente en el resto de la Eurozona.

Brasil e India son otros ejemplos de desarrollo desigual. Brasil -que alguna vez se consideró un país ejemplar con un crecimiento y desarrollo rápido- ha visto disminuir su industria, convirtiéndola en un país dependiente de la producción y las ventas de materias primas. La tasa de crecimiento de la India aumentó principalmente debido a los niveles de capital extranjero que ingresaron a su economía. A pesar de una caída en la tasa de crecimiento en 2016, ha sido uno de los países con las mejores tasas de crecimiento industrial y económico. La tasa de crecimiento industrial en India continuó disminuyendo en la primera mitad de año. Otro país con una tasa de crecimiento industrial por encima de la tasa mundial desde 2010, junto con Vietnam, es Turquía.

Al igual que Brasil, México, una de las grandes economías de América del Sur, también registró una caída en su tasa de crecimiento industrial en 2016; el crecimiento negativo continuó en el primer semestre de 2017. A diferencia de las economías de Europa, Asia y África, el crecimiento industrial en los países latinoamericanos comenzó a caer en 2014 hasta niveles inferiores a los de 2010; el crecimiento negativo continuó en 2016; siendo inferior a la de 2010 en marzo y abril de 2017. En contraste, Asia es actualmente el área de más rápido crecimiento en el mundo y su lugar en la economía global se está fortaleciendo día por día.

La sobreproducción y la caída en la tasa de crecimiento global llevaron a una caída en los precios de la gasolina, así como a otras materias primas. La caída del precio de la gasolina afectó las economías de los países que dependen de la producción y venta de gas y petróleo, como Arabia Saudita y Venezuela, así como también Rusia e Irán. Venezuela entró en una crisis de múltiples niveles, con el impacto agregado de las acciones destructivas del imperialismo estadounidense. Arabia Saudita tuvo que tomar medidas de austeridad; La economía de Rusia se contrajo.

La deuda china está aumentando, debido a los intentos de mantener el crecimiento de la economía y cumplir objetivos predeterminados. La relación entre la deuda china y el PIB fue del 148% a fines de 2007, y subió al 237% en el primer trimestre de 2016; ¡esta cifra hoy es del 304%! En términos de composición financiera, base económica y recursos, sus niveles de deuda se acercan a los de Estados Unidos y la Eurozona más fuertes. El aumento del endeudamiento no es exclusivo de China; burbujas similares a las de antes de 2008 también están aumentando en otros países; los saldos financieros sorprendidos por la crisis en 2008 se mantienen en los niveles anteriores a 2008. El aumento de la deuda y su proporción al PIB continuaron aumentando en los últimos años.

Medidas tomadas por la oligarquía financiera para sostener el crecimiento económico; estimular el consumo en un intento de ampliar los mercados, o al menos evitar que se reduzcan, a través del aumento del gasto público, facilitando más préstamos y crédito; medidas fiscales para prevenir el caos y lograr estabilidad financiera; condujo a la reducción de los mercados y la caída de las tasas de crecimiento, intensificando los problemas existentes y amplificando otros, haciéndolos prominentes. Las intervenciones del capitalismo monopolista -que utilizan los mecanismos estatales, al igual que las instituciones financieras- no erradican las leyes subyacentes de la economía capitalista o cambian fundamentalmente su rumbo y dirección; El capitalismo no puede evitar una crisis local y global de variada severidad.

Algunos afirman que se avecina una profunda crisis financiera hacia fines de año o el próximo año; gobernantes de todo el mundo afirman que la economía mundial seguirá creciendo más allá de 2018 y los años sucesivos. Los datos sugieren que el crecimiento inconsistente observado a fines de 2016 y la primera mitad de este año no se mantendrá por mucho tiempo. Las cambiantes relaciones de poder entre los países, especialmente los principales países imperialistas, y la lucha cada vez superior por una mayor porción del mundo, etc., sirven para aumentar estas incoherencias y fluctuaciones. Este período de crecimiento en la sociedad capitalista es uno en el que se están formando los fundamentos de una nueva crisis en todos los sectores.

2- Creciente conflicto entre imperialistas

A pesar del golpe y la reducción de su hegemonía, Estados Unidos sigue muy por delante de sus rivales más cercanos en todos los sectores; sigue siendo la fuerza económica, política y militar mundial más grande. El monopolio estadounidense en muchos campos tecnológicos continúa a pesar del debilitamiento. Además, a pesar de las grandes diferencias entre los EE. UU. Y sus rivales imperialistas más cercanos en cuanto a poder económico y capacidad para la guerra; no existe un consenso económico unido, militar y político contra los Estados Unidos. Pero el desarrollo desigual e inconsistente y la lucha entre los principales países imperialistas, utilizando todas las maniobras e intervenciones disponibles; debilitar a los rivales; explotar a los trabajadores y pueblos; para obtener la mayor parte de la explotación de todos los recursos naturales en diferentes países continúa. El Medio Oriente, el Lejano Oriente de Asia y Ucrania han sido áreas donde estas luchas se intensificaron en los últimos años.

Comenzando con los acontecimientos en Ucrania, la OTAN y las fuerzas armadas de los EE. UU. Se acercan cada vez más a las fronteras rusas; se realizan más ejercicios militares conjuntos; las escaramuzas entre las fuerzas aéreas y navales van en aumento. Después del Medio Oriente, el Lejano Este de Asia sigue siendo el área donde se sienten las tensiones más altas, se observan demostraciones de poder y ejercicios militares y donde la amenaza del conflicto militar es rutinaria. La península de Corea es donde las tensiones están en aumento; La confrontación de los Estados Unidos con Corea del Norte aumenta en línea con su lucha contra Rusia y China para ampliar su influencia y acceso a la zona. La lucha entre China y EE. UU. Y sus aliados para ampliar la influencia y el acceso a la región se están intensificando. Las fronteras chino-india y chino-paquistaní son otras áreas en las que, más allá de los ejercicios militares, los enfrentamientos son habituales y los arsenales de armas se multiplican.

El cambio en el equilibrio de poder debido al desarrollo desigual -que no es un concepto nuevo- y el debilitamiento de su hegemonía entre las fuerzas imperialistas aumentan y exponen la lucha y el conflicto entre los EE. UU., Japón y todos los demás países bajo el paraguas de la OTAN. Sin embargo, estos desarrollos aún no han llevado a un nivel de disolución y confrontación; Estados Unidos está tratando de evitar esto. Enfrentado a la hegemonía e imposición de Estados Unidos, Alemania, detrás de Francia, hizo que sus políticas fueran claras en línea con sus propias elecciones e intereses. Se toman medidas -a pesar de las garantías- para crear una fuerza militar de la UE, que podría ser una alternativa a la OTAN, con capacidad para intervenir internacionalmente. El Reino Unido, tradicionalmente más cercano económicamente y en su posición militar-política; el caballo de Troya y el aliado más cercano de los EE. UU. dentro de la UE se está retirando de la UE.

Estados Unidos está presionando a todos los países de la OTAN, y especialmente a Alemania, para que aumenten sus gastos militares; la mayor parte de tal gasto se destinará a los Estados Unidos y sus monopolios. Además, los recursos movilizados por Alemania y otros países para la expansión económica serán restringidos y utilizados por los monopolios militares de los EE. UU. Estados Unidos intenta sabotear los intentos determinados de Alemania de expandirse y fortalecerse económicamente.

Los principales países imperialistas que imponen la eliminación de todas las barreras a la libre circulación internacional de capitales y bienes -en apoyo y coordinación del Banco Mundial y el FMI- se dividen en dos bandos. Mientras que China, Alemania y Japón, que siempre actuaron con los Estados Unidos y lo hicieron una base fundamental para su política exterior, están en contra de las medidas que limitan la libre circulación de capitales y bienes; Estados Unidos y el Reino Unido defienden claramente las medidas proteccionistas. Estados Unidos no puede hacer que Japón siga la línea como lo hizo en los años 90.

Mientras se estancan las negociaciones transatlánticas con la UE, se cancelan las negociaciones de libre comercio -más precisamente negociaciones para reducir el nivel de restricciones económicas a un mínimo- entre los países asiáticos y los EE. UU. El déficit comercial de los EE. UU. Está aumentando en comparación con Alemania; por un lado, recurre a medidas más proteccionistas; por otro lado, llamando la atención sobre el aumento del superávit comercial de Alemania, exige que Alemania tome medidas para equilibrar su comercio con los EE. UU.; exigiendo un mayor acceso a los mercados de la UE desde Alemania. Está impulsando medidas similares a las que obligó a Japón en la década de los 90.

Con la administración de Trump, EE. UU. Está siguiendo una línea política más hostil, inconsistente y cruda. Esto hace que las relaciones y los conflictos entre EE. UU. Y sus aliados, y dentro de los círculos administrativos en los EE. UU. Sean más complicados. Parece que Trump y sus tácticas y prioridades globales expondrán y aumentarán el conflicto entre los fondos de los EE. UU., Las instituciones administrativas y sus aliados. Desde su elección, los grupos opositores mantuvieron la eliminación de Trump como un problema actual, las personas de sus círculos más cercanos se convirtieron en objeto de investigaciones. El número de los que se eliminan de los puestos o se ven obligados a renunciar aumenta.

China, con el mayor superávit de exportaciones y el mayor crecimiento de los principales países imperialistas, trata, por un lado, de cerrar la brecha tecnológica con sus rivales renovando la base tecnológica de su economía; y, por otro, aumentar su demanda de materias primas e inversión internacional, tratando de aumentar su influencia y acceso en los mercados globales. Está utilizando todos los métodos para tomar el control de las fuentes de energía, las rutas de transporte, la materia prima y los mercados financieros de los países con acumulación de capital limitada; donde los márgenes de ganancia son altos pero el costo de la tierra y el trabajo es barato. China, además de penetrar en los EE. UU. Y otros países imperialistas desarrollados y sus dominios de influencia, está obteniendo acceso a áreas bajo la influencia de Rusia y otros países; prepararse para luchas más grandes y más decisivas. Mientras desarrolla y moderniza sus fuerzas militares y su capacidad para la guerra, China sigue una política de expansión económica como Alemania; evitando las intervenciones militares tanto como sea posible, pero sin miedo a mostrar su fuerza militar cuando sea necesario. Renovar el marco tecnológico de su industria militar, China está aumentando rápidamente la inversión en su ejército.

Además de las medidas proteccionistas, los embargos y sanciones de EE. UU. también aumentaron y se endurecieron en el último año. Países como Irán, Rusia y Corea del Norte fueron atacados, aquellos que no se rindieron a sus imposiciones y se negaron a estar sujetos a las fronteras implícitas. Las razones varían desde apoyar terror, armamento nuclear, violaciones de tratados internacionales, amenazar la paz y seguridad global, etc. Alemania y la UE, aunque no protestaron abiertamente e incluso se coaligaron con estas sanciones y embargos en el pasado, cambiaron su postura recientemente. Las sanciones y los embargos tienen como objetivo evitar el desarrollo de relaciones comerciales no solo entre estos países sino también con terceros; tienen como objetivo prevenir especialmente a China y Alemania, con recursos energéticos insuficientes, resolver este problema fuera de la influencia y el control de los EE. UU., así como evitar el desarrollo de relaciones económicas y alianzas a través de esto. Alemania no se detiene en el desarrollo de enfoques alternativos como se ve en los casos de Siria y Qatar.

La importancia de África está aumentando junto con América Latina; con sus valiosos depósitos de uranio y cobalto estratégicamente importantes, otros recursos naturales ricos, tierra barata y mano de obra. Su población en rápido crecimiento hace que África sea un mercado atractivo para los monopolios capitalistas y un escenario de intensa competencia y lucha entre todos los países imperialistas, especialmente EE. UU., China y Francia, adoptando diversas formas, incluyendo golpes militares, conductas incorrectas electorales, “limpieza étnica”, guerras religiosas, masacres, embargos económico-militares, chantajes y destrucción ambiental, etc. El hecho de que esta lucha frontal de los imperialistas y sus colaboradores por la hegemonía en África se desarrolle en todas sus formas (militar, económica, social y cultural), hace que la lucha popular contra el saqueo y la violencia imperialista sea inevitable. Por lo tanto, no será una sorpresa ver el estallido de nuevas revueltas populares en diferentes partes de África contra el imperialismo y sus colaboradores.

Una consecuencia evitable de las intensas luchas imperialistas por mayores proporciones es el aumento del gasto en armas y guerra. El aumento de las tensiones y los conflictos mundiales genera un mayor gasto militar. Los países imperialistas se arman a sí mismos y a sus aliados para obtener la mayor parte de los recursos mundiales, para intimidar y aplastar a sus rivales. Por primera vez desde 2011, la “inversión en armas” en todo el mundo aumentó un 0,4% hasta 1 billón de 686 mil millones de dólares en 2016. Más interesante aún, el aumento fue del 1,7% en los EE. UU., Del 5,4% en China y del 5,99 % En Rusia; hasta 611, 215 y 69.2 mil millones de dólares respectivamente. Las restricciones impuestas a Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial se eliminan gradualmente y en el caso de Japón, como parte también del plan para rodear a China, la inversión militar se está acelerando con el apoyo de los EE. UU.

La industria de armas está bajo el monopolio de ciertos países y es una fuente importante de ganancias. Los países que lideran las exportaciones de armas son los EE. UU., Rusia, China, Francia y Alemania. La participación de estos países en las exportaciones de armas es el 74% del total mundial, y solo los EE. UU. Representan el 33%.

3- La importancia de las fuentes y rutas de energía; intensificando la lucha por una mayor participación en Medio Oriente:

A medida que avanza la industria moderna, aumenta la necesidad de energía en todos los aspectos de nuestras vidas. En la sociedad capitalista, donde la producción y el mercado son con fines de lucro, la producción y la transferencia de energía se convierten en un sector en el que se pueden obtener grandes beneficios; debido a su lugar de rápido crecimiento en la economía y la inversión capitalista. Por esta razón, las fuentes de energía y su transferencia y rutas se vuelven gradualmente más importantes y necesitan supervisión.

A pesar de los desarrollos en el aprovechamiento de la energía nuclear, solar y eólica, la gasolina y el gas natural (incluido el gas de escombro) continúan siendo una de las fuentes de energía más importantes. Ninguno de estos puede reemplazar a la gasolina como la gasolina que reemplazó al carbón. Además, los subproductos de la gasolina son una importante fuente de materias primas para la industria. Por lo tanto, el control de los recursos de petróleo y gas natural, sus rutas de transporte y su transformación en energía son muy importantes para los países y las clases dominantes. La mayoría de los campos de petróleo y gas natural se encuentran en los EE. UU., Venezuela, Noruega, Rusia, así como en Medio Oriente y su continuación histórica y geológica; África del Norte. Además, esta área tiene una gran importancia debido a su posición de riquezas acumuladas de la gasolina, sus mercados cada vez más amplios y su posición geopolítica. Por lo tanto, al igual que otras áreas con ricos yacimientos petrolíferos, Oriente Medio continúa siendo un área donde los países imperialistas y el capital financiero internacional continúan intensificando su lucha por el acceso y la hegemonía. El control de las fuentes y rutas de energía es importante no solo para obtener altas ganancias en este sector, satisfacer y asegurar las necesidades energéticas, etc., sino también para arrinconar a sus rivales, limitando su expansión y controlándolos.

Rusia tuvo que aumentar su presencia militar y se vio obligada a dirigir la intervención militar en la guerra siria en 2015. En una ruta muy importante en Medio Oriente, la perspectiva de que su único aliado sirio se debilite y enfrente el colapso obligó a Rusia a entrar en acción. Con esta intervención, Rusia demostró a los países imperialistas liderados por los EE. UU. Que no abandonará a Siria ni a Oriente Medio, y luchará con uñas y dientes por ello, a diferencia de lo que hizo en Libia. La intervención rusa tuvo un impacto en las relaciones de poder no solo en Siria sino en todo el Medio Oriente; llevando a un realineamiento de fuerzas y una nueva mano de cartas repartidas. Rusia intensificó los intentos de aumentar su influencia en la región, utilizando conflictos dentro de camarillas reaccionarias regionales y sus conflictos con otros países imperialistas. Al tiempo que intensifica los esfuerzos para beneficiarse de las luchas internas entre camarillas en Libia para encontrar un punto de apoyo y ampliar sus oportunidades de lucha, Rusia también mejoró las relaciones con Irán. Tras las tensiones aumentadas después de derribar su avión; Rusia también avanzó para mejorar las relaciones con Turquía, así como con Egipto, Arabia Saudita y Qatar, países de la región de los que Estados Unidos siempre dependió.

Con su creciente necesidad de materias primas y energía, China entró en nuevos tratados, principalmente con Rusia e Irán para cumplir y asegurar su necesidad de energía; le está dando  gran importancia a  expandir su influencia en todas las áreas ricas en petróleo y gas. Por ejemplo, China ha invertido aproximadamente 56 mil millones de dólares  en Pakistán en el marco del proyecto “Corredor Económico de China y Pakistán” (CPEC). China está desarrollando un puerto en Gawadar en la provincia de Baluchistán para conectar el suroeste de Pakistán con Xinjiang en el oeste de China. Por esta conexión con el centro y sur de Asia, China quiere aumentar su perfil tanto en términos de comercio como de influencia política. CPEC comprende una red de 3200 km de carreteras además de los ferrocarriles que eventualmente unirán Gawadar y Karachi con el oeste de China. En la actualidad, China solo tiene un puerto en Shanghái, en el este del país, y la mayoría del país no tiene salida al mar y es el mayor importador de petróleo. También se entiende que antes de comprometerse con la inversión, los chinos obtuvieron garantías no solo del gobierno, sino también del alto mando militar de Pakistán en relación con la situación de seguridad y estamos presenciando que gradualmente la situación de la ley y el orden están mejorando en Pakistán. Esto también indica que cuando está en favor de la burguesía, rápido y con  facilidad controlan la situación para obtener sus propios beneficios y beneficios.

Además de Rusia, las potencias imperialistas, y especialmente los Estados Unidos, se movieron para aumentar las oportunidades y las vías para intervenir en el Medio Oriente; para neutralizar las intervenciones e intentos de Rusia, y para evitar el equilibrio de poder en contra de sí mismo. Estados Unidos estableció nuevas bases militares en Siria; aumento de la presencia militar en la zona, colocando soldados en Iraq y otros países de la región. Las intervenciones militares de los Estados Unidos y sus aliados en la región continúan aumentando. Estados Unidos y Rusia tienen cuidado de evitar la confrontación directa en el área, pero a través de guerras indirectas, usando fuerzas locales con las que apoyan y cooperan, están compartiendo cada centímetro de Siria entre ellos y aumentando su influencia en la región. Siria se convirtió en un escenario donde las potencias imperialistas, y principalmente Rusia y los EE. UU., Se cuadran entre sí y prueban nuevos sistemas de armas.

Mientras las potencias imperialistas intentan aumentar su influencia y alcance en la región, realizando intervenciones directas, las camarillas reaccionarias regionales y las otras camarillas intentan alcanzar sus objetivos, confiando y actuando de acuerdo con las elecciones y planes estratégicos y tácticos de uno de estos principales poderes imperiales. Turquía, bajo la dirección de Erdogan y del AKP, es uno de estos países. Mientras trata de ejercer influencia en la región a través de la nueva retórica otomana, trata de evitar una solución basada en la igualdad de derechos y la autodeterminación para el problema Kurdo con sus políticas reaccionarias y agresivas; arrastrando al país a dificultosos intentos de compartir la región. Por lo tanto, Turquía se convirtió en el factor singularmente incoherente en las luchas internas entre los poderes imperiales en el Medio Oriente y es un candidato para convertirse en uno de los centros donde la lucha se intensificará. El intento de golpe de estado del 15 de julio y el contragolpe que siguió tuvieron lugar con estos acontecimientos en un segundo plano y dieron lugar a resultados que tuvieron un impacto en los acontecimientos posteriores.

Además, en el proceso de redacción de este documento, se produjo un nuevo acontecimiento cuando Israel y Arabia Saudita intentaron abrir un nuevo frente en el Líbano bajo el paraguas de los EE. UU. Parece que Francia, entre los imperialistas europeos, está tratando de obtener una posición especial en este trabajo preparatorio. El objetivo a corto plazo de este posible nuevo frente es debilitar la influencia de Irán en la región y salvaguardar los intereses económicos de Israel, especialmente en el Mediterráneo oriental. Para los EE. UU., el objetivo es crear las condiciones para que las ganancias rusas en Siria se vuelvan relativas. Es obvio que la pesada carga de este posible frente tratará de ser echada sobre los pueblos del Líbano y Palestina.

La intensificación de la división, la profundización de la fragmentación y las contradicciones de las clases dominantes y sus representantes políticos infligen gran sufrimiento y devastación a las masas oprimidas y explotadas, debilitan las fuerzas reaccionarias regionales y sus bases sociales y profundizan sus contradicciones; eso beneficiará a las fuerzas progresistas y democráticas en la región. Esta profundización de la fragmentación y las contradicciones aumentará la oportunidad de la lucha de las clases oprimidas y explotadas, pero también de las naciones oprimidas por la autodeterminación, así como la lucha por la igualdad religiosa y sectaria. La debilidad actual de las fuerzas progresistas y democráticas no neutraliza esta realidad

4- La situación de la clase trabajadora y los pueblos

En el último año, los trabajadores han estado agobiados por las consecuencias de la lucha intensificada por compartir los recursos globales entre los grupos de capital financiero y los principales estados imperialistas. La opresión y la explotación se intensificaron y la inseguridad sobre el futuro entre las masas oprimidas y explotadas aumentó. Las ganancias de los monopolios también han aumentado, mientras que la reacción política, las secciones del fascismo y las corrientes semifascistas se desarrollaron y llevaron a frenar los derechos y las libertades democráticas. Una de las migraciones masivas más grandes en la historia humana continúa; millones enfrentan la muerte, el hambre y la pobreza frente a la guerra. Factores que empujan a la humanidad y la naturaleza a la ruina continúan avanzando.

El año transcurrido desde nuestra última conferencia ha sido uno en el que han progresado los factores que debilitan el sistema capitalista-imperialista y lo arrastran hacia su final inevitable; los sueños falsos difundidos por la oligarquía financiera y la propaganda y la demagogia neoliberales fueron expuestos y debilitados; nuevas actividades, insatisfacción, luchas y organizaciones entre las clases explotadas y oprimidas y los estratos públicos desarrollados.

El desempleo ha aumentado a nivel mundial a más de 200 millones de personas en 2016; los jóvenes componen 71 millones de esta cifra. Según la OIT, el desempleo mundial es del 5,8%, mientras que esta cifra aumenta al 13% entre los jóvenes. El desempleo juvenil en muchos países ha aumentado a más del 20%; es aún más alto en algunos países y continúa aumentando. Si bien los salarios reales han disminuido en muchos países, en otros han sido inferiores a la productividad del trabajo. La relación del trabajo asalariado en los países de ingresos medios y altos está aumentando, pero la relación de los salarios en el PIB ha estado disminuyendo durante 40 años.

El número de personas que viven por debajo del umbral de pobreza; sin acceso a la salud más básica, la alimentación y la provisión educativa siguen aumentando. La brecha entre los propietarios y los que no tienen una propiedad es más amplia. ‘Global Rich List’ es publicado por Bank Credit Suiss cada año; de acuerdo con la lista de 2016, el 10% de las personas más ricas de la tierra posee el 90% de la riqueza; El 0,7% de la población mundial posee el 45,6% de la riqueza.

Los regímenes reaccionarios, dependientes y antidemocráticos siguen gobernando; los derechos y las libertades democráticas se han limitado en Francia e Inglaterra; países vistos como brillantes ejemplos de democracia burguesa. Muchos países aprobaron leyes que retoman el derecho público a reunirse, manifestarse, marchar y atacar. Aumenta la autoridad de la policía y las instituciones militares. Inmunidad de individuos y propiedad personal, el derecho a comunicar ha sido pisoteado. Inglaterra se convirtió en uno de los países que aumentan los poderes de la policía y limitan los derechos de huelga. Las acciones terroristas de grupos reaccionarios como ISIS y Al-Qaida, que persiguen abiertamente la comisión de masacres, han aumentado y se han extendido a los países capitalistas desarrollados.

Como se ve en el ejemplo de Francia, el parlamento quedó sin dientes bajo el estado de emergencia y se cambiaron las leyes laborales; haciendo que el trabajo sea menos seguro En todos los países, avanzados o no, la intensidad del trabajo aumentó mientras las condiciones de trabajo se hicieron más pesadas.

Dirigidos por los neoliberales, los portavoces de la oligarquía financiera organizaron una campaña en la que afirmaban que la eliminación de las barreras frente a la libre circulación de capitales y bienes, la minimización de las intervenciones gubernamentales, el curso de la economía determinado por los mercados, etc. conducirían al final de guerras, armonía universal y un período de bienestar y libertad. Las medidas y políticas neoliberales fueron defendidas y bendecidas, no solo por los partidos y corrientes burgueses liberales y conservadores, sino también por los partidos y corrientes socialdemócratas y los partidos y corrientes revisionistas gastados. La retórica, los programas y las políticas neoliberales condujeron a la difuminación, incluso si no completa, de las diferencias no esenciales entre los partidos burgueses liberales, conservadores y socialdemócratas. A los ojos de las masas, la mayoría de estas partes dejaron de ser alternativas entre sí. En el último año, el neoliberalismo y los partidos y las corrientes que lo respaldan, los empujaron a ellos y partes de las estructuras políticas más altas a predicamentos y crisis.

Sin embargo, a pesar de lo indicado y prometido; las guerras aumentaron, las libertades se restringieron, las condiciones de trabajo y de vida de los oprimidos y los explotados empeoraron. A medida que este período continúa, las masas oprimidas y explotadas comienzan a ver los resultados del discurso y las acciones neoliberales a través de sus propias experiencias; liberarse de la retórica neoliberal, en busca de nuevas alternativas. Esta tendencia lideró desarrollos recientes.

Uno de los principales desarrollos fue en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Grecia, entre otros; oponiéndose a las políticas y ataques neoliberales en diferentes niveles y de diferentes maneras; afirmando ser de izquierda, populista, progresista y socialista, pero sin apuntar a la demolición de la regla de la oligarquía financiera y el capitalismo; algunas corrientes se fortalecieron y se convirtieron en la alternativa a los partidos burgueses tradicionales, e incluso formaron gobiernos en algunos países. A pesar de las marcadas diferencias entre ellos, en todos los países donde formaron un gobierno, estas corrientes decidieron no tomar medidas para satisfacer las demandas inmediatas de la población o movilizar a las masas en una lucha para lograr sus propias demandas; en cambio, como en Ecuador y Grecia, se convirtieron en los ejecutores de estas políticas y ataques neoliberales. O bien, como se vio en Venezuela, no lograron disolver las bases regionales de la hegemonía de la oligarquía imperialista y financiera o la base económica que salvaguardaba esa hegemonía y no tomaban medidas para satisfacer las necesidades inmediatas de su población, lo que debilitaría a la oligarquía; como tales, condujeron al fracaso y la desilusión entre las masas. En todos los casos, el imperialismo y las oligarquías utilizaron la situación para cimentar su hegemonía y organizar la reacción y el fascismo.

Tendencias y facciones que proponen que la política y los programas neoliberales se desarrollen dentro de las ramas de los partidos conservadores, liberales y socialdemócratas. Condujeron a cambios en el liderazgo, como se vio en el Partido Laborista en Inglaterra; y aceleró la disolución y el debilitamiento del partido socialista en Francia. Especialmente en Europa, la socialdemocracia y la izquierda liberal en general han estado en crisis. La práctica de esta corriente ha provocado que amplias masas trabajadoras sean indiferentes a los proyectos que proponen contra el aumento de la pobreza y la inseguridad.

Mientras que, en muchos países, los partidos burgueses tradicionales avanzaron hacia programas más reaccionarios y perdieron el apoyo de las masas; tendencias y corrientes nacionalistas neonazis y chovinistas que muestran características fascistas, están contra los refugiados y difunden la fobia contra el islam, ambos se fortalecen y aumentan su influencia entre las masas. Estos partidos llegaron al poder en Polonia y Hungría, y se convirtieron en partidos de oposición desafiando a los partidos burgueses tradicionales en países como Francia, Austria y Holanda. Un representante de los círculos más reaccionarios y agresivos dentro del imperialismo estadounidense; inicialmente, subestimado y despreciado, el errático Trump se convirtió en el presidente. En Francia, la oligarquía financiera que maneja el país tuvo que idear una alternativa de último minuto a los partidos tradicionales. A pesar de las campañas en sentido contrario, los niveles de participación en las elecciones cayeron en los países vistos como la cuna del liberalismo, el parlamentarismo burgués y la democracia.

Mientras las luchas globales entre las potencias imperiales se agudizaban, la explotación y la opresión aumentaban, la presión sobre las naciones oprimidas se hacía más estricta; el descontento y la tendencia a la lucha también se desarrollaron. En muchos países, estas tendencias se unieron en movimientos de masas. Las clases y estratos oprimidos y explotados en Francia mantuvieron manifestaciones y huelgas durante meses en contra de los cambios planificados en las leyes laborales, dirigidos por la clase trabajadora y los jóvenes. El gobierno que aprobó la nueva ley laboral a pesar del rechazo de la clase trabajadora y la juventud no solo ha aumentado la ira existente sino que también ha fortalecido la tendencia a la radicalización entre los jóvenes.

Las huelgas generales contra los cambios planificados en las leyes laborales, en las que participaron millones de trabajadores, se llevaron a cabo en la India, con demandas de mejores condiciones de vida y de trabajo. La huelga general en Bélgica, las huelgas en algunos sectores en Inglaterra y las huelgas de los mineros en Sudáfrica y Chile fueron luchas obreras notables. Las luchas masivas de agricultores se desarrollaron bajo la presión de los monopolios en Grecia, Francia y otros países. Además de Alto Volta, Túnez y Marruecos, Brasil también vio luchas masivas contra la eliminación de los derechos adquiridos y la construcción de regímenes más reaccionarios. En muchos países, como Dominica, las luchas de masas se desarrollaron contra la corrupción y la agresión de los estados. En Polonia, Italia, Túnez, Turquía y muchos otros países, los ataques dirigidos a restringir los derechos adquiridos fueron detenidos por la resistencia masiva y la lucha de las mujeres. El movimiento de mujeres progresó con un carácter internacional ampliado.

Sin embargo, estas son luchas que no pueden superar de manera independiente los límites del movimiento. El movimiento obrero carece de liderazgo con entendimiento estratégico y táctico o un programa que apunta a la libertad total y final de la clase trabajadora; eso no se confunde con las complicadas condiciones de la lucha de clases. También se lo encuentra deficiente en términos de percepción y organización. Dejando a un lado las excepciones, no se encuentra en una etapa para contrarrestar los ataques nacionales y globales ni para controlar los ataques desenfrenados de la oligarquía financiera. A pesar de los diferentes niveles entre países, la sindicalización se encuentra en un nivel bajo. A pesar de la tendencia creciente y los intentos de sindicalización en muchos países, los trabajadores sindicalizados en todo el mundo representan una minoría de la mano de obra nacional; los sindicatos existentes están dominados principalmente por colaboracionistas y reaccionarios.

A pesar de las debilidades ya mencionadas del trabajo y los movimientos de masas: existen condiciones y oportunidades para la práctica revolucionaria entre las masas explotadas y oprimidas, y especialmente la clase trabajadora; organizar y movilizar a las masas contra la burguesía monopolista gobernante y todas las formas de reacción. Sin embargo, la clase gobernante reaccionaria (o alianza de clases) y todos los agentes de la hegemonía no son indiferentes a estos desarrollos. También movilizan a todos los agentes y herramientas para influir en el impulso y las actividades que se desarrollan entre las masas dentro de las condiciones del período para servir a sus intereses. Las olas de migración, el aumento de los ataques terroristas, la crisis económica y el estancamiento, trasladar la producción a áreas de mano de obra barata y tierras por parte de monopolios en busca del máximo beneficio, etc. .; todos estos son una consecuencia directa de las acciones y elecciones de los estados imperialistas y  de sus aliados. Una campaña es organizar la reacción y el fascismo y distribuirla entre las masas centradas en estas consecuencias. Tenemos que admitir que, en un período en el que la derrota del socialismo continúa y el movimiento obrero y sus partidos son todavía débiles, esta tendencia reaccionaria fundada en el racismo y el nacionalismo se presenta como la llamada solución a la desigualdad y el conflicto social – avanza e influye en los números crecientes entre las masas trabajadoras.

Estos intentos de las corrientes reformistas y colaboradoras, así como de la burguesía -especialmente su sección dirigente de la burguesía y reacción monopólicas-, solo pueden ser desdentadas mediante la acción revolucionaria construida sobre un programa científico y la correcta comprensión estratégica y táctica, que ayudará a las masas a aprender sus propias experiencias. La lucha por demandas inmediatas de las masas; crear plataformas y establecer las alianzas más amplias en torno a estas demandas son componentes vitales de esta acción. Sólo a través de tal acción puede avanzar el creciente descontento y resentimiento hacia la destrucción de la hegemonía del imperialismo y sus fundamentos, lo que está arrastrando a la humanidad y la naturaleza hacia una profunda angustia y destrucción; construyendo una sociedad sin clases y libre que esté libre de explotación, opresión. Esta tarea debe ser llevada a cabo por los partidos revolucionarios de la clase trabajadora, equipados con la teoría del socialismo científico y  comprometidos con la práctica y la lucha apropiadas.

XXIII PLENARIA DE LA CONFERENCIA DE PARTIDOS Y ORGANIZACIONES MARXISTA LENINISTAS, CIPOML.

Noviembre de 2017

Crítica al libro “Aurora de la Revolución Socialista Internacional” de Stefan Engel y a las Posiciones del MLPD ¿Qué hay de la Revolución Internacional?

Introducción

Hace cinco años se publicó el libro de Stefan Engel “Aurora de la revolución socialista internacional”, elaborado por un colectivo de autores del que Engel es su líder. En el libro se expuso las nuevas posiciones que el Partido Marxista Leninista de Alemania (MLPD) tiene respecto de la lucha de clases internacional, que se supone son una actualización y desarrollo de la teoría de Lenin sobre el imperialismo y sus puntos de vista sobre la construcción del Partido Comunista.

Según Stefan, “se ha producido una nueva fase en el desarrollo del imperialismo”. En su opinión, las característica especiales de esta “nueva fase” son “el carácter principalmente internacional” del “modo capitalista de producción” y que éste “se encuentra sujeto a la imposición del capital financiero imperialista, mantenido por aproximadamente 500 de los más grandes supermonopolios internacionales y descansa en el poder de los países imperialista más poderosos…”. (Stefan Engel, Aurora de la revolución socialista internacional, p.9.) [Todas las notas son de la versión inglesa del libro de Stefan – nota del traductor]

Según Stefan Engel, otro rasgo de esta fase es que “la labor económica de los estados-nación cada vez está siendo absorbida por el dominio único del cartel del capital financiero internacional, los principales estados imperialistas y las organizaciones internacionales dominadas por ellos. (Ibid, pp. 9-10.)

Concluye que “La internacionalización de las fuerzas productivas inevitablemente debe dar lugar a la internacionalización de la lucha de clases y estimularla. Signos inconfundibles de este proceso ya están en pleno apogeo y pueden ser observados en todas las partes del mundo…” (Ibid, p. 12)

Todo esto es superfluo y no ha sido demostrado, especialmente en la parte económica. No se nos proporciona información para la extraña idea de “dominio único del cartel del capital financiero imperialista”. Más bien, Stefan confunde a sus lectores haciendo malabares con términos como “supermonopolios”. Pero esta palabra no tiene ningún sentido. “Monopolio” significa que el mercado está dominado por unos pocos grupos capitalistas. Entonces ¿qué sería un “supermonopolio”? Hacer algo más que dominar el mercado es imposible. Al crear dicha palabra, él aparentemente quiere decir que es algo completamente nuevo que Lenin no conoció, algo que se encuentra por sobre un monopolio. Sin embargo, ¿Qué sería eso? A parte de usar este este extraño término, Stefan no lo explica. La creación de esa palabra ¿debería tener el efecto de intimidar a los lectores e impresionarlos por la “grandeza” de su creador? Leí este libro hace cinco años y preparé una crítica. Sin embargo, pensé que los argumentos del libro eran muy pobres, y por ello en ese momento me abstuve de la tediosa tarea de escribir una crítica detallada, ya que habría tenido que pasar mucho tiempo haciéndola. Esperaba que ese modo tan superficial y obviamente incorrecto de mirar las cosas sea visto lo antes posible y que dentro de poco tiempo estuviera muerto y sepultado. Esa esperanza fue una ilusión. El MLPD hizo traducir el libro a varios idiomas y lo puso en circulación por todo el mundo, afirmando que es una ampliación y extensión del marxismo-leninismo. Así, este partido influyó en gente de muchos países y contribuyó a una mayor confusión ideológica. Por ello decidí revisar el libro para comparar sus afirmaciones con la realidad y el marxismo-leninismo.

La cuestión de los monopolios

En la introducción de su libro, Stefan ya levanta sus armas con las que le gustaría sobrepasar a Lenin:

El modo capitalista de producción ahora tiene principalmente un carácter internacional y está sujeto a la imposición del dominio único del capital financiero internacional, formado aproximadamente por los 500 supermonopolios internacionales más grandes y descansa en el poder de los países imperialistas más fuertes”. (Ibid, p.9)

¿Qué hay de nuevo en el “carácter internacional de la producción? Ya en el Manifiesto Comunista, Marx y Engels describen cómo el capital crea el mercado mundial y le subordina el mundo entero.

Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias, cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas nacionales, sino materias primas venidas de las más lejanas regiones del mundo, y cuyos productos no sólo se consumen en el propio país, sino en todas las partes del globo.

En lugar de las antiguas necesidades, satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas que reclaman para su satisfacción productos de los países más apartados y de los climas más diversos. En lugar del antiguo aislamiento y la autarquía de las regiones y naciones, se establece un intercambio universal, una interdependencia universal de las naciones. Y esto se refiere tanto a la producción material, como a la intelectual. La producción intelectual de una nación se convierte en patrimonio común de todas. La estrechez y el exclusivismo nacionales resultan día a día más imposibles; de las numerosas literaturas nacionales y locales se forma una literatura universal.

Merced al rápido perfeccionamiento de los instrumentos de producción y al constante progreso de los medios de comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones, hasta a las más bárbaras. Los bajos precios de sus mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas de China y hace capitular a los bárbaros más fanáticamente hostiles a los extranjeros. Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. En una palabra: se forja un mundo a su imagen y semejanza.” (Manifiesto Comunista, Marx-Engels)

De una manera muy llamativa, Lenin analizó las características especiales del imperialismo, demostrándolas con hechos. ¿Qué hay de nuevo respecto a esto? Según el “análisis” de Stefan Engel, ¿cambió la contradicción fundamental del modo capitalista de producción? ¿Quiere decir que ahora la contradicción fundamental es entre “nacional” e “Internacional”? Para nosotros, la contradicción fundamental sigue siendo la que existe entre el capital y el trabajo. En vano se busca en el libro de Stefan una aclaración respecto de cuáles son sus nuevas percepciones. Tomemos los “supermonopolios” y el “dominio único del capital financiero”. ¿Qué hay de nuevo aquí? Los monopolios, mas no los extraños supermonopolios, ya fueron exhaustiva y comprensiblemente analizados por Lenin. En la introducción ya expuse mi punto de vista sobre la creación de la palabra “supermonopolios”. Y ¿qué es “el dominio único del capital financiero internacional, mantenido por aproximadamente 500 de los más grandes supermonopolios internacionales”? (Engel, Aurora…, p.9) Stefan Engel niega con vehemencia la acusación de que esto es lo mismo que el “ultra-imperialismo” inventado por el revisionista y oportunista Carlos Kautsky (más al respecto en páginas venideras). Pero, ¿qué más podría ser? Estos 500 supermonopolios ¿son un grupo que actúa en unidad y domina a los Estados? ¿Son en efecto tan todopoderosos?

Mientras que el análisis de Lenin sobre el papel de los monopolios, sus relaciones con el aparato del Estado capitalista y su poder económico es muy claro, el análisis de Stefan es impreciso. El escribe:

La labor económica de los estados-nación cada vez está siendo absorbida por el dominio único del cartel del capital financiero internacional, los principales estados imperialistas y las organizaciones internacionales dominadas por ellos. Sin embargo, los estados-nación siguen siendo indispensables para el sistema capitalista como instrumentos de poder y de gobierno para los supermonopolios que allí residen con el fin de suprimir en esos Estados la lucha de clases proletaria, e indispensables en la disputa del mercado mundial y en la lucha por la dominación mundial.” (Ibid, pp. 9-10)

Aquí usa el término “dominio único del cartel del capital financiero internacional”. Cartel significa una unión temporal de grupos de capital. De manera que tales cartels no son estables. Con frecuencia existen otros cartels en competencia con ellos. Pero Stefan tiene la osadía de decir que existe un “dominio único”. ¿Qué significa esto? ¿Qué es nuevo o mejor que el análisis de Lenin? No lo sabemos y obviamente el autor tampoco lo sabe. Recurre a formulaciones confusas. Mientras que, en su opinión, el cartel es “dominio único” y ha tomado “la labor económica de los estados-nación”, en la misma frase se retracta al decir que los estados-nación son indispensables. En lugar de un análisis real de las contradicciones hace malabares con juegos de palabras de una manera dialéctica-idealista. ¿Dónde está la evidencia? Él está equivocado.

En lugar de un cartel que en escala internacional actúa a nivel de los grandes grupos económicos, miramos, por el contrario, una aguda lucha entre ellos. Esto no es negar que, ocasionalmente, esos grupos cooperen en contra de la clase obrera. Pero esa cooperación es fugaz con la crisis del imperialismo. Se aplica también a nivel gubernamental. Las guerras en Ucrania, Siria, Irak y Afganistán demuestran claramente que sus cada vez más brutales y sangrientas luchas por el poder las resuelven el uno en contra del otro sobre las espaldas de los pueblos.

Stefan enumera ocho rasgos que alega como evidencia del “cambio cualitativo en el modo de producción”. Escribe:

1. La internacionalización del modo de producción capitalista cubre universalmente la producción, el comercio, el transporte y la comunicación.

2. Se refiere a todos los sectores de la economía.

3. Y se apoya en la internacionalización del sistema financiero.

4. También se extiende a la ciencia y cultura.

5. Ha estandarizado la formación de la mano de obra en todo el mundo y ha creado un mercado internacional del trabajo.

6. También incluye partes de la producción y reproducción de la vida humana como la asistencia sanitaria y el sistema educativo.

7. Poco a poco casi todos los países del mundo son incluidos en este proceso de producción y reproducción internacional. En los países que tenían carácter principalmente agrícola surgen centros industriales modernos. Esto se aplica principalmente en Turquía, México, Brasil, Argentina, India e Indonesia.

8. Mientras ahora la producción y reproducción se socializan a nivel internacional, la apropiación de la riqueza creada se concentra en el estrato cada vez más reducido de los propietarios y jefes de los supermonopolios internacionales. Hoy la riqueza social se origina principalmente en la producción internacionalmente organizada. (Ibid. Pgs. 127-128)

La mayoría de estas características ya fueron descritas por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista y fueron elaboradas mejor y más claramente por Lenin en su análisis del imperialismo como etapa superior del capitalismo. El libro de Stefan no da evidencias para una nueva fase de supermonopolios.

Stefan y su colectivo de autores vehementemente se resisten a ser puestos en el mismo saco de la teoría del “ultraimperialismo” de Kautsky. La organización maoísta “Trotz alledem” (“A pesar de todo”1[1]) los culpó de esto. Stefan respondió:

Comparar la observación de Lenin en su análisis del imperialismo de que la tendencia de desarrollo es hacia ‘la creación de un trust único mundial que absorba a todas las empresas y a todas las industrias sin excepción’ (Prefacio al folleto de N. Bujarin El imperialismo y la economía mundial, Lenin, Obras Escogidas, Vol. 22, p. 107) con las nociones kautskistas es absolutamente absurdo. El MLPD no hizo otra cosa que dar seguimiento a esta observación de Lenin y confirmarla con el análisis de la reorganización de la producción internacional. Los impacientes críticos del MLPD han pasado por alto que Lenin no se opone en absoluto a reconocer esta tendencia objetiva hacia un trust mundial que devore todos los Estados, pero solo se opone al punto de vista de una unificación mundial del capital nacional en la actualidad podría tener lugar bajo condiciones capitalistas.” (Ibid, p. 134)

Si uno lee el texto original de Lenin en su contexto quedará muy asombrado. Stefan descaradamente falsificó el sentido del texto de Lenin, y de una manera realmente absurda. Lenin declaró.

El razonamiento teórico abstracto puede conducir a la conclusión a la que Kautsky ha llegado por una vía un tanto diferente, pero renegando del marxismo, de que no está lejano el tiempo en que una asociación mundial de estos magnates del capital, constituyendo un trust único, ponga fin a las rivalidades y a las luchas de los capitales financieros particularizados en los distintos Estados, creando así un capital financiero unificado en el plano internacional. Tal conclusión es, sin embargo, tan arbitraria, simplista y falsa…” (Prefacio al folleto de N. Bujarin El imperialismo y la economía mundial. Lenin, Obras Escogidas, Vol. 22, p. 105)

Inmediatamente antes de este corto pasaje citado por Stefan, Lenin dice claramente:

¿Se puede, sin embargo, negar que una nueva faz del capitalismo después del imperialismo, a saber, una fase de superimperialismo, sea en abstracto concebible? No. Teóricamente puede imaginarse una faz semejante. Pero quien se atuviera en la práctica a tal concepción sería un oportunista que pretende ignorar los más graves problemas de la actualidad para soñar con problemas menos graves que se plantearían en el porvenir. En teoría, ello significa que en lugar de apoyarse en la evolución, tal como se presenta actualmente, se separa deliberadamente de ella para soñar.” (Prefacio al folleto de N. Bujarin El imperialismo y la economía mundial. Lenin, Obras Escogidas, Vol. 22, p. 107)

Stefan Engel y su colectivo de autores ciertamente doblaron el texto de Lenin de una forma “conveniente”. Admiten que basaron su análisis en una “conclusión abstracta, simplista y falsa”, que inescrupulosamente la torcieron como si fuera una “observación de Lenin”. En lo que ellos se basaron es y sigue siendo el análisis hecho por el oportunista y traidor Kautsky. Debido a que el texto de Lenin no es conveniente en su sentido, voltearon como una “observación de Lenin” lo que él describió como una conclusión “abstracta, simplista y falsa”.

Si desean sacar cualquier conclusión concreta se puede observar cuan grotesco es el “análisis” de Stefan. Si se llega a la conclusión que los supermonopolios están gobernando —lo que por supuesto implica que los Estados (gobiernos) no tienen nada más que decir— entonces él objetará: “¡Me están mal interpretando! Por supuesto que los estados-nación son indispensables”. Si se concluye, al revés, es decir, que los Estados representan un poder separado y están gobernando, entonces dirá: “¡Me están mal interpretando! Por supuesto, únicamente los 500 supermonopolios gobiernan”.

O le mandará a la página 131 de su libro, donde escribe:

Cuarto: El manejo de la crisis general se convierte en una de las principales funciones económicas del Estado”.

¿Qué es esto? Por un lado dice “La labor económica de los estados-nación está siendo absorbida cada vez más por el dominio único del cartel del capital financiero internacional” (Ibid, p. 9.)

Por otro lado dice que los Estados tienen las “principales funciones económicas”.

Clavar una tortilla a la pared es más fácil que atar a Stefan a algo.

El hecho de que esos Estados tienen una gran importancia económica se vio claramente durante la superación de la crisis bancaria en 2008. En ese tiempo, en todo el mundo se gastaron alrededor de dos billones de dólares en programas gubernamentales para estimular la actividad económica, a fin de evitar el colapso del sistema capitalista. Al mismo tiempo, únicamente en la Unión Europea, los bancos fueron salvados de la ruina a través de rescates gubernamentales de aproximadamente 1.6 billones de euros (1,600,000,000,000 €). A nivel mundial se gastó una enorme cantidad de fondos gubernamentales para permitir la sobrevivencia del sistema capitalista. Afirmar en este contexto —como lo hace Stefan Engel— que la labor económica de los estados es cada vez más absorbida por los 500 supermonopolios está muy lejos de la realidad. ¡Al contrario! Cuanto más se desarrollan el capitalismo y el imperialismo más se dirigen al desastre, se vuelven más dependientes del aparato estatal para garantizar su existencia. Incontables medidas gubernamentales como la desregulación del mercado laboral, la creación de sectores de bajos salarios, privatización de servicios públicos, reducción de impuestos sobre el capital, subsidios abiertos y ocultos, eliminación de derechos de los trabajadores y los pueblos, reducción de las pensiones y elevación de la edad para jubilarse, desmantelamiento de los programas sociales gubernamentales, todo lo cual demuestra la gran importancia económica de los estados-nación para el capital.

Si Stefan quiere defender su punto de vista con el argumento de que esto demuestra el gobierno del capital, no debería olvidar que Marx y Engels, así como Lenin, señalaron que el Estado es un instrumento de la clase dominante. Esto no es nuevo. Sin embargo, según Stefan, “la labor económica de los estados-nación” desaparecería. Los hechos demuestran que es todo lo contrario. Ninguno de los “supermonopolios” habría sido capaz de poner esas enormes sumas de dinero de ayuda gubernamental por sus propios esfuerzos. En 2011, cuando fue publicado el libro de Stefan, todos estos hechos ya eran ampliamente conocidos.

Tomemos uno de los más actualizados —de los muchos ejemplos posibles—, el escándalo de las emisiones de VW. Una pequeña agencia estadounidense expuso la manipulación en los niveles de emisión de los carros VW a diésel. ¿Podría haber hecho eso sin haber sido respaldada? Claro que no. Fue respaldada por el gobierno de los Estados Unidos y la industria automotriz de ese país.

La industria automotriz de EEUU no produce automóviles a diésel, por lo tanto, en este terreno se han fijado normas de protección ambiental muy altas con el objeto de hacer más difícil a la competencia extranjera el acceso al mercado estadounidense. Que esto no se hizo para la protección del medio ambiente puede observarse en otros campos, por ejemplo, en el fracking o en la ingeniería genética, en donde el gobierno de los Estados Unidos permite daños masivos al medio ambiente con el fin de hacer rentable el uso de esas tecnologías. Bajo el capitalismo, las normas técnicas se usan para aumentar los beneficios y luchar contra los competidores. Para esto, el capital necesita del Estado. De hecho, el Estado es indispensable y un instrumento para el dominio del capital. Con la ayuda del Estado, los niveles de emisión de diésel permitidos por la ley en los EEUU fueron fijados bajos, de modo que a los competidores extranjeros les cueste enfrentarse a ello. El grupo VW reacción manipulando el software, para tratar de simular un “diésel limpio”. Tomó mucho tiempo hasta que la pequeña agencia estadounidense pueda demostrarlo. Pero fue persistente y tuvo dinero suficiente para las costosas pruebas y fue respaldada. La revelación del escándalo costará a VW muchos billones de euros y bloqueará a ese grupo del mercado estadounidense de vehículos a diésel por un largo tiempo, debido a que hasta ahora no tiene ninguna tecnología de bajo precio para un coche a diésel “limpio”. Por lo tanto, en realidad el Estado tiene suficiente poder económico para permitir el acceso a los mercados o crear barreras para ellos.

Por cierto, el Estado alemán hizo todo lo que pudo con el propósito de mantener en Europa los niveles de emisión lo más altos posibles a fin de que, primero, VW y otros grupos fácilmente puedan hacer frente a esos niveles y, en segundo lugar, que esos permisivos niveles de emisión no sean revisados. Las pruebas de emisión son realizadas por los mismos grupos automovilísticos, es decir, el Estado les permite falsificarlas como ellos quieren. Aquí también vemos el poder económico del Estado.

Hasta ahora va muy mal. No aburriremos al lector con más ejemplos. Obviamente, los fundamentos de las opiniones de Stefan no son muy sólidos; y de semejantes bases inestables pretende extraer conclusiones de profundo significado.

Stefan Engel sobre la revolución internacional

De una manera muy prolija, Stefan Engel hace referencia a Marx, Engels, Lenin y Stalin, citándoles ampliamente. Así, en su capítulo primero, “La estrategia proletaria y el carácter internacional de la revolución socialista”, cita lo que Marx y Engels declararon en el Manifiesto Comunista:

Por su forma, aunque no por su contenido, la lucha del proletariado contra la burguesía es primeramente una lucha nacional. Es natural que el proletariado de cada país deba acabar en primer lugar con su propia burguesía.” (Manifiesto Comunista).

Luego nos dice que Marx y Engels en el inicio (de la revolución burguesa de 1848) tomaron como punto de partida de una temprana revolución proletaria en varios países, pero ellos corrigieron su punto debido debido al verdadero desarrollo histórico. Stefan necesita cinco páginas para decir esto. Tres páginas más están llenas con la afirmación de que Lenin, basado en su análisis del imperialismo, llegó a la conclusión de que es posible que la revolución será victoriosa en un solo país, pero a pesar de ello su carácter será internacional.

Nuevamente no hay nada nuevo en lo afirmado por Stefan y su colectivo de autores. En su lugar, prosigue con un método que ocupa mucho espacio en todo el libro. Las citas de textos de Lenin y de otros marxista-leninistas son sacadas de contexto con el propósito de darles cierta dirección deseada:

Lenin consideraba a la Revolución de Octubre como el inicio de la revolución internacional en contra del imperialismo. Por eso enfatizó: ‘Esta primera victoria no es aún la victoria definitiva, y nuestra Revolución de Octubre la ha conseguido con dolores y dificultades sin precedentes, con inauditos sufrimientos, con una serie de graves desaciertos y errores de nuestra parte…

Nosotros hemos empezado la obra. Poco importa saber cuándo, en qué plazo y en qué nación culminarán los proletarios esta obra. Lo esencial es que se ha roto el hielo, que se ha abierto el camino, que se ha indicado la dirección’.” (“Con motivo del cuarto aniversario de la Revolución de Octubre” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 33, pp. 56-57), citado en: Engel, Arutora…, pp 33-34)

Aquí se da la falsa impresión de que este artículo de Lenin confirma las supuestas nuevas ideas de Stefan respecto de la revolución internacional. Esto, por cierto, también significaría que esas “nuevas ideas” no son tan nuevas. Si se lee todo el artículo de Lenin, como lo recomendamos, se verá que esto no es en absoluto su contenido. Lo que Stefan cita se ajusta a la parte en la que se presentan los méritos históricos de la Revolución de Octubre, que esta revolución demostró cómo escapar de “ese infierno” de guerras imperialistas, un infierno del cual el pueblo solo puede escapar

Lo que Stefan Engel cita se ajusta a la parte en la que se presentan los méritos históricos de la Revolución de Octubre, que esta revolución mostró cómo escapar de “ese infierno” de las guerras imperialistas, un infierno del cual la gente sólo podría escapar “por una lucha bolchevique y una revolución bolchevique” (ibid, página 56). Es normal que Stefan y su colectivo omitan el siguiente pasada entre las dos partes de su “cita”, ya que inmediatamente se habría demostrado que el texto no está en correspondencia con el tema.

¡Hubiera sido demasiado desear que un pueblo atrasado triunfase sin desaciertos y sin errores sobre las guerras imperialistas de los países más poderosos y avanzados del globo! No tememos reconocer nuestros errores y los examinaremos serenamente para aprender a corregirlos. Pero los hechos son elocuentes: por primera vez en siglos y milenios, la promesa de “responder” a la guerra entre esclavistas con la revolución de los esclavos contra todo género de esclavistas se ha cumplido hasta el fin… y se cumple contra viento y marea. Nosotros hemos empezado la obra”. (Continúa lo citado por Stefan)

Este “trabajo” está estrechamente vinculado con la revolución bolchevique, el asunto aquí es el golpe revolucionario en contra de la guerra imperialista, otro ejemplo de cómo “creativamente” Stefan Engel dobla a “su” Lenin en la forma. Pero una vez más las afirmaciones de Stefan ya están claras en las declaraciones de Marx y Engels. Nosotros luchamos por una revolución que por su forma es nacional, mientras que su contenido es internacional.

En este artículo sobre el cuarto aniversario de la Revolución de Octubre, Lenin trata, sobre todo de una manera totalmente concreta, con la realidad, las tareas prácticas en la Rusia Soviética. Incansablemente trata con los errores y defectos. Insiste en seguir adelante -con todas sus fuerzas- con la construcción del socialismo en un país (que más tarde se convirtió en la Unión Soviética). La revolución continúa siendo internacional en su contenido, nacional en su forma, como Marx y Engels ya lo analizaron. Presentamos un extracto de estas opiniones desarrolladas por Lenin.

No importa que los perros y los cerdos de la moribunda burguesía y la democracia pequeñoburguesa que los sigue nos cubran de improperios, maldiciones y burlas a montones por los desaciertos y los errores que hemos cometido al construir nuestro régimen soviético. No olvidamos un momento que, en efecto, hemos tenido y tenemos aún muchos desaciertos y errores. ¡Y cómo no íbamos a tenerlos en una obra tan nueva, nueva en toda la historia mundial, como es la de crear un tipo de régimen estatal sin precedente! Lucharemos sin cesar para corregir nuestros desaciertos y nuestros errores, para mejorar la forma en que aplicamos los principios soviéticos, que dista aún mucho, muchísimo, de ser perfecta. Pero podemos estar y estamos orgullosos de que nos haya caído en suerte la felicidad de iniciar la construcción del Estado soviético, de iniciar así una nueva época de la historia universal, la época de la dominación de una clase nueva, oprimida en todos los países capitalistas, de la clase que avanza por doquier hacia una vida nueva, hacia la victoria sobre la burguesía, hacia la dictadura del proletariado, hacia la liberación de la humanidad del yugo del capital y de las guerras imperialistas.”.” (“Con motivo del cuarto aniversario de la Revolución de Octubre” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 33, pp. 54-55)

Este es Lenin por y a través de su texto: franco, implacable, claro, vigoroso y apremiante: Lenin es concreto y comprende las inmensas dificultades, errores y defectos; exige superarlos y construir con firmeza el socialismo en la Rusia Soviética (más tarde Unión Soviética), es decir, en un país. Inicialmente Lenin y también Stalin esperaban que la Revolución de Octubre fuera seguida por otras revoluciones en otros países y en ese sentido hablaron de una revolución internacional. Pero en este texto Lenin ya lo corrige y habla respecto de una época que inició con la revolución en Rusia y terminará con la “victoria sobre la burguesía” en todo el mundo. Por lo tanto, presiona para que la verdadera revolución tenga éxito en el marco nacional y contribuya así a una revolución internacional. La forma sigue siendo nacional. Para negar la acusación del trotskismo, que también fue hecha por la organización maoísta “Trotz alledem”, Stefan Engel vuelve a citar a Lenin:

Lenin ya reveló la estrecha relación de la revolución en un pañis con la revolución internacional:

Después de expropiar a los capitalistas y de organizar dentro de él la producción socialista, se alzaría contra el resto del mundo capitalista, atrayendo a su lado a las clases oprimidas de los demás países, levantando en ellos la insurrección contra los capitalistas, empleando, en caso necesario, incluso la fuerza de las armas contra las clases explotadoras y sus Estados’.” (La consigna de los Estados Unidos de Europa” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 21, p.342) (En Engel, Aurora…, p. 135).

Stefan omite lo que Lenin dice inmediatamente:

Los Estados Unidos del mundo (y no de Europa) constituyen la forma estatal de unificación y libertad de las naciones, forma que nosotros relacionamos con el socialismo, mientras la victoria completa del comunismo no conduzca a la desaparición definitiva de todo Estado, incluido el Estado democrático. Sin embargo, como consigna independiente, la de los Estados Unidos del mundo dudosamente sería justa, en primer lugar, porque se funde con el socialismo y, en segundo lugar, porque podría dar pie a interpretaciones erróneas sobre la imposibilidad de la victoria del socialismo en un solo país y sobre las relaciones de este país con los demás.

El desigual desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo. De aquí se deduce que es posible que el socialismo triunfe primeramente en unos cuantos países capitalistas, o incluso en un solo país en forma aislada.”. (“La consigna de los Estados Unidos de Europa” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 21, p.342)

Esto es está claro. Cierto es que Lenin habla aquí de la victoria mundial del socialismo y el comunismo como nuestro objetivo (a largo plazo). Pero no quiere que tales consignas universales obscurezcan las tareas concretas. Por lo tanto, se opone a los grandes slogans, pero en su lugar demanda trabajar para la revolución concreta, dondequiera y como sea posible, en uno solo país también. Además confirma que “el desigual desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo”, por lo que concluye que la victoria del socialismo “es posible primero en varios e incluso en un solo país capitalista”. Este argumento, escrito en 1915, dos años antes de la Revolución de Octubre, claramente contradice el uso de estas palabras de Lenin para apoyar el sueño dorado de una “revolución internacional”. Aquí también, Stefan Engel y su colectivo de autores omiten todas las consideraciones concretas con las que Lenin francamente trata con verdaderos problemas y dificultades y señala el camino. Pero eso no encaja con las exclamaciones idealistas de la “revolución internacional”.

En su propia defensa, en la página 136 también cita a Stalin:

En el debate con los trotskistas, Stalin también defendió inequívocamente la referencia a la revolución proletaria internacional:

El rasgo distintivo de este peligro es la falta de confianza en la revolución proletaria internacional; la falta de confianza en su victoria; el escepticismo respecto al movimiento de liberación nacional de las colonias y los países dependientes; la incomprensión de que, sin el apoyo del movimiento revolucionario de los otros países, nuestro país no podría mantenerse contra el imperialismo mundial; la incomprensión de que la victoria del socialismo en un solo país no puede ser definitiva, pues no puede estar a salvo de la intervención mientras la revolución no haya vencido en varios países, por lo menos; la incomprensión de ese requisito elemental del internacionalismo, en virtud del cual la victoria la victoria del socialismo en un solo país no es un fin en sí, sino un medio para desarrollar y apoyar la revolución en los otros países’.” (Preguntas y respuestas, discurso pronunciado en la Universidad Sverdlov, junio 9 de 1925”, Obras, Vol 7, p. 169 –las negritas y subrayado corresponden al original en el libro de Stefan, Aurora…, p. 136)

Aquí también es interesante ver lo que no es citado. Stalin se ocupa de la cuestión concreta de un participante en esa conferencia “¿Qué peligros hay de que nuestro Partido degenere como resultado de la estabilización del capitalismo, si esta estabilización dura mucho tiempo?” (Stalin, Obras, vol. 7 p. 165)

El da una lista de tres posibles peligros:

a) el peligro de perder la perspectiva socialista en la edificación en nuestro país y el liquidacionismo que de ello se deriva;

b) el peligro de perder la perspectiva revolucionaria internacional y el nacionalismo que de ello se deriva;

c) el peligro de que caiga el papel rector del Partido y, a consecuencia de ello, la posibilidad de que el Partido se convierta en un apéndice del aparato estatal. (Ibid, p. 166)

Stefan Engel cita la respuesta a la segunda pregunta, y Stalin se ocupa muy concretamente de los debates en la Unión Soviética y de las tendencias nacionalistas burguesas. Al mismo tiempo, y también de manera muy concreta, se ocupa del desarrollo desigual en el mundo y de la necesidad del internacionalismo proletario. Pero antes que nada, Stalin, como revolucionario práctico, parte de la “victoria del socialismo en un solo país”. En 1925 se acababa de ganar una guerra imperialista de intervención, con los esfuerzos más difíciles, con las batallas más duras, y sólo se había ganado con una gran solidaridad revolucionaria internacional. Pero sólo porque la posición de Stalin está firmemente basada en este hecho, sus observaciones adicionales tienen sentido: que esta victoria “no puede ser definitiva” porque “no tiene garantía contra la intervención hasta que la revolución salga victoriosa en al menos un número de países” “La victoria del socialismo en un país no es un fin en sí mismo, sino un medio para desarrollar y apoyar la revolución en otros países”. Hoy en día, ningún comunista serio niega este hecho de ninguna manera, por lo que Stefan Engel debe dar claridad sobre esto punto. Una vez más, las palabras citadas de Stalin no apoyan la concepción de Stefan Engel de “revolución internacional”.

Una vez más está claro: Stalin no soñó basándose en deseos y esperanzas abstractas, sino que vio claramente la forma nacional de las luchas sin olvidar la “perspectiva revolucionaria internacional”. Confirma el análisis de Marx y Engels en el Manifiesto Comunista en las condiciones concretas en las que el PCUS y la Unión Soviética luchaban en ese momento. No hay nada que pueda apoyar a la defensa de Stefan Engel de su nueva fase de un “dominio único del cartel del capital financiera” y sus “supermonopolios”.

Obviamente, se cita a Marx, Engels, Lenin y Stalin únicamente como obras maestras en el libro de Stefan Engel, para destacar su gloria su gloria en lugar de tratar seriamente con sus análisis verdaderos y dialéctico-materialistas. Podríamos proporcionar muchos otros ejemplos donde Engel distorsiona las citas. Si Marx, Engels, Lenin y Stalin ya confirmaron todas las tesis de Stefan Engel, entonces debemos preguntarle qué es realmente nuevo. En todos estos pasajes Stefan Engel es bastante vago, como por ejemplo en la cuestión de si el Estado todavía tiene o no poder real.

Trotsky y la Revolución Internacional

Veamos ahora a Trotsky, ya que Stefan Engel rechaza vehementemente que se le sitúe al mismo nivel que él.

En 1923, Trotsky también ve que “las fuerzas capitalistas de producción habían sobrepasado las fronteras de los Estados nacionales europeos” (citado de ¿Es apropiado el momento para la consigna: los Estados Unidos de Europa? En https://www.marxists.org /archive/trotsky/1924/ffyci-2/25b.htm). Él promueve los Estados Unidos de Europa, que fue enérgicamente desenmascarado por Lenin como imposible o reaccionario. Stefan Engel, como Trotsky, ve el “carácter predominantemente internacional” del “modo capitalista de producción”, pero en todo el mundo en vez de relacionado con Europa.

En su trabajo La Tercera Internacional después de Lenin, Trotsky escribe en 1928:

El 4 de agosto de 1914, sonaba la sentencia de muerte para los programas nacionales para siempre. El partido revolucionario del proletariado solo puede basarse en un programa internacional que corresponda al carácter de la época presente, la época del más alto desarrollo del capitalismo y su colapso.” Citado de: “¿Programa de la revolución internacional o programa del socialismo en un solo país?” en La Tercera Internacional después de Lenin, at https://www.marxists.org/archive/trotsky/1928/3rd/ti01.htm#p1-01

Para Trotsky, también, la “revolución internacional” es una frase abstracta que no existe en el contexto de la relación dialéctica concreta entre el carácter internacional y nacional de la revolución.

En el artículo anterior, Trotsky también ataca a la Internacional Comunista:

No hay justificación posible para la supresión del nuevo proyecto de programa de la consigna de los Estados Unidos Soviéticos de Europa, que había sido aceptada ya por la Internacional Comunista en 1923, después de una lucha interior bastante larga…

La manera de plantear la cuestión esbozada más arriba parte de la dinámica del proceso revolucionario, analizado en su conjunto. Se considera la revolución internacional como un proceso que posee su ligazón en el interior de sí mismo, que no puede preverse en su conjunto determinando de antemano la sucesión de todas sus fases, pero cuyos rasgos históricos generales son perfectamente claros. Sin comprender éstos, es absolutamente imposible orientarse juiciosamente en política.” (Ibid)

Destaca el carácter vago de la formulación de Trotsky. Habla de “la dinámica del proceso revolucionario, analizado en su conjunto”, sobre “los rasgos históricos generales” que no pueden ser prescindidos.

En lugar de negar que sus tesis son tomadas de Kautsky y Trotsky con citas parchadas, nos hubiera gustado que Stefan Engel de una extensa explicación de lo que él considera son sus diferencias con estas dos personas. Nosotros ¡no vemos ninguna diferencia!

Ante una crítica del periódico “Estrella Roja”, órgano del Partido Comunista de India/Marxista-Leninista (CPI/ML), Stefan Engel replica:

Cuando hablamos del carácter internacional de la revolución esto, por supuesto, no significa que, ante un mundo tan contradictorio, desigual y diferenciado, pueda tener lugar una revolución internacional homogénea. Muchos movimientos revolucionarios y revoluciones de escala y carácter variados tendrán lugar en diferentes momentos. Pero todos éstos —y éste es el punto decisivo— deben estar relacionados con el proceso de una revolución internacional. Eso es objetivamente el caso y será un hecho definitivo. El éxito de este proceso estará determinado por la cuestión de cómo los marxistas-leninistas se preparan conscientemente para esto a su debido tiempo y sacan conclusiones para su cooperación” (Stefan Engel, respuesta al periódico Red Star, 1 de julio de 2004, en: Engel, Aurora …, página 138)

Cómo se diferencia esto de Trotsky, quien dijo, en la cita antes mencionada: “La revolución internacional internacional es considerada como un proceso interconectado”.

Aquí tampoco miramos diferencias. En vez de un análisis concreto, nos alimentan con frases vagas que no nos llenan. Es una posición de total arbitrariedad, en la que Stefan Engel no se compromete con nada, absolutamente con nada.

Consejos para los partidos de todo el mundo

Nada de un carácter serio, pero una enorme confianza en sí mismo parece ser la motivación de Stefan Engel y su colectivo de autores. Provee consejo —libre de cargos y no solicitado— a gobiernos, partidos, pueblos, etc. en todo el mundo.

Así, explica a los pueblos de Vietnam, de la República Popular Democrática de Corea y de Cuba que “sólo las masas pueden crear las condiciones previas para otra revolución proletaria en una lucha democrática” (pp. 305-306). Ellos le agradecerán por esto.

Enseña a los gobiernos de Venezuela y Bolivia que “están luchando por la independencia económica, pero aún no han dado el paso decisivo de derrocar al aparato estatal, con sus múltiples dependencias de las antiguas clases explotadoras y el capital financiero internacional, por una revolución y el establecimiento de un nuevo poder popular democrático que tome el camino del socialismo” (pág 304).

Sin embargo, para evitar ser descubierto, subraya que “todos los países tienen sus peculiaridades geográficas, históricas, culturales y de otro tipo que la estrategia de la lucha por el poder debe tomar en consideración” (p 306)

En cuanto a África del Norte y los países árabes declara: “Puesto que los estados árabes en el mejor de los casos tienen limitadas democracias burguesas, pero a menudo están regidos por regímenes despóticos o fascistas, el establecimiento de un nuevo sistema antiimperialista y democrático también es necesario ahí.” (p. 311) Estas son frases baratas, que afortunadamente son gratuitas. No puede ser más que esto, porque Stefan Engel no sabe nada de las condiciones concretas en estos países y tampoco puede saberlas. Con su viaje verbal internacional de ida y vuelta quiere jugar para la galería. Al hacerlo, se pone en ridículo.

Y alegremente continúa. En Filipinas “las condiciones geográficas son importantes” (página 312). Con referencia a algunos países de África -Stefan Engel no dice a cuáles se refiere- recomienda: “En estos países, las organizaciones autogestionadas de las masas deben primero asegurar los medios de subsistencia más urgentes …” (pág. 312 )

Después de todo este buen consejo, de repente escribe: “No puede ser tarea de los marxistas-leninistas de Alemania elaborar estrategias concretas para países particulares. Esto debe ser hecho por los partidos revolucionarios locales.” (Página 312)

Con respecto a Túnez, publica una correspondencia anónima, a la que no se opone, cuyo contenido parece considerar lo suficientemente correcto e importante como para ser incluido en su libro: “En los comités revolucionarios se están celebrando debates muy intensos y muy apasionados. No hay partido o tendencia dominante en estos comités, sino gente de izquierda y revolucionarios de toda gama: socialdemócratas, anarquistas, trotskistas y los que se llaman maoístas y marxistas-leninistas. La construcción de un partido revolucionario apenas está comenzando. (Rote Fahne, N° 5, 2011, página 10)” (página 314)

Esa es una afirmación descarada. El MLPD fue invitado a la primera Conferencia legal del Partido de los Trabajadores de Túnez (POT). El MLPD conoce a este partido. Es un hecho conocido que el POT fue una fuerza líder en el derrocamiento del dictador tunecino Ben Ali. El POT es una parte activa del Frente Popular, que es la cuarta fuerza más fuerte en el parlamento tunecino, con 15 representantes. El camarada Hamma Hammami, portavoz del POT durante muchos años y ahora presidente del Frente Popular, llegó tercero en las elecciones presidenciales con el 8% de los votos. Todo el mundo sabe que en Alemania estamos lejos de tener tanta fuerza y apoyo entre la clase obrera y el pueblo. En las últimas elecciones al Parlamento Federal, en 2013, el MLPD obtuvo el 0,1% de los segundos votos (los votos para las listas de partidos, a diferencia de los primeros votos para candidatos directamente nominados o apoyados por los partidos). No queremos hacer comentarios despectivos sobre el resultado del MLPD. Otras fuerzas que a sí mismas se llaman marxista-leninistas difícilmente lograrían un mejor resultado en la actualidad. Pero esto no es motivo de arrogancia. Bajo tales circunstancias, afirmar que en Túnez “la construcción de un partido revolucionario apenas comienza” es una insolencia. Francamente hablando, uno debe avergonzarse de dar tales consejos y hacer tales “evaluaciones”.

Precisamente con una actitud tan arrogante, Stefan Engel establece las tareas que en su opinión los marxistas-leninistas deben cumplir:

1. El movimiento revolucionario proletario en los centros del sistema imperialista mundial se enfrenta a la tarea histórica de librar las batallas decisivas contra las principales fuerzas del imperialismo. Bajo la dirección de su partido revolucionario y en alianza con la intelectualidad pequeñoburguesa y las grandes masas, la clase obrera debe derrocar directamente a su propia burguesía monopolista mediante un levantamiento armado y establecer la dictadura del proletariado”. (p. 307) Cuando uno lee eso, uno queda ¡maravillado! ¡Nadie lo sabía hasta ahora! Muchas gracias al gran gurú; ¡arrodillémonos ante él! Por fin ha dejado esto claro para todos los estúpidos marxistas-leninistas. Además, es tan concreto que ¡todos los problemas existentes han sido resueltos!

Y el gurú continúa:

2. La lucha de liberación antiimperialista en los países neocolonialmente dependientes y oprimidos tiene el objetivo de derrocar al gobierno subordinado al imperialismo y de aplastar la máquina del Estado neocolonial para lograr la independencia del imperialismo.” (pág. 307)

Ya podemos escuchar todos los gritos y vítores de los países dependientes y oprimidos frente a tan profunda sabiduría. Pero pensamos que esto es una expresión de la arrogante actitud neocolonialista de Stefan Engel, tal vez cree que todas las demás personas son tan estúpidas que tienen que ir a su escuela.

4. En los antiguos países neocoloniales que aspiran al poder imperialista, como India, Brasil y Corea del Sur, la revolución internacional debe resolver contradicciones particulares y por lo tanto tiene un carácter particular ….

Es posible que una guerra popular temporal de los pueblos indígenas o las masas campesinas rurales acompañe el levantamiento armado en los centros” (pp. 309-310; en la edición alemana dice “denkbar”, que ha sido traducido como “posible”, pero también puede traducirse como “pensable”, “imaginable”.)

Aquí, también, debemos estar inmensamente agradecidos. ¿Quién hubiera pensado que existían contradicciones particulares? ¡Y muchas cosas son “pensables”! Es también pensable que no necesitamos tal charla pues no contiene nada, sino frases sin sentido. ¿Cómo puede alguien asumir el favor de todo el mundo con lo que es “pensable” en su cerebro? Y hay otra pieza de la sabiduría de Stefan Engel: “Si la revolución falla, el revolucionario debe retirarse” (p.321).

Stefan Engel plantea las tareas de los partidos marxistas-leninistas de los países industriales para conquistar al proletariado industrial. ¡Eso es nuevo! ¡Todos hemos esperado eso! Por supuesto, él tiene un consejo más grande para nosotros:

1. Propagación del socialismo científico (…)

2. Agitación y propaganda entre los trabajadores y las masas populares y ayuda en todos los problemas prácticos de la vida cotidiana (…)

“3. Promoción de organizaciones ueberparteilich2[2] de autogestión de las masas para la lucha en nombre de sus intereses más importantes …

4. La preparación y conducción de las luchas deben estar relacionadas con la agitación y la propaganda marxista-leninista. Las luchas por las preocupaciones económicas deben combinarse con huelgas y manifestaciones políticas y convertirse en una lucha política contra el gobierno. De esta manera, esa luchas por las reformas pueden ser usadas como una escuela práctica de la lucha de clases, lo cual es idéntico a hacer frente a las influencias del modo de pensar pequeñoburgués. En la situación de transición de la lucha de clases nacional a internacional, todas las luchas deben ser utilizadas para promover una conciencia internacionalista y para organizar la solidaridad internacional.

Estas cuatro tareas fundamentales —la unidad dialéctica de la agitación, la propaganda y la organización, el partido y las masas, la lucha nacional y el compromiso internacionalista— deben orientarse hacia la tarea estratégica central de conquistar a la mayoría decisiva del proletariado industrial internacional, de su centro con conciencia de clase y por esta razón siempre debe combinar la estrategia y la táctica proletaria con la estrategia y la táctica en la lucha por el modo de pensar.” (pp. 332-334, negrita en el original)

Es increíble que cualquiera tenga la audacia de tratar a partidos y organizaciones marxistas-leninistas como estudiantes de primer año en una escuela de aldea, y en letras negritas para difundirlas como grandes ideas de su profundo análisis. Sin este gran gurú, ¿quién habría pensado hacer propaganda y agitación, difundir el socialismo científico, ayudar a las masas a organizarse a promover el internacionalismo proletario? Es asombroso que cualquiera sea tan atrevido para presentarse como un gurú neocolonial, para tener su libro traducido a varios idiomas y distribuido por todo el mundo.

Después de eso, Stefan Engel advierte:

El análisis concreto y sistemático de la situación concreta es vital para los marxistas-leninistas a fin de adaptarse a los cambios del mundo a su debido tiempo, reconocerlos y evaluarlos correctamente y unificar su estrategia y táctica concretas con los partidos y organizaciones revolucionarias el mundo”. (pp. 511-512)

Estaría bien si finalmente lo proporcionara. En cambio, recibimos páginas de listas de fenómenos y una y otra vez evasivos consejos, que podría ser de esta manera, pero también podría ser de otra manera. Y finalmente podemos crear “la unidad dialéctica de la agitación, la propaganda y la organización, del partido y de las masas, de la lucha nacional y del compromiso internacionalista” (página 334). Para nosotros esto no dice nada.

No queremos atormentar a los lectores con más incontables “pedazos de consejos”. Si alguien los necesita, pueden leer todo el libro.

¿Todas las cosas internacionales?

El libro de Stefan Engel termina con el llamamiento:

Adelante con la revolución socialista internacional!

¡Avanzar a los estados socialistas unidos del mundo!” (P.570)

Finaliza: “Con la estrategia y la táctica de la revolución internacional están en condiciones de unir las luchas de liberación social y nacional que se producen en todo el mundo en un poderoso diluvio que derribe todas las barreras de la vieja sociedad” (p. 569)

Aparte de su mencionado “consejo”, no nos dice lo que quiere decir con esto. Recordemos una vez más el comentario de Lenin que ya hemos citado:

Sin embargo, como consigna independiente, la de los Estados Unidos del mundo dudosamente sería justa, en primer lugar, porque se funde con el socialismo y, en segundo lugar, porque podría dar pie a interpretaciones erróneas sobre la imposibilidad de la victoria del socialismo en un solo país y sobre las relaciones de este país con los demás.”. (“La consigna de los Estados Unidos de Europa” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 21, p.342)

Stefan Engel ya invocó la internacionalización de la producción, de la clase dominante, pero también del proletariado. Escribe:

En el proceso de la división internacional del trabajo y a nivel de los sistemas internacionales de producción, en los últimos decenios se ha desarrollado un proletariado industrial internacional. Hoy es la fuerza que puede y debe ir a la cabeza de la lucha internacional contra el imperialismo y por el socialismo” (p.18).

La internacionalización de las fuerzas productivas inevitablemente debe conducir a la internacionalización de la lucha de clases y estimularla. Signos inconfundibles de que este proceso ya está en pleno apogeo pueden observarse en todas partes del mundo…” (p.12)

Pero la línea de desarrollo a comienzos del siglo XXI es clara: la tendencia principal en el mundo es la preparación de la revolución socialista internacional” (p.13).

La tendencia a la crisis general del imperialismo se ha desarrollado de manera universal. (…) Constituyen el fundamento material general para la emergencia de una crisis mundial revolucionaria, la condición objetiva y subjetiva para la maduración de la revolución socialista internacional” (p.18).

Es un hecho que las condiciones para la clase trabajadora en diferentes países se han desarrollado de manera diferente. Por ejemplo: la situación de la clase obrera en Grecia no puede compararse con la de Alemania. Y cuando miramos a la clase obrera india o argentina vemos que las diferencias son aún más drásticas. Podemos tomar cualquier país para ver que las diferencias están creciendo. Desde el punto de vista materialista, esto en realidad conduce a una competencia más aguda dentro de la clase obrera. Por supuesto, ¡la solidaridad internacional trabaja en contra de esto! Pero esto ha existido desde los tiempos de Marx y Engels. ¿Qué hay de nuevo aquí?

Incluso debemos notar que las diferencias se han vuelto aún mayores. Ya en 1915, Lenin escribió: “El desigual desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo”. (Lenin, Sobre la consigna de los Estados Unidos de Europa, Colección de Obras, Vol. 21, p. 342)

Tomemos como ejemplo la llamada “Primavera Árabe”. En Túnez, donde este proceso tuvo su comienzo, existió un fuerte Partido Comunista, una clase obrera militante y fuerzas progresistas dentro del pueblo. Fueron capaces tanto de perseguir al dictador Ben Ali como de impedir una dictadura islamista. En Egipto, este proceso fue diferente. Si bien hubo un fuerte movimiento progresista, carecía de una fuerte fuerza revolucionaria. Aunque el pueblo pudo derribar al dictador Mubarak, el imperialismo inicialmente pudo establecer un gobierno islámico bajo el presidente Mursi, que poco después, cuando los islamistas ya no eran necesarios, fue derrocado por un golpe militar y una dictadura militar se estableció nuevamente. En Libia y Siria, el imperialismo aprovechó las protestas iniciales para, con la ayuda de fuerzas islámicas reaccionarias y bandas terroristas, luchar en contra gobiernos inaceptables para ellos. Por lo tanto, las condiciones, el rumbo y los resultados son extremadamente diferentes. Lenin siempre explicó estas dificultades en detalle, mientras que Stefan Engel evita esto.

Pero tomó precauciones para estar a salvo. Por un lado transmite grandes consignas, mientras que por otro lado también afirma lo contrario, cubriéndose así contra cualquier cambio. También dice:

Las condiciones concretas para la lucha de clases proletaria difieren mucho de un país a otro, porque la internacionalización de la producción capitalista también ha dado lugar a la intensificación del desarrollo desigual del capitalismo. Nunca antes el peso de las diferentes potencias imperialistas o de los bloques de poder se desplazó tan rápidamente, las grandes poderes y alianzas se quedaron rezagadas o han ganado un nuevo predominio tan dramáticamente. En el reflujo y el flujo de estas fuerzas relativas cambiantes, las contradicciones sociales dentro de los países y a veces incluso el cambio de carácter de estos países.” (p.340) (La palabra alemana “Gewoge” se ha traducido aquí como “reflujo y flujo”; significa “olas tempestuosas”, es decir, “cambios rápidos”.)

La reorganización de la producción capitalista internacional intensificó aún más el desarrollo desigual de los países neocoloniales” (p.490).

Como ya se ha dicho: es más fácil clavar una tortilla en la pared que atar a Stefan Engel a algo concreto en las “olas tempestuosas” de su pensamiento.

Y una vez más, debemos recordar a Trotsky, a quien ya citamos arriba:

La manera de plantear la cuestión esbozada más arriba parte de la dinámica del proceso revolucionario, analizado en su conjunto. Se considera la revolución internacional como un proceso que posee su ligazón en el interior de sí mismo, que no puede preverse en su conjunto determinando de antemano la sucesión de todas sus fases, pero cuyos rasgos históricos generales son perfectamente claros. Sin comprender éstos, es absolutamente imposible orientarse juiciosamente en política.” (Citado en https://www.marxists.org/archive/trotsky/1928/3rd/ti01.htm#p1-01)

En lugar de “olas tempestuosas” aquí encontramos “dinamismo”, en ambos casos el significado es vago. No podemos ver ninguna diferencia en sus posiciones.

Es similar con una tendencia a la izquierda, descubierta por Stefan Engel. Con referencia a Alemania en los años 2004-2005, escribe:

Se desarrolló una tendencia a la izquierda entre las masas que se opusieron cada vez más no sólo a los gestores de los monopolios con ganancias y poder, sino también al sistema de ganancias y al capitalismo en su conjunto.

La tendencia hacia la izquierda es un fenómeno internacional que ocurre en diferentes formas y características diferentes. Significa la transición a una etapa cualitativamente nueva en el desarrollo de la conciencia de clase, un desarrollo definido hacia la transición a la conciencia socialista” (p.214).

En la página 155 habla de una “tendencia mundial a la izquierda”.

A pesar de todas las diferencias existentes en los distintos países, la conciencia de clase ha despertado a gran escala y una tendencia universal a la izquierda ha surgido entre las masas”.

Una vez más, esto ha sido muy simplemente reunido. En realidad, vemos desarrollos muy diferentes en cada país. Mientras que en Francia los trabajadores y los jóvenes luchan en las calles contra la nueva ley laboral, las precarias condiciones de trabajo y los bajos salarios, el racista y reaccionario Frente Nacional obtuvo muy altos resultados electorales de los estratos atrasados. En Alemania, la racista, reaccionaria Alternativa para Alemania (AfD), un partido con muchos miembros fascistas, obtuvo grandes resultados electorales, lamentablemente, sobre todo de parte de la clase trabajadora. En algunos estados de Europa del Este como los países bálticos, Hungría, Polonia, etc., las fuerzas más reaccionarias forman los gobiernos. Y esas tendencias ya eran conocidas hace cinco años. En lugar de un estudio concreto, en el libro de Stefan Engel ¡no hay nada más que frases! Trotsky ya luchó con tales frases contra la construcción del socialismo en la URSS.

Uniendo en un sistema de dependencias y de contradicciones países y continentes que han alcanzado grados diferentes de evolución, aproximando los diversos niveles de su desenvolvimiento y alejándolos inmediatamente después, oponiendo implacablemente todos los países entre sí, la economía mundial se ha convertido en una realidad poderosa que domina la de los diversos países y continentes. Este solo hecho fundamental da un carácter profundamente realista a la idea del partido comunista mundial.” (La Tercera Internacional Después de Lenin, en https://www.marxists.org/archive/trotsky/1928/3rd/ti01.htm#p1- 01

Estas frases son igualmente vagas, como son las de Stefan Engel. La común del libro “Aurora de la Revolución Socialista Internacional” es la confusión, escapa a utopías bastante espirituales en lugar de ocuparse de las realidades de la lucha de clases. Tales frases idealistas no tienen nada que ver con el marxismo.

El juicio de Lenin sobre las fantasías de Kautsky y el daño que causaron también se aplican aquí:

Pero quien se atuviera en la práctica a tal concepción sería un oportunista que pretende ignorar los más graves problemas de la actualidad para soñar con problemas menos graves que se plantearían en el porvenir. En teoría, ello significa que en lugar de apoyarse en la evolución, tal como se presenta actualmente, se separa deliberadamente de ella para soñar (“Prefacio al Folleto de N. Bukharin, Imperialismo y Economía Mundial”, Lenin, Obras Recopiladas, Vol. 22, p.107)

Observaciones finales

Durante muchos años hemos cooperado en la lucha de clases en muchos lugares con compañeros del MLPD, por ejemplo en empresas y sindicatos, en la lucha contra el fascismo y la guerra y contra los recortes sociales. A pesar de nuestras críticas, continuaremos con esta cooperación. Creemos que es necesario crear un frente común contra el capital. Nuestra crítica no se limita a Stefan Engel y su colectivo de autores. Durante mucho tiempo hemos observado que las fuerzas que se reivindican como comunistas o marxistas-leninistas con frecuencia usan las obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin como una caja de recambios de las que toman lo que les conviene. Todo el mundo tiene una opinión ya formada, una hipótesis, un “análisis” y luego busca citas para usarlas como escudo contra cualquier crítica o como “evidencia”. Eso no es marxismo, es algo extremadamente superficial y un signo de bancarrota intelectual. El marxismo-leninismo es una ciencia. Las citas, independientemente de quién son, no son evidencia. La evidencia debe ser tomada de la realidad. Ese era el método de Marx, Engels, Lenin y Stalin. Y ese debe ser el método de todos los marxista-leninistas. Cuando estudiamos las obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin no lo hacemos para adornarnos con ellas, sino para comprenderlos, asimilarlos y utilizarlos para un análisis dialéctico, materialista e histórico de nuestra situación y para avanzar hacia la revolución socialista.

Niels Clasen

Organización para la Construcción del Partido Comunista Obrero de Alemania

1 Esta es una cita de Karl Liebknecht, en la que destacó que a pesar de la derrota de la revolución proletaria en Alemania en 1919, tenemos que continuar nuestra lucha para derrocar el poder burgués.

2 Ueberparteilich – literalmente: arriba del partido – significa trabajar juntos en la igualdad, sobre la base de la lucha, por objetivos comunes, sin tener en cuenta la afiliación partidaria – nota del traductor.) (Nota en la edición inglesa del libro de Stefan Engel. la palabra alemana “ueberparteilich” es: “no partidista” o “superior a la parte”.)