¡TODOS A LAS CALLES POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE SOBERANA Y POPULAR!

¡QUE SE LARGUEN TODOS LOS CORRUPTOS! ¡CERREMOS EL CONGRESO AHORA!

Las disputas entre fracciones de la burguesía criolla han desencadenado una crisis gubernamental en nuestro país, que ha puesto en evidencia las repartijas y componendas que los partidos políticos aprista y fujimorista y demás partidos que se encuentran con representación en el Congreso de la República, han mantenido para continuar con la política de saqueo de nuestras riquezas naturales, esquilmación de los derechos e intereses de la clase trabajadora, desfalco de las arcas fiscales y la recurrente impunidad ante casos de corrupción.

La presión desde las calles y el agotamiento de las disputas entre los poderes del Estado, Ejecutivo y Legislativo, ocasionaron que el día de hoy el Presidente de la República plantee una cuestión de confianza que no fue aceptada por el legislativo, lo que posibilitó la salida constitucional de disolver el Congreso de la República, a lo que le deberá seguir la convocatoria a nuevas elecciones de este poder del Estado.

Compañeros y compañeras, los comunistas no confiamos en el discurso de Martín Vizcarra y su gobierno, no creemos en su maniobra política. Son disputas que le están dando respiro al agotamiento del modelo neoliberal instaurado por el fujimorato y continuado hasta el actual gobierno.

Queremos que se vayan todos los representantes de la burguesía parasitaria que gobierna nuestro país, queremos que se sienten las bases de un gobierno democrático popular y en ello centramos nuestros principales esfuerzos. Por lo que llamamos a la clase obrera, el campesinado, la juventud, las mujeres y los pueblos a enrumbar el camino de la unidad política a fin de participar de manera compacta en el nuevo escenario de lucha de clases del Perú.

Debemos aprestarnos a frenar cualquier intentona de pretender usar a las fuerzas armadas en las calles, la salida a la crisis gubernamental es popular y debe ser obra del pueblo organizado.

Es la hora de luchar con más fuerza contra la corrupción capitalista, contra el continuismo neoliberal, contra el saqueo, la esquilmación y por la conquista de mayores libertades democráticas y reconquista de los derechos conculcados.

¡Todos a las calles a cerrar el Congreso y luchar por una nueva Constitución Política del Estado!

Por la unidad política de la clase obrera, el campesinado y los pueblos por la lucha de liberación nacional y social.

B. P. del C. C. del PCP(m-l)

Declaración política del 23 Seminario Internacional: Problemas de la Revolución en América Latina.

EL COMBATE REVOLUCIONARIO CONTRA LA DERECHIZACIÓN Y EL FASCISMO, ES NUESTRO COMPROMISO

Los agudos conflictos que se registran en el escenario internacional, son la expresión de la aguda crisis que envuelve al sistema capitalista imperialista, revelan la agudización de las contradicciones fundamentales de la época, esto es, las que se expresan entre el capital y el trabajo; entre los pueblo y naciones oprimidas y el imperialismo; y, entre las propias potencias imperialistas.

Esta dinámica explica el desenvolvimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, pero que abarca y alinea a la Unión Europea, Rusia y otras potencias en uno u otro bando, tensando el escenario internacional al grado de amenazar con el escalamiento a nuevos y mayores conflictos bélicos, en el contexto de la intensificación de las disputas de las zonas de influencia, control de mercados, materias primas y recursos naturales entre las potencias imperialistas.

En América Latina, el declive de los gobiernos llamados progresistas de inicios del siglo XXI que, entre otras cosas buscaron renegociar la dependencia para, sin romper con el imperialismo norteamericano, facilitar una mayor penetración de los imperialismos chino y ruso, coincidió con el ascenso al gobierno de Estados Unidos del derechista y fascista Donald Trump, que con el lema de “primero Estados Unidos”, busco consolidar el trono de primera superpotencia en el mundo y recuperar el control de su “patio trasero”.

Para sus fines, Trump apuntó a exaltar el nacionalismo reaccionario de los norteamericanos, colocando en el campo de sus principales enemigos a los emigrantes, principalmente latinoamericanos. A su proyecto de ampliación del muro se sumó las cruzadas contra los migrantes indocumentados, reeditando las detenciones arbitrarias de niños (separados de sus padres) y adultos en condiciones similares a las utilizadas por los regímenes fascistas del pasado. Con presiones, chantajes y coincidencias, esta retardataria política antimigratoria ha logrado el acuerdo cómplice de los gobiernos de México y Centroamérica.

Simultáneamente impulsa una intensa ofensiva en la región dirigida a instaurar gobiernos dóciles y cómplices en la región. El establecimiento del denominado “Grupo de Lima” en agosto del 2017, para apoyar la conspiración de las fuerzas reaccionarias en Venezuela, forma parte de la mima.
Sin embargo, el declive y fracaso de los gobiernos llamados progresistas, que es aprovechado por las fuerzas más retardatarias para asociarlo al supuesto fracaso del socialismo, en realidad se trata del fracaso del propio capitalismo, autoproclamados del “socialismo del siglo XXI”.

El descontento de los trabajadores, la juventud, las mujeres y, en general, las masas empobrecidas resultado de la gestión de los gobiernos llamados alternativos, totalmente contraria a sus intereses, de su ineficiencia, de los reiterados escándalos de corrupción, de la intensificación de las acciones represivas y la criminalización de la lucha social, etc., está siendo aprovechado por el imperialismo y sus secuaces en los gobiernos derechistas de América Latina y el Caribe, para justificar la imposición de los agresivos programas de ajustes neoliberales y fondomonetaristas; para incidir en la conciencia de las masas con las ideas más atrasadas, afirmando propuestas pro fascistas, xenofóbicas, nacionalistas y anticomunistas; plataforma con la cual conquistó el gobierno Jair Bolsonaro en Brasil, y se alientan caudillos y organizaciones similares en otros países.

Los gobiernos de Bolsonaro en Brasil y Duque en Colombia intensifican las acciones represivas con la criminalización de la lucha social, la persecución, encarcelamiento y asesinato de líderes, dirigentes y activistas sociales, en su intento de contener la oposición y lucha popular.

Desde luego, forma parte de esta ofensiva la cruzada del capital contra el trabajo, las coincidentes propuestas de flexibilización laboral, de agresivos recortes de los derechos laborales y sindicales y las reaccionarias reformas a las conquistas de la seguridad social, que buscan intensificar la explotación de los trabajadores en beneficio de la mayor acumulación capitalista.

El criminal bloqueo económico del imperialismo contra Cuba y Venezuela, es también parte de esta ofensiva reaccionaria.

Los hechos han demostrado que, para alcanzar las legítimas aspiraciones materiales y espirituales de los trabajadores y los pueblos, la cuestión fundamental no es la forma en que se presenta o se desempeña la burguesía en el poder. Que las variantes socialdemócratas, “progresistas” o derechistas neoliberales, deben tenerse en cuenta para las definiciones tácticas en la oposición, resistencia y combate a sus políticas, más no para afirmar falsas esperanzas en que el cambio, la transformación social y el socialismo, puedan venir de una u otra facción de la burguesía.

Desde luego, el conjunto de delegados al XXIII SIPRAL hemos coincidido que el momento actual, en combinación con la realidad específica de cada país, nos corresponde a los comunistas, revolucionarios e izquierdistas, a los sindicalistas clasistas, a los dirigentes y activistas sociales y todas las personas democráticas, hacer frente a la ofensiva reaccionaria del imperialismo y las facciones burguesas derechistas y fascistas.

Se seminario rescata las valerosas y crecientes luchas de los trabajadores, la juventud, los campesinos, los pueblos originarios, las mujeres, los pueblos negros en contra de las políticas y medidas neoliberales de los gobiernos burgueses de la región.

Destacan por su magnitud y trascendencia la huelga general del 29 de mayo pasado en Argentina, así como la movilización de millones de mujeres por conquistar el derecho al aborto, contra los femicidios y todo tipo de violencia de género; las numerosas luchas de resistencia y combate de los trabajadores y la juventud en Brasil contra el gobierno de Bolsonaro; las acciones de los estudiantes, trabajadores y campesinos en Colombia y Nicaragua; las luchas de los maestros en Chile, México, Bolivia; las crecientes luchas populares en Perú y República Dominicana, Honduras, Haití; las luchas obreras y populares en Ecuador, El Salvador, etc., etc.

Con entusiasmo y calor revolucionario el SIPRAL aclamó la contundente victoria del hermano pueblo de Puerto Rico que, luego de dos semanas de continuos combates, obligó a renunciar al gobernado Ricky Rosselló, representante del usurpador poder colonial del imperialismo norteamericano. Esta victoria registra una brillante página en la incansable lucha por derrotar el colonialismo y conquistar su independencia; lucha que incorporó a amplios sectores de su valiente pueblo, en la que destaca la participación de intelectuales patriotas y referentes de relieve internacional de la cultura, lo que confirma la importancia de este frente en la causa emancipadora.

Los delegados al XXIII SIPRAL, hemos coincidido que la asimilación de las valiosas experiencias de resistencia y combate a los gobiernos burgueses y al imperialismo nos conducen a nuevos retos, a consolidar las convicciones revolucionarias, precisar los objetivos y programas, calificar la actividad de educación y conducción de las masas y encarar las nuevas batallas con mayores ventajas.

Para eso es imprescindible fortalecer los partidos y organizaciones revolucionarias y de izquierda, consolidar las organizaciones sindicales y corrientes clasistas en todos los frentes sociales, que se conviertan en verdaderos núcleos referenciales del conjunto de la clase obrera y las demás clases trabajadoras.

El seminario insistió también en la necesidad impulsar y protagonizar procesos de amplia unidad de acción con todos los sectores del campo popular y los segmentos de pequeños productores, también afectados por las políticas neoliberales de las burguesías industrial, comercial y agraria, y el imperialismo, trabajando por que la clase obrera y su política dispute, conquiste y sostenga la hegemonía en dichos procesos.

En esta perspectiva, se registraron propuestas de la necesidad urgente de trabajar por una política de frentes amplios democráticos, antifascistas y antiimperialistas en la región.

Se planteó también la necesidad revolucionaria de recurrir a todas las formas de lucha en el combate en contra de comunes enemigos de los trabajadores y los pueblos; así como multiplicar las banderas que, recogiendo los demandas más sentidas e inmediatas de las masas avancen a los objetivos políticos estratégicos de la emancipación social.

Ratificando el espíritu y compromiso solidario de la clase obrera y los pueblos, los asistentes al XII SIPRAL, condenamos, rechazamos y combatimos la intervención del imperialismo norteamericano en Venezuela, y ratificamos nuestro respaldo a la lucha de clase obrera y los pueblos de Venezuela, es únicamente en sus manos que está la salida definitiva a la crisis que les agobia.

Reiteramos nuestro abrazo solidario al valiente pueblo de Puerto Rico, que asido a su victoria caminará a nuevas batallas hasta conquistar su independencia definitiva. De igual manera, ratificamos nuestra total solidaridad con la persistente lucha del pueblo de Haití, que desafía y enfrenta a los gobiernos corruptos y títeres del imperialismo, pugnando por un verdadero cambio en su beneficio.

Comprometidos en la lucha revolucionaria contra la derechización y fascismo, ratificamos que la única y verdadera salida a la crisis que envuelve al mundo capitalista y que se descarga salvajemente sobre las espaldas de los trabajadores y los pueblos, está en el verdadero cambio, en la revolución social, la conquista del poder político y la construcción del socialismo.

Nuestro compromiso se refrenda en cada lucha que enfrente y desafíe al sistema capitalista imperialista.

¡Viva las luchas de los trabajadores y los pueblos de América Latina y el mundo!
¡Viva el XXIII Seminario Internacional Problemas de la Revolución en América Latina!

Firman:

Partido Comunista Revolucionario de Argentina

Partido Comunista Revolucionario Bolivia

Partido Comunista Revolucionario de Brasil – PCR

Unidad Popular por el Socialismo. Brasil

Unión de la Juventud Rebelión – UJR de Brasil

Movimiento de Lucha de los Barrios, Villas y Favelas MLB – Brasil

Círculo Jaques Roumcin de Montreal – Canadá

Partido Comunista de Colombia (Marxista – Leninista)

Organización Comunista Recabarren de Chile

Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador – PCMLE

Juventud Revolucionaria del Ecuador – JRE

Unión General de Trabajadores del Ecuador – UGTE

Mujeres por el Cambio – Ecuador

Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador – FEUE

Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador -FESE

Unidad Popular – Ecuador

Vanguardia de la Universidad Técnica de Cotopaxi – Ecuador

Pueblo Negro – Ecuador

Partido Estadounidense del Trabajo. Estados Unidos

George Grunental, Ediciones Estrella Roja – Estados Unidos

Partido Comunista de México (Marxista Leninista).

Frente Popular Revolucionario de México – FPR

Frente Obrero Campesino Estudiantil y Popular – FOCEP. Perú

Partido Socialista Revolucionario PSR – Perú

Partido Marxista Leninista del Perú – PMLP

Partido Comunista Peruano Marxista Leninista – PCP(ML)

Juventud Comunista Peruano Marxista Leninista – JCP (M-L)

Movimiento de Mujeres por la Liberación Social – MMLS

Movimiento 26 de Abril – Puerto Rico

Partido Comunista del Trabajo PCT – República Dominicana

Partido Frente Amplio – República Dominicana

Corriente Magisterial Juan Pablo Duarte – República Dominicana

Frente Estudiantil Flavio Suero FEFLAS – República Dominicana

Partido del Trabajo (Túnez)

Partido del Trabajo (EMEP) – Turquía

Movimiento Gayones – Venezuela

Quito, Julio 26 de 2019

Declaración Política de la Reunión de los Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas de América Latina y el Caribe REPALA

El análisis de la situación económica, política y social del continente americano, la discusión de cómo los marxista leninistas estamos actuando en esta realidad concreta y la definición de tareas y líneas de acción para avanzar en el proceso de organización de la revolución social del proletariado, ha convocado a la plenaria de América Latina de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas, CIPOML.

Los partidos asistentes, entre los que contamos con la presencia de nuestros camaradas de Turquía y Túnez, hemos tenido un fructífero debate, que nos ha permitido conocer y comprender mejor el escenario político-social en el que los trabajadores y los pueblos actúan y luchan.

Constatamos la profundización de procesos iniciados años atrás, que están provocando cambios en la correlación de fuerzas políticas a nivel de varios gobiernos y en el ámbito social. En varios países en los que se establecieron regímenes calificados como «progresistas», «alternativos», «socialistas del siglo 21» las facciones burguesas con posturas desarrollistas que los apadrinaron han perdido posiciones, tomando el relevo sectores tradicionales de la burguesía, abiertamente identificados con posiciones políticas de derecha.

Este fenómeno está abriendo las puertas para que el imperialismo estadounidense recupere espacios disputados por China, particularmente en aquellos sitios en los que es establecieron los llamados gobiernos progresistas. EEUU nunca perdió su hegemonía en la región, nunca dejó de ser el principal centro de comercio hemisférico y punto de salida de las mayores inversiones hacia la región. América Latina, como tomo el planeta, es escenario de disputas interimperialistas por el control de mercados. No solo EEUU o China tienen y defienden sus particulares intereses, también entran en juego Canadá, los países imperialistas de Europa, Rusia.

La ejecución de políticas neoliberales caracteriza el momento en la región. Las diferencias entre uno y otro país son mínimas en la forma cómo se ejecutan, pero las medidas y objetivos planteados son los mismos: elevar los niveles de explotación capitalista, a través de medidas y leyes que precarizan el trabajo, restringen y eliminan derechos sindicales; reducir los presupuestos estatales para sectores de la educación, salud, seguridad social; privatizar empresas estatales, con nombres y figuras que disfrazan esta realidad. En esencia, políticas que persiguen enriquecer aún más a sectores de la gran burguesía nativa, favorecer al capital financiero imperialista y remachar la dependencia extranjera.

Constatamos la agudización de graves problemas sociales. La migración tiene connotaciones y magnitudes nunca antes visto en nuestro hemisferio, que en el caso del éxodo que va hacia los Estados Unidos ha chocado con medidas reaccionarias implementadas por el gobierno de Donald Trump (y cumplidas también por algunos gobiernos en Centro América) que ponen en evidencia su pensamiento xenófobo, nacionalista, defensor de la supremacía blanca. Crece la pobreza, aumenta el desempleo y subempleo, se incrementa el número de personas sin acceso a educación, salud, vivienda; la violencia contra las mujeres también llega a niveles antes no vistos; la afectación al medio ambiente se expande de la mano de la política extractivista impuesta a nuestros países.

Graves problemas que no pueden ser entendidos sino en el marco de cómo el capitalismo organiza vida de la sociedad y la forma de reproducirse.

Estos fenómenos nos afirman en la convicción que la superación de estos problemas no pueden producirse en el marco del sistema imperante: el social-reformismo, el neoliberalismo, el «progresismo» y otras corrientes políticas burguesas no solo han fracasado cuando han estado en los gobiernos, sino que son directos responsables de lo que ocurre. Solo la revolución social del proletariado está en la capacidad histórica de resolver los graves problemas que aquejan a los trabajadores y los pueblos; solo la clase obrera en el poder podrá emancipar a la humanidad de la explotación capitalista, poner fin a la opresión y dependencia extranjera. Hacia ese propósito enfilamos el accionar de nuestros Partidos. Desarrollamos esfuerzos para mejorar nuestros nexos e influencia entre los trabajadores, los campesinos, la juventud, las mujeres.

Constatamos que el descontento y la lucha de las masas crece frente a las políticas antipopulares de los gobiernos, ante las declaraciones y acciones agresivas del imperialismo. Como organizaciones revolucionarias estamos en esos combates y nos proponemos incidir mejor en su conducción.

Hay fenómenos políticos en curso que, debido a su complejidad, requieren una especial mención. En Venezuela, los trabajadores y el pueblo continúan siendo víctimas de la agresiva política intervencionista del imperialismo estadounidense, de la Unión Europea y de gobernantes de países que se han sometido a esos dictados. Allí hay una grave crisis económica, política y social provocada por el bloqueo imperialista, el boicot de la derecha, la incapacidad del gobierno del PSUV-Maduro para atender y resolver los problemas de las masas, en el que actúa una tendencia neoliberal que empuja propuestas privatizadoras. En esta crisis intervienen también los intereses de otras potencias, como China y Rusia. Solo una política de independencia de clase permitirá a la clase obrera y el pueblo crear una propuesta auténticamente soberana y popular, de cara a la actual crisis. Llamamos a los trabajadores y pueblos de América Latina y el mundo a organizar acciones de solidaridad bajo la consigna El pueblo venezolano resiste y lucha contra la agresión imperialista.

El triunfo electoral de Jair Bolsonaro en Brasil -ferviente difusor de ideas ultra reaccionarias y fascistas, partidario de la utilización de mecanismos represivos y de grupos paramilitares a fin de lograr el control social- provocó que algunos sectores anuncien la llegada del fascismo a ese país y al continente. Bolsonaro cuenta con el apoyo del poder Judicial, de las Fuerzas Armadas, de la gran burguesía, sin embargo no ha podido cumplir su propósito porque los trabajadores, la juventud y los pueblos de Brasil han sabido responder en la calle las medidas antipopulares del régimen, poniendo al descubierto la contradicción entre el movimiento popular que lucha y las fuerzas fascistas.

Es evidente que a nivel mundial las ideas ultra reaccionarias se difunden y en algunos países ganan espacio. Es nuestra obligación desenmascararlas, desterrarlas del movimiento de masas en donde aparezcan.

A la derecha, a los defensores del capital los enfrentamos con la movilización de los trabajadores y los pueblos, esto nos plantea la necesidad de persistir en nuestras propuesta de unidad entre las fuerzas y movimientos de izquierda, en el movimiento social y popular. Unidad de los trabajadores y los pueblos por sus derechos, por democracia, por mejores condiciones materiales de vida, en contra de los planes neoliberales de ajuste; unidad contra el imperialismo y la derecha son propuestas que nos comprometemos a llevar a cabo, como una necesidad actual en el proceso de organizar la revolución social del proletariado. La lucha y combate al imperialismo supone, al mismo tiempo, desenmascarar las propuestas y acciones del socialreformismo y el oportunismo, en contra de la derechización y la fascistización.

Los pueblos luchan en todos los continentes, marcando la perspectiva del cambio social, de un nuevo mundo. Argelia y Sudán han sido escenario de combativas rebeliones populares que echaron abajo gobiernos reaccionarios y represivos, allí la lucha continúa por democracia, por derechos políticos, por la atención a la reivindicaciones populares; el pueblo boricua -en estos días- ha obligado la renuncia del corrupto Gobernador Ricardo Roselló, lucha en la que las banderas independentistas también estuvieron presentes. Para esos pueblos va nuestra solidaridad, así como para el pueblo haitiano que combate a diario contra el hambre, el desempleo, la corrupción… el olvido al que intentan someterlo. Estamos junto a los pueblos que en las Antillas aún viven sometidos al colonialismo.

La Reunión de los Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas de América Latina y el Caribe rindió homenaje al camarada Osman, revolucionario internacionalista de Turquía fallecido hace poco y transmitió su solidaridad con los camaradas del EMEP. La reunión también conmemoró la formación de la Internacional Comunista, fundada por Lenin cien años atrás.

Partido Comunista Revolucionario de Bolivia

Partido Comunista Revolucionario – Brasil

Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)

Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador

Partido Estadounidense del Trabajo

Partido Comunista de México (Marxista–Leninista)

Partido Comunista Peruano (Marxista-Leninista)

Partido Comunista del Trabajo – República Dominicana

Partido Comunista Marxista Leninista de Uruguay

Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela

Partido de los Trabajadores de Túnez

Partido del Trabajo de Turquía

Quito, julio de 2019

Discurso de Stalin al fallecimiento del camarada Lenin

Discurso del camarada Stalin, pronunciado en el 2º Congreso de los Soviets de la URSS, tras el fallecimiento del camarada Lenin.

26 de Enero de 1924.

CAMARADAS:

Nosotros, los comunistas, somos hombres de un temple especial. Estamos hechos de una trama especial. Somos los que forman el ejército del gran estratega proletario, el ejército del camarada Lenin. No hay nada más alto que el honor se pertenecer a este ejército. No hay nada superior al título de miembro del Partido, cuyo fundador y jefe es el camarada Lenin.

No es dado a todos ser miembros de tal Partido. Los hijos de  la clase obrera, los hijos de la miseria y de la lucha, los que sufren las privaciones más duras y realizan los esfuerzos más heroicos, éstos son los que, ante todo, deben ser miembros de este Partido. Es por esto por lo que el Partido de los leninistas, el Partido de los comunistas se llama el Partido de la clase obrera.

AL DEJARNOS, EL CAMARADA LENIN NOS LEGO EL DEBER DE MANTENER EN ALTO Y CONSERVAR  EN TODA SU PUREZA EL GRAN TITULO DE MIEMBRO DEL PARTIDO. 

¡TE JURAMOS, CAMARADA LENIN, QUE EJECUTAREMOS CON HONOR ESTE MANDATO!

Durante 25 años, el camarada Lenin educó a nuestro Partido e hizo de él el Partido obrero más sólido y mejor templado del mundo. Los golpes del zarismo y de sus pretorianos, la rabia furiosa de la burguesía y de los terratenientes, los asaltos amados de Kolchak y de Denikin, la intervención armada de Inglaterra y de Francia, las mentiras y las calumnias de la prensa burguesa y de sus innumerables órganos, todos a lo largo de un cuarto de siglo. Pero nuestro Partido seguía erguido como una roca, rechazando los golpes innumerables de sus enemigos y llevando a la clase obrera adelante, hacia la victoria. Es en combates duros en los que nuestro Partido forjó la unidad y la cohesión de sus filas. Y gracias a esa unidad y a esa cohesión consiguió vencer a los enemigos de la clase obrera.

AL DEJARNOS, EL CAMARADA LENIN NOS LEGO EL DEBER DE VELAR POR LA UNIDAD DE NUESTRO PARTIDO COMO POR LAS NIÑAS DE NUESTROS OJOS. 

¡TE JURAMOS, CAMARADA LENIN, QUE EJECUTAREMOS CON HONOR TAMBIÉN ESTE MANDATO!

El destino de la clase obrera es penoso, insoportable. Pesados y crueles son los sufrimientos de los trabajadores. Esclavos y amos, siervos y señores, campesinos y terratenientes, obreros y capitalistas, oprimidos y opresores; es así como estaba constituido el mundo durante siglos, y así como sigue todavía hoy en la enorme mayoría de los países. Decenas y centenas de veces, los trabajadores intentan, en el curso de los siglos, librase de la dominación de sus opresores y hacerse dueños de sus destinos. Pero cada vez, vencidos y humillados, tuvieron que batirse en retirada y guardar en el fondo del corazón la humillación y la ofensa, la desesperación y la ira; levantar los ojos hacia el cielo desconocido donde esperaban encontrar la salvación. Las cadenas de la esclavitud quedaban enteras  eran reemplazadas por otras, igualmente pesadas y humillantes. Es solamente en nuestro país donde las masas trabajadoras oprimidas y aplastadas consiguieron librarse de la dominación de los terratenientes y de los capitalistas y reemplazarla por la de los obreros y los campesinos, Vosotros sabeís, camaradas, y el mundo entero lo reconoce hoy, que aquella lucha gigantesca fue dirigida por el camarada Lenin y su Partido.

La grandeza de Lenin consiste, ante todo, en haber mostrado concretamente a las masas oprimidas del mundo entero, al crear la República de los Soviets, que la esperanza en la salvación no está perdida, que la dominación de los terratenientes y de los capitalistas no es eterna, que el reino del trabajo puede ser creado por los esfuerzos de los mismos trabajadores u que es preciso instituirlo en la tierra y no en el cielo. Con esto, encendió el ánimo de los trabajadores y de los campesinos del mundo entero con la esperanza de la liberación. Es lo que explica que el nombre de Lenin se haya convertido en el nombre más querido de las masas trabajadoras y explotadas.

AL DEJARNOS, EL CAMARADA LENIN, NOS LEGÓ EL DEBER DE CONSERVAR Y FORTALECER LA DICTADURA DEL PROLETARIADO. 

¡TE JURAMOS, CAMARADA LENIN, QUE NO ESCATIMAREMOS ESFUERZOS PARA EJECUTAR CON HONOR TAMBIÉN ESTE MANDATO!

La dictadura del proletariado se ha creado en nuestro país sobre la base de la alianza de los obreros y campesinos. Es la base primera y fundamental de la República de los Soviets. Los obreros y los campesinos no hubieran podido vencer a los capitalistas y a los terratenientes sin esa alianza. Los obreros no hubieran podido vencer a los capitalistas, sino hubieran podido vencer a los terratenientes, si no hubieran sido dirigidos por los obreros. Toda la historia de la guerra civil en nuestro país lo atestigua. Pero la lucha por el fortalecimiento de de la República de los Soviets está lejos de haber terminado, sino que solamente ha adoptado una forma nueva. Antes, la alianza de los obreros y de los campesinos consistía en una alianza militar, porque iba dirigida contra Kolchak y Denikin. Ahora, la alianza de los obreros y de los campesinos debe tomar la forma de una colaboración económica entre la ciudad y el campo, entre obreros y campesinos, porque esta alianza va dirigida contra el mercader y el kulak, porque tiene como finalidad el abastecimiento mutuo de los campesinos y de los obreros en todo lo que les es preciso. Vosotros sabeís que nadie como el camarada Lenin persiguió esta tarea con todo tesón.

AL DEJARNOS, EL CAMARADA LENIN NOS LEGO EL DEBER DE AFIANZAR CON TODAS NUESTRAS FUERZAS LA ALIANZA DE LOS OBREROS Y CAMPESINOS. 

¡TE JURAMOS, CAMARADA LENIN, QUE EJECUTAREMOS CON HONOR IGUALMENTE ESTE MANDATO!

La según da base de la República de los Soviets es la alianza de los trabajadores de las diferentes nacionalidades que componen nuestro país. Rusos y ucranianos, bashkirios y bielorusos, georgianos y azerbaiyanos, armenios y daguestanes, tártaros y kirguizes, uzbecos y turcomanos, todos interesados por igual en el reforzamiento de la dictadura del proletariado. Es que no sólo la dictadura del proletariado libera a estos pueblos de sus cadenas y de su yugo, sino que también ellos, con su devoción absoluta a la República de los Soviets y su fidelidad abnegada por ella, la protege contra las maquinaciones e intentonas de los enemigo de la clase obrera. Por esto es por lo que el camarada Lenin nos hablaba insistentemente de la necesidad de una alianza voluntaria y libre entre los pueblos de nuestro país, de la necesidad de su colaboración fraternal dentro del marco de la Unión Soviética.

AL DEJARNOS, EL CAMARADA LENIN NOS LEGÓ EL DEBER DE REFORZAR Y DESARROLLAR LA UNIÓN DE LAS REPÚBLICAS SOVIÉTICAS. 

¡TE JURAMOS, CAMARADA LENIN, QUE EJECUTAREMOS CON HONOR TAMBIÉN ESTE MANDATO!

La tercera base de la dictadura del proletariado es nuestro Ejército Rojo, es nuestra Flota Roja. Más de una vez nos repitió Lenin que la tregua que hemos arrancado a los Estados capitalistas puede ser de corta duración. Lenin no indicó repetidas veces que el fortalecimiento del Ejército Rojo y su perfeccionamiento constituyen una de las tareas esenciales de nuestro Partido. Los acontecimientos relacionados con el ultimatun de Curzon y la crisis en Alemania ha confirmado una vez más que Lenin, como siempre, tenía razón. Juremos, pues, camaradas, que no escatimaremos esfuerzos para fortalecer nuestro Ejército Rojo y nuestra flota Roja.

Nuestro país se yergue como una formidable roca en medio del océano de los Estados burgueses. Oleada tras oleada caen sobre él y amenazan sumergirle y arrasarlo. Pero la roca permanece inquebrantable. ¿En qué reside su fuerza? No solamente en que nuestro país descansa sobre la alianza de los obreros y de los campesinos en que encarna la alianza de libres nacionalidades y está defendido por el brazo poderoso del Ejército Rojo y de la Flota Roja. La fuerza de nuestro país, su potencia , su solidez residen en la profunda simpatía y en el apoyo inquebrantable que encuentra en el corazón de los obreros y campesinos del mundo entero. Los obreros y campesinos de todo el mundo quieren mantener la República de los Soviets, como flecha lanzada por la mano segura del camarada Lenin en el campo enemigo, como base de su esperanza en liberarse de la opresión y de la explotación, como faro fiel que les indica el camino de la liberación. Quieren mantenerla u no permitirán a los terratenientes y a los capitalistas que la destruyan. En esto es donde reside nuestra fuerza. Es esta la fuerza de los trabajadores de todos los países. Es esta también la debilidad de la burguesía del mundo entero.

Nunca consideró Lenin a la República de los Soviets como una finalidad en sí. Siempre consideró como un eslabón indispensable para reforzar el movimiento revolucionario en los países de Occidente y de Oriente, como un eslabón indispensable para facilitar la victoria de los trabajadores del mundo entero sobre el capital. Lenin sabía que sólo tal concepción era acertada, no solamente desde el punto de vista internacional, sino también desde el punto de vista del mantenimiento de la República de los Soviets misma. Lenin sabía que éste era el único medio de encender el ánimo de los trabajadores del mundo entero para las batallas decisivas por su liberación. Es por esto por lo que Lenin, el jefe más genial entre los jefes geniales del proletariado, sentó, el día siguiente mismo de la instauración de la dictadura del proletariado, las bases de la Internacional de los obreros. Es por esto por lo que no se cansaba de ensanchar y de reforzar la unión de los trabajadores del mundo entero, la Internacional Comunista.

Habéis visto, durante estos últimos días, la peregrinación de decenas y centenas de millones de trabajadores que vivieron as saludar los restos mortales de Lenin. Dentro de algún tiempo, veréis la peregrinación, ante su tumba, de representaciones de millones de trabajadores. Podéis estar seguros de que, después de estos representantes de millones de trabajadores, vendrán luego de todos los rincones del globo, representantes de decenas y centenas de millones de hombres, para atestiguar que Lenin fue el jefe no sólo del proletariado ruso, no sólo de los obreros europeos, no sólo de los trabajadores de las colonias de Oriente, sino de toda la Humanidad trabajadora del Globo.

AL DEJARNOS, EL CAMARADA LENIN NOS LEGO EL DEBER DE PERMANECER FIELES A LOS PRINCIPIOS DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA 

¡TE JURAMOS, CAMARADA LENIN, QUE NO REGATEAREMOS NUESTRA VIDA PARA FORTALECER Y EXTENDER LA UNIÓN DE LOS TRABAJADORES DEL MUNDO ENTERO, LA INTERNACIONAL COMUNISTA!

LA CONQUISTA DE LAS 8 HORAS DE TRABAJO EN EL PERÚ, LA III INTERNACIONAL Y EL PCP (m-l)

 

En este año 2019, la clase obrera peruana conmemora dos eventos de mucha trascendencia para su historia. El 15 de enero se conmemoró el centenario de la conquista de la Jornada de las 8 horas de trabajo en el Perú y a inicios de marzo la conmemoración del centenario de la fundación de la III Internacional, la Internacional Comunista.

Eventos que han influenciado en gran medida en el desarrollo de la consciencia de clase del proletariado peruano y que han sentado las bases para su desarrollo orgánico y político, en la perspectiva de lograr su verdadera emancipación de clase.

La clase obrera peruana ha tenido desde su origen, grandes jornadas de lucha que le han permitido conquistar algunas reivindicaciones, que le dieron nuevas y mejores condiciones para participar de manera consciente y activa en la lucha de clases. La conquista de la Jornada de las 8 horas de trabajo, puso en tensión todas las fuerzas de la naciente clase obrera peruana que entendió que debía desarrollar una consecuente lucha de clases contra los patrones, basarse en sus propios esfuerzos con disciplina consciente, vio la necesidad de desarrollar la solidaridad de clase e internacionalista y ver en su perspectiva estratégica la necesidad de forjar la alianza de obreros y campesinos y de todo el pueblo trabajador para la conquista de sus reivindicaciones inmediatas y mediatas. Esta lucha llena de gloriosas páginas la historia de la clase obrera peruana.

EL DESPERTAR DE LA CLASE OBRERA PERUANA

Desde finales del siglo XIX, los patrones de las nuevas industrias explotaban a la clase obrera con jornadas de trabajo de hasta 16 horas, las condiciones de salubridad y alimentación eran miserables. En la rama de la minería se contrataba a comuneros de zonas cercanas por jornadas de hasta 36 horas consecutivas, teniendo un intervalo de descanso de 12 horas, por dos o tres meses que duraban sus contratos. Los “enganches” eran la forma con la que el patrón imponía al obrero el pago de su jornal con “vales de consumo” que solo podían ser usados en los almacenes de la misma empresa, sin lugar a reclamo; en suma, las condiciones de la naciente clase obrera eran insoportables.

Trabajadores de las haciendas agroindustriales azucareras, las empresas textiles, panaderas, de los muelles y puertos; empezaron a organizarse influenciados por corrientes anarcosindicalistas y llevaron algunas acciones de protesta que fueron duramente reprimidas por la reacción.

El primero de mayo de 1886 el proletariado estadounidense había iniciado la Huelga General por la Jornada de las Ocho Horas, dándoles los primeros mártires a la lucha por esta causa: “8 horas de trabajo”, “8 horas de reposo” y “8 horas de educación” eran las reivindicaciones que llegaban al Perú con el ejemplo de los mártires de Chicago. Esta lucha tuvo mayor trascendencia debido a que en Julio de 1889, se realizó el Congreso Internacional de Trabajadores de París, donde se acordó conmemorar en adelante, el primero de mayo como un “Día de protesta contra las injusticias que pesan sobre el proletariado y como un día de solidaridad internacional”; fue señalado también como: “El gran día de la redención social y la lucha de clases”.

En 1904, los obreros portuarios del muelle del Callao, desarrollan la primera jornada de movilizaciones reivindicando en su programa la lucha por la mejora de las condiciones laborales y por la Jornada de las 8 horas de trabajo; estas acciones fueron duramente reprimidas por el gobierno de José Pardo y Barreda. En el desenlace, hubo varios obreros detenidos y un fallecido: Florencio Aliaga, a quien se recuerda como el primer mártir del proletario peruano.

El 01 de mayo de 1905, influenciados también por el ejemplo de la Revolución Rusa de ese año, los obreros organizados convocados por la organización pionera del sindicalismo Federación de Obreros Panaderos “Estrella del Perú”, se dieron cita en el Teatro Politeama, donde se proclamó que en adelante la clase obrera peruana lucharía por conquistar la jornada de las 8 horas de trabajo. El ejemplo de los obreros y campesinos rusos que se habían levantado contra el régimen zarista y que fueron duramente reprimidos, alentaban la lucha del proletariado peruano en la perspectiva de lograr su verdadera liberación.

Dirigentes de gran consecuencia como Manuel Lévano y Delfín Lévano de la Federación de Panaderos, Luis Felipe Grillo de la Federación de Textiles de Vitarte, entre otros, dotaron de conducción combativa a lo que sería posteriormente la Federación Obrera Local, que dirigiría las luchas de los años 1918-1919 hasta la promulgación del decreto que reconocía la extensión de la jornada de las 8 horas de trabajo en todas las ramas de la industria, en el segundo gobierno del hacendado azucarero y empresario textil José Pardo y Barreda.

LA ALIANZA OBRERO – CAMPESINA

El 01 de mayo de 1908 los trabajadores portuarios del Callao, Chancay y Huacho, iniciaron un paro por las 8 horas de trabajo, tras la presión lograda conquistaron una victoria parcial, el gobierno de Guillermo Billinghurst, decretó la jornada de las 9 horas para los trabajadores portuarios

En el año 1911, se desarrollan las luchas de los textiles de Vitarte quienes exigían la suspensión del trabajo nocturno y el incremento salarial del turno diurno, tuvieron una victoria parcial; pero lo importante de este movimiento fue que por vez primera se desarrolla en Lima y Callao un Paro General, donde los obreros midieron la fuerza con la que contaban con respecto a la patronal. El 16 de junio del mismo año, se publica un llamamiento elaborado en la imprenta “Libertad” que suscriben los dirigentes sindicales más avanzados del momento y algunos intelectuales, como Delfín Lévano, Glicerio Tassara, Edilberto Boza, Juan de Dios Tapia, José Luis García, Silvano D´Arca, Elías Mendiola, A.O. Galli, Manuel Caracciolo Lévano, M.E. Viteri, Peter Pokell, Eulogio Otazú, Abraham Gamero, Luis G. García, Miguel Tassara, Moisés GErmany, Pedro Cisneros, Pedro Ferrari, Abelardo Ormeño, Luis Felipe Grillo, M. Anibal de Preti y Francisco A. Loayza; donde señalan:

“La lucha entre el capital y el trabajo va tomando en todas partes caracteres bien definidos y precisos: es obligación nuestra secundar esos esfuerzos, que traerán como solución en el futuro una organización mejor que la actual de la sociedad humana. Mientras llega esa hora bendita, por la que todos los humanos suspiramos, consciente o inconscientemente, ¿qué deben hacer los que sufren hambres y necesidades dentro del actual régimen social? Pues luchar sin tregua ni descanso contra los que monopolizan los instrumentos de trabajo, contra los que detentan la tierra y sus frutos, el capital y las máquinas”

El 05 de enero de 1913, los jornaleros del Callao presentaron un pliego exigiendo ocho horas de labores diarias, incremento de salarios, auxilio en caso de accidentes; dieron un plazo de 24 horas para su cumplimiento, de no acatarse su exigencia se iniciaría con el Paro general. A esta acción se sumaron los trabajadores: panaderos, metalúrgicos, tipógrafos, tejedores, se sumaron a la huelga, cobrando dimensiones importantes, frente al ascenso de la lucha, el gobierno de Guillermo Billinghurst puso en estado de sitio la ciudad de Lima. La solidaridad de la clase obrera fue en aumento y el 10 de enero de 1913 la empresa del Muelle y la Darsena del Callao acepta el pliego de reivindicaciones, siendo el más importante la conquista de las 8 horas de trabajo para esta rama. Al día siguiente fue legalizada mediante decreto por el gobierno de Billinghurst.

Las ollas comunes de los obreros en huelga recibían víveres desde las comunidades cercanas como Jauja o Huacho, esta estrecha colaboración afianzó los lazos de solidaridad entre la clase obrera y el campesinado. En enero de 1915, el gobierno de José Pardo, reprimió la protesta de campesinos en Llaucán, este hecho que desemboca en una matanza, despertó la solidaridad de los obreros de Vitarte. Esta es una de las primeras manifestaciones donde la clase obrera despliega su solidaridad con el campesinado y proletariado agrícola.

En septiembre de 1916, los trabajadores agrícolas de los diversos valles de Chancay, incluyendo las campiñas de Huacho, Huaura y Sayán realizaron acciones de protesta exigiendo la jornada de las 8 horas de trabajo, esta manifestación fue duramente reprimida por tropas al mando de Alejandro Ayarza y por orden del prefecto de Lima, Arenas dispararon contra la multitud, resultando 6 manifestantes muertos dentro de las cuales se recuerdan a las dos mártires campesinas: Irene Salvador y Manuela Chaflajo. Esto motivo un vigoroso un vigoroso mitin en el Teatro Apolo de la ciudad de Lima, donde se exhibió una bandera roja, César Lévano refiere de este acontecimiento “Allí se agitó la bandera roja, tinta en la sangre de los campesinos, inmolados en Huacho, Así nació en el Perú el pabellón de la alianza obrero campesina”.

El 07 de noviembre de 1917 estalla la revolución bolchevique en Rusia, inspirando a la clase obrera internacional al desarrollo de luchas con mayor decisión, por primera vez en la historia la clase obrera había conquistado el poder político del Estado y se aprestaba a construir el Socialismo. Este impulso de transformación, tras la gran guerra, trajo al desarrollo de la lucha sindical un impulso mayor, pese a la hegemonía del anarcosindicalismo en la naciente clase obrera, las conquistas de la clase trabajadora a escala internacional tenían replica en el desarrollo de la consciencia de la clase obrera peruana. Del 5 al 10 de enero de 1918 se celebró el Primer Congreso de la Federación Obrera Local cuyos acuerdos reivindicativos para la clase obrera se centralizaban en: “Conquista de la jornada de 8 horas”, además se acompaña un Cuarto Acuerdo que destaca: “8 horas de jornada y la ley que asegure al yanacona y al campesino la posesión de la tierra de sembrío”

El 12 de diciembre de 1918, la sección de Hilanderos de la Unificación Textil de Vitarte inician la huelga por las 8 horas de trabajo. El 15 de diciembre todos los sindicatos textiles se suman a la huelga, el 22 de diciembre se suman los zapateros, los trabajadores marítimos, jornales y campesinos, los panaderos, los campesinos del valle de Ate, los mineros de la zona centro. Las jornadas se van desarrollando y el 8 de enero de 1919, se produce la matanza de obreros en Casapalca, tras la huelga declarada por los trabajadores de la empresa Backus & Jhonston; en ese mismo día el gobierno de José Pardo suspende las garantías individuales y ordenada una incursión policial a la zona de mayor resistencia obrera, Vitarte.

LA CONQUISTA DE LA JORNADA DE LAS 8 HORAS DE TRABAJO.

El 09 de enero la Federación Obrera Local hace un llamamiento a un Paro General Nacional. El Comité Pro Paro da un ultimátum de 72 horas para que se logre un acuerdo sobre la jornada de las 8 horas y aumentos de salarios. Sin tener una respuesta del gobierno, el 13 de enero de 1919 se desarrolló una multitudinaria asamblea donde se decretó el Paro General. Dentro de los puntos del decreto de Paro General se pueden ver como el proletariado peruano desarrolla su solidaridad internacionalista, pues se condena en los puntos 3 y 4 a “la fuerza bruta del militarismo argentino por derramar sangre de trabajadores en su necio afán de sostener este Estado”, las proclamas que se difunden en la tras la asamblea señalan un elevado nivel de combatividad de la clase obrera, en uno de los párrafos señala “El triunfo de los derechos del pueblo trabajador depende de la solidaridad y la acción viril del proletariado. Por eso, la Asamblea obrera de anoche ha votado el paro general por 48 horas, como demostración de la fuerza proletaria frente a la intransigencia capitalista”, pese a la represión del gobierno, se desarrolla el Paro general de 48 horas en Lima y Callao, se conforma el Comité de Huelga Central presidido por el obrero textil Fausto Navarrete e integrado por Julio Portocarrero, Cesar Fonkén, Nicolás Gutarra y Carlos Barba, quienes llevan la consigna de conquistar la jornada de las 8 horas por acción directa.

Los obreros tras haber cursado oficios para que la Federación de Estudiantes del Perú se integre como mediador frente al gobierno, recibieron a tres comisionados dentro de los cuales se hallaba Victor Raúl Haya de la Torre. Los estudiantes trataron de aplacar la lucha obrera planteando que era un gran avance que el gobierno reconozca la jornada de las 9 horas para todas las industrias, pero esta propuesta fue rechazada por los trabajadores. De este hecho se desprende que no fue Haya de la Torre inspirador de la lucha por las 8 horas, como sus biógrafos pretenden hacer creer a los trabajadores.

El 14 de enero de 1919 el gobierno recibe presiones de distintos sectores de la burguesía, los señores del azúcar exigen que no se ceda a las pretensiones de la clase obrera. Tal fue la resistencia del proletariado organizado que el gobierno tuvo que llamar, el 15 de enero de 1919, a la Comisión representada por Carlos Barba, Nicolás Gutarra y Haya de la Torre, para anunciar que recibirían el decreto que reconocía como jornada máxima de trabajo en el Perú, las 8 horas.

Los obreros de Vitarte escucharon de la noticia, pero acerados en su experiencia y convicción consciente de la trascendencia de su lucha, no levantaron la huelga hasta oír de la boca de sus propios delegados la noticia. La clase obrera había conquistado la jornada de las 8 horas de trabajo para todas las industrias y había sido reconocido también el derecho de negociar un incremento salarial, que sería negociado por cada rama por separado.

LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA Y EL CAMPESINADO REQUIEREN SU VANGUARDIA POLÍTICA, ORGANIZADA Y COMBATIVA.

Las jornadas desarrolladas por el naciente proletariado peruano, demostraron la necesidad de avanzar en la organización clasista de la clase obrera, desde las tribunas de “El tiempo” José Carlos Mariátegui y Cesar Falcón habían reproducido los manifiestos que los trabajadores deseaban comunicar como parte de su lucha. El diario sufrió una clausura temporal, por el activo apoyo que brindaba a los huelguistas. El acercamiento de la clase obrera con Mariátegui permitió que los más destacados cuadros se aproximaran a la tarea de organización la vanguardia de la clase obrera peruana, dentro de los cuales se encontraba Julio Portocarrero, dirigente Textil de la Federación de Vitarte.

La influencia de la Revolución de octubre de 1917, la Fundación de la III Internacional, el desarrollo de la lucha de clases en el Perú, generaron las condiciones para que obreros, campesinos e intelectuales honestos sentaran las bases de la construcción del Partido del Proletariado.

El 07 de octubre de 1928, José Carlos Mariátegui, Ricardo Martínez de la Torre, los obreros Julio Portocarrero, Avelino Navarro, Hinojosa, Borja y Bernardo Reyman acuerdan fundar el Partido Socialista, que en lo sucesivo trabajaría para organizar de manera clasista el proletariado peruano y de constituirse en su vanguardia política.

El 20 de mayo de 1930 en una huerta del campesino Juan H. Pévez Oliveros, el Partido Socialista acuerda denominarse Partido Comunista tras la aprobación de las tesis de adhesión a la Tercera Internacional elaboradas por Mariátegui y las bases que se habían planteado en el Programa del Partido:

“El C.C. del Partido Adhiere a la III Internacional y acuerda trabajar por obtener esta misma adhesión de los grupos que integran al Partido. La ideología que adoptamos es la del marxismo – leninismo militante y revolucionario, doctrina que aceptamos en todos sus aspectos, filosófico y económico – social. Los métodos que sostenemos y propugnamos son los del socialismo revolucionario ortodoxo. No solo rechazamos sino que combatimos en todas sus formas los métodos y las tendencias de la socialdemocracia y de la II Segunda Internacional”.

En el Programa del Partido, se señala:

 “La praxis del socialismo marxista en este periodo es la del marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo es el método revolucionario de la etapa del imperialismo y de los monopolios. El Partido Socialista del Perú lo adopta como su método de lucha”

 El 20 de agosto de 1935, el VII Congreso de la Internacional Comunista adopta el acuerdo de “a) aceptar a los partidos comunistas de Indochina, Filipinas, Perú, Colombia, Costa Rica, Puerto Rico y Venezuela, como secciones de la Internacional Comunista”

POR UNA INTERNACIONAL MARXISTA – LENINISTA.

La búsqueda de los revolucionarios peruanos de una orientación clara en el desarrollo de la lucha de clases hizo que sus primeras lecturas del marxismo, la influencia de la revolución de octubre de 1917 y la constatación práctica de lo que vivía la clase obrera y el campesinado peruano; lleve a tener la idea inicial de forjar el partido de la clase obrera, por eso se fundó el Partido Socialista, se esbozó el primer programa de la revolución peruana y se plantearon las tesis de afiliación a la Internacional Comunista.

Pese a discrepancias iniciales con la Sección Latinoamericana de la Internacional Comunista asentada en Buenos Aires, los comunistas peruanos entendieron que su nivel de asimilación de la teoría marxista-leninista estaba en formación y que debían aproximarse al entendimiento más cabal de la ciencia de los intereses de la clase obrera, sin perder jamás de vista las condiciones y particularidades del desarrollo histórico peruano.

Hoy, los comunistas peruanos, como sección de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas – CIPOML, nos afirmamos en que es necesario sentar las bases para la construcción de una Internacional Marxista – Leninista, que responda a las condiciones actuales del desarrollo del movimiento y que lleve adelante lo señalado por Lenin tras la fundación de la III Internacional: “La importancia histórica universal de la III Internacional, la Internacional Comunista, reside en que ha comenzado a llevar a la práctica la consigna más importante de Marx, la consigna que resume el desarrollo secular del socialismo y del movimiento obrero, la consigna expresada en este concepto: dictadura del proletariado.”

La era de las revoluciones proletarias y la dictadura del proletariado fue inaugurada con la Revolución de Octubre de 1917, nos toca a los comunistas de ahora, acerarnos en la forma bolchevique de trabajo y en la organización de la clase trabajadora para la asimilación cada vez más completa de la ciencia marxista – leninista, para llevar a cabo la gran hazaña de superar la “prehistoria de la humanidad”.

  ¡Viva el Centenario de la Internacional Comunista!

¡Viva el Centenario de la Conquista de la Jornada de las 8 horas en el Perú!

¡Viva la lucha de la clase obrera, el campesinado y los pueblos por su liberación nacional y social!

Abril de 2019

BP del CC. del

Partido Comunista Peruano (marxista-leninista)

Venezuela | Editorial Acero Revolucionario N° 50, 15 al 31 de Enero de 2019

En Venezuela, además de la crisis capitalista, la agresión imperialista, errores propios de la social democracia y debilidades del movimiento revolucionario, está en marcha un proceso más complejo y de consecuencias más profundas: la descomposición del Estado Burgués.

Esta premisa nos lleva a valorar los sucesos desde una óptica más amplia, estratégica, porque es importante tener claro que no vivimos solo una crisis coyuntural. Existe un proceso estructural que afecta las bases del sistema, que genera consecuencias en la economía, política y en la vida cotidiana, evidenciando la incapacidad del capitalismo, en cualquiera de sus formas, para resolver los problemas de las mayorías, la soberanía y la autodeterminación.

Ese proceso de descomposición del Estado determinado por las contradicciones que confluyen y se agudizan, principalmente las fundamentales de la época:

  1. Entre bloques imperialistas por un nuevo reparto del mundo, donde Venezuela es un objetivo.
  2. De las potencias imperialistas con los países dependientes para mantener el sometimiento, con respuestas de los pueblos que resistimos y luchamos ante el avasallamiento.
  3. De una minoría explotadora contra las mayorías explotadas, expresando la lucha de clases, el poder de los monopolios, la resistencia de la clase obrera y los pueblos.

El surgimiento de poderes públicos paralelos, la imposibilidad de los contendientes de someter uno al otro y las limitaciones del gobierno para controlar la economía, prolonga por años la contradicción que le hace difícil someter uno al otro y las limitaciones del gobierno para controlar la economía que le hace difícil someter a quienes violentan sus normas, expresando el grado de descomposición del Estado.

Ese proceso de lucha de contrarios va avanzando en profundidad hasta el punto de arrastrar toda la institucionalidad hacia la indolencia, el descredito, la corrupción y la incapacidad de controlar a quienes, desde adentro y desde afuera atentan contra el pueblo, llevando a extremos como el de permitir que un mequetrefe se auto designe Presidente de la República y pasee por las calles como ejemplo de la incapacidad de las instituciones “legales” para someter a las ilegales, de las “legitimas” para aplastar la acción de sus enemigos.

La sociedad venezolana está frente a una encrucijada histórica; resuelve sus problemas con métodos revolucionarios, con el liderazgo popular y la participación activa de las mayorías explotadas, o se resolverán con métodos reaccionarios, burgueses, con la imposición de un gobierno fascista de factura imperialista. Las acciones violentas estarán a la orden del día, expresando la descomposición que afecta también la institución castrense, como parte de la sociedad, en un ascenso de las formas de lucha, donde los militares patriotas y honestos jugaran su papel, junto al pueblo, en la lucha por la autodeterminación.

La clase obrera, los campesinos y las comunas revolucionarias somos la opción de una salida exitosa, para eso es necesaria la coordinación y un programa democrático popular, antiimperialista que debe emerger como alternativa de izquierda ante la crisis.

El Estado Burgués va demostrándose como un instrumento inservible para resolver los problemas de las mayorías. La sociedad toda exige un nuevo Estado, con la fuerza popular y agilidad para tomar medidas ante una agresión imperialista y un bloqueo económico. Se requiere un gobierno popular, democrático y de emergencia.

Para organizar la sociedad, las fuerzas productivas, las inquietudes populares y la energía revolucionaria se requiere un instrumento Estatal que rompa con las viejas prácticas y sus estructuras, que sea en sí mismo la participación, que no tema a los grandes propietarios y monopolios, que sea el poder de la clase obrera, los campesinos, comuneros y en general de pueblo.

Estado de nuevo tipo, tomando como ejemplo La Comuna de Paris o el Estado de los Soviets. La Democracia popular es la opción ante el paralelismo de poderes públicos que demuestran la obsolescencia del Estado Burgués y la urgencia de su sustitución para afrontar con posibilidades de éxito los retos de una sociedad agredida y en crisis.

Declaración de la XXIV Sesión de la CIPOML

A LOS TRABAJADORES Y LOS PUEBLOS A LOS REVOLUCIONARIOS Y COMUNISTAS

En México, y conmemorando el final de la Primera Guerra Mundial que ocasionó grandes y graves daños a la humanidad y que fue también el escenario en que triunfó la primera revolución proletaria: la Gran Revolución de Octubre; cuando se celebra el bicentenario del natalicio de Carlos Marx, el gran maestro del proletariado, se cumplió exitosamente con los trabajos la XXIV Plenaria de la Conferencia Internacional de Organizaciones y Partidos Marxista-Leninistas CIPOML. Se valoró la situación internacional y precisó las responsabilidades y tareas del movimiento obrero, popular y revolucionario. Discutió importantes problemas del trabajo de los partidos y organizaciones de la CIPOML señalando los compromisos y tareas, afirmando las perspectivas de desarrollo.

La exacerbación de las contradicciones intrínsecas del sistema capitalista imperialista agudizan la crisis general del capitalismo, que es una crisis de las estructuras y las superestructuras, económica, política y social que sacude al sistema capitalista, afecta a millones de trabajadores, a los países dependientes, a los pueblos y naciones oprimidos, que ahonda la depredación de la naturaleza y el ambiente.

 

La anarquía en la producción, la competencia entre los monopolios y las potencias imperialistas, el crecimiento desmesurado de la deuda externa, el comercio desigual, la guerra comercial inter imperialista, el saqueo de los recursos naturales y la apropiación por parte de la clase de los capitalistas de la plusvalía generada por millones de trabajadores, las medidas unilaterales de EEUU frente a las políticas financieras y monetarias, el desarrollo acelerado de la ciencia y la tecnología, la digilitización, el internet, la robótica y la inteligencia artificial avizoran el aparecimiento de una nueva crisis económica que será de mayores proporciones y profundidad que la crisis económica de 2008, que impactará gravemente en las relaciones sociales y políticas.

La depredación de la naturaleza y el deterioro del ambiente, los cambios climáticos provocados por la explotación y la expoliación irracional de los recursos naturales por de los monopolios capitalistas y los países imperialistas se agudizan constantemente.

Tienen lugar grandes confrontaciones entre las potencias imperialistas, la aparición y extensión por todos los continentes y regiones de los preparativos de guerra, el desarrollo de la carrera armamentista que involucra a todos los países, la militarización de la economía y la sociedad en la dirección de un nuevo reparto del mundo. La confrontación militar entre los países imperialistas, principalmente entre EE.UU. y Rusia, de la OTAN y China se expresa en conflictos armados que desangran a los pueblos en Medio Oriente y África y atizan conflictos en otros lugares del planeta. La agresión económica y política de EE.UU. frente a Irán atentan contra la soberanía del país y los intereses y derechos de sus pueblos. En Yemen, los intereses económicos y políticos de Arabia Saudita son responsables, junto con el apoyo de EE.UU., de la destrucción del país y del genocidio que devasta al pueblo y al país.

Las pugnas inter imperialistas se expresan también en la guerra comercial entre China y Estados Unidos, en la disputa de mercados, de áreas estratégicas; en la agresiva incursión de las inversiones chinas en todos los continentes.

Las potencias imperialistas recrudecen su injerencia en todos los países dependientes, impulsan el extractivismo, saquean los recursos naturales al tiempo que remachan las cadenas de la opresión. La naturaleza del imperialismo se expresa en la agresión y rapiña para apropiarse de la riqueza de los países dependientes y de las ganancias producidas por la súper explotación del imperialismo. Ningún país imperialista es amigo de los pueblos.

Decenas de miles de personas, hombres, mujeres y niños huyen de sus países devastados por la guerra, de la represión de sus gobiernos, de miseria y la pobreza, buscan oportunidades y emigran en Asia, Europa, África y América Latina; son atacados por las políticas xenófobas, nacionalistas y racistas del imperialismo y la reacción. Trump está demostrando frente a los migrantes su carácter reaccionario, xenófobo y agresivo.

El pueblo de Palestina resiste heroicamente la brutal agresión del imperialismo yaqui y del sionismo israelí que asesina a miles de personas de la población civil; esa lucha es una muestra de la decisión de defender la soberanía y la vida, recibe la solidaridad y el apoyo de las fuerzas progresistas del mundo. Los marxista – leninistas apoyamos firmemente la causa Palestina.

El gobierno de Trump en EE.UU. y la elección de Bolsonaro en Brasil testimonian el fracaso del social reformismo, la democracia burguesa, las políticas de la socialdemocracia que van siendo dejadas de lado por el imperialismo y la burguesía. En el propósito de afirmar y potenciar su dominación acuden cada vez con más frecuencia a las políticas reaccionarias, xenófobas, nacionalistas, a la implantación de regímenes ultraderechistas, autoritarios, fascistizantes y fascistas en algunos países.

El desarrollo de las tendencias reaccionarias y fascistas, y la eventual implantación de regímenes fascistas, están siendo enfrentadas por la clase obrera, la juventud, los pueblos y apreciables sectores democráticos que defienden la libertad, la democracia, los derechos humanos y sindicales.

El sistema capitalista, la institucionalidad burguesa están entrampados en la corrupción y la apropiación de los dineros públicos que se convierte en fuente de acumulación; la denuncia y las acciones contra la corrupción y algunos de sus responsables están permitiendo desenmascarar la naturaleza retrógrada y la podredumbre del capitalismo. En el combate a la corrupción se han desarrollado en algunos países y oportunidades grandes movilizaciones populares, crisis políticas y reajustes en los gobiernos burgueses.

Las políticas y acciones de los monopolios y la burguesía en contra de la clase obrera, los pueblos y la juventud, de los pueblos y naciones oprimidas se expresan en todo el planeta. Pero no se desenvuelven tranquilamente, existe la respuesta popular.

En varios países y en todos los continentes se desarrollan combativas huelgas y movilizaciones de los trabajadores por la estabilidad, en oposición a la flexibilidad laboral, la carestía de la vida, los altos precios de la vivienda y los nuevos impuestos; importantes manifestaciones de la juventud; significativas expresiones de la lucha de los pueblos por la vigencia de las libertades públicas y la defensa de los derechos humanos. Las mujeres se expresan valerosamente en contra de la opresión y el discrimen, llevaron adelante, el 8 de marzo, una huelga internacion al que se realizó en buen número de países.

Esas manifestaciones del movimiento obrero y popular vienen teniendo un desarrollo sostenido pero no se expresan

de manera general; son todavía dispersas y aisladas a nivel internacional. Constituyen, sin embargo, la expresión de que las fuerzas de la revolución social, el movimiento obrero, el campesinado pobre, la juventud, las mujeres, los pueblos y naciones oprimidas tienen potencialidad y afirman la perspectiva del

desarrollo del movimiento revolucionario de los trabajadores y los pueblos.

La oposición a la guerra imperialista, a las guerras de agresión, a la carrera armamentista debe ser asumida por los trabajadores y la juventud, se une a la defensa de la paz, de los derechos políticos y sindicales de los traba

jadores y los pueblos, debe ser la causa que involucre a amplios sectores democráticos, una bandera internacional que en el cumplimiento del internacionalismo proletario enarbolamos los comunistas marxista leninistas.

La defensa de las libertades democráticas, de los derechos de los pueblos y los derechos humanos; las expresiones de apreciables sectores democráticos y progresistas, la oposición a las posturas reaccionarias y fascistizantes, el combate frontal al fascismo forman parte de las demandas actuales de los trabajadores y la juventud, son una expresión de la lucha contra el capitalismo y el imperialismo, por la revolución y el socialismo. Los marxista – leninistas somos consecuentes luchadores contra el fascismo y el imperialismo, nos involucramos en la construcción del frente democrático y antifascista a nivel nacional e internacional.

El combate a la dominación imperialista es tarea histórica de los pueblos y naciones oprimidas, de los antiimperialistas; es responsabilidad irrenunciable de los comunistas en todos los países. La asumimos decididamente.

El derecho de autodeterminación de los pueblos es una cuestión actual, se expresa en varios continentes y al interior de diferentes Estados; en la lucha anticolonialista y en oposición a las políticas neocolonialistas. Reafirmamos nuestro apoyo y solidaridad.

Los revolucionarios proletarios organizados en la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas, CIPOML expresamos la decisión de fortalecer nuestros partidos y laborar por la unidad de los comunistas.

El capitalismo y el imperialismo no son invencibles. La unidad y la lucha de los trabajadores y los pueblos, la actitud consecuente de los comunistas y otros revolucionarios romperán las cadenas del imperialismo apuntando a sus eslabones débiles.

¡Contra el guerrerismo del imperialismo y la reacción!

¡Por la defensa de la libertad y las libertades públicas, contra la reacción y el fascismo!

¡Alto a la agresión imperialista contra los pueblos y naciones oprimidos!

¡Unidad y lucha de los trabajadores y los pueblos, de los democratas y progresistas del mundo!

¡Viva la revolucion y el socialismo!

 

México, nov. 2018

Bolivia | Exigimos el respeto a la voluntad popular (21F), Construyamos una Alternativa Patriótica y Popular

La noche del 4 de diciembre el Tribunal Supremo Electoral anunció su decisión de habilitar al binomio Evo Morales – Alvaro García Linera como candidatos de las elecciones primarias del MAS-IPSP, este anuncio no es mas que una confirmación de la tendencia que ya habíamos denunciado – la centralización del Estado en la persona de Evo Morales y la violación a la voluntad popular expresada el 21F.

El oficialismo pisotea impunemente la super-estructura del Estado Plurinacional que ellos mismos han creado, con tal de mantenerse en el poder. La necesidad que siente el MAS de prorrogarse se explica por su papel nefasto de garantizar las condiciones económicas (hidrocarburos, minería, agro-industria, banca) para las empresas transnacionales, oligarquía y gran burguesía, así como para mantener el encubrimiento ante los grandes escándalos de corrupción de altas esferas gubernamentales.

Por otra parte la derecha tradicional que hoy se re-agrupa en los ‘colectivos ciudadanos’ y las siglas caducas que han logrado mantener gracias a la nueva Ley de Organizaciones Políticas, busca volver a ejercer el control sobre el aparato estatal con un falso discurso de ‘democracia’. Son los mismos grupos racistas y reaccionarios que gobernaron mediante la partidocracia y buscaron dividir la Patria (media luna).

Los comunistas bolivianos nos vemos obligados a pronunciarnos ante esta coyuntura, llamando al pueblo y a la juventud organizarnos para hacer prevalecer la democracia conquistada en las calles, y defender voluntad popular expresada en el referéndum del 21 de febrero de 2016, haciendo frente a esta tendencia autoritaria y represiva del gobierno populista.

Llamamos a construir una alternativa patriótica y popular, que levante las banderas de la Agenda de Octubre (2003), que reivindique nuestra soberanía nacional frente al imperialismo (tanto de EEUU-Europa como del bloque China-Rusia) para quebrar con la dependencia y el atraso avanzando hacia un nuevo modelo económico, que conquiste una democracia popular con verdadero protagonismo en la toma de decisiones, que invierta en educación, salud y vivienda.

¡¡Pueblos de Bolivia al combate… contra la farsa masista, por la democracia popular y la revolución socialista!!

La Paz, 5 de diciembre de 2018

Secretariado del Buró Político

Partido Comunista Revolucionario (PCR)

¡Vivan los 90 años del PCP(m-l)!

Hoy los mejores hijos de la clase trabajadora nos encontramos de aniversario. El 07 de octubre de 1928 el Amauta José Carlos Mariátegui y los primeros comunistas del Perú le dieron a la clase obrera su factor subjetivo más importante, su propio partido político: su Partido Comunista Peruano (marxista – leninista).

Desde esa fecha en adelante nuestro accionar se ha desenvuelto a lo largo y ancho del país dando claridad a la lucha de la clase trabajadora. Nuestras filas se han nutrido de los hijos más claros de la clase obrera y los hijos más resueltos del campesinado; junto al pueblo trabajador, en el marco del sistema capitalista, hemos conseguido sus conquistas más sentidas; por lo que nuestras filas se han nutrido también de los intelectuales que han logrado ver más lejos, de los que han asumido por convicción la militancia revolucionaria para luchar por conquistar el poder político del Estado para instaurar la democracia proletaria y construir el Socialismo.

La situación actual del país nos pone un nuevo reto a los comunistas: “dar una orientación más calificada a la indignación popular para afirmarla en el camino de la lucha por el Socialismo Científico”, no hay otra salida posible para cambiar el actual orden de cosas que por mucho tiempo ha favorecido a los que trafican con la soberanía nacional, los que viven de la explotación de la clase trabajadora y los que han saqueado todas nuestras riquezas naturales en componenda con el imperialismo. La burguesía y sus lacayos en el gobierno buscan refrescar su dictadura dando y anulando indultos, volviendo a debatir formas más eficientes para legislar a favor de las transnacionales, buscando nuevas formas para ejercer su justicia que siempre ha favorecido a quien puede pagarla y que es usada contra los dirigentes del pueblo trabajador.

Celebrar los 90 años del Partido Comunista Peruano (marxistas – leninista) significa para nosotros la materialización de la resistencia de la clase trabajadora frente a la embestida del enemigo de clase, significa la vigencia real de la tarea histórica de la clase obrera y de que la salida socialista a la crisis por la que atraviesa el país: es posible, necesaria y urgente.
Aceleremos el paso que la victoria será nuestra.

¡Viva el 90 aniversario del PCP(m-l)
¡Viva la unidad y lucha de la clase obrera, el campesinado, la juventud, las mujeres y los pueblos por la Revolución y el Socialismo!
¡Viva el bicentenario de Carlos Marx!
Perú, 07 de octubre de 2018
BP del CC del PCP(m-l)

Declaración del 22 Seminario Internacional Problemas de la Revolución en América Latina

Vigencia del pensamiento revolucionario de Carlos Marx
Son muchas las ocasiones en que los defensores del capitalismo han proclamado la obsolescencia del marxismo y de la posibilidad cierta del triunfo de la revolución social del proletariado. Desde su surgimiento, hace más de siglo y medio, hablan del fracaso del socialismo y –metafóricamente hablando– no se cansan de celebrar sus exequias. Sin embargo, doscientos años después del nacimiento de Carlos Marx, sus ideales recorren el planeta con la misma o mayor fuerza que cuando los comunistas proclamaron su llamado a conquistar un mundo con libertad y equidad.
La genialidad de Carlos Marx y Federico Engels entregó a la humanidad una cosmovisión científica del mundo que permite interpretar y entender todos los fenómenos que se presentan en la sociedad, la naturaleza y el pensamiento. El carácter científico del conocimiento universal tiene como sustento la dialéctica materialista y el desarrollo que las ciencias experimentan demuestran que este método es el correcto.
Los progresos que en la ciencia y la técnica se producen de manera constante los previó Marx como un fenómeno histórico imprescindible en un determinado estadio de desarrollo de la humanidad y éstos tienen un profundo contenido filosófico, pues, es una forma concreta de la relación dialéctica entre la teoría y la práctica, una confirmación que la primera alumbra el accionar de la sociedad.
El marxismo revolucionó la concepción de la historia universal. Donde los estudiosos de la época veían el azar, la casualidad, la voluntad individual convertida en realidad, Marx descubrió leyes objetivas que explican los procesos de desarrollo y decadencia de las sociedades, la temporalidad de las mismas; miró en la lucha de clases y en la acción de las masas la locomotora que arrastra la historia. Puso al descubierto la esencia del capitalismo, sus contradicciones internas y sus manifestaciones, los momentos de su desarrollo y los momentos de crisis, la configuración social que este sistema engendra, la conversión de todo –incluyendo la fuerza de trabajo– en mercancía, el punto nodal de la reproducción del capital: la extracción de plusvalía. La precisión de su análisis lleva a que hoy, en condiciones del desarrollo del capitalismo en su etapa imperialista, inclusive quienes no se identifican con el marxismo busquen en sus escritos la interpretación y respuestas a fenómenos actuales, como la crisis económica del 2008.
Un reducido número de personas y grupos monopólicos concentran las riquezas a nivel mundial, mientras millones de seres humanos no alcanzan a resolver su sustento diario; el carácter social de la producción y la apropiación individual de lo producido se encuentra en la base de este fenómeno. Ningún “modelo” económico de la burguesía y el oportunismo ha podido, ni podrá, solucionar esta secuela del capitalismo. No se puede poner fin a la explotación entre los seres humanos si no es a condición de abolir la propiedad privada sobre los medios de producción, para lo cual, “el primer paso de la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase dominante” para “ir arrancando gradualmente a la burguesía todo el capital”.
Por eso, la revolución social del proletariado tiene un carácter internacional en su contenido, aunque en su forma se desarrolle en cada uno de los países; por ese mismo motivo las luchas de los trabajadores y los pueblos que se desenvuelven en todos los puntos del planeta las asumimos como nuestras y las alentamos con nuestra solidaridad, con nuestro espíritu internacionalista.
El marxismo no ha caducado. Tiene plena vigencia porque en su concepción se plantea por sí mismo su continua actualización conforme a los cambios que se operan en el entorno económico, político y social. Debemos fortalecer nuestros partidos y organizaciones como vanguardias revolucionarias y desplegar mayores esfuerzos para integrar el marxismo leninismo a la realidad concreta en la que desarrollamos nuestra lucha, para dar una respuesta justa a los problemas que la organización de la revolución social del proletariado nos impone.
El marxismo es patrimonio de los trabajadores y los pueblos, tienen en él un instrumento que guía su lucha, en cualquiera de las formas que las circunstancias obligan, para alcanzar la emancipación de la explotación y opresión, para poner fin a todo tipo de dependencia imperialista y dominación colonial. Nosotros lo levantamos en alto con la convicción de su fortaleza científica, de su fuerza revolucionaria.
Contra los vientos que sopla la reacción y el oportunismo, la semilla de Marx se esparce por todo el planeta y el árbol de la revolución florece en la consciencia, en la lucha de los trabajadores, los campesinos, la juventud, las mujeres y los pueblos; cubriremos el mundo con la fraternidad, la solidaridad, la libertad, la equidad social, con las rojas banderas de la revolución proletaria mundial.
Quito, julio de 2018
Partido Comunista Revolucionario de Argentina
Partido Comunista Revolucionario – Brasil
Unión de la Juventud Rebelión – Brasil
Unidad Popular – Brasil
Partido Comunista de Colombia (marxista­–leninista)
Partido del Trabajo Estadounidense
Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador
Juventud Revolucionaria del Ecuador
Frente Popular – Ecuador
Unidad Popular – Ecuador
Unión General de Trabajadores del Ecuador
Mujeres por el Cambio – Ecuador
Coordinadora Sindical Salvadoreña
Consejo Nacional de los Comités Populares de Martinica
Partido Comunista de México (marxista–leninista)
Frente Popular Revolucionario – México
Unión de la Juventud Revolucionaria de México
Partido Comunista Peruano (marxista-leninista)
Partido Socialista Revolucionario de Perú
Comité de Unificación de los Comunistas Marxista Leninistas del Perú
Movimiento 26 de Abril – Puerto Rico
Movimiento Obrero Juvenil los Pitirres – Puerto Rico
Organización Comunista Revolucionaria de Uruguay
Partido Comunista del Trabajo de República Dominicana
Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela
Partido Comunista Revolucionario – Bolivia
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