Se cumple el centenario de la victoriosa Revolución Proletaria de Octubre, que corona la primera experiencia de construcción del Estado de Dictadura del Proletariado, como la forma más avanzada del ejercicio de la democracia, donde el pueblo trabajador ejerce su fuerza organizada de clase para vencer la resistencia de las clases explotadoras y para abolir la propiedad privada burguesa sobre los medios de producción, sin la cual es imposible la construcción del Socialismo y el paso al Comunismo científico.
Los marxista-leninistas ubicamos en la clase obrera, a la clase que por su posición dentro del proceso de producción capitalista y por su condición en éste sistema social, puede y debe ser la clase de vanguardia en la lucha para enterrar este sistema y acabar con la división de la sociedad en clases sociales.
Para asegurar su victoria, la clase obrera, debe unificar entorno a su objetivo de transformación social las aspiraciones de otras clases y capas oprimidas por el capitalismo. Es decir, que necesita de fuerzas aliadas que luchen por mejorar sus condiciones materiales de existencia, que entiendan que hay un enemigo en común por derrocar, para superar el decadente estado de cosas que los sume en la explotación y miseria, una de las clases aliadas de la clase obrera en la Rusia zarista fue el campesinado, que era el sector mayoritario de la población rusa.
Es en la Revolución de Octubre y otras revoluciones proletarias triunfantes, donde se constata como la unidad para la lucha conjunta de clase obrera y el campesinado medio y pobre, construyen una alianza estratégica para derrocar a las clases explotadoras y luego consolidan esa alianza, con la dirección de la clase obrera y su Partido, para la construcción de un sistema económico social donde las aspiraciones materiales y culturales se van concretando al compás de la reorganización del trabajo, de la planificación centralizada, diversificación de la economía, del impulso del desarrollo de las fuerzas productivas y la técnica, teniendo como prioritarios el mejoramiento constante de las condiciones materiales y culturales del pueblo trabajador; es decir, en el proceso de la construcción de la sociedad Socialista.
LA SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA Y EL CAMPESINADO RUSO, ANTES DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE.
Los artículos publicados por Lenin muestran que la situación de la clase obrera rusa, era insostenible, pesaba sobre ella la explotación de la industria capitalista y la opresión del zarismo que impedía de manera violenta su organización gremial y política; a través de la Ojrana, el zarismo reprimía cualquier forma de organización que busque hasta las reivindicaciones económicas más básicas.
El partido bolchevique en sus distintas etapas de construcción tuvo como eje central de su política el problema del poder, la organización y realización de la revolución. Motivo por el cual centro su accionar en la agitación, propaganda, organización y educación de la clase obrera en base a su propia experiencia de lucha, para que dé un salto cualitativo y pase de su condición de clase en sí a clase para sí, con objetivos políticos. Además, el partido bolchevique dirigió su accionar a despertar la consciencia de los sectores explotados, oprimidos y empobrecidos que asistían a la lucha por arrancar conquistas políticas y económicas al zarismo. La lucha por el derrocamiento del Zar junto a toda su estela aristocrática y capitalista, se puso a la orden del día.
Es en este sentido que el Partido bolchevique planteó un programa para solucionar el problema del campesinado, inmerso en la explotación feudal que subsistía en el campo, el carácter atrasado del nivel cultural y que estaba sumido en la pauperización por la especulación de los comerciantes intermediarios que imponían precios muy bajos de adquisición de los productos agrícolas. Es decir, que el campesinado estaba oprimido por las vetustas relaciones sociales del sistema feudal y también por el creciente flujo del desarrollo del mercado capitalista, que arruinaba al campesinado pobre y medio que basaba su economía en la producción individual, a menor escala. Lo que demostraba que aun así el campesinado luche por la conquista parcelizada de la tierra, confiscando a los terratenientes y kulaks, sería un paso adelante, pero que en el marco de las relaciones sociales capitalistas esta no podía asegurar la mejora de sus condiciones materiales.
Frente a esto el Partido Bolchevique plantea la necesidad de organizar al campesinado como aliado de la clase obrera para la realización de la Revolución Socialista, ya que el campesinado tras las experiencias -de la revolución de 1905 en cuya dirección se posicionó el partido de la burguesía liberal y la revolución democrática burguesa de febrero de 1917 en cuyo gobierno provisional estuvieron mencheviques y socialrevolucionarios-, se desengañó de estos partidos de los cuales no obtendrían la tierra y además tras la Revolución de Febrero, Rusia no saldrían de la guerra imperialista.
EL CAMPESINADO POBRE Y MEDIO Y EL CARÁCTER POPULAR DE LA REVOLUCIÓN.
Cuando se habla del campesinado como una categoría en general, se omite un hecho objetivo que es conveniente aclarar siempre, la existencia de clases y capas sociales dentro del campesinado, que tuvieron y tienen un distinto comportamiento de acuerdo a sus intereses y que entre estos sectores también se libra una lucha de clases en el campo.
El campesinado rico, es aquel que ha concentrado grandes extensiones de tierra, posee aperos agrícolas y que además necesita de la fuerza de trabajo adicional que contrata, sin la cual no puede producir sus extensiones de tierra, esta clase en la Rusia de inicios del Siglo XX era conocida como la clase de los “Kulaks” quienes después de la Revolución de Octubre se constituyeron en una fuerza contrarrevolucionaria, que buscaba mantener sus privilegios en el campo; es decir, seguir explotando al campesinado pobre y medio.
El campesinado medio, es aquel que dispone de medios de producción, aperos de labranza pero que al no tener grandes extensiones de tierras no hace uso extensivo de la fuerza de trabajo ajena, sino que utiliza la fuerza de trabajo familiar y de otras formas de cooperación social propias de su entorno. Esta capa social fue la que estuvo en disputa, por las fuerzas de los kulaks y otros reaccionarios, por un lado, y por el otro las fuerzas revolucionarias encabezadas por el Partido Bolchevique que buscaban ganarlos como reserva de la revolución proletaria ya que por su número y dinamicidad podían inclinar la balanza política en la disputa del poder y en la guerra civil desata por la intervención de la potencias imperialistas, y además debido a su producción individual, que es germen del desarrollo de la producción capitalista se le debía alentar a desarrollar la economía cooperativa – koljosiana, para la construcción del Socialismo.
El campesinado pobre, es aquel que no posee a veces las tierras suficientes hasta para su propia subsistencia, motivo por el cual se ve obligado a vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir, en periodos donde su situación es insostenible o no encuentra ocupación en el campo migra a las ciudades para vender su fuerza de trabajo, constituyéndose en ellas como parte del proletariado o semiproletariado. Esta capa por su condición es la aliada más inmediata de la clase obrera en sus tareas políticas y por su posición en el campo es el sector más consecuente al desarrollar la lucha de clases.
De esta caracterización se entiende cómo fue y cómo es el comportamiento del campesinado, la táctica de los bolcheviques consistió en atraer a los campesinos pobres y medios para que abracen el camino de la Revolución Socialista y el de la producción koljosiana; este elemento inicial nutre el carácter popular de la Revolución.
EL CAMPESINADO, LA DICTADURA DEL PROLETARIADO Y LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO.
Tras la Revolución de Octubre, el problema de la agricultura y el campesinado fue uno de los puntos del programa más difíciles a resolver, dado que la construcción del Socialismo requiere de una base material que asegure la industrialización del país y también de la transformación socialista de la agricultura, ramas que se solo se unifican en base a la propiedad socialista sobre los medios de producción y del trabajo colectivo; para lo cual el campesinado fue estimulado a encaminarse a la producción cooperativa, siendo masiva su adherencia cuando constató la superioridad de la producción cooperativa con respecto a la producción individual. El campesinado se integró al régimen cooperativo con sus instrumentos de producción, su fuerza de trabajo y sus tierras; y el Estado de dictadura del Proletariado aportó a esta organización maquinarias, con el desarrollo de la técnica y todo lo necesario para que la producción agropecuaria se desarrolle por el camino de la cooperación. Al respecto al c. Stalin señalaba.
“Bajo el régimen antiguo, los campesinos trabajaban con los viejos métodos de sus abuelos y con las viejas herramientas de trabajo, trabajan para los terratenientes y capitalistas, para los kulaks y especuladores, trabajaban sin lograr matar nunca el hambre y enriqueciendo a otros. Bajo el nuevo régimen, bajo el régimen koljosiano, los campesinos trabajan unidos, colectivamente, en artel, trabajan con ayuda de nuevos instrumentos, de tractores y de máquinas agrícolas, trabajan para ellos mismo y sus koljoses, viven sin capitalistas ni terratenientes, sin kulaks ni especuladores, trabajan para mejorar de día a día su situación material y cultural”
El campesinado organizado y consciente como clase aliada de la clase obrera se integra al ejercicio de la Dictadura Revolucionaria del Proletariado, como “una forma especial de alianza de clase entre el proletariado, vanguardia de los trabajadores, y las numerosas capas trabajadoras no proletarias o la mayoría de ellas, alianza dirigida contra el capital, alianza cuyo objetivo es el derrocamiento completo del capital, el aplastamiento completo de la resistencia de la burguesía y de sus tentativas de restauración, alianza cuyo objetivo es la instauración y consolidación definitiva del socialismo”.
¡A FORJAR LA ALIANZA OBRERO CAMPESINA EN EL PERÚ!
De la experiencia que emana de la Revolución y la construcción del Socialismo en la URSS, debemos tomar lección entorno a la definición consecuente de los bolcheviques con respecto al problema del poder y la organización de las fuerzas aliadas del proletariado para la conquista y sostenimiento de la nueva sociedad.
En el Perú la concentración de la población campesina – rural, mayoritaria hasta fines de los años 70, ha variado en las últimas décadas, existe una disminución del porcentaje de la población económicamente activa en estas zonas.
La distribución por lugar de residencia de la PEA muestra que en la zona urbana se concentran una población de 11”549,006 personas y en la zona rural 3”991,009 personas. Sobre la población en general al 2015 la concentración de población en las zonas urbanas alcanza el 76,7% con 23”893,654 habitantes y la población rural 23,3% con una población de 7”257,9897. De este total el departamento de Lima es el que presenta la mayor concentración poblacional del país con 9”835,000 habitantes, que representa el 32% de la población total del país, donde además se concentra la mayor cantidad de población empleada.
La concentración de la población ha variado con mayor celeridad en las últimas 3 décadas: por el desplazamiento forzoso a los que fue sometido el campesinado por la acción paramilitar del terrorismo senderista y el terrorismo estatal desatado por Fujimori, por el arrebato de sus medios de producción para la entrega a las transnacionales mineras, gasíferas, petroleras, hidroeléctricas y madereras; por el abandono del campo por parte del Estado que hace insostenible la supervivencia del campesinado en sus lugares de origen, quienes empujados por la necesidad migran a las ciudades a vender su fuerza de trabajo. Todos estos fenómenos han sido analizados en nuestra VII Conferencia Nacional que ha caracterizado a la sociedad peruana de la siguiente manera:
“La caracterización a la que arribamos tras los últimos estudios de la sociedad peruana es la de un capitalismo atrasado, dependiente del imperialismo en el marco del neocolonialismo; es decir, en el marco de la existencia de un mundo multipolar, donde las potencias imperialistas china, rusa vienen disputando los mercados, materias primas y zonas de influencia de manera más encarnizada, pero donde aún la hegemonía la mantiene el imperialismo norteamericano”.
Y más adelante señala:
“Tenemos una sociedad de capitalismo atrasado, deformado por la dominación imperialista, por lo que las tareas de desarrollo de las fuerzas productivas y la industrialización del país recaen en las tareas democráticas de alianza obrero-campesina en el Poder, la burguesía está incapacitada para ello”
De acuerdo a estas tesis, el Partido ha señalado las tareas inmediatas para el frente campesino, donde se hace un llamado a la militancia para organizar al campesinado entorno al objetivo de constituirlo en reserva de la Revolución Democrática Popular y Socialista, apoyando sus luchas reivindicativas que en el actual contexto coinciden con las luchas contra la dominación imperialista, por su confrontación directa con las transnacionales y las políticas del gobierno que apuntalan la dependencia del país.
En estos últimos años el campesinado peruano ha mostrado un alto grado de combatividad, principalmente el campesinado pobre y medio, en la defensa de la producción nacional, la soberanía alimentaria, el medio ambiente, el agua, sus tierras y territorios comunales que buscan ser arrebatados por la embestida de las transnacionales y la complicidad del Estado, que se coluden para profundizar el extractivismo minero, gasífero y petrolero, buscando barrer toda forma organizada que se ubique en cercanías a las fuentes de materias primas.
El campesinado pobre y medio resiste y constata en base a su propia experiencia que el campesinado con grandes posesiones de tierras, el campesinado rico, es una fuerza aliada de las trasnacionales y la reacción, es compatible con los planes de destrucción del territorio comunal, pues participa también del acaparamiento de tierras y la destrucción de cualquier forma de cooperación dado que prioriza en gran medida su interés individual. El campesinado en lucha constata también que es en la clase obrera, la juventud, los pueblos y trabajadores en general son fuerzas con las que puede contar como apoyo para la defensa de sus intereses.
En este sentido el Partido ha llamado a la militancia a redoblar los esfuerzos a fin de forjar la alianza obrero-campesina, dotarla de una correcta orientación Partidaria para que se constituya en la fuerza motriz de la Revolución Democrática Popular y Socialista en el Perú.
¡Viva el centenario de la Revolución Socialista de Octubre!
¡Viva la alianza obrero campesina por la Revolución y el Socialismo!
¡Viva la VII Conferencia Nacional del PCP (m-l)!
Abril de 2017