¡Viva el Paro Nacional Agrario del 09, 10 y 11 de Enero de 2018!

El movimiento campesino viene desarrollando de manera exitosa la jornada nacional de lucha por la defensa de la producción agraria. Con un paro total en las principales regiones del Sur del país como: Huánuco, Ayacucho, Huancavelica, Junín, Cusco, Apurímac y otras. En el caso específico de esta jornada se levantan las banderas de la defensa de la producción de la papa, cuyos productores sufren las consecuencia del abandono por parte del Estado que no ha establecido políticas de desarrollo de la producción agropecuaria nacional sino que por el contrario ha desarrollado una política de destrucción del agro y de afianzamiento del sector extractivista minero que con su contaminación destruye zonas de producción agraria y de pastoreo. Vienen siendo afectados también por la caída de precios de sus productos, al existir en el país una sobre oferta de papa precocida (pre-frita) que es importada desde Europa, Asia y Norteamérica por los grandes centros comerciales y cadenas de restaurantes que han venido destruyendo y sustituyendo a los mercados locales donde se hacía la venta de los productos agropecuarios nacionales de manera directa, todo esto como resultado de la eliminación de barreras arancelarias que protegían al sector agropecuario después de la firma de los Tratados de Libre Comercio (TLC´s). Otro punto a tomar en consideración que ha llevado al campesinado a tomar esta justa medida de protesta es que la caída de precios generadas por esta sobre oferta hace imposible el pago de los prestamos adquiridos y los intereses abusivos que cobran los bancos por lo que en muchos casos se ha dejado abandonada la producción de papa y se corre el riesgo de la pérdida de las zonas de producción que han sido garantía de los préstamos, pues los costos de mantenimiento, cosecha y traslado no se pueden recuperar al venderse los productos finales.

Nos solidarizamos con la plataforma de lucha que reivindica el movimiento campesino. Exigen:

1.- Declaración en Estado de emergencia la producción de papa y el sector agrario a nivel nacional. 

2.- Condonación las deudas y reducir los intereses bancarios, indemnizar y subsidiar a los agricultores por pérdidas en las cosechas de papa y otros productos. Ampliar la cobertura del Seguro Agrario para la papa y demás productos nativos.

3.- Impedir la invasión económica de países extranjeros de Europa, China y Estados Unidos con sus papas pre-fritas y otros productos que perjudican la producción nacional. Exigimos la anulación de las leyes y los Tratados de Libre Comercio (TLC) y otras normas anti campesinas.

4.- Exigimos la compra a precio justo de la papa y otros productos nativos, a través de los Programas Sociales y otros fondos del Estado, así como asegurar mercados a través de convenios con instituciones privadas y públicas.

5.- Exigimos inversión de más presupuesto público para proyectos productivos, asistencia técnica, semillas mejoradas, diversificación productiva, abono orgánico, tecnología, canales de riego y reservorios de agua, riego tecnificado, reforestación, centros de acopio, análisis de suelo, asociatividad y cooperativismo, dentro de un Plan de Desarrollo Agrario Nacional.

6.- Exigimos promover la industrialización o procesamiento de nuestra papa y otros productos nativos a través de empresas nacionales y fondos estatales que le compren a los agricultores peruanos y no al extranjero.

7.- Fiscalizar y controlar la comercialización de los agroquímicos e incentivar la producción orgánica o ecológica.

¡Por la Defensa de la Producción Nacional Agropecuaria!

¡Abajo los TLC antiagrarios!

¡Abajo la política neoliberal extractivista y vende patria!

¡Viva la justa lucha de los productores agropecuarios peruanos!

09 de enero de 2018

¡Viva el bravo movimiento del pueblo de Irán!

La revolución es la partera de toda vieja sociedad que se encuentra preñada de una nueva. El gran movimiento de masas en Irán que entra en su quinto día es una expresión del rechazo a toda la mafia criminal en el poder; un poder que no rinde cuentas al pueblo y que trata de exprimir la vida de las masas golpeadas por la pobreza.

Este es un movimiento del sentido común contra la ignorancia, un movimiento contra la pobreza, el desempleo, la corrupción, la multimillonaria malversación de dólares por parte de los funcionarios, contra el saqueo de los escasos ahorros de los millones de trabajadores y la represión política. Este es el grito de ira de millones de personas que han esperado pacientemente durante años y ahora desafían al régimen de la República Islámica y están sacudiendo su base.

El reciente levantamiento es expresión de la ira e insatisfacción acumuladas por las masas debido a las políticas económicas neoliberales del régimen. Esta ira se ha acumulado durante las últimas décadas.

El régimen de la República Islámica ha intensificado la aplicación de los dictados de la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En consecuencia, la condición económica de las masas ha disminuido rápidamente, el nivel de pobreza ha aumentado, la inflación se ha disparado, el costo de la vida ha aumentado fuertemente, el poder adquisitivo de la población general ha disminuido, el precio del agua, la gasolina, la electricidad y combustibles ha aumentado.

En los últimos años, especialmente en 2017, hubo muchas huelgas, manifestaciones y protestas de diferentes sectores de la sociedad: trabajadores, maestros, jubilados, desempleados, enfermeras, miles de personas víctimas directas del saqueo de sus ahorros bancarios, etc. Se espera que se desarrolle una protesta general en respuesta a estos problemas.

A esto se agrega la intensificación de la lucha interna entre las facciones del régimen de la República Islámica. Los manifestantes han utilizado esta lucha en su propio servicio y han atacado a todas las facciones del régimen de la República Islámica.

Todos los sectores sociales y políticos de la sociedad están participando en estas protestas, desde comunistas hasta revolucionarios, desde masas ordinarias hasta fuerzas organizadas, desde monárquicos hasta Mojahedeen reaccionarios y proimperialistas y hasta agentes individuales de sionistas e imperialistas. Este levantamiento es espontáneo, principalmente protagonizado por los jóvenes, en este momento carece de un liderazgo organizado. A pesar de todas las deficiencias, este levantamiento es una expresión genuina del descontento de la población en general a causa de las cuatro décadas de gobierno criminal de la República Islámica. El movimiento de protesta comenzó con demandas económicas y avanza hacia cuestiones políticas.

El Partido del Trabajo de Irán (Toufan) elogia el movimiento justo y valiente del pueblo iraní contra la República Islámica que ha gobernado durante casi cinco años utilizando la represión y la violencia extrema. Insistimos en la unidad de las masas y en una postura clara y aguda contra las potencias imperialistas agresivas y sus agentes que intentan descarrilar el movimiento.

Todavía no hay señales de un aumento en el número de trabajadores en las calles. Una huelga general obligará al régimen a retirarse y brindará la oportunidad a los manifestantes callejeros de seguir protestando a un costo menor. El desequilibrio de fuerzas entre las clases, la falta de organización política y liderazgo, así como el agotamiento de los manifestantes callejeros no producirán una condición a favor del movimiento.

En el Medio Oriente, los imperialistas de EE. UU. y los sionistas israelíes intentan penetrar cualquier movimiento contra los regímenes que no se doblegan a sus dictados. Esto es particularmente cierto respecto de Irán. La presencia de agentes y lacayos de los imperialistas estadounidenses y de los sionistas israelíes en un movimiento no necesariamente expresa la naturaleza del movimiento. En el actual levantamiento en Irán, el papel de estos agentes no es dominante. Este es un movimiento espontáneo de abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo. Al mismo tiempo, los comunistas, la izquierda y las fuerzas progresistas deben estar muy atentas y analizar los lemas y las posiciones erróneas que se expresan en las marchas y exponer su naturaleza de ellas a las masas.

Si las demandas “pan, trabajo, vivienda, libertad, justicia social y la república” se expresan más claramente, si las consignas en apoyo del viejo orden derrocado -la monarquía hereditaria- y los lemas que comprometen con la facción del régimen son rechazadas de las filas del movimiento, entonces se puede esperar, con el surgimiento de las fuerzas revolucionarias en particular los marxistas-leninistas que son los verdaderos representantes de las demandas sociales más radicales y que se oponen firmemente a las intervenciones imperialistas, que el movimiento logre sus metas.

El Partido del Trabajo de Irán llama a las masas que se encuentran en las calles a permanecer atentos y evitar la violencia prematura. Los agentes de los imperialistas y los sionistas y sus círculos no valoran la vida humana. Solo buscan su interés. Cada llamado a las masas debe ser cuidadosamente examinado y su fuente debe ser investigada.

El derecho para formar gremios independientes, el derecho al empleo y la vivienda y el seguro de desempleo, la libertad de asociación y reunión, la separación de la religión del Estado y la educación, la abolición de la segregación de género y los velos obligatorios y el código de vestimenta, y la libertad de todos los presos políticos son parte de las demandas de los manifestantes de la calle. El Partido del Trabajo de Irán da su apoyo total a estas demandas y cree que ninguna facción del régimen islámico tiene la voluntad de cumplir con estas demandas justas y populares de las masas.

El Partido del Trabajo de Irán (Toufan) condena enérgicamente los brutales asesinatos de los manifestantes y hace un llamamiento a los partidos y organizaciones hermanos en la “Conferencia Internacional de los Partidos y Organismos Leninistas Marxistas” y a las fuerzas  y personas revolucionarias y progresistas para condenar al régimen de la República Islámica de Irán por sus crímenes y exigir la liberación inmediata e incondicional de todos los manifestantes callejeros detenidos.

¡La solución para los trabajadores y los trabajadores es la unidad y la organización!

Partido del Trabajo de Irán (Toufan)

 

CIPOML: Situación Internacional (2016-2017)

1 – La economía mundial capitalista y su curso de desarrollo

La caída del crecimiento en la economía mundial capitalista; fluctuaciones y desarrollo desigual en términos de relaciones entre sectores y países; y los factores que estimulan su imprevisibilidad fueron destacados por CIPOML en los últimos materiales sobre la situación internacional. La producción crece más rápido que los mercados globales capitalistas, aunque todavía no está a nivel para desencadenar una nueva crisis, ha causado una fuerte caída en la producción acumulada, lo que lleva la tasa global de producción industrial a un 3,3% en 2014. Esta tasa se redujo casi a la mitad hasta el 1,7% en 2015. En 2016, a pesar de muchas intervenciones que empeoraron los problemas y pospusieron sus consecuencias hasta los años siguientes, la producción industrial aumentó globalmente solo 1,9 %; gracias principalmente por los aumentos en el último trimestre. La mayoría de los datos actuales muestran que el aumento del crecimiento de las tasas observado hacia fines del año pasado continúa de manera desigual e irregular en la primera mitad de este año.

La tasa de crecimiento para el mercado global capitalista y el volumen de comercio también cayó en años anteriores; mostrando un desarrollo desigual e inconsistente que cayó por debajo de la tasa de crecimiento de la producción industrial global. En 2014, el volumen global de comercio había crecido a una tasa (2,7%) inferior a la de la producción industrial; Al año siguiente fue levemente inferior al 2,1%. En 2016, a pesar del aumento en el último trimestre, el crecimiento del volumen global de comercio volvió a estar por debajo de la producción industrial y cayó al 1,4%. En los primeros dos trimestres de 2017, la tasa de crecimiento del volumen global de comercio fue inferior a la del último trimestre de 2016 y continúa disminuyendo.

Una crisis de sobreproducción agropecuaria no se materializó, pero persisten el hambre y la pobreza; mientras que se destruye un gran volumen de productos alimenticios y aumentan las reservas de algunos productos agrícolas. Al no tener en cuenta el impacto de factores estacionales y otros factores naturales, la producción agrícola también está atravesando un período de fluctuación. El crecimiento del mercado no coincide con la producción, una característica principal del desarrollo capitalista y la base de la crisis, o más precisamente; la mayor tasa de crecimiento de la producción en comparación con el mercado, condujo a aumentos de existencia en muchos sectores y las fluctuaciones en los precios de las materias primas (el ejemplo más evidente de esto es la gasolina). Esto sucedió a pesar de los esfuerzos de los monopolios para evitar las caídas de precios.

Como antes, el desarrollo desigual entre los países y los cambios subsiguientes en los equilibrios de poder entre los países capitalistas persistieron el año pasado. Esto es más evidente, especialmente cuando se examina el crecimiento de la tasa de crecimiento industrial.

En los Estados Unidos, la mayor economía mundial, la producción industrial en 2014 creció en línea con la producción industrial mundial (3.1%), pero comenzó a quedarse atrás hacia fines de año; cayó en 0.7 y 1.2% respectivamente en 2015 y 2016. A pesar de la caída en el crecimiento agregado, la producción industrial de EE. UU. se recuperó hacia fines de 2016 y continuó creciendo en el primer semestre de 2017.

Al alcanzar el 8,3% en 2014, la tasa de crecimiento de la producción industrial china cayó a entre 6 y 7%, a pesar de las intervenciones e incentivos estatales, el crecimiento para el primer semestre de 2017 continuó dentro de este rango. A pesar de la caída en comparación con años anteriores, China exhibe una tasa de crecimiento más alta y más consistente, en comparación con los países desarrollados capitalistas de antaño, y continúa siendo una de las economías mundiales de más rápido crecimiento. Por ejemplo, China superó a los EE. UU. en 2016 en términos de producción industrial (Esto no cambia el hecho de que EE. UU. Sigue siendo la economía global más grande, pero da una idea del rumbo del desarrollo).

En Japón, la tercera economía más grande del mundo, la tasa de crecimiento en 2014 fue del 1,9% y se redujo consecutivamente, primero al 1,3% y luego al 0,4%. La cruda realidad para Japón es que la recuperación de la producción industrial de 2009 no se pudo sostener, después de 2010, el crecimiento industrial se estancó y disminuyó. La producción industrial japonesa, que no llega a alcanzar los máximos de la crisis anterior a 2008, todavía está a un nivel inferior al de 2010.

Alemania, la cuarta economía más grande del mundo, con el mayor superávit de exportación mundial después de China, logró una pequeña tasa de crecimiento en los últimos años. Con el efecto adicional de crecimiento en Alemania, el crecimiento en la Eurozona en 2014 fue de 0.8%, seguido de tasas sucesivas 2.1% y 1.5%. El crecimiento continúa aumentando este año, pero es extremadamente desigual e incoherente en el resto de la Eurozona.

Brasil e India son otros ejemplos de desarrollo desigual. Brasil -que alguna vez se consideró un país ejemplar con un crecimiento y desarrollo rápido- ha visto disminuir su industria, convirtiéndola en un país dependiente de la producción y las ventas de materias primas. La tasa de crecimiento de la India aumentó principalmente debido a los niveles de capital extranjero que ingresaron a su economía. A pesar de una caída en la tasa de crecimiento en 2016, ha sido uno de los países con las mejores tasas de crecimiento industrial y económico. La tasa de crecimiento industrial en India continuó disminuyendo en la primera mitad de año. Otro país con una tasa de crecimiento industrial por encima de la tasa mundial desde 2010, junto con Vietnam, es Turquía.

Al igual que Brasil, México, una de las grandes economías de América del Sur, también registró una caída en su tasa de crecimiento industrial en 2016; el crecimiento negativo continuó en el primer semestre de 2017. A diferencia de las economías de Europa, Asia y África, el crecimiento industrial en los países latinoamericanos comenzó a caer en 2014 hasta niveles inferiores a los de 2010; el crecimiento negativo continuó en 2016; siendo inferior a la de 2010 en marzo y abril de 2017. En contraste, Asia es actualmente el área de más rápido crecimiento en el mundo y su lugar en la economía global se está fortaleciendo día por día.

La sobreproducción y la caída en la tasa de crecimiento global llevaron a una caída en los precios de la gasolina, así como a otras materias primas. La caída del precio de la gasolina afectó las economías de los países que dependen de la producción y venta de gas y petróleo, como Arabia Saudita y Venezuela, así como también Rusia e Irán. Venezuela entró en una crisis de múltiples niveles, con el impacto agregado de las acciones destructivas del imperialismo estadounidense. Arabia Saudita tuvo que tomar medidas de austeridad; La economía de Rusia se contrajo.

La deuda china está aumentando, debido a los intentos de mantener el crecimiento de la economía y cumplir objetivos predeterminados. La relación entre la deuda china y el PIB fue del 148% a fines de 2007, y subió al 237% en el primer trimestre de 2016; ¡esta cifra hoy es del 304%! En términos de composición financiera, base económica y recursos, sus niveles de deuda se acercan a los de Estados Unidos y la Eurozona más fuertes. El aumento del endeudamiento no es exclusivo de China; burbujas similares a las de antes de 2008 también están aumentando en otros países; los saldos financieros sorprendidos por la crisis en 2008 se mantienen en los niveles anteriores a 2008. El aumento de la deuda y su proporción al PIB continuaron aumentando en los últimos años.

Medidas tomadas por la oligarquía financiera para sostener el crecimiento económico; estimular el consumo en un intento de ampliar los mercados, o al menos evitar que se reduzcan, a través del aumento del gasto público, facilitando más préstamos y crédito; medidas fiscales para prevenir el caos y lograr estabilidad financiera; condujo a la reducción de los mercados y la caída de las tasas de crecimiento, intensificando los problemas existentes y amplificando otros, haciéndolos prominentes. Las intervenciones del capitalismo monopolista -que utilizan los mecanismos estatales, al igual que las instituciones financieras- no erradican las leyes subyacentes de la economía capitalista o cambian fundamentalmente su rumbo y dirección; El capitalismo no puede evitar una crisis local y global de variada severidad.

Algunos afirman que se avecina una profunda crisis financiera hacia fines de año o el próximo año; gobernantes de todo el mundo afirman que la economía mundial seguirá creciendo más allá de 2018 y los años sucesivos. Los datos sugieren que el crecimiento inconsistente observado a fines de 2016 y la primera mitad de este año no se mantendrá por mucho tiempo. Las cambiantes relaciones de poder entre los países, especialmente los principales países imperialistas, y la lucha cada vez superior por una mayor porción del mundo, etc., sirven para aumentar estas incoherencias y fluctuaciones. Este período de crecimiento en la sociedad capitalista es uno en el que se están formando los fundamentos de una nueva crisis en todos los sectores.

2- Creciente conflicto entre imperialistas

A pesar del golpe y la reducción de su hegemonía, Estados Unidos sigue muy por delante de sus rivales más cercanos en todos los sectores; sigue siendo la fuerza económica, política y militar mundial más grande. El monopolio estadounidense en muchos campos tecnológicos continúa a pesar del debilitamiento. Además, a pesar de las grandes diferencias entre los EE. UU. Y sus rivales imperialistas más cercanos en cuanto a poder económico y capacidad para la guerra; no existe un consenso económico unido, militar y político contra los Estados Unidos. Pero el desarrollo desigual e inconsistente y la lucha entre los principales países imperialistas, utilizando todas las maniobras e intervenciones disponibles; debilitar a los rivales; explotar a los trabajadores y pueblos; para obtener la mayor parte de la explotación de todos los recursos naturales en diferentes países continúa. El Medio Oriente, el Lejano Oriente de Asia y Ucrania han sido áreas donde estas luchas se intensificaron en los últimos años.

Comenzando con los acontecimientos en Ucrania, la OTAN y las fuerzas armadas de los EE. UU. Se acercan cada vez más a las fronteras rusas; se realizan más ejercicios militares conjuntos; las escaramuzas entre las fuerzas aéreas y navales van en aumento. Después del Medio Oriente, el Lejano Este de Asia sigue siendo el área donde se sienten las tensiones más altas, se observan demostraciones de poder y ejercicios militares y donde la amenaza del conflicto militar es rutinaria. La península de Corea es donde las tensiones están en aumento; La confrontación de los Estados Unidos con Corea del Norte aumenta en línea con su lucha contra Rusia y China para ampliar su influencia y acceso a la zona. La lucha entre China y EE. UU. Y sus aliados para ampliar la influencia y el acceso a la región se están intensificando. Las fronteras chino-india y chino-paquistaní son otras áreas en las que, más allá de los ejercicios militares, los enfrentamientos son habituales y los arsenales de armas se multiplican.

El cambio en el equilibrio de poder debido al desarrollo desigual -que no es un concepto nuevo- y el debilitamiento de su hegemonía entre las fuerzas imperialistas aumentan y exponen la lucha y el conflicto entre los EE. UU., Japón y todos los demás países bajo el paraguas de la OTAN. Sin embargo, estos desarrollos aún no han llevado a un nivel de disolución y confrontación; Estados Unidos está tratando de evitar esto. Enfrentado a la hegemonía e imposición de Estados Unidos, Alemania, detrás de Francia, hizo que sus políticas fueran claras en línea con sus propias elecciones e intereses. Se toman medidas -a pesar de las garantías- para crear una fuerza militar de la UE, que podría ser una alternativa a la OTAN, con capacidad para intervenir internacionalmente. El Reino Unido, tradicionalmente más cercano económicamente y en su posición militar-política; el caballo de Troya y el aliado más cercano de los EE. UU. dentro de la UE se está retirando de la UE.

Estados Unidos está presionando a todos los países de la OTAN, y especialmente a Alemania, para que aumenten sus gastos militares; la mayor parte de tal gasto se destinará a los Estados Unidos y sus monopolios. Además, los recursos movilizados por Alemania y otros países para la expansión económica serán restringidos y utilizados por los monopolios militares de los EE. UU. Estados Unidos intenta sabotear los intentos determinados de Alemania de expandirse y fortalecerse económicamente.

Los principales países imperialistas que imponen la eliminación de todas las barreras a la libre circulación internacional de capitales y bienes -en apoyo y coordinación del Banco Mundial y el FMI- se dividen en dos bandos. Mientras que China, Alemania y Japón, que siempre actuaron con los Estados Unidos y lo hicieron una base fundamental para su política exterior, están en contra de las medidas que limitan la libre circulación de capitales y bienes; Estados Unidos y el Reino Unido defienden claramente las medidas proteccionistas. Estados Unidos no puede hacer que Japón siga la línea como lo hizo en los años 90.

Mientras se estancan las negociaciones transatlánticas con la UE, se cancelan las negociaciones de libre comercio -más precisamente negociaciones para reducir el nivel de restricciones económicas a un mínimo- entre los países asiáticos y los EE. UU. El déficit comercial de los EE. UU. Está aumentando en comparación con Alemania; por un lado, recurre a medidas más proteccionistas; por otro lado, llamando la atención sobre el aumento del superávit comercial de Alemania, exige que Alemania tome medidas para equilibrar su comercio con los EE. UU.; exigiendo un mayor acceso a los mercados de la UE desde Alemania. Está impulsando medidas similares a las que obligó a Japón en la década de los 90.

Con la administración de Trump, EE. UU. Está siguiendo una línea política más hostil, inconsistente y cruda. Esto hace que las relaciones y los conflictos entre EE. UU. Y sus aliados, y dentro de los círculos administrativos en los EE. UU. Sean más complicados. Parece que Trump y sus tácticas y prioridades globales expondrán y aumentarán el conflicto entre los fondos de los EE. UU., Las instituciones administrativas y sus aliados. Desde su elección, los grupos opositores mantuvieron la eliminación de Trump como un problema actual, las personas de sus círculos más cercanos se convirtieron en objeto de investigaciones. El número de los que se eliminan de los puestos o se ven obligados a renunciar aumenta.

China, con el mayor superávit de exportaciones y el mayor crecimiento de los principales países imperialistas, trata, por un lado, de cerrar la brecha tecnológica con sus rivales renovando la base tecnológica de su economía; y, por otro, aumentar su demanda de materias primas e inversión internacional, tratando de aumentar su influencia y acceso en los mercados globales. Está utilizando todos los métodos para tomar el control de las fuentes de energía, las rutas de transporte, la materia prima y los mercados financieros de los países con acumulación de capital limitada; donde los márgenes de ganancia son altos pero el costo de la tierra y el trabajo es barato. China, además de penetrar en los EE. UU. Y otros países imperialistas desarrollados y sus dominios de influencia, está obteniendo acceso a áreas bajo la influencia de Rusia y otros países; prepararse para luchas más grandes y más decisivas. Mientras desarrolla y moderniza sus fuerzas militares y su capacidad para la guerra, China sigue una política de expansión económica como Alemania; evitando las intervenciones militares tanto como sea posible, pero sin miedo a mostrar su fuerza militar cuando sea necesario. Renovar el marco tecnológico de su industria militar, China está aumentando rápidamente la inversión en su ejército.

Además de las medidas proteccionistas, los embargos y sanciones de EE. UU. también aumentaron y se endurecieron en el último año. Países como Irán, Rusia y Corea del Norte fueron atacados, aquellos que no se rindieron a sus imposiciones y se negaron a estar sujetos a las fronteras implícitas. Las razones varían desde apoyar terror, armamento nuclear, violaciones de tratados internacionales, amenazar la paz y seguridad global, etc. Alemania y la UE, aunque no protestaron abiertamente e incluso se coaligaron con estas sanciones y embargos en el pasado, cambiaron su postura recientemente. Las sanciones y los embargos tienen como objetivo evitar el desarrollo de relaciones comerciales no solo entre estos países sino también con terceros; tienen como objetivo prevenir especialmente a China y Alemania, con recursos energéticos insuficientes, resolver este problema fuera de la influencia y el control de los EE. UU., así como evitar el desarrollo de relaciones económicas y alianzas a través de esto. Alemania no se detiene en el desarrollo de enfoques alternativos como se ve en los casos de Siria y Qatar.

La importancia de África está aumentando junto con América Latina; con sus valiosos depósitos de uranio y cobalto estratégicamente importantes, otros recursos naturales ricos, tierra barata y mano de obra. Su población en rápido crecimiento hace que África sea un mercado atractivo para los monopolios capitalistas y un escenario de intensa competencia y lucha entre todos los países imperialistas, especialmente EE. UU., China y Francia, adoptando diversas formas, incluyendo golpes militares, conductas incorrectas electorales, “limpieza étnica”, guerras religiosas, masacres, embargos económico-militares, chantajes y destrucción ambiental, etc. El hecho de que esta lucha frontal de los imperialistas y sus colaboradores por la hegemonía en África se desarrolle en todas sus formas (militar, económica, social y cultural), hace que la lucha popular contra el saqueo y la violencia imperialista sea inevitable. Por lo tanto, no será una sorpresa ver el estallido de nuevas revueltas populares en diferentes partes de África contra el imperialismo y sus colaboradores.

Una consecuencia evitable de las intensas luchas imperialistas por mayores proporciones es el aumento del gasto en armas y guerra. El aumento de las tensiones y los conflictos mundiales genera un mayor gasto militar. Los países imperialistas se arman a sí mismos y a sus aliados para obtener la mayor parte de los recursos mundiales, para intimidar y aplastar a sus rivales. Por primera vez desde 2011, la “inversión en armas” en todo el mundo aumentó un 0,4% hasta 1 billón de 686 mil millones de dólares en 2016. Más interesante aún, el aumento fue del 1,7% en los EE. UU., Del 5,4% en China y del 5,99 % En Rusia; hasta 611, 215 y 69.2 mil millones de dólares respectivamente. Las restricciones impuestas a Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial se eliminan gradualmente y en el caso de Japón, como parte también del plan para rodear a China, la inversión militar se está acelerando con el apoyo de los EE. UU.

La industria de armas está bajo el monopolio de ciertos países y es una fuente importante de ganancias. Los países que lideran las exportaciones de armas son los EE. UU., Rusia, China, Francia y Alemania. La participación de estos países en las exportaciones de armas es el 74% del total mundial, y solo los EE. UU. Representan el 33%.

3- La importancia de las fuentes y rutas de energía; intensificando la lucha por una mayor participación en Medio Oriente:

A medida que avanza la industria moderna, aumenta la necesidad de energía en todos los aspectos de nuestras vidas. En la sociedad capitalista, donde la producción y el mercado son con fines de lucro, la producción y la transferencia de energía se convierten en un sector en el que se pueden obtener grandes beneficios; debido a su lugar de rápido crecimiento en la economía y la inversión capitalista. Por esta razón, las fuentes de energía y su transferencia y rutas se vuelven gradualmente más importantes y necesitan supervisión.

A pesar de los desarrollos en el aprovechamiento de la energía nuclear, solar y eólica, la gasolina y el gas natural (incluido el gas de escombro) continúan siendo una de las fuentes de energía más importantes. Ninguno de estos puede reemplazar a la gasolina como la gasolina que reemplazó al carbón. Además, los subproductos de la gasolina son una importante fuente de materias primas para la industria. Por lo tanto, el control de los recursos de petróleo y gas natural, sus rutas de transporte y su transformación en energía son muy importantes para los países y las clases dominantes. La mayoría de los campos de petróleo y gas natural se encuentran en los EE. UU., Venezuela, Noruega, Rusia, así como en Medio Oriente y su continuación histórica y geológica; África del Norte. Además, esta área tiene una gran importancia debido a su posición de riquezas acumuladas de la gasolina, sus mercados cada vez más amplios y su posición geopolítica. Por lo tanto, al igual que otras áreas con ricos yacimientos petrolíferos, Oriente Medio continúa siendo un área donde los países imperialistas y el capital financiero internacional continúan intensificando su lucha por el acceso y la hegemonía. El control de las fuentes y rutas de energía es importante no solo para obtener altas ganancias en este sector, satisfacer y asegurar las necesidades energéticas, etc., sino también para arrinconar a sus rivales, limitando su expansión y controlándolos.

Rusia tuvo que aumentar su presencia militar y se vio obligada a dirigir la intervención militar en la guerra siria en 2015. En una ruta muy importante en Medio Oriente, la perspectiva de que su único aliado sirio se debilite y enfrente el colapso obligó a Rusia a entrar en acción. Con esta intervención, Rusia demostró a los países imperialistas liderados por los EE. UU. Que no abandonará a Siria ni a Oriente Medio, y luchará con uñas y dientes por ello, a diferencia de lo que hizo en Libia. La intervención rusa tuvo un impacto en las relaciones de poder no solo en Siria sino en todo el Medio Oriente; llevando a un realineamiento de fuerzas y una nueva mano de cartas repartidas. Rusia intensificó los intentos de aumentar su influencia en la región, utilizando conflictos dentro de camarillas reaccionarias regionales y sus conflictos con otros países imperialistas. Al tiempo que intensifica los esfuerzos para beneficiarse de las luchas internas entre camarillas en Libia para encontrar un punto de apoyo y ampliar sus oportunidades de lucha, Rusia también mejoró las relaciones con Irán. Tras las tensiones aumentadas después de derribar su avión; Rusia también avanzó para mejorar las relaciones con Turquía, así como con Egipto, Arabia Saudita y Qatar, países de la región de los que Estados Unidos siempre dependió.

Con su creciente necesidad de materias primas y energía, China entró en nuevos tratados, principalmente con Rusia e Irán para cumplir y asegurar su necesidad de energía; le está dando  gran importancia a  expandir su influencia en todas las áreas ricas en petróleo y gas. Por ejemplo, China ha invertido aproximadamente 56 mil millones de dólares  en Pakistán en el marco del proyecto “Corredor Económico de China y Pakistán” (CPEC). China está desarrollando un puerto en Gawadar en la provincia de Baluchistán para conectar el suroeste de Pakistán con Xinjiang en el oeste de China. Por esta conexión con el centro y sur de Asia, China quiere aumentar su perfil tanto en términos de comercio como de influencia política. CPEC comprende una red de 3200 km de carreteras además de los ferrocarriles que eventualmente unirán Gawadar y Karachi con el oeste de China. En la actualidad, China solo tiene un puerto en Shanghái, en el este del país, y la mayoría del país no tiene salida al mar y es el mayor importador de petróleo. También se entiende que antes de comprometerse con la inversión, los chinos obtuvieron garantías no solo del gobierno, sino también del alto mando militar de Pakistán en relación con la situación de seguridad y estamos presenciando que gradualmente la situación de la ley y el orden están mejorando en Pakistán. Esto también indica que cuando está en favor de la burguesía, rápido y con  facilidad controlan la situación para obtener sus propios beneficios y beneficios.

Además de Rusia, las potencias imperialistas, y especialmente los Estados Unidos, se movieron para aumentar las oportunidades y las vías para intervenir en el Medio Oriente; para neutralizar las intervenciones e intentos de Rusia, y para evitar el equilibrio de poder en contra de sí mismo. Estados Unidos estableció nuevas bases militares en Siria; aumento de la presencia militar en la zona, colocando soldados en Iraq y otros países de la región. Las intervenciones militares de los Estados Unidos y sus aliados en la región continúan aumentando. Estados Unidos y Rusia tienen cuidado de evitar la confrontación directa en el área, pero a través de guerras indirectas, usando fuerzas locales con las que apoyan y cooperan, están compartiendo cada centímetro de Siria entre ellos y aumentando su influencia en la región. Siria se convirtió en un escenario donde las potencias imperialistas, y principalmente Rusia y los EE. UU., Se cuadran entre sí y prueban nuevos sistemas de armas.

Mientras las potencias imperialistas intentan aumentar su influencia y alcance en la región, realizando intervenciones directas, las camarillas reaccionarias regionales y las otras camarillas intentan alcanzar sus objetivos, confiando y actuando de acuerdo con las elecciones y planes estratégicos y tácticos de uno de estos principales poderes imperiales. Turquía, bajo la dirección de Erdogan y del AKP, es uno de estos países. Mientras trata de ejercer influencia en la región a través de la nueva retórica otomana, trata de evitar una solución basada en la igualdad de derechos y la autodeterminación para el problema Kurdo con sus políticas reaccionarias y agresivas; arrastrando al país a dificultosos intentos de compartir la región. Por lo tanto, Turquía se convirtió en el factor singularmente incoherente en las luchas internas entre los poderes imperiales en el Medio Oriente y es un candidato para convertirse en uno de los centros donde la lucha se intensificará. El intento de golpe de estado del 15 de julio y el contragolpe que siguió tuvieron lugar con estos acontecimientos en un segundo plano y dieron lugar a resultados que tuvieron un impacto en los acontecimientos posteriores.

Además, en el proceso de redacción de este documento, se produjo un nuevo acontecimiento cuando Israel y Arabia Saudita intentaron abrir un nuevo frente en el Líbano bajo el paraguas de los EE. UU. Parece que Francia, entre los imperialistas europeos, está tratando de obtener una posición especial en este trabajo preparatorio. El objetivo a corto plazo de este posible nuevo frente es debilitar la influencia de Irán en la región y salvaguardar los intereses económicos de Israel, especialmente en el Mediterráneo oriental. Para los EE. UU., el objetivo es crear las condiciones para que las ganancias rusas en Siria se vuelvan relativas. Es obvio que la pesada carga de este posible frente tratará de ser echada sobre los pueblos del Líbano y Palestina.

La intensificación de la división, la profundización de la fragmentación y las contradicciones de las clases dominantes y sus representantes políticos infligen gran sufrimiento y devastación a las masas oprimidas y explotadas, debilitan las fuerzas reaccionarias regionales y sus bases sociales y profundizan sus contradicciones; eso beneficiará a las fuerzas progresistas y democráticas en la región. Esta profundización de la fragmentación y las contradicciones aumentará la oportunidad de la lucha de las clases oprimidas y explotadas, pero también de las naciones oprimidas por la autodeterminación, así como la lucha por la igualdad religiosa y sectaria. La debilidad actual de las fuerzas progresistas y democráticas no neutraliza esta realidad

4- La situación de la clase trabajadora y los pueblos

En el último año, los trabajadores han estado agobiados por las consecuencias de la lucha intensificada por compartir los recursos globales entre los grupos de capital financiero y los principales estados imperialistas. La opresión y la explotación se intensificaron y la inseguridad sobre el futuro entre las masas oprimidas y explotadas aumentó. Las ganancias de los monopolios también han aumentado, mientras que la reacción política, las secciones del fascismo y las corrientes semifascistas se desarrollaron y llevaron a frenar los derechos y las libertades democráticas. Una de las migraciones masivas más grandes en la historia humana continúa; millones enfrentan la muerte, el hambre y la pobreza frente a la guerra. Factores que empujan a la humanidad y la naturaleza a la ruina continúan avanzando.

El año transcurrido desde nuestra última conferencia ha sido uno en el que han progresado los factores que debilitan el sistema capitalista-imperialista y lo arrastran hacia su final inevitable; los sueños falsos difundidos por la oligarquía financiera y la propaganda y la demagogia neoliberales fueron expuestos y debilitados; nuevas actividades, insatisfacción, luchas y organizaciones entre las clases explotadas y oprimidas y los estratos públicos desarrollados.

El desempleo ha aumentado a nivel mundial a más de 200 millones de personas en 2016; los jóvenes componen 71 millones de esta cifra. Según la OIT, el desempleo mundial es del 5,8%, mientras que esta cifra aumenta al 13% entre los jóvenes. El desempleo juvenil en muchos países ha aumentado a más del 20%; es aún más alto en algunos países y continúa aumentando. Si bien los salarios reales han disminuido en muchos países, en otros han sido inferiores a la productividad del trabajo. La relación del trabajo asalariado en los países de ingresos medios y altos está aumentando, pero la relación de los salarios en el PIB ha estado disminuyendo durante 40 años.

El número de personas que viven por debajo del umbral de pobreza; sin acceso a la salud más básica, la alimentación y la provisión educativa siguen aumentando. La brecha entre los propietarios y los que no tienen una propiedad es más amplia. ‘Global Rich List’ es publicado por Bank Credit Suiss cada año; de acuerdo con la lista de 2016, el 10% de las personas más ricas de la tierra posee el 90% de la riqueza; El 0,7% de la población mundial posee el 45,6% de la riqueza.

Los regímenes reaccionarios, dependientes y antidemocráticos siguen gobernando; los derechos y las libertades democráticas se han limitado en Francia e Inglaterra; países vistos como brillantes ejemplos de democracia burguesa. Muchos países aprobaron leyes que retoman el derecho público a reunirse, manifestarse, marchar y atacar. Aumenta la autoridad de la policía y las instituciones militares. Inmunidad de individuos y propiedad personal, el derecho a comunicar ha sido pisoteado. Inglaterra se convirtió en uno de los países que aumentan los poderes de la policía y limitan los derechos de huelga. Las acciones terroristas de grupos reaccionarios como ISIS y Al-Qaida, que persiguen abiertamente la comisión de masacres, han aumentado y se han extendido a los países capitalistas desarrollados.

Como se ve en el ejemplo de Francia, el parlamento quedó sin dientes bajo el estado de emergencia y se cambiaron las leyes laborales; haciendo que el trabajo sea menos seguro En todos los países, avanzados o no, la intensidad del trabajo aumentó mientras las condiciones de trabajo se hicieron más pesadas.

Dirigidos por los neoliberales, los portavoces de la oligarquía financiera organizaron una campaña en la que afirmaban que la eliminación de las barreras frente a la libre circulación de capitales y bienes, la minimización de las intervenciones gubernamentales, el curso de la economía determinado por los mercados, etc. conducirían al final de guerras, armonía universal y un período de bienestar y libertad. Las medidas y políticas neoliberales fueron defendidas y bendecidas, no solo por los partidos y corrientes burgueses liberales y conservadores, sino también por los partidos y corrientes socialdemócratas y los partidos y corrientes revisionistas gastados. La retórica, los programas y las políticas neoliberales condujeron a la difuminación, incluso si no completa, de las diferencias no esenciales entre los partidos burgueses liberales, conservadores y socialdemócratas. A los ojos de las masas, la mayoría de estas partes dejaron de ser alternativas entre sí. En el último año, el neoliberalismo y los partidos y las corrientes que lo respaldan, los empujaron a ellos y partes de las estructuras políticas más altas a predicamentos y crisis.

Sin embargo, a pesar de lo indicado y prometido; las guerras aumentaron, las libertades se restringieron, las condiciones de trabajo y de vida de los oprimidos y los explotados empeoraron. A medida que este período continúa, las masas oprimidas y explotadas comienzan a ver los resultados del discurso y las acciones neoliberales a través de sus propias experiencias; liberarse de la retórica neoliberal, en busca de nuevas alternativas. Esta tendencia lideró desarrollos recientes.

Uno de los principales desarrollos fue en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Grecia, entre otros; oponiéndose a las políticas y ataques neoliberales en diferentes niveles y de diferentes maneras; afirmando ser de izquierda, populista, progresista y socialista, pero sin apuntar a la demolición de la regla de la oligarquía financiera y el capitalismo; algunas corrientes se fortalecieron y se convirtieron en la alternativa a los partidos burgueses tradicionales, e incluso formaron gobiernos en algunos países. A pesar de las marcadas diferencias entre ellos, en todos los países donde formaron un gobierno, estas corrientes decidieron no tomar medidas para satisfacer las demandas inmediatas de la población o movilizar a las masas en una lucha para lograr sus propias demandas; en cambio, como en Ecuador y Grecia, se convirtieron en los ejecutores de estas políticas y ataques neoliberales. O bien, como se vio en Venezuela, no lograron disolver las bases regionales de la hegemonía de la oligarquía imperialista y financiera o la base económica que salvaguardaba esa hegemonía y no tomaban medidas para satisfacer las necesidades inmediatas de su población, lo que debilitaría a la oligarquía; como tales, condujeron al fracaso y la desilusión entre las masas. En todos los casos, el imperialismo y las oligarquías utilizaron la situación para cimentar su hegemonía y organizar la reacción y el fascismo.

Tendencias y facciones que proponen que la política y los programas neoliberales se desarrollen dentro de las ramas de los partidos conservadores, liberales y socialdemócratas. Condujeron a cambios en el liderazgo, como se vio en el Partido Laborista en Inglaterra; y aceleró la disolución y el debilitamiento del partido socialista en Francia. Especialmente en Europa, la socialdemocracia y la izquierda liberal en general han estado en crisis. La práctica de esta corriente ha provocado que amplias masas trabajadoras sean indiferentes a los proyectos que proponen contra el aumento de la pobreza y la inseguridad.

Mientras que, en muchos países, los partidos burgueses tradicionales avanzaron hacia programas más reaccionarios y perdieron el apoyo de las masas; tendencias y corrientes nacionalistas neonazis y chovinistas que muestran características fascistas, están contra los refugiados y difunden la fobia contra el islam, ambos se fortalecen y aumentan su influencia entre las masas. Estos partidos llegaron al poder en Polonia y Hungría, y se convirtieron en partidos de oposición desafiando a los partidos burgueses tradicionales en países como Francia, Austria y Holanda. Un representante de los círculos más reaccionarios y agresivos dentro del imperialismo estadounidense; inicialmente, subestimado y despreciado, el errático Trump se convirtió en el presidente. En Francia, la oligarquía financiera que maneja el país tuvo que idear una alternativa de último minuto a los partidos tradicionales. A pesar de las campañas en sentido contrario, los niveles de participación en las elecciones cayeron en los países vistos como la cuna del liberalismo, el parlamentarismo burgués y la democracia.

Mientras las luchas globales entre las potencias imperiales se agudizaban, la explotación y la opresión aumentaban, la presión sobre las naciones oprimidas se hacía más estricta; el descontento y la tendencia a la lucha también se desarrollaron. En muchos países, estas tendencias se unieron en movimientos de masas. Las clases y estratos oprimidos y explotados en Francia mantuvieron manifestaciones y huelgas durante meses en contra de los cambios planificados en las leyes laborales, dirigidos por la clase trabajadora y los jóvenes. El gobierno que aprobó la nueva ley laboral a pesar del rechazo de la clase trabajadora y la juventud no solo ha aumentado la ira existente sino que también ha fortalecido la tendencia a la radicalización entre los jóvenes.

Las huelgas generales contra los cambios planificados en las leyes laborales, en las que participaron millones de trabajadores, se llevaron a cabo en la India, con demandas de mejores condiciones de vida y de trabajo. La huelga general en Bélgica, las huelgas en algunos sectores en Inglaterra y las huelgas de los mineros en Sudáfrica y Chile fueron luchas obreras notables. Las luchas masivas de agricultores se desarrollaron bajo la presión de los monopolios en Grecia, Francia y otros países. Además de Alto Volta, Túnez y Marruecos, Brasil también vio luchas masivas contra la eliminación de los derechos adquiridos y la construcción de regímenes más reaccionarios. En muchos países, como Dominica, las luchas de masas se desarrollaron contra la corrupción y la agresión de los estados. En Polonia, Italia, Túnez, Turquía y muchos otros países, los ataques dirigidos a restringir los derechos adquiridos fueron detenidos por la resistencia masiva y la lucha de las mujeres. El movimiento de mujeres progresó con un carácter internacional ampliado.

Sin embargo, estas son luchas que no pueden superar de manera independiente los límites del movimiento. El movimiento obrero carece de liderazgo con entendimiento estratégico y táctico o un programa que apunta a la libertad total y final de la clase trabajadora; eso no se confunde con las complicadas condiciones de la lucha de clases. También se lo encuentra deficiente en términos de percepción y organización. Dejando a un lado las excepciones, no se encuentra en una etapa para contrarrestar los ataques nacionales y globales ni para controlar los ataques desenfrenados de la oligarquía financiera. A pesar de los diferentes niveles entre países, la sindicalización se encuentra en un nivel bajo. A pesar de la tendencia creciente y los intentos de sindicalización en muchos países, los trabajadores sindicalizados en todo el mundo representan una minoría de la mano de obra nacional; los sindicatos existentes están dominados principalmente por colaboracionistas y reaccionarios.

A pesar de las debilidades ya mencionadas del trabajo y los movimientos de masas: existen condiciones y oportunidades para la práctica revolucionaria entre las masas explotadas y oprimidas, y especialmente la clase trabajadora; organizar y movilizar a las masas contra la burguesía monopolista gobernante y todas las formas de reacción. Sin embargo, la clase gobernante reaccionaria (o alianza de clases) y todos los agentes de la hegemonía no son indiferentes a estos desarrollos. También movilizan a todos los agentes y herramientas para influir en el impulso y las actividades que se desarrollan entre las masas dentro de las condiciones del período para servir a sus intereses. Las olas de migración, el aumento de los ataques terroristas, la crisis económica y el estancamiento, trasladar la producción a áreas de mano de obra barata y tierras por parte de monopolios en busca del máximo beneficio, etc. .; todos estos son una consecuencia directa de las acciones y elecciones de los estados imperialistas y  de sus aliados. Una campaña es organizar la reacción y el fascismo y distribuirla entre las masas centradas en estas consecuencias. Tenemos que admitir que, en un período en el que la derrota del socialismo continúa y el movimiento obrero y sus partidos son todavía débiles, esta tendencia reaccionaria fundada en el racismo y el nacionalismo se presenta como la llamada solución a la desigualdad y el conflicto social – avanza e influye en los números crecientes entre las masas trabajadoras.

Estos intentos de las corrientes reformistas y colaboradoras, así como de la burguesía -especialmente su sección dirigente de la burguesía y reacción monopólicas-, solo pueden ser desdentadas mediante la acción revolucionaria construida sobre un programa científico y la correcta comprensión estratégica y táctica, que ayudará a las masas a aprender sus propias experiencias. La lucha por demandas inmediatas de las masas; crear plataformas y establecer las alianzas más amplias en torno a estas demandas son componentes vitales de esta acción. Sólo a través de tal acción puede avanzar el creciente descontento y resentimiento hacia la destrucción de la hegemonía del imperialismo y sus fundamentos, lo que está arrastrando a la humanidad y la naturaleza hacia una profunda angustia y destrucción; construyendo una sociedad sin clases y libre que esté libre de explotación, opresión. Esta tarea debe ser llevada a cabo por los partidos revolucionarios de la clase trabajadora, equipados con la teoría del socialismo científico y  comprometidos con la práctica y la lucha apropiadas.

XXIII PLENARIA DE LA CONFERENCIA DE PARTIDOS Y ORGANIZACIONES MARXISTA LENINISTAS, CIPOML.

Noviembre de 2017

Crítica al libro “Aurora de la Revolución Socialista Internacional” de Stefan Engel y a las Posiciones del MLPD ¿Qué hay de la Revolución Internacional?

Introducción

Hace cinco años se publicó el libro de Stefan Engel “Aurora de la revolución socialista internacional”, elaborado por un colectivo de autores del que Engel es su líder. En el libro se expuso las nuevas posiciones que el Partido Marxista Leninista de Alemania (MLPD) tiene respecto de la lucha de clases internacional, que se supone son una actualización y desarrollo de la teoría de Lenin sobre el imperialismo y sus puntos de vista sobre la construcción del Partido Comunista.

Según Stefan, “se ha producido una nueva fase en el desarrollo del imperialismo”. En su opinión, las característica especiales de esta “nueva fase” son “el carácter principalmente internacional” del “modo capitalista de producción” y que éste “se encuentra sujeto a la imposición del capital financiero imperialista, mantenido por aproximadamente 500 de los más grandes supermonopolios internacionales y descansa en el poder de los países imperialista más poderosos…”. (Stefan Engel, Aurora de la revolución socialista internacional, p.9.) [Todas las notas son de la versión inglesa del libro de Stefan – nota del traductor]

Según Stefan Engel, otro rasgo de esta fase es que “la labor económica de los estados-nación cada vez está siendo absorbida por el dominio único del cartel del capital financiero internacional, los principales estados imperialistas y las organizaciones internacionales dominadas por ellos. (Ibid, pp. 9-10.)

Concluye que “La internacionalización de las fuerzas productivas inevitablemente debe dar lugar a la internacionalización de la lucha de clases y estimularla. Signos inconfundibles de este proceso ya están en pleno apogeo y pueden ser observados en todas las partes del mundo…” (Ibid, p. 12)

Todo esto es superfluo y no ha sido demostrado, especialmente en la parte económica. No se nos proporciona información para la extraña idea de “dominio único del cartel del capital financiero imperialista”. Más bien, Stefan confunde a sus lectores haciendo malabares con términos como “supermonopolios”. Pero esta palabra no tiene ningún sentido. “Monopolio” significa que el mercado está dominado por unos pocos grupos capitalistas. Entonces ¿qué sería un “supermonopolio”? Hacer algo más que dominar el mercado es imposible. Al crear dicha palabra, él aparentemente quiere decir que es algo completamente nuevo que Lenin no conoció, algo que se encuentra por sobre un monopolio. Sin embargo, ¿Qué sería eso? A parte de usar este este extraño término, Stefan no lo explica. La creación de esa palabra ¿debería tener el efecto de intimidar a los lectores e impresionarlos por la “grandeza” de su creador? Leí este libro hace cinco años y preparé una crítica. Sin embargo, pensé que los argumentos del libro eran muy pobres, y por ello en ese momento me abstuve de la tediosa tarea de escribir una crítica detallada, ya que habría tenido que pasar mucho tiempo haciéndola. Esperaba que ese modo tan superficial y obviamente incorrecto de mirar las cosas sea visto lo antes posible y que dentro de poco tiempo estuviera muerto y sepultado. Esa esperanza fue una ilusión. El MLPD hizo traducir el libro a varios idiomas y lo puso en circulación por todo el mundo, afirmando que es una ampliación y extensión del marxismo-leninismo. Así, este partido influyó en gente de muchos países y contribuyó a una mayor confusión ideológica. Por ello decidí revisar el libro para comparar sus afirmaciones con la realidad y el marxismo-leninismo.

La cuestión de los monopolios

En la introducción de su libro, Stefan ya levanta sus armas con las que le gustaría sobrepasar a Lenin:

El modo capitalista de producción ahora tiene principalmente un carácter internacional y está sujeto a la imposición del dominio único del capital financiero internacional, formado aproximadamente por los 500 supermonopolios internacionales más grandes y descansa en el poder de los países imperialistas más fuertes”. (Ibid, p.9)

¿Qué hay de nuevo en el “carácter internacional de la producción? Ya en el Manifiesto Comunista, Marx y Engels describen cómo el capital crea el mercado mundial y le subordina el mundo entero.

Mediante la explotación del mercado mundial, la burguesía ha dado un carácter cosmopolita a la producción y al consumo de todos los países. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y están destruyéndose continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias, cuya introducción se convierte en cuestión vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas nacionales, sino materias primas venidas de las más lejanas regiones del mundo, y cuyos productos no sólo se consumen en el propio país, sino en todas las partes del globo.

En lugar de las antiguas necesidades, satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas que reclaman para su satisfacción productos de los países más apartados y de los climas más diversos. En lugar del antiguo aislamiento y la autarquía de las regiones y naciones, se establece un intercambio universal, una interdependencia universal de las naciones. Y esto se refiere tanto a la producción material, como a la intelectual. La producción intelectual de una nación se convierte en patrimonio común de todas. La estrechez y el exclusivismo nacionales resultan día a día más imposibles; de las numerosas literaturas nacionales y locales se forma una literatura universal.

Merced al rápido perfeccionamiento de los instrumentos de producción y al constante progreso de los medios de comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones, hasta a las más bárbaras. Los bajos precios de sus mercancías constituyen la artillería pesada que derrumba todas las murallas de China y hace capitular a los bárbaros más fanáticamente hostiles a los extranjeros. Obliga a todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgués de producción, las constriñe a introducir la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. En una palabra: se forja un mundo a su imagen y semejanza.” (Manifiesto Comunista, Marx-Engels)

De una manera muy llamativa, Lenin analizó las características especiales del imperialismo, demostrándolas con hechos. ¿Qué hay de nuevo respecto a esto? Según el “análisis” de Stefan Engel, ¿cambió la contradicción fundamental del modo capitalista de producción? ¿Quiere decir que ahora la contradicción fundamental es entre “nacional” e “Internacional”? Para nosotros, la contradicción fundamental sigue siendo la que existe entre el capital y el trabajo. En vano se busca en el libro de Stefan una aclaración respecto de cuáles son sus nuevas percepciones. Tomemos los “supermonopolios” y el “dominio único del capital financiero”. ¿Qué hay de nuevo aquí? Los monopolios, mas no los extraños supermonopolios, ya fueron exhaustiva y comprensiblemente analizados por Lenin. En la introducción ya expuse mi punto de vista sobre la creación de la palabra “supermonopolios”. Y ¿qué es “el dominio único del capital financiero internacional, mantenido por aproximadamente 500 de los más grandes supermonopolios internacionales”? (Engel, Aurora…, p.9) Stefan Engel niega con vehemencia la acusación de que esto es lo mismo que el “ultra-imperialismo” inventado por el revisionista y oportunista Carlos Kautsky (más al respecto en páginas venideras). Pero, ¿qué más podría ser? Estos 500 supermonopolios ¿son un grupo que actúa en unidad y domina a los Estados? ¿Son en efecto tan todopoderosos?

Mientras que el análisis de Lenin sobre el papel de los monopolios, sus relaciones con el aparato del Estado capitalista y su poder económico es muy claro, el análisis de Stefan es impreciso. El escribe:

La labor económica de los estados-nación cada vez está siendo absorbida por el dominio único del cartel del capital financiero internacional, los principales estados imperialistas y las organizaciones internacionales dominadas por ellos. Sin embargo, los estados-nación siguen siendo indispensables para el sistema capitalista como instrumentos de poder y de gobierno para los supermonopolios que allí residen con el fin de suprimir en esos Estados la lucha de clases proletaria, e indispensables en la disputa del mercado mundial y en la lucha por la dominación mundial.” (Ibid, pp. 9-10)

Aquí usa el término “dominio único del cartel del capital financiero internacional”. Cartel significa una unión temporal de grupos de capital. De manera que tales cartels no son estables. Con frecuencia existen otros cartels en competencia con ellos. Pero Stefan tiene la osadía de decir que existe un “dominio único”. ¿Qué significa esto? ¿Qué es nuevo o mejor que el análisis de Lenin? No lo sabemos y obviamente el autor tampoco lo sabe. Recurre a formulaciones confusas. Mientras que, en su opinión, el cartel es “dominio único” y ha tomado “la labor económica de los estados-nación”, en la misma frase se retracta al decir que los estados-nación son indispensables. En lugar de un análisis real de las contradicciones hace malabares con juegos de palabras de una manera dialéctica-idealista. ¿Dónde está la evidencia? Él está equivocado.

En lugar de un cartel que en escala internacional actúa a nivel de los grandes grupos económicos, miramos, por el contrario, una aguda lucha entre ellos. Esto no es negar que, ocasionalmente, esos grupos cooperen en contra de la clase obrera. Pero esa cooperación es fugaz con la crisis del imperialismo. Se aplica también a nivel gubernamental. Las guerras en Ucrania, Siria, Irak y Afganistán demuestran claramente que sus cada vez más brutales y sangrientas luchas por el poder las resuelven el uno en contra del otro sobre las espaldas de los pueblos.

Stefan enumera ocho rasgos que alega como evidencia del “cambio cualitativo en el modo de producción”. Escribe:

1. La internacionalización del modo de producción capitalista cubre universalmente la producción, el comercio, el transporte y la comunicación.

2. Se refiere a todos los sectores de la economía.

3. Y se apoya en la internacionalización del sistema financiero.

4. También se extiende a la ciencia y cultura.

5. Ha estandarizado la formación de la mano de obra en todo el mundo y ha creado un mercado internacional del trabajo.

6. También incluye partes de la producción y reproducción de la vida humana como la asistencia sanitaria y el sistema educativo.

7. Poco a poco casi todos los países del mundo son incluidos en este proceso de producción y reproducción internacional. En los países que tenían carácter principalmente agrícola surgen centros industriales modernos. Esto se aplica principalmente en Turquía, México, Brasil, Argentina, India e Indonesia.

8. Mientras ahora la producción y reproducción se socializan a nivel internacional, la apropiación de la riqueza creada se concentra en el estrato cada vez más reducido de los propietarios y jefes de los supermonopolios internacionales. Hoy la riqueza social se origina principalmente en la producción internacionalmente organizada. (Ibid. Pgs. 127-128)

La mayoría de estas características ya fueron descritas por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista y fueron elaboradas mejor y más claramente por Lenin en su análisis del imperialismo como etapa superior del capitalismo. El libro de Stefan no da evidencias para una nueva fase de supermonopolios.

Stefan y su colectivo de autores vehementemente se resisten a ser puestos en el mismo saco de la teoría del “ultraimperialismo” de Kautsky. La organización maoísta “Trotz alledem” (“A pesar de todo”1[1]) los culpó de esto. Stefan respondió:

Comparar la observación de Lenin en su análisis del imperialismo de que la tendencia de desarrollo es hacia ‘la creación de un trust único mundial que absorba a todas las empresas y a todas las industrias sin excepción’ (Prefacio al folleto de N. Bujarin El imperialismo y la economía mundial, Lenin, Obras Escogidas, Vol. 22, p. 107) con las nociones kautskistas es absolutamente absurdo. El MLPD no hizo otra cosa que dar seguimiento a esta observación de Lenin y confirmarla con el análisis de la reorganización de la producción internacional. Los impacientes críticos del MLPD han pasado por alto que Lenin no se opone en absoluto a reconocer esta tendencia objetiva hacia un trust mundial que devore todos los Estados, pero solo se opone al punto de vista de una unificación mundial del capital nacional en la actualidad podría tener lugar bajo condiciones capitalistas.” (Ibid, p. 134)

Si uno lee el texto original de Lenin en su contexto quedará muy asombrado. Stefan descaradamente falsificó el sentido del texto de Lenin, y de una manera realmente absurda. Lenin declaró.

El razonamiento teórico abstracto puede conducir a la conclusión a la que Kautsky ha llegado por una vía un tanto diferente, pero renegando del marxismo, de que no está lejano el tiempo en que una asociación mundial de estos magnates del capital, constituyendo un trust único, ponga fin a las rivalidades y a las luchas de los capitales financieros particularizados en los distintos Estados, creando así un capital financiero unificado en el plano internacional. Tal conclusión es, sin embargo, tan arbitraria, simplista y falsa…” (Prefacio al folleto de N. Bujarin El imperialismo y la economía mundial. Lenin, Obras Escogidas, Vol. 22, p. 105)

Inmediatamente antes de este corto pasaje citado por Stefan, Lenin dice claramente:

¿Se puede, sin embargo, negar que una nueva faz del capitalismo después del imperialismo, a saber, una fase de superimperialismo, sea en abstracto concebible? No. Teóricamente puede imaginarse una faz semejante. Pero quien se atuviera en la práctica a tal concepción sería un oportunista que pretende ignorar los más graves problemas de la actualidad para soñar con problemas menos graves que se plantearían en el porvenir. En teoría, ello significa que en lugar de apoyarse en la evolución, tal como se presenta actualmente, se separa deliberadamente de ella para soñar.” (Prefacio al folleto de N. Bujarin El imperialismo y la economía mundial. Lenin, Obras Escogidas, Vol. 22, p. 107)

Stefan Engel y su colectivo de autores ciertamente doblaron el texto de Lenin de una forma “conveniente”. Admiten que basaron su análisis en una “conclusión abstracta, simplista y falsa”, que inescrupulosamente la torcieron como si fuera una “observación de Lenin”. En lo que ellos se basaron es y sigue siendo el análisis hecho por el oportunista y traidor Kautsky. Debido a que el texto de Lenin no es conveniente en su sentido, voltearon como una “observación de Lenin” lo que él describió como una conclusión “abstracta, simplista y falsa”.

Si desean sacar cualquier conclusión concreta se puede observar cuan grotesco es el “análisis” de Stefan. Si se llega a la conclusión que los supermonopolios están gobernando —lo que por supuesto implica que los Estados (gobiernos) no tienen nada más que decir— entonces él objetará: “¡Me están mal interpretando! Por supuesto que los estados-nación son indispensables”. Si se concluye, al revés, es decir, que los Estados representan un poder separado y están gobernando, entonces dirá: “¡Me están mal interpretando! Por supuesto, únicamente los 500 supermonopolios gobiernan”.

O le mandará a la página 131 de su libro, donde escribe:

Cuarto: El manejo de la crisis general se convierte en una de las principales funciones económicas del Estado”.

¿Qué es esto? Por un lado dice “La labor económica de los estados-nación está siendo absorbida cada vez más por el dominio único del cartel del capital financiero internacional” (Ibid, p. 9.)

Por otro lado dice que los Estados tienen las “principales funciones económicas”.

Clavar una tortilla a la pared es más fácil que atar a Stefan a algo.

El hecho de que esos Estados tienen una gran importancia económica se vio claramente durante la superación de la crisis bancaria en 2008. En ese tiempo, en todo el mundo se gastaron alrededor de dos billones de dólares en programas gubernamentales para estimular la actividad económica, a fin de evitar el colapso del sistema capitalista. Al mismo tiempo, únicamente en la Unión Europea, los bancos fueron salvados de la ruina a través de rescates gubernamentales de aproximadamente 1.6 billones de euros (1,600,000,000,000 €). A nivel mundial se gastó una enorme cantidad de fondos gubernamentales para permitir la sobrevivencia del sistema capitalista. Afirmar en este contexto —como lo hace Stefan Engel— que la labor económica de los estados es cada vez más absorbida por los 500 supermonopolios está muy lejos de la realidad. ¡Al contrario! Cuanto más se desarrollan el capitalismo y el imperialismo más se dirigen al desastre, se vuelven más dependientes del aparato estatal para garantizar su existencia. Incontables medidas gubernamentales como la desregulación del mercado laboral, la creación de sectores de bajos salarios, privatización de servicios públicos, reducción de impuestos sobre el capital, subsidios abiertos y ocultos, eliminación de derechos de los trabajadores y los pueblos, reducción de las pensiones y elevación de la edad para jubilarse, desmantelamiento de los programas sociales gubernamentales, todo lo cual demuestra la gran importancia económica de los estados-nación para el capital.

Si Stefan quiere defender su punto de vista con el argumento de que esto demuestra el gobierno del capital, no debería olvidar que Marx y Engels, así como Lenin, señalaron que el Estado es un instrumento de la clase dominante. Esto no es nuevo. Sin embargo, según Stefan, “la labor económica de los estados-nación” desaparecería. Los hechos demuestran que es todo lo contrario. Ninguno de los “supermonopolios” habría sido capaz de poner esas enormes sumas de dinero de ayuda gubernamental por sus propios esfuerzos. En 2011, cuando fue publicado el libro de Stefan, todos estos hechos ya eran ampliamente conocidos.

Tomemos uno de los más actualizados —de los muchos ejemplos posibles—, el escándalo de las emisiones de VW. Una pequeña agencia estadounidense expuso la manipulación en los niveles de emisión de los carros VW a diésel. ¿Podría haber hecho eso sin haber sido respaldada? Claro que no. Fue respaldada por el gobierno de los Estados Unidos y la industria automotriz de ese país.

La industria automotriz de EEUU no produce automóviles a diésel, por lo tanto, en este terreno se han fijado normas de protección ambiental muy altas con el objeto de hacer más difícil a la competencia extranjera el acceso al mercado estadounidense. Que esto no se hizo para la protección del medio ambiente puede observarse en otros campos, por ejemplo, en el fracking o en la ingeniería genética, en donde el gobierno de los Estados Unidos permite daños masivos al medio ambiente con el fin de hacer rentable el uso de esas tecnologías. Bajo el capitalismo, las normas técnicas se usan para aumentar los beneficios y luchar contra los competidores. Para esto, el capital necesita del Estado. De hecho, el Estado es indispensable y un instrumento para el dominio del capital. Con la ayuda del Estado, los niveles de emisión de diésel permitidos por la ley en los EEUU fueron fijados bajos, de modo que a los competidores extranjeros les cueste enfrentarse a ello. El grupo VW reacción manipulando el software, para tratar de simular un “diésel limpio”. Tomó mucho tiempo hasta que la pequeña agencia estadounidense pueda demostrarlo. Pero fue persistente y tuvo dinero suficiente para las costosas pruebas y fue respaldada. La revelación del escándalo costará a VW muchos billones de euros y bloqueará a ese grupo del mercado estadounidense de vehículos a diésel por un largo tiempo, debido a que hasta ahora no tiene ninguna tecnología de bajo precio para un coche a diésel “limpio”. Por lo tanto, en realidad el Estado tiene suficiente poder económico para permitir el acceso a los mercados o crear barreras para ellos.

Por cierto, el Estado alemán hizo todo lo que pudo con el propósito de mantener en Europa los niveles de emisión lo más altos posibles a fin de que, primero, VW y otros grupos fácilmente puedan hacer frente a esos niveles y, en segundo lugar, que esos permisivos niveles de emisión no sean revisados. Las pruebas de emisión son realizadas por los mismos grupos automovilísticos, es decir, el Estado les permite falsificarlas como ellos quieren. Aquí también vemos el poder económico del Estado.

Hasta ahora va muy mal. No aburriremos al lector con más ejemplos. Obviamente, los fundamentos de las opiniones de Stefan no son muy sólidos; y de semejantes bases inestables pretende extraer conclusiones de profundo significado.

Stefan Engel sobre la revolución internacional

De una manera muy prolija, Stefan Engel hace referencia a Marx, Engels, Lenin y Stalin, citándoles ampliamente. Así, en su capítulo primero, “La estrategia proletaria y el carácter internacional de la revolución socialista”, cita lo que Marx y Engels declararon en el Manifiesto Comunista:

Por su forma, aunque no por su contenido, la lucha del proletariado contra la burguesía es primeramente una lucha nacional. Es natural que el proletariado de cada país deba acabar en primer lugar con su propia burguesía.” (Manifiesto Comunista).

Luego nos dice que Marx y Engels en el inicio (de la revolución burguesa de 1848) tomaron como punto de partida de una temprana revolución proletaria en varios países, pero ellos corrigieron su punto debido debido al verdadero desarrollo histórico. Stefan necesita cinco páginas para decir esto. Tres páginas más están llenas con la afirmación de que Lenin, basado en su análisis del imperialismo, llegó a la conclusión de que es posible que la revolución será victoriosa en un solo país, pero a pesar de ello su carácter será internacional.

Nuevamente no hay nada nuevo en lo afirmado por Stefan y su colectivo de autores. En su lugar, prosigue con un método que ocupa mucho espacio en todo el libro. Las citas de textos de Lenin y de otros marxista-leninistas son sacadas de contexto con el propósito de darles cierta dirección deseada:

Lenin consideraba a la Revolución de Octubre como el inicio de la revolución internacional en contra del imperialismo. Por eso enfatizó: ‘Esta primera victoria no es aún la victoria definitiva, y nuestra Revolución de Octubre la ha conseguido con dolores y dificultades sin precedentes, con inauditos sufrimientos, con una serie de graves desaciertos y errores de nuestra parte…

Nosotros hemos empezado la obra. Poco importa saber cuándo, en qué plazo y en qué nación culminarán los proletarios esta obra. Lo esencial es que se ha roto el hielo, que se ha abierto el camino, que se ha indicado la dirección’.” (“Con motivo del cuarto aniversario de la Revolución de Octubre” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 33, pp. 56-57), citado en: Engel, Arutora…, pp 33-34)

Aquí se da la falsa impresión de que este artículo de Lenin confirma las supuestas nuevas ideas de Stefan respecto de la revolución internacional. Esto, por cierto, también significaría que esas “nuevas ideas” no son tan nuevas. Si se lee todo el artículo de Lenin, como lo recomendamos, se verá que esto no es en absoluto su contenido. Lo que Stefan cita se ajusta a la parte en la que se presentan los méritos históricos de la Revolución de Octubre, que esta revolución demostró cómo escapar de “ese infierno” de guerras imperialistas, un infierno del cual el pueblo solo puede escapar

Lo que Stefan Engel cita se ajusta a la parte en la que se presentan los méritos históricos de la Revolución de Octubre, que esta revolución mostró cómo escapar de “ese infierno” de las guerras imperialistas, un infierno del cual la gente sólo podría escapar “por una lucha bolchevique y una revolución bolchevique” (ibid, página 56). Es normal que Stefan y su colectivo omitan el siguiente pasada entre las dos partes de su “cita”, ya que inmediatamente se habría demostrado que el texto no está en correspondencia con el tema.

¡Hubiera sido demasiado desear que un pueblo atrasado triunfase sin desaciertos y sin errores sobre las guerras imperialistas de los países más poderosos y avanzados del globo! No tememos reconocer nuestros errores y los examinaremos serenamente para aprender a corregirlos. Pero los hechos son elocuentes: por primera vez en siglos y milenios, la promesa de “responder” a la guerra entre esclavistas con la revolución de los esclavos contra todo género de esclavistas se ha cumplido hasta el fin… y se cumple contra viento y marea. Nosotros hemos empezado la obra”. (Continúa lo citado por Stefan)

Este “trabajo” está estrechamente vinculado con la revolución bolchevique, el asunto aquí es el golpe revolucionario en contra de la guerra imperialista, otro ejemplo de cómo “creativamente” Stefan Engel dobla a “su” Lenin en la forma. Pero una vez más las afirmaciones de Stefan ya están claras en las declaraciones de Marx y Engels. Nosotros luchamos por una revolución que por su forma es nacional, mientras que su contenido es internacional.

En este artículo sobre el cuarto aniversario de la Revolución de Octubre, Lenin trata, sobre todo de una manera totalmente concreta, con la realidad, las tareas prácticas en la Rusia Soviética. Incansablemente trata con los errores y defectos. Insiste en seguir adelante -con todas sus fuerzas- con la construcción del socialismo en un país (que más tarde se convirtió en la Unión Soviética). La revolución continúa siendo internacional en su contenido, nacional en su forma, como Marx y Engels ya lo analizaron. Presentamos un extracto de estas opiniones desarrolladas por Lenin.

No importa que los perros y los cerdos de la moribunda burguesía y la democracia pequeñoburguesa que los sigue nos cubran de improperios, maldiciones y burlas a montones por los desaciertos y los errores que hemos cometido al construir nuestro régimen soviético. No olvidamos un momento que, en efecto, hemos tenido y tenemos aún muchos desaciertos y errores. ¡Y cómo no íbamos a tenerlos en una obra tan nueva, nueva en toda la historia mundial, como es la de crear un tipo de régimen estatal sin precedente! Lucharemos sin cesar para corregir nuestros desaciertos y nuestros errores, para mejorar la forma en que aplicamos los principios soviéticos, que dista aún mucho, muchísimo, de ser perfecta. Pero podemos estar y estamos orgullosos de que nos haya caído en suerte la felicidad de iniciar la construcción del Estado soviético, de iniciar así una nueva época de la historia universal, la época de la dominación de una clase nueva, oprimida en todos los países capitalistas, de la clase que avanza por doquier hacia una vida nueva, hacia la victoria sobre la burguesía, hacia la dictadura del proletariado, hacia la liberación de la humanidad del yugo del capital y de las guerras imperialistas.”.” (“Con motivo del cuarto aniversario de la Revolución de Octubre” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 33, pp. 54-55)

Este es Lenin por y a través de su texto: franco, implacable, claro, vigoroso y apremiante: Lenin es concreto y comprende las inmensas dificultades, errores y defectos; exige superarlos y construir con firmeza el socialismo en la Rusia Soviética (más tarde Unión Soviética), es decir, en un país. Inicialmente Lenin y también Stalin esperaban que la Revolución de Octubre fuera seguida por otras revoluciones en otros países y en ese sentido hablaron de una revolución internacional. Pero en este texto Lenin ya lo corrige y habla respecto de una época que inició con la revolución en Rusia y terminará con la “victoria sobre la burguesía” en todo el mundo. Por lo tanto, presiona para que la verdadera revolución tenga éxito en el marco nacional y contribuya así a una revolución internacional. La forma sigue siendo nacional. Para negar la acusación del trotskismo, que también fue hecha por la organización maoísta “Trotz alledem”, Stefan Engel vuelve a citar a Lenin:

Lenin ya reveló la estrecha relación de la revolución en un pañis con la revolución internacional:

Después de expropiar a los capitalistas y de organizar dentro de él la producción socialista, se alzaría contra el resto del mundo capitalista, atrayendo a su lado a las clases oprimidas de los demás países, levantando en ellos la insurrección contra los capitalistas, empleando, en caso necesario, incluso la fuerza de las armas contra las clases explotadoras y sus Estados’.” (La consigna de los Estados Unidos de Europa” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 21, p.342) (En Engel, Aurora…, p. 135).

Stefan omite lo que Lenin dice inmediatamente:

Los Estados Unidos del mundo (y no de Europa) constituyen la forma estatal de unificación y libertad de las naciones, forma que nosotros relacionamos con el socialismo, mientras la victoria completa del comunismo no conduzca a la desaparición definitiva de todo Estado, incluido el Estado democrático. Sin embargo, como consigna independiente, la de los Estados Unidos del mundo dudosamente sería justa, en primer lugar, porque se funde con el socialismo y, en segundo lugar, porque podría dar pie a interpretaciones erróneas sobre la imposibilidad de la victoria del socialismo en un solo país y sobre las relaciones de este país con los demás.

El desigual desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo. De aquí se deduce que es posible que el socialismo triunfe primeramente en unos cuantos países capitalistas, o incluso en un solo país en forma aislada.”. (“La consigna de los Estados Unidos de Europa” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 21, p.342)

Esto es está claro. Cierto es que Lenin habla aquí de la victoria mundial del socialismo y el comunismo como nuestro objetivo (a largo plazo). Pero no quiere que tales consignas universales obscurezcan las tareas concretas. Por lo tanto, se opone a los grandes slogans, pero en su lugar demanda trabajar para la revolución concreta, dondequiera y como sea posible, en uno solo país también. Además confirma que “el desigual desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo”, por lo que concluye que la victoria del socialismo “es posible primero en varios e incluso en un solo país capitalista”. Este argumento, escrito en 1915, dos años antes de la Revolución de Octubre, claramente contradice el uso de estas palabras de Lenin para apoyar el sueño dorado de una “revolución internacional”. Aquí también, Stefan Engel y su colectivo de autores omiten todas las consideraciones concretas con las que Lenin francamente trata con verdaderos problemas y dificultades y señala el camino. Pero eso no encaja con las exclamaciones idealistas de la “revolución internacional”.

En su propia defensa, en la página 136 también cita a Stalin:

En el debate con los trotskistas, Stalin también defendió inequívocamente la referencia a la revolución proletaria internacional:

El rasgo distintivo de este peligro es la falta de confianza en la revolución proletaria internacional; la falta de confianza en su victoria; el escepticismo respecto al movimiento de liberación nacional de las colonias y los países dependientes; la incomprensión de que, sin el apoyo del movimiento revolucionario de los otros países, nuestro país no podría mantenerse contra el imperialismo mundial; la incomprensión de que la victoria del socialismo en un solo país no puede ser definitiva, pues no puede estar a salvo de la intervención mientras la revolución no haya vencido en varios países, por lo menos; la incomprensión de ese requisito elemental del internacionalismo, en virtud del cual la victoria la victoria del socialismo en un solo país no es un fin en sí, sino un medio para desarrollar y apoyar la revolución en los otros países’.” (Preguntas y respuestas, discurso pronunciado en la Universidad Sverdlov, junio 9 de 1925”, Obras, Vol 7, p. 169 –las negritas y subrayado corresponden al original en el libro de Stefan, Aurora…, p. 136)

Aquí también es interesante ver lo que no es citado. Stalin se ocupa de la cuestión concreta de un participante en esa conferencia “¿Qué peligros hay de que nuestro Partido degenere como resultado de la estabilización del capitalismo, si esta estabilización dura mucho tiempo?” (Stalin, Obras, vol. 7 p. 165)

El da una lista de tres posibles peligros:

a) el peligro de perder la perspectiva socialista en la edificación en nuestro país y el liquidacionismo que de ello se deriva;

b) el peligro de perder la perspectiva revolucionaria internacional y el nacionalismo que de ello se deriva;

c) el peligro de que caiga el papel rector del Partido y, a consecuencia de ello, la posibilidad de que el Partido se convierta en un apéndice del aparato estatal. (Ibid, p. 166)

Stefan Engel cita la respuesta a la segunda pregunta, y Stalin se ocupa muy concretamente de los debates en la Unión Soviética y de las tendencias nacionalistas burguesas. Al mismo tiempo, y también de manera muy concreta, se ocupa del desarrollo desigual en el mundo y de la necesidad del internacionalismo proletario. Pero antes que nada, Stalin, como revolucionario práctico, parte de la “victoria del socialismo en un solo país”. En 1925 se acababa de ganar una guerra imperialista de intervención, con los esfuerzos más difíciles, con las batallas más duras, y sólo se había ganado con una gran solidaridad revolucionaria internacional. Pero sólo porque la posición de Stalin está firmemente basada en este hecho, sus observaciones adicionales tienen sentido: que esta victoria “no puede ser definitiva” porque “no tiene garantía contra la intervención hasta que la revolución salga victoriosa en al menos un número de países” “La victoria del socialismo en un país no es un fin en sí mismo, sino un medio para desarrollar y apoyar la revolución en otros países”. Hoy en día, ningún comunista serio niega este hecho de ninguna manera, por lo que Stefan Engel debe dar claridad sobre esto punto. Una vez más, las palabras citadas de Stalin no apoyan la concepción de Stefan Engel de “revolución internacional”.

Una vez más está claro: Stalin no soñó basándose en deseos y esperanzas abstractas, sino que vio claramente la forma nacional de las luchas sin olvidar la “perspectiva revolucionaria internacional”. Confirma el análisis de Marx y Engels en el Manifiesto Comunista en las condiciones concretas en las que el PCUS y la Unión Soviética luchaban en ese momento. No hay nada que pueda apoyar a la defensa de Stefan Engel de su nueva fase de un “dominio único del cartel del capital financiera” y sus “supermonopolios”.

Obviamente, se cita a Marx, Engels, Lenin y Stalin únicamente como obras maestras en el libro de Stefan Engel, para destacar su gloria su gloria en lugar de tratar seriamente con sus análisis verdaderos y dialéctico-materialistas. Podríamos proporcionar muchos otros ejemplos donde Engel distorsiona las citas. Si Marx, Engels, Lenin y Stalin ya confirmaron todas las tesis de Stefan Engel, entonces debemos preguntarle qué es realmente nuevo. En todos estos pasajes Stefan Engel es bastante vago, como por ejemplo en la cuestión de si el Estado todavía tiene o no poder real.

Trotsky y la Revolución Internacional

Veamos ahora a Trotsky, ya que Stefan Engel rechaza vehementemente que se le sitúe al mismo nivel que él.

En 1923, Trotsky también ve que “las fuerzas capitalistas de producción habían sobrepasado las fronteras de los Estados nacionales europeos” (citado de ¿Es apropiado el momento para la consigna: los Estados Unidos de Europa? En https://www.marxists.org /archive/trotsky/1924/ffyci-2/25b.htm). Él promueve los Estados Unidos de Europa, que fue enérgicamente desenmascarado por Lenin como imposible o reaccionario. Stefan Engel, como Trotsky, ve el “carácter predominantemente internacional” del “modo capitalista de producción”, pero en todo el mundo en vez de relacionado con Europa.

En su trabajo La Tercera Internacional después de Lenin, Trotsky escribe en 1928:

El 4 de agosto de 1914, sonaba la sentencia de muerte para los programas nacionales para siempre. El partido revolucionario del proletariado solo puede basarse en un programa internacional que corresponda al carácter de la época presente, la época del más alto desarrollo del capitalismo y su colapso.” Citado de: “¿Programa de la revolución internacional o programa del socialismo en un solo país?” en La Tercera Internacional después de Lenin, at https://www.marxists.org/archive/trotsky/1928/3rd/ti01.htm#p1-01

Para Trotsky, también, la “revolución internacional” es una frase abstracta que no existe en el contexto de la relación dialéctica concreta entre el carácter internacional y nacional de la revolución.

En el artículo anterior, Trotsky también ataca a la Internacional Comunista:

No hay justificación posible para la supresión del nuevo proyecto de programa de la consigna de los Estados Unidos Soviéticos de Europa, que había sido aceptada ya por la Internacional Comunista en 1923, después de una lucha interior bastante larga…

La manera de plantear la cuestión esbozada más arriba parte de la dinámica del proceso revolucionario, analizado en su conjunto. Se considera la revolución internacional como un proceso que posee su ligazón en el interior de sí mismo, que no puede preverse en su conjunto determinando de antemano la sucesión de todas sus fases, pero cuyos rasgos históricos generales son perfectamente claros. Sin comprender éstos, es absolutamente imposible orientarse juiciosamente en política.” (Ibid)

Destaca el carácter vago de la formulación de Trotsky. Habla de “la dinámica del proceso revolucionario, analizado en su conjunto”, sobre “los rasgos históricos generales” que no pueden ser prescindidos.

En lugar de negar que sus tesis son tomadas de Kautsky y Trotsky con citas parchadas, nos hubiera gustado que Stefan Engel de una extensa explicación de lo que él considera son sus diferencias con estas dos personas. Nosotros ¡no vemos ninguna diferencia!

Ante una crítica del periódico “Estrella Roja”, órgano del Partido Comunista de India/Marxista-Leninista (CPI/ML), Stefan Engel replica:

Cuando hablamos del carácter internacional de la revolución esto, por supuesto, no significa que, ante un mundo tan contradictorio, desigual y diferenciado, pueda tener lugar una revolución internacional homogénea. Muchos movimientos revolucionarios y revoluciones de escala y carácter variados tendrán lugar en diferentes momentos. Pero todos éstos —y éste es el punto decisivo— deben estar relacionados con el proceso de una revolución internacional. Eso es objetivamente el caso y será un hecho definitivo. El éxito de este proceso estará determinado por la cuestión de cómo los marxistas-leninistas se preparan conscientemente para esto a su debido tiempo y sacan conclusiones para su cooperación” (Stefan Engel, respuesta al periódico Red Star, 1 de julio de 2004, en: Engel, Aurora …, página 138)

Cómo se diferencia esto de Trotsky, quien dijo, en la cita antes mencionada: “La revolución internacional internacional es considerada como un proceso interconectado”.

Aquí tampoco miramos diferencias. En vez de un análisis concreto, nos alimentan con frases vagas que no nos llenan. Es una posición de total arbitrariedad, en la que Stefan Engel no se compromete con nada, absolutamente con nada.

Consejos para los partidos de todo el mundo

Nada de un carácter serio, pero una enorme confianza en sí mismo parece ser la motivación de Stefan Engel y su colectivo de autores. Provee consejo —libre de cargos y no solicitado— a gobiernos, partidos, pueblos, etc. en todo el mundo.

Así, explica a los pueblos de Vietnam, de la República Popular Democrática de Corea y de Cuba que “sólo las masas pueden crear las condiciones previas para otra revolución proletaria en una lucha democrática” (pp. 305-306). Ellos le agradecerán por esto.

Enseña a los gobiernos de Venezuela y Bolivia que “están luchando por la independencia económica, pero aún no han dado el paso decisivo de derrocar al aparato estatal, con sus múltiples dependencias de las antiguas clases explotadoras y el capital financiero internacional, por una revolución y el establecimiento de un nuevo poder popular democrático que tome el camino del socialismo” (pág 304).

Sin embargo, para evitar ser descubierto, subraya que “todos los países tienen sus peculiaridades geográficas, históricas, culturales y de otro tipo que la estrategia de la lucha por el poder debe tomar en consideración” (p 306)

En cuanto a África del Norte y los países árabes declara: “Puesto que los estados árabes en el mejor de los casos tienen limitadas democracias burguesas, pero a menudo están regidos por regímenes despóticos o fascistas, el establecimiento de un nuevo sistema antiimperialista y democrático también es necesario ahí.” (p. 311) Estas son frases baratas, que afortunadamente son gratuitas. No puede ser más que esto, porque Stefan Engel no sabe nada de las condiciones concretas en estos países y tampoco puede saberlas. Con su viaje verbal internacional de ida y vuelta quiere jugar para la galería. Al hacerlo, se pone en ridículo.

Y alegremente continúa. En Filipinas “las condiciones geográficas son importantes” (página 312). Con referencia a algunos países de África -Stefan Engel no dice a cuáles se refiere- recomienda: “En estos países, las organizaciones autogestionadas de las masas deben primero asegurar los medios de subsistencia más urgentes …” (pág. 312 )

Después de todo este buen consejo, de repente escribe: “No puede ser tarea de los marxistas-leninistas de Alemania elaborar estrategias concretas para países particulares. Esto debe ser hecho por los partidos revolucionarios locales.” (Página 312)

Con respecto a Túnez, publica una correspondencia anónima, a la que no se opone, cuyo contenido parece considerar lo suficientemente correcto e importante como para ser incluido en su libro: “En los comités revolucionarios se están celebrando debates muy intensos y muy apasionados. No hay partido o tendencia dominante en estos comités, sino gente de izquierda y revolucionarios de toda gama: socialdemócratas, anarquistas, trotskistas y los que se llaman maoístas y marxistas-leninistas. La construcción de un partido revolucionario apenas está comenzando. (Rote Fahne, N° 5, 2011, página 10)” (página 314)

Esa es una afirmación descarada. El MLPD fue invitado a la primera Conferencia legal del Partido de los Trabajadores de Túnez (POT). El MLPD conoce a este partido. Es un hecho conocido que el POT fue una fuerza líder en el derrocamiento del dictador tunecino Ben Ali. El POT es una parte activa del Frente Popular, que es la cuarta fuerza más fuerte en el parlamento tunecino, con 15 representantes. El camarada Hamma Hammami, portavoz del POT durante muchos años y ahora presidente del Frente Popular, llegó tercero en las elecciones presidenciales con el 8% de los votos. Todo el mundo sabe que en Alemania estamos lejos de tener tanta fuerza y apoyo entre la clase obrera y el pueblo. En las últimas elecciones al Parlamento Federal, en 2013, el MLPD obtuvo el 0,1% de los segundos votos (los votos para las listas de partidos, a diferencia de los primeros votos para candidatos directamente nominados o apoyados por los partidos). No queremos hacer comentarios despectivos sobre el resultado del MLPD. Otras fuerzas que a sí mismas se llaman marxista-leninistas difícilmente lograrían un mejor resultado en la actualidad. Pero esto no es motivo de arrogancia. Bajo tales circunstancias, afirmar que en Túnez “la construcción de un partido revolucionario apenas comienza” es una insolencia. Francamente hablando, uno debe avergonzarse de dar tales consejos y hacer tales “evaluaciones”.

Precisamente con una actitud tan arrogante, Stefan Engel establece las tareas que en su opinión los marxistas-leninistas deben cumplir:

1. El movimiento revolucionario proletario en los centros del sistema imperialista mundial se enfrenta a la tarea histórica de librar las batallas decisivas contra las principales fuerzas del imperialismo. Bajo la dirección de su partido revolucionario y en alianza con la intelectualidad pequeñoburguesa y las grandes masas, la clase obrera debe derrocar directamente a su propia burguesía monopolista mediante un levantamiento armado y establecer la dictadura del proletariado”. (p. 307) Cuando uno lee eso, uno queda ¡maravillado! ¡Nadie lo sabía hasta ahora! Muchas gracias al gran gurú; ¡arrodillémonos ante él! Por fin ha dejado esto claro para todos los estúpidos marxistas-leninistas. Además, es tan concreto que ¡todos los problemas existentes han sido resueltos!

Y el gurú continúa:

2. La lucha de liberación antiimperialista en los países neocolonialmente dependientes y oprimidos tiene el objetivo de derrocar al gobierno subordinado al imperialismo y de aplastar la máquina del Estado neocolonial para lograr la independencia del imperialismo.” (pág. 307)

Ya podemos escuchar todos los gritos y vítores de los países dependientes y oprimidos frente a tan profunda sabiduría. Pero pensamos que esto es una expresión de la arrogante actitud neocolonialista de Stefan Engel, tal vez cree que todas las demás personas son tan estúpidas que tienen que ir a su escuela.

4. En los antiguos países neocoloniales que aspiran al poder imperialista, como India, Brasil y Corea del Sur, la revolución internacional debe resolver contradicciones particulares y por lo tanto tiene un carácter particular ….

Es posible que una guerra popular temporal de los pueblos indígenas o las masas campesinas rurales acompañe el levantamiento armado en los centros” (pp. 309-310; en la edición alemana dice “denkbar”, que ha sido traducido como “posible”, pero también puede traducirse como “pensable”, “imaginable”.)

Aquí, también, debemos estar inmensamente agradecidos. ¿Quién hubiera pensado que existían contradicciones particulares? ¡Y muchas cosas son “pensables”! Es también pensable que no necesitamos tal charla pues no contiene nada, sino frases sin sentido. ¿Cómo puede alguien asumir el favor de todo el mundo con lo que es “pensable” en su cerebro? Y hay otra pieza de la sabiduría de Stefan Engel: “Si la revolución falla, el revolucionario debe retirarse” (p.321).

Stefan Engel plantea las tareas de los partidos marxistas-leninistas de los países industriales para conquistar al proletariado industrial. ¡Eso es nuevo! ¡Todos hemos esperado eso! Por supuesto, él tiene un consejo más grande para nosotros:

1. Propagación del socialismo científico (…)

2. Agitación y propaganda entre los trabajadores y las masas populares y ayuda en todos los problemas prácticos de la vida cotidiana (…)

“3. Promoción de organizaciones ueberparteilich2[2] de autogestión de las masas para la lucha en nombre de sus intereses más importantes …

4. La preparación y conducción de las luchas deben estar relacionadas con la agitación y la propaganda marxista-leninista. Las luchas por las preocupaciones económicas deben combinarse con huelgas y manifestaciones políticas y convertirse en una lucha política contra el gobierno. De esta manera, esa luchas por las reformas pueden ser usadas como una escuela práctica de la lucha de clases, lo cual es idéntico a hacer frente a las influencias del modo de pensar pequeñoburgués. En la situación de transición de la lucha de clases nacional a internacional, todas las luchas deben ser utilizadas para promover una conciencia internacionalista y para organizar la solidaridad internacional.

Estas cuatro tareas fundamentales —la unidad dialéctica de la agitación, la propaganda y la organización, el partido y las masas, la lucha nacional y el compromiso internacionalista— deben orientarse hacia la tarea estratégica central de conquistar a la mayoría decisiva del proletariado industrial internacional, de su centro con conciencia de clase y por esta razón siempre debe combinar la estrategia y la táctica proletaria con la estrategia y la táctica en la lucha por el modo de pensar.” (pp. 332-334, negrita en el original)

Es increíble que cualquiera tenga la audacia de tratar a partidos y organizaciones marxistas-leninistas como estudiantes de primer año en una escuela de aldea, y en letras negritas para difundirlas como grandes ideas de su profundo análisis. Sin este gran gurú, ¿quién habría pensado hacer propaganda y agitación, difundir el socialismo científico, ayudar a las masas a organizarse a promover el internacionalismo proletario? Es asombroso que cualquiera sea tan atrevido para presentarse como un gurú neocolonial, para tener su libro traducido a varios idiomas y distribuido por todo el mundo.

Después de eso, Stefan Engel advierte:

El análisis concreto y sistemático de la situación concreta es vital para los marxistas-leninistas a fin de adaptarse a los cambios del mundo a su debido tiempo, reconocerlos y evaluarlos correctamente y unificar su estrategia y táctica concretas con los partidos y organizaciones revolucionarias el mundo”. (pp. 511-512)

Estaría bien si finalmente lo proporcionara. En cambio, recibimos páginas de listas de fenómenos y una y otra vez evasivos consejos, que podría ser de esta manera, pero también podría ser de otra manera. Y finalmente podemos crear “la unidad dialéctica de la agitación, la propaganda y la organización, del partido y de las masas, de la lucha nacional y del compromiso internacionalista” (página 334). Para nosotros esto no dice nada.

No queremos atormentar a los lectores con más incontables “pedazos de consejos”. Si alguien los necesita, pueden leer todo el libro.

¿Todas las cosas internacionales?

El libro de Stefan Engel termina con el llamamiento:

Adelante con la revolución socialista internacional!

¡Avanzar a los estados socialistas unidos del mundo!” (P.570)

Finaliza: “Con la estrategia y la táctica de la revolución internacional están en condiciones de unir las luchas de liberación social y nacional que se producen en todo el mundo en un poderoso diluvio que derribe todas las barreras de la vieja sociedad” (p. 569)

Aparte de su mencionado “consejo”, no nos dice lo que quiere decir con esto. Recordemos una vez más el comentario de Lenin que ya hemos citado:

Sin embargo, como consigna independiente, la de los Estados Unidos del mundo dudosamente sería justa, en primer lugar, porque se funde con el socialismo y, en segundo lugar, porque podría dar pie a interpretaciones erróneas sobre la imposibilidad de la victoria del socialismo en un solo país y sobre las relaciones de este país con los demás.”. (“La consigna de los Estados Unidos de Europa” Lenin, Obras Escogidas, Vol. 21, p.342)

Stefan Engel ya invocó la internacionalización de la producción, de la clase dominante, pero también del proletariado. Escribe:

En el proceso de la división internacional del trabajo y a nivel de los sistemas internacionales de producción, en los últimos decenios se ha desarrollado un proletariado industrial internacional. Hoy es la fuerza que puede y debe ir a la cabeza de la lucha internacional contra el imperialismo y por el socialismo” (p.18).

La internacionalización de las fuerzas productivas inevitablemente debe conducir a la internacionalización de la lucha de clases y estimularla. Signos inconfundibles de que este proceso ya está en pleno apogeo pueden observarse en todas partes del mundo…” (p.12)

Pero la línea de desarrollo a comienzos del siglo XXI es clara: la tendencia principal en el mundo es la preparación de la revolución socialista internacional” (p.13).

La tendencia a la crisis general del imperialismo se ha desarrollado de manera universal. (…) Constituyen el fundamento material general para la emergencia de una crisis mundial revolucionaria, la condición objetiva y subjetiva para la maduración de la revolución socialista internacional” (p.18).

Es un hecho que las condiciones para la clase trabajadora en diferentes países se han desarrollado de manera diferente. Por ejemplo: la situación de la clase obrera en Grecia no puede compararse con la de Alemania. Y cuando miramos a la clase obrera india o argentina vemos que las diferencias son aún más drásticas. Podemos tomar cualquier país para ver que las diferencias están creciendo. Desde el punto de vista materialista, esto en realidad conduce a una competencia más aguda dentro de la clase obrera. Por supuesto, ¡la solidaridad internacional trabaja en contra de esto! Pero esto ha existido desde los tiempos de Marx y Engels. ¿Qué hay de nuevo aquí?

Incluso debemos notar que las diferencias se han vuelto aún mayores. Ya en 1915, Lenin escribió: “El desigual desarrollo económico y político es una ley absoluta del capitalismo”. (Lenin, Sobre la consigna de los Estados Unidos de Europa, Colección de Obras, Vol. 21, p. 342)

Tomemos como ejemplo la llamada “Primavera Árabe”. En Túnez, donde este proceso tuvo su comienzo, existió un fuerte Partido Comunista, una clase obrera militante y fuerzas progresistas dentro del pueblo. Fueron capaces tanto de perseguir al dictador Ben Ali como de impedir una dictadura islamista. En Egipto, este proceso fue diferente. Si bien hubo un fuerte movimiento progresista, carecía de una fuerte fuerza revolucionaria. Aunque el pueblo pudo derribar al dictador Mubarak, el imperialismo inicialmente pudo establecer un gobierno islámico bajo el presidente Mursi, que poco después, cuando los islamistas ya no eran necesarios, fue derrocado por un golpe militar y una dictadura militar se estableció nuevamente. En Libia y Siria, el imperialismo aprovechó las protestas iniciales para, con la ayuda de fuerzas islámicas reaccionarias y bandas terroristas, luchar en contra gobiernos inaceptables para ellos. Por lo tanto, las condiciones, el rumbo y los resultados son extremadamente diferentes. Lenin siempre explicó estas dificultades en detalle, mientras que Stefan Engel evita esto.

Pero tomó precauciones para estar a salvo. Por un lado transmite grandes consignas, mientras que por otro lado también afirma lo contrario, cubriéndose así contra cualquier cambio. También dice:

Las condiciones concretas para la lucha de clases proletaria difieren mucho de un país a otro, porque la internacionalización de la producción capitalista también ha dado lugar a la intensificación del desarrollo desigual del capitalismo. Nunca antes el peso de las diferentes potencias imperialistas o de los bloques de poder se desplazó tan rápidamente, las grandes poderes y alianzas se quedaron rezagadas o han ganado un nuevo predominio tan dramáticamente. En el reflujo y el flujo de estas fuerzas relativas cambiantes, las contradicciones sociales dentro de los países y a veces incluso el cambio de carácter de estos países.” (p.340) (La palabra alemana “Gewoge” se ha traducido aquí como “reflujo y flujo”; significa “olas tempestuosas”, es decir, “cambios rápidos”.)

La reorganización de la producción capitalista internacional intensificó aún más el desarrollo desigual de los países neocoloniales” (p.490).

Como ya se ha dicho: es más fácil clavar una tortilla en la pared que atar a Stefan Engel a algo concreto en las “olas tempestuosas” de su pensamiento.

Y una vez más, debemos recordar a Trotsky, a quien ya citamos arriba:

La manera de plantear la cuestión esbozada más arriba parte de la dinámica del proceso revolucionario, analizado en su conjunto. Se considera la revolución internacional como un proceso que posee su ligazón en el interior de sí mismo, que no puede preverse en su conjunto determinando de antemano la sucesión de todas sus fases, pero cuyos rasgos históricos generales son perfectamente claros. Sin comprender éstos, es absolutamente imposible orientarse juiciosamente en política.” (Citado en https://www.marxists.org/archive/trotsky/1928/3rd/ti01.htm#p1-01)

En lugar de “olas tempestuosas” aquí encontramos “dinamismo”, en ambos casos el significado es vago. No podemos ver ninguna diferencia en sus posiciones.

Es similar con una tendencia a la izquierda, descubierta por Stefan Engel. Con referencia a Alemania en los años 2004-2005, escribe:

Se desarrolló una tendencia a la izquierda entre las masas que se opusieron cada vez más no sólo a los gestores de los monopolios con ganancias y poder, sino también al sistema de ganancias y al capitalismo en su conjunto.

La tendencia hacia la izquierda es un fenómeno internacional que ocurre en diferentes formas y características diferentes. Significa la transición a una etapa cualitativamente nueva en el desarrollo de la conciencia de clase, un desarrollo definido hacia la transición a la conciencia socialista” (p.214).

En la página 155 habla de una “tendencia mundial a la izquierda”.

A pesar de todas las diferencias existentes en los distintos países, la conciencia de clase ha despertado a gran escala y una tendencia universal a la izquierda ha surgido entre las masas”.

Una vez más, esto ha sido muy simplemente reunido. En realidad, vemos desarrollos muy diferentes en cada país. Mientras que en Francia los trabajadores y los jóvenes luchan en las calles contra la nueva ley laboral, las precarias condiciones de trabajo y los bajos salarios, el racista y reaccionario Frente Nacional obtuvo muy altos resultados electorales de los estratos atrasados. En Alemania, la racista, reaccionaria Alternativa para Alemania (AfD), un partido con muchos miembros fascistas, obtuvo grandes resultados electorales, lamentablemente, sobre todo de parte de la clase trabajadora. En algunos estados de Europa del Este como los países bálticos, Hungría, Polonia, etc., las fuerzas más reaccionarias forman los gobiernos. Y esas tendencias ya eran conocidas hace cinco años. En lugar de un estudio concreto, en el libro de Stefan Engel ¡no hay nada más que frases! Trotsky ya luchó con tales frases contra la construcción del socialismo en la URSS.

Uniendo en un sistema de dependencias y de contradicciones países y continentes que han alcanzado grados diferentes de evolución, aproximando los diversos niveles de su desenvolvimiento y alejándolos inmediatamente después, oponiendo implacablemente todos los países entre sí, la economía mundial se ha convertido en una realidad poderosa que domina la de los diversos países y continentes. Este solo hecho fundamental da un carácter profundamente realista a la idea del partido comunista mundial.” (La Tercera Internacional Después de Lenin, en https://www.marxists.org/archive/trotsky/1928/3rd/ti01.htm#p1- 01

Estas frases son igualmente vagas, como son las de Stefan Engel. La común del libro “Aurora de la Revolución Socialista Internacional” es la confusión, escapa a utopías bastante espirituales en lugar de ocuparse de las realidades de la lucha de clases. Tales frases idealistas no tienen nada que ver con el marxismo.

El juicio de Lenin sobre las fantasías de Kautsky y el daño que causaron también se aplican aquí:

Pero quien se atuviera en la práctica a tal concepción sería un oportunista que pretende ignorar los más graves problemas de la actualidad para soñar con problemas menos graves que se plantearían en el porvenir. En teoría, ello significa que en lugar de apoyarse en la evolución, tal como se presenta actualmente, se separa deliberadamente de ella para soñar (“Prefacio al Folleto de N. Bukharin, Imperialismo y Economía Mundial”, Lenin, Obras Recopiladas, Vol. 22, p.107)

Observaciones finales

Durante muchos años hemos cooperado en la lucha de clases en muchos lugares con compañeros del MLPD, por ejemplo en empresas y sindicatos, en la lucha contra el fascismo y la guerra y contra los recortes sociales. A pesar de nuestras críticas, continuaremos con esta cooperación. Creemos que es necesario crear un frente común contra el capital. Nuestra crítica no se limita a Stefan Engel y su colectivo de autores. Durante mucho tiempo hemos observado que las fuerzas que se reivindican como comunistas o marxistas-leninistas con frecuencia usan las obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin como una caja de recambios de las que toman lo que les conviene. Todo el mundo tiene una opinión ya formada, una hipótesis, un “análisis” y luego busca citas para usarlas como escudo contra cualquier crítica o como “evidencia”. Eso no es marxismo, es algo extremadamente superficial y un signo de bancarrota intelectual. El marxismo-leninismo es una ciencia. Las citas, independientemente de quién son, no son evidencia. La evidencia debe ser tomada de la realidad. Ese era el método de Marx, Engels, Lenin y Stalin. Y ese debe ser el método de todos los marxista-leninistas. Cuando estudiamos las obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin no lo hacemos para adornarnos con ellas, sino para comprenderlos, asimilarlos y utilizarlos para un análisis dialéctico, materialista e histórico de nuestra situación y para avanzar hacia la revolución socialista.

Niels Clasen

Organización para la Construcción del Partido Comunista Obrero de Alemania

1 Esta es una cita de Karl Liebknecht, en la que destacó que a pesar de la derrota de la revolución proletaria en Alemania en 1919, tenemos que continuar nuestra lucha para derrocar el poder burgués.

2 Ueberparteilich – literalmente: arriba del partido – significa trabajar juntos en la igualdad, sobre la base de la lucha, por objetivos comunes, sin tener en cuenta la afiliación partidaria – nota del traductor.) (Nota en la edición inglesa del libro de Stefan Engel. la palabra alemana “ueberparteilich” es: “no partidista” o “superior a la parte”.)

BOLIVIA: NO REFORMAR LA JUSTICIA PUTREFACTA. REVOLUCIÓN REAL Y PODER POPULAR PARA CONSTRUIR UNA JUSTICIA PREVENTIVA CON LA SOCIEDAD DE NUEVOS VALORES.

Después de un vergonzoso fracaso en la llamada Cumbre por la Justicia, que prometía una reforma o cambio en la justicia (promesa constante de los gobiernos de turno), este 3 de diciembre, es la fecha para la jornada de elecciones judiciales, con el fin de “mejorar la justicia”, cuya crisis tiene origen en los intereses de clase que han regido en nuestro país desde su fundación. Hoy sólo se busca formalizar el nombramiento de jueces, que más allá de su voluntad personal responden a intereses de la clase dominante.

El gobierno busca deslindando toda responsabilidad de este fracaso y transmitiendo la misma a la sociedad (puesto que nosotros “elegiremos”). Esto en medio de amenazas que atentan la libertad de expresión, el derecho a ejercer el voto de la manera que uno considere y el derecho a organizarnos como sociedad civil para emitir diferentes criterios frente a la coyuntura nacional.

Se ha intentando quitar la posibilidad de informar sobre la facultad de votar nulo o blanco bajo amenazas de multas. Un ejemplo claro son los amedrentamientos que sufrieron personas que realizaban esta labor y fueron arrestadas “por confusión” de los funcionarios policiales.

A esto se suma la insistencia de nombrar como jueces a quienes ganen por simple mayoría y no así por mayoría absoluta (50%+1) ignorando la voluntad de rechazo expresado en el voto nulo o blanco.

El trasfondo de este proceso, que ya ha mostrado varias irregularidades, y que además presenta vicios desde su inicio, es que:

a) La elección de candidatos fue realizada por la Asamblea Legislativa Plurinacional y no así un comité técnico especializado en el tema. Esto rompe con la independencia de poderes, principio fundamental del Estado de Derecho (que tanto dicen defender).

b) La transformación en la justicia debería venir por cambiar la estructura putrefacta del Órgano Judicial; no solo se hace un cambio de servidores, mismos que una vez asuman sus cargos estén dentro el sistema se toparan con infinidad de obstáculos que impedirán un cambio real, que sólo podrá ser producto de un cambio revolucionario en la sociedad.

Se ha intentado generar por parte de algunas personas la equivocada percepción de que votar nulo es apoyar a la vieja derecha y votar valido es apoyar a la nueva derecha gubernamental; para los comunistas el voto nulo representará el rechazo total al Sistema de Justicia putrefacto, un rechazo a la falta de independencia de poderes, un rechazo a las vacías promesas de Reforma, y además el mensaje de buscar una alternativa de Justicia, que sea producto de una Revolución Socialista real y un Nuevo Estado Socialista de poder popular que sea el principal encargado de romper las injusticias sociales, generando una educación (preventiva al delito), salud, trabajo, pero además ofreciendo una liberación de la sociedad.

La Paz, 26 de noviembre de 2017

BURÓ POLÍTICO DEL PCR

Santos, sus demonios y la visita papal

Desde el año pasado se venía rumorando sobre la visita a Colombia del pontífice argentino domiciliado en Roma; ahora no es una especulación, es compromiso público del Estado Vaticano llegar a Cartagena, Medellín, Villavicencio y Bogotá, lugares de alta conflictividad política, social y económica y con distintas aristas en el contexto de la acentuada crisis del país. Son ciudades que no están lejos de donde se libran la mayoría de combates entre tropas gubernamentales y efectivos de la insurgencia; así, se dan hechos urbanos de importancia militar como el reciente golpe asestado por el ELN a una escuadra de efectivos del sanguinario y tenebroso escuadrón policial antidisturbios ESMAD ubicada en Bogotá.

Se dice que “el Papa no viene a favorecer una posición distinta que no sea la paz” y desde allí hacen referencia a su mención de la necesidad de “luchar sin descanso contra toda forma de injusticia, de inequidad, de corrupción, de exclusión”, por tratarse de males que, “destruyen la vida misma de la sociedad”, como señala la carta del Secretario de Estado del Vaticano para anunciar la visita.

También se indica que el Papa Francisco se referirá con acento especial a la urgencia de atacar algunas causas del conflicto armado para llegar a una paz “estable y duradera”. Este enfoque ya es lo suficientemente político como para que lo puedan capitalizar únicamente los que estuvieron negociando sobre el fin de la guerra en la Mesa de La HabanaCuba. Habrá una notable puja para tratar de quedarse con las palabras que sobre la paz pronuncie el purpurado.

Es decir, en todo esto de la visita papal hay un hondo sabor espiritual, pero su visita es, en esencia, un hecho político claramente marcado por los propósitos que se exponen públicamente, y el apoyo que buscan recabar entre los millones de colombianos que siguen los dictados de la iglesia católica, en un contexto que no puede dejar de leer el difícil momento por el que pasa la implementación de los acuerdos de La HabanaTeatro Colón, modificados hoy al gusto del Ejecutivo con los ajustes del Congreso en sus debates de “vía rápida” (“Fast Track”).

Se dice que el Papa Francisco asignará a sus obispos y sacerdotes el mandato de “Asumir el riesgo de convertir toda la Iglesia, cada parroquia y cada institución, en un hospital de campo, en el lugar seguro en el que se puedan encontrar quienes experimentaron las atrocidades y quienes actuaron desde la orilla de la violencia”.

Entre tanto, lo que buscarán a todo costo desde el alto gobierno de Colombia y la alta jerarquía eclesiástica aliada de Santos, es utilizar desde ya la anunciada visita papal para mejorar la expectativa popular sobre las supuestas bondades de los acuerdos de paz.

Ellos bien saben que ha venido evaporándose de las mentes del pueblo esa esperanza de mejor vida al ver que su situación social se va deteriorando con las decisiones económicas, sociales y políticas del gobierno, al punto que ya varios sectores del pueblo confirman la denuncia que la salida de las FARC de sus territorios ha dejado las manos libres del capital nacional y extranjero para poner en marcha sus arbitrariedades y abusos, que incluyen el fortalecimiento del paramilitarismo que ya ha cegado la vida de 150 dirigentes sociales y políticos que se entregaron con fe a trabajar por los acuerdos para la “dejación de armas” de las FARC.

No sirvió mucho el Nobel de la Paz…

Las limitaciones de las acciones publicitarias para actuar sobre las porosidades de la sicología social fueron evidentes al usarla como medio para aclimatar entre las mayorías de los pueblos que habitan Colombia los “acuerdos de paz” para imponer el SI en el plebiscito de octubre de 2016, pues, el discurso se hace cada vez más vacío cuando no aparecen realizaciones que muestren disposición a cambiar en el régimen y el gobierno.

En efecto, luego del empalagoso ruido publicitario y el boato de los actos en Cartagena, a propósito de la segunda firma de los acuerdos que ponen fin a la existencia de las Farc como guerrilla (la primera firma fue en La Habana y con pompa internacional), los colombianos difícilmente olvidarán la costosa publicidad, apenas superada por la usada para impulsar el fracasado plebiscito para refrendarlos, manejada para anunciar el viaje de Santos a Noruega a recibir el premio Nobel de la Paz.

Tampoco se olvidan del costo de los anuncios publicitarios del encuentro de poca altura y corto alcance efectuado en el Coliseo de Ferias de Bogotá que inducía a pensar en un acto para mercadear como una mercancía más el anhelo popular de paz y no en evento para poner a jugar la inteligencia con soluciones profundas que den una salida política integral al conflicto surgido desde el segundo cuarto del Siglo XX. Allí, en ese recinto ferial, unos pocos poseedores de esa distinción honorífica, tan puesta en cuestión por estos días en que la ostentan personajes que desplegaron muchos comportamientos y decisiones políticas y militares contrarias a la paz como el expresidente imperialista yanqui Barak Obama.

Claro está, Santos no podía cambiar su imagen con ese Nobel. Luego de tanto pavonearse por sus decisiones de uso de la fuerza contra el pueblo y no sólo contra las guerrillas; de violador de la soberanía nacional del Ecuador con el bombardeo a Angostura, por obra y gracia de los medios de comunicación masiva no lograría pasar a ser “adalid de la Paz” viniendo de ser, por muchos años, el ministro de defensa militaristaguerrerista y el presidente heredero y alumno de la “Seguridad Democrática” de Uribe, que incrementó el holocausto del pueblo colombiano en su lucha por la liberación social y nacional, atizando la lucha de clases al poner más clara y viva las contradicciones entre trabajo asalariado y capital, entre la oligarquía y el pueblo y entre la nación y el imperialismo.

¿Servirá a la paz la visita del Papa?

La visita papal es un titular utilizado para airear el tema de la paz, se da justo en estos momentos de la entrega de las armas de las Farc e inicio de la implementación de los acuerdos que en muchos casos no pasará de ser “otra ley”, donde el acostumbrado santanderismo salta como medio para controlar población con su emisión de normas demagógicas.

Este anuncio de la visita del purpurado también coincide con un momento en que los acuerdos de La Habana están siendo cuestionados por los incumplimientos, las nuevas modificaciones en el Congreso y por los engaños que ellos entrañan, según varios actores de mayores desempeños en la dinámica externa e interna de la mesa de negociaciones de Cuba que empiezan a ver “engaño” y “estafa” del Gobierno pues no responde a la hora de cumplir, o busca retorcer el sentido que le dieron.

Se está abriendo paso la idea recogida por el imaginario popular “les metieron conejo a las Farc”, o sea que cayeron en una trampa que les sirve a los planes de rendición de Santos y los imperialistas yanquis y del mundo entero, tan regocijados al ver pisoteado el derecho a la rebelión.

De allí que la real conducta política del Estado Vaticano será más visible cuando sea imposible acallar o dejar de ventilar las falencias del acuerdo de cúpulas que tuvo como escenario a la Isla de Martí. Entonces, cuando llegue el Papa en octubre, ya se habrán dejado ver las tropelías que se avecinan con la implementación legal en el Congreso contra la libertad política del pueblo, la verdad, la justicia, la reparación de las víctimas y garantías de no repetición para el pueblo, pues, ya las medidas económicas contra la paz han galopado con la ley agraria de las ZIDRES en 2016, el salario mínimo de 2017, el incremento de la tercerización, la nueva oleada de privatizaciones y la nueva reforma tributaria en marcha, con un Nuevo Código de Policía que les facilita más la criminalización de la lucha popular.

El mismo Papa Francisco, frente a la “justicia social”, en una entrevista con el diario italiano ‘Il Messagero’, lanzó una frase bastante significativa: “Los comunistas nos han robado la bandera de los pobres” y ha asegurado que “la bandera de los pobres es cristiana”. Entonces está por verse si el Jefe del Estado Vaticano se limitará a aplaudir el cese de choques militares entre la Farc y el gobierno y la terminación de esa guerrilla o se comprometerá con el combate a las causas que generaron el conflicto.

Pero esto de la participación social que se leen en varias citas de frases del máximo jerarca católico, puede tener plena aplicación inmediata si los creyentes en esa religión trabajan en sintonía con el impulso de la participación social y el diálogo nacional en la solución del conflicto planteado desde la Mesa de Quito, que el gobierno de Santos negó en las negociaciones de La Habana y de nuevo, contrariando lo acordado en la agenda con el ELN, el jefe negociador calificó como NO vinculante el mismo día de la instalación de la Mesa el pasado 7 de febrero en las afueras de Quito. Entonces se supone que aquí hay una oportunidad para aplicar lo que el prelado ha enfatizado en su visita a Manila cuando señaló que “es un deber escuchar la voz de los pobres”.

¿La amnistía para insurgentes puede volverse perdón a criminales de guerra?

Es, de hecho, la amnistía, la seguridad jurídica de no ser encarcelados, constituye uno de los temas medulares de la negociación con las Farc, pues el Nuevo Movimiento Político que piensan lanzar en pocos meses parte de contar con la afiliación de los actuales miembros de esta guerrilla en trance de desmovilización.

De hecho, la existencia de una Ley, como ya lo anotamos, no supone una solución de un problema, incluso algunas los agravan. La Ley 1820 de 2016, referida a la amnistía, indulto y tratamientos especiales, votada con el mecanismo antidemocrático por lo brevísimo (fast track), desconoce la esencia del delito político, por tanto, sus marañas hacen que a pesar de empezar a regir el 30 de diciembre de 2016 aún no hay centenares de exguerrilleros amnistiados mientras si les presionan a cumplir con los plazos para hacer entrega de las armas, que es la gran meta del Acuerdo.

En el diario El Espectador del pasado 17 de enero, el periodista Carlos Martínez tituló: “En marzo 1.200 militares y policías, involucrados en delitos por conflicto, quedarán en libertad.”

En desarrollo de esa nota se lee: “El Ministro de Defensa Nacional Luís Carlos Villegas, anunció que, para la primera semana de marzo del presente año, 1.200 militares, implicados en delitos relacionados con el conflicto armado, quedarán en libertad, una vez entre a operar la Justicia Transicional para miembros de la Fuerza Pública.”

Villegas advirtió que, a diferencia de la Justicia Transicional para miembros de las Farc, la cual se acordó en La Habana, la de los militares se hizo de manera unilateral por el Gobierno Nacional, pensando en los hombres que resultaron envueltos en esta clase de delitos.

También aclaró que los uniformados que se acojan a esta Justicia Especial y se de vía libre a este Acto Legislativo, tan sólo pagarán una condena de cinco años, como una muestra de perdón, olvido y reparación.”

Indicó, además, que en el caso del general Jaime Uscátegui, condenado por la masacre de Mapiripán, aunque no conoce en detalle el caso, el ministro señaló que también podría acogerse a los beneficios que señala la Justicia Especial para militares.”

El lunes 13 de marzo, rápidamente, se aprobó el acto legislativo reformatorio de la desencajada y estropeada Constitución del 91, que implementa los contenidos de la Jurisdicción Especial de Paz JEP. A este contenido constitucional se agregan las observaciones arriba señaladas por el ministro de Defensa y ex-negociador en La Habana y exembajador en Washington, al igual que las glosas del Fiscal General de la Nación que favorecen la impunidad de los civiles que han financiado el paramilitarismo y procedimientos sicariales para eliminar líderes sociales y políticos, así como potencia el desconocimiento de la conexidad entre delito político y delito común para bloquear la salida política al conflicto armado.

En esas condiciones, toda la demagogia gubernamental sobre las víctimas, la verdad y la no repetición queda en palabrería. Así los esfuerzos del movimiento de defensa de los derechos humanos queda burlado al quedar en el cesto de la basura cibernética de la justicia sus esfuerzos para probar y demostrar la existencia por décadas del Terrorismo de Estado, como política auspiciadora del paramilitarismo y el terror ejercido por la fuerza pública, uno de los ejes del proceso de fascistización del régimen político en Colombia.

Entonces, como dice la canción del grupo La Muralla: Qué dirá el santo papa / que vive en Roma / si le están degollando a sus palomas…

El delito del narcotráfico como espada de Damocles

A lo aprobado sobre la JEP, que junto a la Ley 30 de 1986 ya constituye un mamotreto jurídico de engorroso manejo, se le adherirá otra Ley para abordar la conexidad del delito político y el delito del narcotráfico, lo que es un evidente peligro para procesar en cualquier momento a los desmovilizados de las Farc, o negarles la amnistía y el indulto.

Esto incluye el peligro de extradición a los Estados Unidos, que ha solicitado nuevos miembros de las Farc para procesarlos por narcotráfico, asunto de graves consecuencias pues está la burla a las Farc con el incumplimiento de la promesa de Santos de liberar a Simón Trinidad, actualmente preso en EEUU. Entonces, pueden temer los jefes de las Farc, que insisten en no pagar un solo día de cárcel.

Como está en la carta de confirmación de la visita del Papa Francisco a Colombia, él viene fundamentalmente a “respaldar de manera personal el proceso de paz”. Cualquier lector de esta realidad de crisis de los Acuerdos con las Farc se preguntará: ¿de qué proceso se está hablando en el Vaticano? ¿de la lucha por la paz o de un armisticio para formalizar la rendición (¿o derrota?) de las Farc?

Pero el Vaticano habla de la necesidad de trabajar por la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas. Es decir, tendría que modificar este criterio o entrar en el detalle de los acuerdos de La Habana y compenetrarse con la actividad tendiente a lograr los cambios que supone sacar adelante la Mesa de Quito con el ELN. De quedarse solo en las frases que estimulan la religiosidad y tratan de trascender a la espiritualidad, el purpurado y su Estado Vaticano se moverían a dejar esos enunciados para la “justicia divina” dejando a los miembros de su congregación en el terrenal infierno de la “injusticia social”.

La realidad de las tramoyas del gobierno para lograr la desmovilización de las Farc supera lo imaginable, por tanto los demonios que ha desatado la desastrosa gestión presidencial de Santos, que ya incluye la corrupción descarada al estilo Uribe, en la entraña del gabinete, son hechos que lo tienen atrapado y la visita de un gran jerarca religioso no podrá librarlo de ellos.

Partido Comunista de Colombia (MarxistaLeninista)

Comité Ejecutivo Central

La situación política actual en Costa de Marfil, y las tareas del proletariado

Costa de Marfil
Partido Comunista Revolucionario de Costa de Marfil

Costa de Marfil tuvo desde 2002 hasta 2011 una guerra civil reaccionaria, que enfrentó dos fracciones rivales de la alta burguesía, al servicio del imperialismo internacional, particularmente el francés. Esa guerra terminó con la intervención de las fuerzas armadas francesas, para imponer a una de las fracciones. Los grandes burgueses organizados en el «Frente Patriótico» de Laurent Gabgbo perdieron el poder en beneficio de los grandes burgueses organizados en la «Unión de los Houfetistas1[1] por la Democracia y la Paz» (RHDP) de Alassane Ouattara. El traspaso de poder tuvo lugar en el estricto marco del sistema neocolonial. Es decir, Costa de Marfil sigue siendo un país subdesarrollado, integrado en la carcasa del sistema capitalista imperialista mundial. El poder en manos de la alta burguesía sigue siendo antidemocrático contrario a las libertades. ¿Ante esta situación cuáles son las tareas del proletariado y de su vanguardia?

Una nación bajo la dominación del imperialismo internacional

Costa de Marfil es uno de los países de África en el que el imperialismo lo decide todo, tanto la lluvia como el buen tiempo. Decide la orientación económica y social, sobre que clan de la alta burguesía debe ocuparse de los negocios, etc.

Todos los planes para el desarrollo económico y social, así como los presupuestos, se someten a la validación del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Banca Mundial (BM) y a los organismos de las potencias imperialistas para el desarrollo. Lo esencial de los capitales invertidos en los sectores modernos como la energía, la minería, el petróleo, la transformación de los productos agrícolas, el comercio exterior, la infraestructura de las carreteras, aeroportuarias y portuarias, etc. están en mano de sociedades francesas, estadounidenses, chinas, etc.

En el plano político, desde la independencia nominal decidida por Francia en 1960, todos los cambios en la cabeza del Estado, como el acceso al poder de Henri Konan Bedié en 1993 a la muerte de Hufuet Boigny, el golpe de Estado de Guei Tobwert en 1999, la insurrección del 2000 de Koudu Gbagbo Laurent; la imposición por la fuerza en 2011 de Alassane Ouattara, todos esos cambios se han llevado a cabo mediante una fuerte implicación directa de la potencia imperialista francesa. Esta situación es el reflejo de la historia de Costa de Marfil como territorio privado de Francia dese la independencia de los países de África Occidental.

Francia, potencia imperialista dominante en Costa de Marfil

Para conservar sus privilegios coloniales, Francia firmó, desde 1961, con la recién creada República de Costa de Marfil, doce acuerdos que abarcaban todo lo referente a la vida económica y política.

Esos acuerdos de «cooperación» constituyen jurídicamente las bases de la dominación francesa sobre Costa de Marfil. Se pueden citar:

1.- el acuerdo de defensa revisado en 2012.

2.- El tratado de cooperación,

3.- El acuerdo de cooperación en materia económica, monetaria y financiera,

4.- El acuerdo de asistencia militar y técnica,

5.- Acuerdo de cooperación en el terreno de la Justicia,

6.- Acuerdo de cooperación en materia de la enseñanza superior,

7.- Acuerdo de cooperación cultural,

8.- acuerdo de cooperación sobre la aviación civil,

9.- cooperación sobre el correo y la telecomunicación,

10.- cooperación sobre intercambio comercial,

11.- cooperación en materia de personal,

12.- Acuerdo de cooperación técnica sobre los magistrados puestos a disposición de la república de Costa de Marfil.

Esta tabla de acuerdos abarca todos los terrenos de la vida política, económica, social y cultural del Estado de Costa de Marfil. Todos fueron firmados el mismo día, el 24 de abril de 1961 apenas otorgada la independencia, se puede decir antes de que el joven Estado hubiera recogido sus credenciales en el concierto de Naciones; la proclamación de independencia tuvo lugar el 7 de agosto de 1970 sólo ocho meses antes. Estaba la voluntad de Francia de actuar rápidamente, como un amante para irse de viaje de novios antes de que la novia cambiase de opinión y se fuera con otro pretendiente…

Generalmente esos acuerdos pretenden basarse en los lazos que unen «libremente» a la República de Francia y la República de Costa de Marfil, sobre la base del respeto mutuo entre los dos estados. Esos acuerdos pretenden querer promover una estrecha «cooperación» en diversos terrenos.

Por encima de engañosas consideraciones generales, que esconden mal la voluntad de la potencia colonial de mantener los lazos colonialistas con su antigua colonia mediante triquiñuelas jurídicas y diplomáticas, los acuerdos ponen el acento sobre la postura de peticionaria de Costa de Marfil. “La República francesa asegura, a petición de la república de Costa de Marfil» es el preámbulo a todos esos acuerdos. Por consiguiente, es Costa de Marfil la que pide para «sobrevivir». Pero a continuación, en cláusulas más precisas, queda claro que es Francia la que se beneficia de esos acuerdos sin ninguna obligación por su parte. Esos acuerdos ponen el acento sobre el carácter aleatorio de las obligaciones francesas hacia Casta de Marfil. Se puede leer en ellos, «El gobierno francés, facilita en la medida de sus posibilidades, la formación y perfeccionamiento del personal de los sectores públicos o privados presentados por la República de Costa de Marfil» Lo mismo sucede para la disposición de todo tipo de personal enseñante, magistrados, etc. Es la misma perorata para los concursos o la ayuda aportada por Francia para la definición, estudio y realización de los programas de equipamiento en materia de telecomunicación.

Además del carácter aleatorio, en esos acuerdos, de las obligaciones francesas, se concede privilegios especiales para la parte francesa. Facilidades excluyentes son acordadas por la República de Costa de Marfil a la República francesa y sus empresas en ciertas actividades o terrenos: la República de Costa de Marfil se compromete a «dirigirse prioritariamente al gobierno francés para el reclutamiento del personal» «La República de Costa de Marfil ofrecerá facilidades al gobierno francés para abrir en el territorio de Costa de Marfil, establecimientos de enseñanza que dependerán de su autoridad» (La del gobierno francés) «Ofrecerá facilidades para importar en franquicia, libros, películas y discos de la otra parte contratante» «Los navíos de la nacionalidad de uno de los dos Estados tendrán en los puertos, las aguas territoriales y las del otro Estado el mismo trato en lo concerniente a la pesca, el transporte de pasajeros, las formalidades aduaneras y las portuarias, la percepción de derechos y tasas portuarias y todas las facilidades acordadas para las operaciones en los puertos» «Los concursos financieros para el desarrollo económico y social afectados a estudio, compra de equipos o fornituras y la ejecución de trabajos darán lugar a mercados reservados en principio a las empresas de nacionalidad francesa o marfileñas.»

El acuerdo monetario es el típico que consagra la intervención de Francia en Costa de Marfil: «El instituto de emisión (de moneda) es un establecimiento nacional cuya sede está en París» «El Consejo de administración (del instituto emisor) agrupa a representantes de la unión monetaria Oeste Africana y de la República de Francia» Esto no necesita comentarios.

En fin, esos acuerdos se caracterizan por la existencia de cláusulas especiales secretas que no han sido publicadas: «Las relaciones entre el tesoro público francés y el tesoro público marfileño, se rigen por un acuerdo especial.»

Total, esos acuerdos son la imagen de la asociación del caballero con el caballo. Uno encima del otro, sujetándolo con las riendas para que no se vaya por doquier, frenándolo y llevándolo según su voluntad. Tales son los lazos desde 1960 entre Francia (ex potencia colonial) y Costa de Marfil.

Penetración de otras fuerzas imperialistas en Costa de Marfil

El imperialismo francés, sin duda alguna, es el dominante en Costa de Marfil heredada en el reparto colonial de 1885. Se adjudicó oficialmente el territorio en 1893. Obligado por las luchas de los pueblos, tuvo que acordar la soberanía nacional a sus colonias, pero se dotó de los medios necesarios para conservar sus privilegios coloniales en Costa de Marfil. Una característica del Estado colonial es que concita la codicia de los otros imperialismos. En esta competencia las potencias imperialistas emergentes son las más agresivas. Los Estados Unidos de América, que se impusieron durante la segunda guerra mundial de 1945 como cabeza dirigente de las potencias imperialistas, tratan de implantarse en los territorios privados de las ex potencias coloniales. Países emergentes (China, India, Marruecos, Sudáfrica, etc…), que aspiran a ser potencias imperialistas están igualmente en combate.

En Costa de Marfil, el imperialismo estadounidense se ha impuesto en los sectores mineros y petroleros. Tiende sus tentáculos en el sector bancario. Una encuesta llevada a cabo por el Partido en mayo de 2017, indica que más del 70% de las nuevas empresas instaladas desde 2015 son chinas, indias o marroquíes, en sectores como la banca, el cemento, los productos agro alimentarios, el turismo, etc. Es decir, la competencia es dura entre los imperialistas, incluso en Costa de Marfil, aunque el imperialismo francés es todavía ampliamente dominante.

Una nación subdesarrollada donde el pueblo vive en la miseria

La gran burguesía y sus maestros imperialistas no cesan de predecir un futuro radiante a Costa de Marfil. En 1960, el primer presidente Hufuet Boigny pidió a los marfileños apretarse el cinturón durante 20 años para lograr la prosperidad en 1980. La libertad y la democracia han estado amordazadas durante ese período. Pero en 1980 las cajas estaban vacías, la prosperidad no acudió a la cita. El FMI y la BM se pusieron a la cabeza del país para imponer programas de ajuste estructural que acabaran con la situación que golpeaba al Estado neocolonial. Desde entonces todas las promesas demagógicas de los sucesivos gobiernos de la gran burguesía no logran adormecer al pueblo que vive más que nunca en la miseria.

Desde el 2012, el gobierno de Ouattara trata de hacer creer que Costa de Marfil será un país emergente hacia el 2020. Hay que subrayar algunas palabras de ese paradigma, convertido en la consigna de casi todos los países africanos. Con la caída del primer estado socialista en 1989-1990 y la unificación del mercado capitalista mundial, los politólogos burgueses clasifican a los países del mundo en cuatro categorías. Los países de primera categoría son los desarrollados (Europa Occidental, Estados Unidos y Japón). El segundo, son los países emergentes (Brasil, Rusia, India, China, Marruecos, Paquistán, Sudáfrica). La tercera categoría son los países en vía de desarrollo (países africanos subsaharianos), y la cuarta son los países menos desarrollados o subdesarrollados (países africanos subsaharianos).

Costa de Marfil pretende clasificarse como país emergente en 2020. ¿Más a tres años de esta meta cual es la realidad? Comparemos sobre la base de las estadísticas del FMI de 2016, de algunos parámetros socio económicos de Costa de Marfil con los de Marruecos uno de los países que ocupan el lugar más bajo de escala de los países emergentes. El producto interior bruto, PIB, por habitante en Costa de Marfil es de 3 dólares al día, en Marruecos es de 10 dólares. Las exportaciones de bienes manufacturados representan el 20 % del total de las transacciones, mientras que en Marruecos es del 60% El valor añadido de la agricultura en el PIB es del 30%, y en Marruecos el 10% El índice de pobreza es del 48% (sin comentarios), el índice de desarrollo humano (IDH) es de 0,452, lo que sitúa a Costa de Marfil en el puesto 168 de los 197 países del mundo (sin comentarios). El desempleo es del 45%, el analfabetismo es del 50%, contra el 20% en Marruecos; la mortalidad infantil es del 64/1000, la esperanza de vida es de 54 años, el acceso al agua potable es del 60%, a la electricidad el 62%. Son cifras oficiales del FMI que permiten afirmar que Costa de Marfil es un país subdesarrollado donde se codean la miseria, el analfabetismo, el desempleo. El crecimiento para el 2020 es una quimera, ya que la diferencia entre las características de la realidad socio-económica en Costa de Marfil y los parámetros internacionalmente requeridos para calificarse de «emergente», habla por sí sola. El desempleo entre los jóvenes crece, se acentúa, la infraestructura de la red de comunicación (carreteras), está en un estado tan deteriorado como en 2010.Muchas familias tanto en la ciudad como en el campo, tienen que recurrir a conectarse anárquicamente para tener electricidad, o se alumbran con lámparas artesanales; muchas beben agua de lagunas o de pozos. El sistema sanitario no ha mejorado, el hospital público en Costa de Marfil es un espejismo; el sistema educativo produce desempleados; la vivienda falta cruelmente, lo que hace que en las grandes ciudades se creen barrios de tugurios. Brevemente, el marfileño de las clases populares vive en la miseria.

El poder de Uattara, un poder despótico acorralado

Las libertades elementales contempladas en la constitución burguesa, son violadas alegremente por el gobierno Uattara. Los alumnos no tienen derecho de sindicación desde el 2011. A los estudiantes universitarios, Uattara impone organizaciones fantoches a sueldo, desde el inicio de la Facultad. La inmunidad universitaria no existe, las universidades son vigiladas por la policía nacional y las milicias privadas del Gobierno. Todas las manifestaciones de alumnos, estudiantes, profesores contra este estado de cosas son reprimidas o anuladas por los corrompidos jefes sindicalistas… Las manifestaciones de los partidos de la oposición son saboteadas por las milicias del RDR, como ha sido el caso contra el Partido Comunista Revolucionario de Costa de Marfil (PCRCI) en Puerto Buet el 21 de diciembre de 2013, o las manifestaciones del FPI en enero, febrero, marzo y abril; de las manifestaciones de los partidos opuestos a la constitución de tipo autocrático, salvajemente reprimidas en octubre del 2016.

El poder de Uattara tiene problemas para garantizar la seguridad de los ciudadanos. La situación se agrava día a día con los ataques contra los símbolos del Estado (puestos de la policía y la gendarmería, contra los cuarteles militares). Durante los dos últimos meses, julio y agosto de 2017, han tenido lugar una decena de ataques de ese tipo. Los asaltantes se llevan las armas de los cuarteles asaltados y obtienen recursos financieros robando en las oficinas económicas. Hasta el presente, el poder es impotente f rente a lo que parece ser una preparación de un golpe de fuerza organizado por clanes burgueses enfrentados entre sí.

El poder de Uattara emplea todos los medios para romper las huelgas de los sindicatos y las manifestaciones populares, detener a periodistas y oponentes. Es un poder acorralado cuyas prácticas despiertan veleidades de golpes de fuerza de los clanes enfrentados de la gran burguesía.

La táctica del PCRCI

Todos los partidos de la gran burguesía marfileña han detentado el poder del Estado. Huyfueet desde la independencia en 1960 prometió el dorado a los pueblos cuando ofreció Costa de Marfil al imperialismo francés. Pero en 1993, en el ocaso de su vida, pese a la perfusión económica que le suministraron los administradores de fondos internacionales, Costa de Marfil estaba clasificada por el FMI entre los países pobres altamente endeudados. Su sucesor, Henri Konan Bedié, no pudo acabar con la miseria. Aprovechando el despertar de las luchas populares por las libertades y el pan, un clan de la burguesía acabó con su poder mediante un golpe de Estado militar en 1999. Los golpistas y sus aliados civiles, ocupados en llenar sus bolsillos no hicieron nada mejor. La miseria se acentuó, la libertad y la democracia retrocedieron drásticamente. En el 2000, los refundadores, se hicieron con el poder para refundar Costa de Marfil (sin romper con el imperialismo) desviaron dinero público, amordazaron las libertades. Durante diez años, la dominación imperialista no retrocedió; la miseria se agravó; las libertades y la democracia fueron de mal a peor. En las elecciones presidenciales de 2010 el imperialismo trató de instalar a los huefetistas. Los refundadores fueron barridos por la guerra. Pero ese clan de la gran burguesía, ligado al imperialismo, abonado a la corrupción, al robo de los bienes públicos y adeptos de un poder despótico, no podía hacer milagros para hacer avanzar a Costa de Marfil por la vía de la democracia, de las libertades, del bien estar social y de la modernidad. Ese clan es incapaz de encontrar soluciones para los males que corroen a la sociedad marfileña. El poder Uattara había prometido gestionar el país con trasparencia y rigor. Pero después de su primer mandato, el poder estaba gangrenado por la corrupción, la superchería, el tribalismo. Mercados públicos de miles de millones de FCFA fueron manipulados sin que los culpables recibieran sanción alguna. Toda iniciativa económica es sometida al FMI y el BM. El pueblo vive en la miseria y está dispuesto a luchar contra el saqueo. Las contradicciones están vivas entre los diferentes clanes que componen esta coalición. La revuelta de los militares, pese a estar ligados a la causa del presidente, es indicativo de la crisis en la cabeza. Es muy probable que una nueva guerra reaccionaria se desate. Será la velación de armas el 2020, año electoral.

Los partidos políticos de la oposición burguesa se preparan también para el 2020. Se crean frentes o reaparecen. Incluso si esos partidos víctimas del despotismo del poder de Uattara, palabrean sobre libertades y democracia, están a la espera del apoyo del imperialismo internacional, particularmente del francés.

Desde el 2015 las masas populares han vuelto a la lucha en condiciones difíciles: desorganización y «caporalización» de los sindicatos, represión, criminalización de las luchas, corrupción de los bonzos sindicales, etc. Empero, esas luchas populares ganan en frecuencia e intensidad. Se desarrollan experiencias de luchas unitarias.

En resumen, se puede decir que estamos en vísperas de una situación revolucionaria que puede desembocar en una crisis revolucionaria. ¿Ante semejante situación, qué hace el partido del proletariado?

¡Costa de Marfil está mal, en pleno caos! Una prueba de este caos es que las manifestaciones se acumulan diariamente. Mientras tanto la burguesía agrupada en el RHDP, pese a sus contradicciones internas, se organiza para mantenerse en el poder hasta el 2020. Está en plena agitación para seleccionar al mejor de ellos cuya tarea principal será la de continuar con la misma política, la de subastar las riquezas nacionales a las compañías multinacionales, explotar a la clase obrera, espoliar el trabajo de los campesinos, de los pequeños comerciantes y de los transportistas; la de acaparar fraudulentamente los bienes del Estado e instituir el despotismo como forma de gobierno.

El proletariado y las masas populares quieren acabar con este caos, romper con esta política; quieren una república soberana, democrática, popular, y moderna donde el pueblo decida libremente, y con responsabilidad, su destino. ¿Qué debe hacer el pueblo para alcanzar esos objetivos? Debe fijar el objetivo inmediato a conquistar y dotarse de los medios necesarios.

La actual miseria del pueblo, el caos actual es el resultado de la dominación imperialista, particularmente la francesa, que nos mantiene maniatados con lazos de dependencia económica y política. El imperialismo francés se apoya en la gran burguesía impuesta por el mismo en el poder y que gobiernan mediante la represión y la restricción de las libertades. Se mofa de la democracia inscrita en su propia constitución.

La tarea inmediata es arrebatar el poder del Estado de las manos de esos depredadores y de sus amos, para instaurar la república democrática y popular, independiente y moderna. Estos objetivos son ampliamente compartidos por varias fuerzas patrióticas que llevan a cabo grandes esfuerzos para lograr ese objetivo. Esas fuerzas deben acabar con los enfrentamientos entre ellas y acabar con la dispersión. Este es el camino a seguir.

El Partido Comunista Revolucionario de Costa de Marfil (PCRCI), ha lanzado una iniciativa de plataforma de lucha que aborda el objetivo inmediato y la lucha a llevar a cabo. Esta plataforma debería conseguir la formación de un amplio frente de las fuerzas patrióticas, frente indispensable para eliminar a las fuerzas reaccionarias.

Las recientes luchas del pueblo de Costa de Marfil, demuestran que el camino está trazado para avanzar. En 2016 la lucha contra la constitución retrógrada de la 3ª República, que pudo imponer Uattara por el fraude en las urnas y la manipulación de los resultados, ha demostrado la capacidad del pueblo para defender las libertades y la democracia. Las luchas unitarias de los campesinos, de los funcionarios, de los soldados en 2016 y 2017, demuestran que es posible luchar unidos por el pan y las libertades, y lograr importantes victorias. La lucha contra la intromisión del imperialismo internacional, particularmente el francés durante la guerra civil de Costa de Marfil del 2002 a 2010, demostró que el pueblo es plenamente consciente de la importancia de la defensa de la soberanía nacional.

El campo de lucha por la soberanía, las libertades, la democracia y el pan, está abierto.

Partido Comunista Revolucionario de Costa de Marfil

Agosto de 2017

1 Partidarios del que fuera presidente Hufuet Boigny.

La actualidad de El Capital después de 150 años

El Capital, la obra maestra de Carlos Marx, fundador del socialismo científico, tiene 150 años. El análisis realizado en el primer volumen de este trabajo, que fue el único volumen publicado en vida, ha sido validado por la experiencia histórica de estos 150 años y ha sido una guía única para entender el mundo en que vivimos.

En El Capital, Marx estableció las relaciones y fuerzas fundamentales que están ocultas por las manifestaciones superficiales del capitalismo, formuló “la ley económica del desarrollo de la sociedad moderna” y proporcionó una base científica para la acción de la clase obrera moderna, sepulturera del capitalismo.

En este trabajo, donde reunió los resultados madurados de sus largos estudios sobre economía política, Marx desnudó la formación del capitalismo, las condiciones de su existencia y las dinámicas que inevitablemente llevan a su colapso.

En este sentido, El Capital continuará siendo un trabajo actual y válido mientras exista el capitalismo. Además, la perspectiva oscura del mundo que amenaza el futuro de la humanidad hace aún más necesaria la lectura y la discusión de esta obra.

A medida que la economía mundial sigue amenazada por el estancamiento y la inestabilidad tras la crisis del capitalismo en 2008, a medida que nos enfrentamos a muchos otros problemas como la creciente explotación y agudización de la rivalidad imperialista, la pobreza, el hambre y la guerra en el mundo subdesarrollado, la crisis de los migrantes, el surgimiento del fascismo y otras ideologías reaccionarias, la crisis ecológica, etc. El Capital es, en la actualidad, una guía muy importante para comprender el mundo que nos rodea.

En el 2017 no sólo se conmemora 150 años de El Capital, sino también el centenario de la primera revolución de la clase obrera en la historia dirigida por los marxistas de Rusia que siguieron el camino de El Capital. Estos aniversarios están tan estrechamente interconectados que no se los puede evaluar por separado. Rusia fue el primer país donde esta gran obra fue completamente traducida en 1872. Los 3000 ejemplares de esa traducción se agotaron rápidamente y se debatieron ampliamente entre los intelectuales rusos. Este interés se debió, en parte, a las particulares condiciones históricas e intelectuales de Rusia. Sin embargo, lo que es más importante, en un país en el que el capitalismo se estaba desarrollando, El Capital era leído y debatido para comprender el curso del desarrollo histórico, no solo debido al poder intelectual de esta obra sino también a su función real: cambiar el mundo de una manera consciente.

Información general sobre El Capital

Aunque el primer volumen de El Capital fue publicado en 1867 reunió los importantes resultados de largos años de estudios en economía política, constituye solo una parte del análisis científico de la sociedad burguesa. Marx escribió las notas del proyecto que más tarde se convertirían en el segundo y tercer volumen de El Capital a mediados de la década de los 1860, antes de la finalización del primer volumen. Estas notas fueron reunidas y preparadas para posteriormente ser publicadas por su camarada y amigo íntimo, Federico Engels. En 1885 Engels publicó el segundo volumen sobre el proceso de circulación de capitales con el subtítulo “El proceso global de la producción capitalista”, y en 1894 el tercer volumen que se centraba en los mecanismos básicos del funcionamiento práctico del capitalismo. No fue hasta la década de 1950 cuando Teorías de la plusvalía, también conocido como cuarto volumen de El Capital, un análisis crítico de la enorme literatura de la Economía incluida en El Capital fue impresa en su totalidad.

Lo que también puede considerarse como parte de El Capital son los manuscritos de Marx de 1857-1858, sobre temas que él pensó que debían incluirse en esta obra o en una más amplia. Estos manuscritos fueron publicados en alemán por el Instituto Marx-Engels en 1939-41 con el título Grundrisse der Kritik der Politischen Ökonomie. La Contribución a la Crítica de la Economía Política publicada en 1859 fue una importante obra complementaria a El Capital, aunque Marx dijo que el contenido de ésta se hallaba cubierto en el primer volumen del mismo. De hecho, el esquema que Marx preveía para el estudio de la economía política era mucho más amplio que lo que existía en El Capital. En su borrador, en 1857, afirma que analizaría la Economía Política en los siguientes seis capítulos: Capital, Propiedad de la tierra, Trabajo asalariado, Estado, Comercio Exterior, Mercado Mundial y Crisis. Los tres primeros títulos fueron cubiertos en orden diferente en los tres volúmenes de El Capital. Sin embargo, no vivió para completar sus trabajos sobre los tres temas restantes. Aún así, el análisis y método de investigación que Marx propuso en El Capital nos dejó un suficiente punto de partida para el estudio de esos temas.

El Capital va con el subtítulo Crítica de la Economía Política. Este es un tema que Marx tenía interés desde cuando en su juventud estaba orientado hacia el comunismo: “Una crítica despiadada de todo lo existente”[1][1]. El programa de crítica que Marx propuso para la emancipación humana, centrado inicialmente en la crítica de la religión, el derecho, la teoría del Estado y la filosofía, en parte se debió a su formación intelectual. Como principal comentarista de Rheinische Zeitung en 1842-43, su atención se centró en los problemas económicos debido a los debates en el Parlamento del Estado del Rin sobre la silvicultura ilegal, la desintegración de la propiedad de la tierra, el libre comercio y el proteccionismo.

Inmerso en los problemas económicos, Marx llegó a la conclusión de que “tanto las relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del siglo XVIII, bajo el nombre de ‘sociedad civil’, y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política”.[2][2]

En su famoso prefacio a Contribución a la Crítica de la Economía Política, publicado en 1859, Marx resumió el método materialista histórico que había alcanzado como resultado de sus estudios. En este prefacio afirma que la fuente del movimiento que provoca el cambio social debe ser buscada en las relaciones materiales de producción que son independientes de la voluntad, la conciencia y las intenciones de los hombres, y son estas relaciones las que las determinan. Las relaciones materiales de producción corresponden a un nivel dado de desarrollo de las fuerzas de producción. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social.

Según Marx, la historia social se basa en el hecho de que se suceden formas sociales específicas, en donde los fenómenos sociales están interconectados en un orden coherente de relaciones internas.[3][3] Para entender el cambio es necesario aplicar la dialéctica en la historia, la ciencia de las correlaciones, el movimiento y el desarrollo. Debajo de las diferentes formas sociales de la historia se encuentran diferentes modos de producción que expresan la unidad dialéctica entre las relaciones materiales de producción y las fuerzas productivas. La transición de un modo de producción a otro es el resultado de las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones materiales de producción. Estas contradicciones se manifiestan en forma de luchas de clase y son los motores del cambio histórico. Por lo tanto, desde la aparición de las clases, “La historia de toda sociedad que ha existido hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases”[4][4]. Según Marx, las sociedades de Europa occidental, donde el capitalismo nació como un modo específico de producción, pasaron por las etapas del comunismo primitivo, la esclavitud y el feudalismo respectivamente. El capitalismo surgió de la matriz del feudalismo; basado en el método dialéctico, Marx efectúa en El Capital un análisis orgánico e histórico de este específico modo de producción. Concretizó el método materialista dialéctico e histórico en el análisis del capitalismo y planteó la necesidad de superar las contradicciones internas del capitalismo a través de la revolución política y social.

El método y la arquitectura de El Capital

Como El Capital pretende estudiar la formación del capitalismo y las condiciones para su existencia y colapso, contiene un análisis detallado del cambio histórico, así como una abstracción de las relaciones cambiantes. Sobre este asunto, Marx expresa su gratitud a la dialéctica hegeliana. “La mistificación sufrida por la dialéctica en las manos de Hegel, no quita nada al hecho de que él haya sido el primero en exponer, en toda su amplitud y con toda conciencia, las formas generales de su movimiento. En Hegel la dialéctica anda cabeza abajo. Es preciso ponerla sobre sus pies para descubrir el grano racional encubierto bajo la corteza mística”[5][5].

El principal punto de partida de Marx es que el cambio no es independiente de las cosas, y que uno debe investigar cómo, cuándo y hacia qué dirección se produce el cambio. En El Capital, meticulosamente  presenta los métodos salvajes del proceso de formación del capitalismo, que los describe como acumulación primitiva de capital; las luchas por la regulación de las fábricas en Gran Bretaña y, haciendo referencia a los informes oficiales, Marx no solo revela las terribles condiciones de trabajo de los trabajadores, sino que también hace una conexión con un análisis sintético de las relaciones en que se basa el modo de producción capitalista.

En los Grundrisse, en el capítulo titulado El método de la Economía Política, Marx expresa su método de estudiar la Economía Política como el método de pasar de lo abstracto a lo concreto. Según él, “para analizar las formas económicas, no se puede utilizar ni el microscopio ni los reactivos químicos. La capacidad de abstracción ha de suplir a ambos”[6][6]. Este método requiere un estudio que utilice una serie de abstracciones a fin de pasar de la apariencia a la esencia, de lo concreto real a lo concreto construido en la mente. La materia es el punto de partida para la abstracción utilizada en El Capital. Esto se debe a que “en la sociedad burguesa, la forma mercancía del producto del trabajo o la forma valor de la mercancía son formas económicas celulares”[7][7].

En El Capital, Marx comienza con un análisis bastante abstracto de la mercancía y desarrolla categorías como valor de uso, valor de cambio, el dinero como forma de valor, la plusvalía y la acumulación de capital. En cada etapa de abstracción, sobre la base de las conexiones inherentes y las contradicciones de cada categoría, se eleva a categorías más complicadas. Por ejemplo, a partir de la relación contradictoria entre el valor de uso de las mercancías y su valor de cambio, deriva las características del dinero y, sobre la base de la misma contradicción, señala la inevitabilidad de las crisis capitalistas.

Los capítulos de los volúmenes de El Capital también muestra cómo Marx procede de una abstracción a otra. En el volumen I vemos un análisis del capital en general. Haciendo una completa abstracción de la diferenciación interna del capital y de los sistemas de precios en el mercado, Marx se centra en la relación entre capital y trabajo asalariado, la relación fundamental que permite la existencia del capitalismo. Sostiene que la explotación de la plusvalía es la base de la acumulación de capital que permite la reproducción del capitalismo y que esta explotación se materializa controlando el proceso del trabajo a través de la realización de la plusvalía absoluta y relativa.

Pasando de este análisis del capital en general en el Volumen I, vemos el análisis del área de circulación del capital y su proceso de reproducción en el Volumen II. Y, en el volumen III, vemos el paso del nivel del capital en general al nivel de muchos capitales y un análisis del funcionamiento del capitalismo en su realidad concreta. Aquí se analiza la conversión de la plusvalía en ganancia y de la tasa de plusvalía en la tasa de ganancia, la equiparación de la tasa de ganancia como resultado de la competencia entre capitalistas, la tendencia de la tasa de ganancia a caer, la transformación de la plusvalía en beneficio, interés y renta y el mecanismo de crédito.

El análisis del capital en consecutivos niveles de abstracción, en diferentes volúmenes de El Capital, significa que las categorías económicas se transforman continuamente. Por ejemplo, la plusvalía que en el Volumen I se discute en un nivel de abstracción del capital en general, se transforma en categorías como beneficio e interés en el contexto de capitales singulares en el Volumen III. Del mismo modo, el concepto de valor que aparece en el Volumen I aparece en forma de precios de producción en el Volumen III.

Crítica de la Economía Política en El capital

En su artículo Las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, escrito por Lenin en 1913, afirma que la doctrina de Marx surgió como la continuación directa e inmediata de las enseñanzas de los más grandes representantes de la filosofía, la Economía Política y el socialismo y que es  legítima sucesora de lo mejor que el hombre produjo en el siglo XIX, representado por la filosofía alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés. A la luz de esta evaluación general, se puede decir que Marx, con la guía del método dialéctico de la tradición de la filosofía crítica clásica alemana, hizo un análisis crítico del capitalismo sobre la base del fundamento teórico que la economía política inglesa había producido y trató de establecer cómo lograr el comunismo moderno, producto de la tradición socialista francesa, a través de la acción consciente de la clase obrera y por qué esto es necesario según las leyes del movimiento del capitalismo.

La crítica de la sociedad burguesa que Marx desarrolló en El Capital se basa en los fundamentos teóricos planteados por la economía política clásica inglesa representada por las obras de Adam Smith y David Ricardo. Aunque la economía política clásica fue desarrollada principalmente por los pensadores ingleses, la contribución de la escuela fisiocrática francesa fue elogiada por Marx y tuvo un importante papel que desempeñar. Marx avanzó consistentemente en la economía política clásica y formuló la teoría del valor del trabajo y la teoría de la plusvalía. En este sentido, Marx es a la vez un crítico de la economía política clásica y su último gran representante.

Marx es el que primero utilizó y puso en la literatura científica el concepto de economía política clásica. Afirma que empezó con William Petty en Gran Bretaña y Pierre Boisguilbert en Francia, en el siglo XVII, y que terminó en el primer cuarto del siglo XIX en estos países con David Ricardo y Sismondi respectivamente[8][8]. En El Capital expresa la idea principal detrás de esta afirmación:

“Para decirlo de una vez por todas, advertiré que yo entiendo por economía política clásica toda la economía que, desde W. Petty, investiga la concatenación interna del régimen burgués de producción, a diferencia de la economía vulgar, que no sabe más que hurgar en las concatenaciones aparentes, cuidándose tan sólo de explicar y hacer gratos los fenómenos más abultados, si se nos permite la frase, y mascando hasta convertirlos en papilla para el uso doméstico de la burguesía los materiales suministrados por la economía científica desde mucho tiempo atrás, y que por lo demás se contenta con sistematizar, de manera pedante y proclamar como verdades eternas las ideas banales y engreídas que los agentes del régimen burgués de producción se forman acerca de su mundo, como el mejor de los mundos posibles”[9][9]

El carácter científico de la Economía Política que señala Marx se desarrolló sobre dos pilares a partir de la segunda mitad del siglo XVII. La primera es la teoría del valor del trabajo como principio regulador del sistema de precios en el mercado y para la distribución; y, la segunda es la búsqueda de las condiciones de la reproducción económica. En la economía política clásica, la teoría del valor del trabajo se desarrolló principalmente en Inglaterra, mientras que las innovaciones teóricas en la reproducción económica fueron materializadas principalmente por pensadores franceses. Estos dos pilares constituyen la hoja de ruta para el posterior desarrollo de la economía política científica. La economía política clásica aborda la vida económica sobre la base de las relaciones entre las tres principales clases de la sociedad capitalista: los capitalistas, la clase trabajadora y los terratenientes. Trata de explicar cómo se determinan los ingresos de estas tres clases en forma de ganancia, salario y renta,  respectivamente, y las relaciones entre ellas. Sin embargo, al hacerlo, como en el caso de Ricardo, “toma conscientemente como punto de partida de su investigación el antagonismo de los intereses de clase, del salario y la ganancia, de la ganancia y la renta del suelo, considerando ingenuamente este antagonismo como una ley natural de la vida social”[10][10].

Según Marx, los éxitos científicos de la economía política clásica se derivan, en gran medida, de la posición progresista y crítica de la burguesía, que recogió los intereses de todas las clases sociales durante su lucha por el poder en contra del feudalismo y sus clases remanentes. La filosofía de la iluminación (ilustración) fue el principal resorte intelectual de esta escuela. Los filósofos ilustrados consideraban la sociedad de mercado y sus relaciones como la condición fundamental para el progreso humano y de la civilización contra las ideas dogmáticas religiosas, las tradiciones y las relaciones de esclavitud de la sociedad feudal. Para ellos, una sociedad de mercado basada en relaciones contractuales, era crucial para el desarrollo de las fuerzas productivas, el desarrollo material e intelectual de la sociedad, las libertades individuales y la igualdad ante la ley. Esta perspectiva condujo a la perpetuación de las relaciones de mercado y a la comprensión de que las instituciones del mercado eran la forma racional del orden natural. Así, toda la historia pre-capitalista fue considerada como un progreso hacia el orden natural del mercado y las leyes de la sociedad burguesa fueron expresadas como leyes eternas que regulan la actividad productiva de los hombres. En este marco, el individualismo y la competencia que se derivan de la forma competitiva de las relaciones de mercado se atribuyeron a la naturaleza humana.

La crítica más importante de la economía política efectuada por Marx es el hecho de que estos filósofos ignoraron el carácter histórico de las relaciones capitalistas. Generalizando la concepción del individuo libre que tomaron prestada de la filosofía de la Ilustración, los principales filósofos de la economía política clásica ignoraron los diferentes órdenes sociales en los que se organizó la producción y trataron las categorías específicas del capitalismo como universales y eternas. Como dice Engels:

“Las condiciones en las cuales producen e intercambian productos los hombres son diversas de un país a otro, y en cada país lo son de una generación a otra. La Economía Política no puede, por tanto, ser la misma para todos los países y para todas las épocas históricas. Desde el arco y la flecha, el cuchillo de piedra y el excepcional intercambio y tráfico de bienes del salvaje hasta la máquina de vapor de mil caballos, el telar mecánico, los ferrocarriles y el Banco de Inglaterra, hay una distancia gigantesca. Los habitantes de la Tierra del Fuego no han llegado a la producción masiva ni al comercio mundial, del mismo modo que tampoco conocen la “pelota” con las letras de cambio ni los cracks bolsísticos. El que quisiera reducir la economía de la Tierra del Fuego a las mismas leyes que rigen la de la Inglaterra actual no conseguiría, evidentemente, obtener con ello sino los lugares comunes más triviales. La Economía Política es, por tanto, esencialmente una ciencia histórica. Esa ciencia trata una materia histórica, lo que quiere decir una materia en constante cambio; estudia por de pronto las leyes especiales de cada particular nivel de desarrollo de la producción y el intercambio, y sólo cuando haya completado esta investigación podrá establecer las pocas leyes generales que son válidas para la producción y el intercambio en general”.[11][11]

Debido a su consideración de las instituciones y las relaciones innatas al capitalismo como una ley natural, la tradición de la economía política clásica, en conjunto, deliberadamente ignoró las características fundamentales de las instituciones que definen el capitalismo. Así, considera al capital no como relaciones sociales que permiten la realización de ganancias para la clase capitalista, subyugando a los mismos productores a su propio desarrollo, sino como instrumentos y maquinaria que ayudan a realizar un proceso general de producción universalmente válido. Del mismo modo, la propiedad privada capitalista de los medios de producción se trata en el marco de una definición universal de propiedad, de tal manera que abarque a todas las formas diferentes de propiedad. Por ejemplo, la propiedad de un pequeño productor de la tierra, trabajada por toda la familia en una economía campesina, o el arco y la flecha del cazador en una sociedad de cazadores-recolectores es tratada igual que la propiedad capitalista. Este tipo de comprensión de la propiedad, construida únicamente sobre la base de las apariencias del capitalismo, desempeñó un papel significativo para justificar el capitalismo.

Habiendo dejado a un lado las características distintivas de la producción capitalista, y eternalizándola, la tradición de la economía política clásica dio vuelta, inevitablemente, a las relaciones de intercambio como base principal de su análisis. Y esta es una perspectiva muy funcional en términos de justificación del capitalismo. Esto se debe a que el intercambio es una actividad voluntaria que tiene lugar entre individuos libres e iguales, y se basa en el beneficio mutuo. Mientras permanezca en esta esfera es inevitable producir resultados “en igualdad de condiciones”. Marx expresa la ilusión de igualdad y libertad que genera esta esfera de intercambio:

“La órbita de la circulación o del cambio de mercancías, dentro de cuyas fronteras se desarrolla la compra y la venta de la fuerza de trabajo, era, en realidad, el verdadero paraíso de los derechos del hombre. Dentro de estos linderos, sólo reinan la libertad, la igualdad, la propiedad, y Bentham. La libertad, pues el comprador y el vendedor de una mercancía, v. gr. de la fuerza de trabajo, no obedecen a más ley que la de su libre voluntad. Contratan como hombres libres e iguales ante la ley. El contrato es el resultado final en que sus voluntades cobran una expresión jurídica común. La igualdad, pues compradores y vendedores sólo contratan como poseedores de mercancías, cambiando equivalente por equivalente. La propiedad, pues cada cual dispone y solamente puede disponer de lo que es suyo. Y Bentham, pues a cuantos intervienen en estos actos sólo los mueve su interés. La única fuerza que los une y los pone en relación es la fuerza de su egoísmo, de su provecho personal, de su interés privado. Precisamente por eso, porque cada cual cuida solamente de si y ninguno vela por los demás, contribuyen todos ellos, gracias a una armonía preestablecida de las cosas o bajo los auspicios de una providencia omniastuta, a realizar la obra de su provecho mutuo, de su conveniencia colectiva, de su interés social.”[12][12]

En el momento en que dejamos la esfera del intercambio, que produce la ilusión de “igualdad” y “libertad”, las mismas personas asumen caracteres diferentes:

“El otrora poseedor de dinero abre la marcha como capitalista, el poseedor de fuerza de trabajo lo sigue como su obrero; el uno, significativamente, sonríe con ínfulas y avanza impetuoso; el otro lo hace con recelo, reluctante, como el que ha llevado al mercado su propio pellejo y no puede esperar sino una cosa: que se lo curtan”.[13][13]

Aunque la tradición de la economía política clásica declaró a las relaciones sociales burguesas como universalmente válidas, hasta los años 1830 construyó una ciencia económica que investigaba las actuales relaciones de producción en la sociedad burguesa en la lucha que emprendió contra la vieja estructura social. Los pensadores fundadores de la economía política clásica, como Adam Smith y David Ricardo, consideraron el desarrollo de las fuerzas productivas como una condición principal para el progreso, e hicieron su análisis con la inquietud del avance de las fuerzas productivas, sin la preocupación de justificar los intereses estrechos de la burguesía. Esto les permitió abordar las relaciones de la sociedad burguesa con la objetividad científica.

El limitado carácter científico de la economía política clásica comenzó a retroceder a medida que la lucha de la burguesía por el poder contra la tradicional aristocracia en Europa Occidental se hizo exitosa. La ingenua lealtad al progreso de las fuerzas productivas fue reemplazada por la preocupación por la justificación de los estrechos intereses de la burguesía que se organizaba como clase dominante. La literatura de la Economía Política, tras la muerte de Ricardo en 1823, se volvió menos científica y superficial, defendiendo los estrechos y cotidianos intereses de la clase capitalista y encontrando excusas en su favor. Marx calificó a esta Economía Política como vulgar. Habiendo negado la teoría del valor del trabajo, esta escuela abrió el camino a la escuela marginalista que sentó las bases de la economía burguesa moderna.

El Capital y la economía burguesa moderna

El Capital fue recibido con una conspiración de silencio por la prensa alemana y los círculos académicos cuando fue publicado por primera vez en Alemania en 1867. No hay nada que sorprenda de este silencio, pues, era un libro de aguda crítica científica del capitalismo, lleno de ingeniosas exposiciones de pseudo-científicas tesis de una vulgar economía académica.

El Capital era leído y discutido por los círculos de los trabajadores alemanes avanzados, pero, para darle a conocer a los círculos más amplios, Engels escribió una reseña desde un punto de vista burgués, cambiando su estilo, y pidió a sus amigos escribir comentarios similares para obtener más cobertura de la prensa alemana. A pesar de esto, los círculos económicos alemanes oficiales ignoraron esta obra hasta 1880s.

Para entonces, la economía burguesa se hallaba en vísperas de una transformación fundamental a la que había sido arrastrada para proteger los intereses de clase de la burguesía. Incluso en la década de 1830, después de la muerte de Ricardo, la economía política científica comenzó a convertirse en defensora de los intereses inmediatos de la burguesía. La economía política clásica, que fue producto del período progresista de la burguesía, en aquellos años comenzó a considerarse como una carga peligrosa e innecesaria, especialmente por las consecuencias lógicas que implicaba la teoría del valor del trabajo.

Como resultado de que en la segunda mitad del siglo XIX la burguesía dejó de ser la clase progresista de toda Europa y se organizó como una clase hegemónica en cooperación con los restos del antiguo régimen y la aparición del capitalismo monopolista debido a la tendencia del capital a concentrarse y centralizarse, avivó el abandono de la economía política clásica que analizó la economía sobre la base de la existencia de clases opuestas y sus contradicciones. Era el momento de liberar a la economía política de la lucha de clases y de crear una nueva ciencia de acuerdo con los intereses de clase de la burguesía.

En relación con esta búsqueda, las obras publicadas en los años 1870 en Gran Bretaña, Austria y Francia por Stanley Jevons, Carl Menger y Leon Walras respectivamente y casi de manera simultánea, terminaron por destruir a la economía política clásica. Lo que estos economistas tenían en común era que asignaban el concepto de utilidad marginal como su punto de partida y que trataban de explicar el proceso económico en su conjunto sobre la base de una relación psicológica entre los hombres y las mercancías en el proceso de intercambio. Esta escuela se llamó marginalista y sentó las bases de un nuevo enfoque económico, abandonando por completo el marco de la economía política clásica que se basaba en la teoría del valor del trabajo y definía el valor de acuerdo con un valor de uso subjetivo.

Con el fin de construir una ciencia mecánica que pudiera obtener un reconocimiento universal, ubicó a las relaciones que las personas establecen en el proceso de producción e intercambio, las instituciones y la historia completamente fuera de la Economía Política. Los fundadores del marginalismo declararon que estos factores pertenecían a la esfera normativa y alegaron que, sobre la base del principio de utilidad y de interés privado, formaron una economía positiva basada en el análisis del proceso de intercambio de mercancías. Así, utilizando los instrumentos del positivismo del siglo XIX, convirtieron el análisis del intercambio basado en suposiciones utilitarias con respecto a la naturaleza humana en realidades naturales universales. Como resultado de esta nueva línea de pensamiento, a finales del siglo XIX, el término economía vino a reemplazar a la economía política. Por lo tanto, es muy significativo que El Capital haya sido publicado en este momento en que la economía burguesa abandonó todo lo científico y comenzó a adoptar una serie de dogmas pseudo-científicos y escolásticos.

La economía burguesa era consciente de El Capital pero continuaba ignorándolo. Sin embargo, sus representantes de alto calibre intelectual no se abstuvieron de hacer justicia a Marx. Por ejemplo, refiriéndose a la idea de Nassau Senior de que la fuente de ganancia se debía a la abstinencia del capitalista, opinión que Marx ridiculizaba implacablemente en El Capital, Alfred Marshall, que consideraba a Marx como “un pensador tendencioso que había malinterpretado maliciosamente a Ricardo”[14][14], dijo lo siguiente en sus Principios de Economía, donde expuso los fundamentos de la moderna economía académica:

“Karl Marx y sus seguidores han encontrado mucha diversión al considerar la acumulación de riquezas como resultado de la abstinencia del barón Rothschild, que la contrastan con la extravagancia de un trabajador que alimenta a una familia de siete en siete chelines a la semana; y que, aprovechando todos sus ingresos, no practica ninguna abstinencia económica”[15][15].

Tales ejemplos son excepciones. Fue Eugen Böhm von Bawerk, un economista austríaco, quien por primera vez expresó su descontento sobre el poder y la influencia de El Capital. En su libro El fin del sistema marxista (Zum Abschluss des Marxschen Systems) publicado en 1896, Böhm Bawerk afirmó que había incoherencias entre el primero y el tercer volumen de El Capital, que mientras en el primer volumen se hablaba de valores más que de precios, en el tercero se trataba de precios de producción, lo que demostraba la ausencia de fundamento del análisis en El Capital.

Esta crítica no tiene valor por dos razones. En primer lugar, Marx había completado el esbozo del Volumen 3 antes de la publicación del Volumen 1. No es posible que un investigador tan meticuloso como Marx no sea consciente de este problema. En segundo lugar, como hemos tratado de explicar antes, Marx discutió el funcionamiento del capitalismo en diferentes niveles de abstracción en estos dos volúmenes. Por lo tanto, no es un problema de inconsistencia que Marx no se diera cuenta, sino una falta de comprensión por parte de Böhm Bawerk.

Böhm Bawerk tuvo que escribir su crítica después de la publicación del Volumen 3 de El Capital en 1895, lo que demuestra lo poderoso que era el marxismo en ese período. En ese año, Böhm Bawerk era el Secretario del Tesoro en Austria, cargo que mantuvo con intervalos hasta 1904. Su libro, que da un “golpe mortal” a El Capital, fue rápidamente traducido al ruso y luego al inglés bajo el título Karl Marx y el fin de su  sistema. Durante los años de la Guerra Fría el libro volvió a ser popular en un esfuerzo por probar las inconsistencias de El Capital. En la década de 1960, en este libro se basaron los debates sobre la “cuestión de la transformación”, en los que participaron economistas marxistas, así como gurús de la economía burguesa, como el ganador del Premio Nobel Paul Samuelson.

Se puede decir que la economía burguesa tenía dos posiciones diferentes pero interconectadas sobre El Capital. La primera refleja el odio que proviene directamente del instinto de clase burgués. Por ejemplo, John Maynard Keynes, uno de los nombres más influyentes de la economía burguesa en el siglo XX, expresa lo siguiente en su artículo Una visión corta de Rusia, escrito en 1925 después de una visita a la URSS:

“¿Cómo puedo aceptar una doctrina que establece como su Biblia, por encima y más allá de la crítica, un obsoleto libro económico que sé que no sólo es científicamente erróneo sino sin interés ni aplicación para el mundo moderno? ¿Cómo puedo adoptar un credo que, prefiriendo el barro al pez, exalta al proletariado grosero por encima del burgués y de los intelectuales que, cualesquiera que sean sus defectos, son la sal de vida y llevan en sí las semillas de todo progreso humano?”[16][16]

El artículo de Keynes está lleno de insultos similares. Según él, el marxismo arrastra a la gente a sueños sin esperanza, creando emoción similar a los himnos y escrituras religiosas. A pesar de sus ásperas opiniones sobre el marxismo, Keynes no trató de “negar” a Marx, se concentró en reconstruir las  bases “realistas” de la economía burguesa para la reorganización del capitalismo contra la doble amenaza de la Gran Depresión y los logros socialistas en la URSS. Por otra parte, con la confianza y la flexibilidad de ser un miembro de élite de la clásica tradición liberal de la política británica, Keynes fue instrumental en mantener  en la Universidad de Cambridge un marxista como Maurice Dobb y a Piero Sraffa, quien no escondió su simpatía por el marxismo y que también era amigo cercano de Antonio Gramsci.

Los miembros liberales reaccionarios de la Escuela Austriaca fueron los más significativos representantes de la posición hostil y doctrinaria contra Marx y El Capital. En la década de 1920 Ludvig von Mises lanzó un ataque contra la crítica del marxismo al capitalismo. A finales de la década de 1930 este ataque se intensificó con pensadores neoliberales que se unieron al Coloquio Walter Lippmann. Los neoliberales que asistieron a esta conferencia, como Friedrich Hayek, hicieron todo lo posible para refutar a El Capital y erradicar la influencia intelectual del marxismo frente a la amenaza planteada por la Unión Soviética. Después de esta conferencia, la Sociedad Mont Pelerin fue fundada en 1947 bajo la dirección de Hayek y reforzada por figuras como Milton Friedman y Karl Popper. Ésta se convirtió en el centro de una organizada actividad de negación de las teorías económicas y sociales del marxismo.

La segunda posición contra El Capital parecía admitir el poder intelectual de Marx y trató de romper el análisis crítico del capitalismo en El Capital —desde sus conexiones fundamentales— y reconciliarlo con las escuelas burguesas de pensamiento. Esta tendencia comenzó con los esfuerzos de los marxistas legales rusos, influidos principalmente por las ideas reformistas de los representantes de la Segunda Internacional, como Bernstein y Kautsky, para reconciliar con las categorías de la economía burguesa algunos temas teóricos planteados en El Capital y, a lo largo del siglo XX, continuar adoptando diferentes formas.

En el mundo académico del siglo XX, aunque con una base crítica, muchas escuelas o debates sobre el marxismo alrededor de diferentes aspectos del capitalismo llevan los signos de esta tendencia conciliadora. Keynesianismo de izquierda, economía de Sraffian, marxismo analítico, escuela de la dependencia, escuela de la regulación, teoría del sistema-mundo, estructuralismo, socialismo de mercado, nuevo imperialismo, etc. muchas escuelas y discusiones desempeñaron un papel significativo para deformar el análisis crítico de Marx sobre el capitalismo y vaciarlo de su esencia. Por supuesto, en la academia también hay investigadores que tratan de entender el mundo moderno de una manera creativa, a la luz de la riqueza teórica que se exhibió en El Capital. Sin embargo, son muy limitados en número y en términos de su influencia.

Hay que reflexionar sobre el hecho de que una obra gigantesca como El Capital solamente podría encontrar lugar en el mundo académico pasando por el prisma de las diferentes escuelas burguesas de economía. Hay dos razones para eso. En primer lugar, en una academia bajo el reinado del positivismo, que obstaculiza la comprensión de la realidad compartimentando la experiencia social en áreas aisladas, no es fácil entender una obra como El Capital, que no se basa en secciones interdisciplinares, donde la totalidad de los avances registrados en la humanidad se muestran con un ojo crítico. Las diferenciaciones interdisciplinarias institucionalizadas en la academia y una práctica docente que va a la par dificultan el alcance de un punto de vista sano y sistemático que se muestra en El Capital.

La segunda y más importante razón para que El Capital no sea leído y discutido ampliamente en el mundo intelectual es el hecho de que la economía burguesa acertó en el mensaje de El Capital: que la hegemonía burguesa se basa en la explotación de la plusvalía. Así, de alguna manera la economía debe oscurecer esta realidad. Por esta razón, mientras que en otros ámbitos de las ciencias sociales se permitió que las ideas “radicales” fueran expuestas y tengan lugar en los programas educativos, siempre que permanecieran en los parámetros académicos, en el ámbito económico la esencia del currículo pseudocientífico impulsado por el positivismo vulgar del último cuarto del siglo XIX no cambió, por el contrario se hizo más técnico e incluso ignoró la realidad empírica.

A nivel universitario, el contenido del estudio de la economía está determinado por los economistas que trabajan en las universidades más elitistas de los Estados Unidos, que al mismo tiempo tienen posiciones directivas y deciden los programas de instituciones imperialistas como el FMI y el Banco Mundial y además trabajan como consultores en prominentes instituciones del capital financiero como Goldman Sachs.

Los programas de investigación y las obras teóricas en el campo económico son establecidos por los representantes de élite de esta tradición y a través de instrumentos tales como los premios Nobel, entregados  principalmente a aquellos economistas que hacen investigación que responde a las actuales necesidades del capitalismo. Una gran mayoría de los fundadores y más tarde gerentes de la Sociedad Mont Pelerin fueron galardonados con el Premio Nobel de Ciencias Económicas.

En resumen, la burguesía monopoliza el conocimiento en el campo económico. Debido a esta hegemonía ideológica, la retórica de los “requerimientos de la economía”, que no sirve más que para obscurecer la naturaleza real del capitalismo, es fácilmente aceptada entre los obreros y los intelectuales progresistas.

Para que la clase obrera asuma en su conjunto la lucha contra los ataques capitalistas dirigidos contra sí misma y contra la humanidad, esta hegemonía tiene que ser quebrantada. Por esta razón, es una tarea urgente leer y discutir Capital en su 150 aniversario.

Partido del Trabajo de Turquía (EMEP)

Agosto de 2017

[1]         Carta de Marx a Ruge, 1843.

[2]         Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política. 1859.

[3]         El Capital, Tomo I. Epilogo a la segunda edición alemana.

[4]         Manifiesto Comunista.

[5]         K. Marx: “El Capital” Epílogo a la primera edición.

[6]         El Capital, Tomo I, Prefacio a la Primera edición alemana.

[7]         El Capital, Tomo I, Prefacio a la primera edición alemana.

[8]         Contribución a la crítica de la Economía Política.

[9]         El Capital, Tomo I.

[10]        El Capital. Tomo I. Palabras finales a la segunda edición alemana.

[11]        Anti-Dühring.

[12]        El Capital. Tomo I.

[13]        El Capital. Tomo I.

[14]        Maurice Dobb, Theories of Value and Distribution Since Adam Smith, London, Cambridge University Press, 1973, p.141.

[15]        E.K. Hunt & Mark Lautzenheiser, History of Economic Thought, New York, M.E. Sharpe, 2011, p. 289.

[16]        John M. Keynes, Ensayos de Persuasión, New York, W. W. Norton & Company, 1963.

Por el Centenario de la Revolución Socialista de Octubre Noviembre 1917 – 2017

Los comunistas, los revolucionarios, los proletarios y los trabajadores conscientes de todo el mundo celebramos y festejamos el aniversario de la gloriosa Revolución Socialista de Octubre. Con mayor ánimo y firmeza lo haremos en 2017 con motivo del centenario de aquellos históricos “diez días que estremecieron al mundo”

La revolución bolchevique fue la gesta heroica que anunció un alba revolucionaria. Los cañones del crucero “Aurora” anunciaron que una nueva época se abría: la época de la derrota del capitalismo y de la construcción de la nueva sociedad sin explotadores ni explotados.

Con la Gran Revolución de Octubre, el proletariado conquistó el poder, expropió a los explotadores, instauró su dictadura revolucionaria y estableció un Estado de nuevo tipo. Con las palabras de Lenin:

“…en Rusia se ha deshecho por completo el mecanismo burocrático, no dejando de él piedra sobre piedra, se ha dejado cesantes a todos los antiguos magistrados, se ha disuelto el parlamento burgués y se ha dado a los obreros y a los campesinos una representación mucho más accesible; sus Soviets han venido a ocupar el puesto de los funcionarios o sus Soviets han sido colocados por encima de los funcionarios, sus Soviets son los que eligen a los jueces. Este mero hecho basta para que todas las clases oprimidas proclamen que el Poder de los Soviets, o sea, esta forma de dictadura del proletariado, es un millón de veces más democrático que la más democrática de las repúblicas burguesas.” (La revolución proletaria y el renegado Kautsky)

El Estado soviético; demostró que el socialismo es un orden social superior, a condición de que se sigan firmemente sus principios y se marche hacia el comunismo.

El “Octubre Rojo” cambió radicalmente el curso de la historia mundial, que inicio una nueva etapa de su desarrollo, la etapa de la crisis general del capitalismo y del paso al socialismo. Ha apuntado una vuelta indeleble en la estrategia y la táctica revolucionaria, en los métodos de lucha y las formas de organización, en la mentalidad, la cultura, las tradiciones de la clase obrera y de sus aliados en la lucha contra el imperialismo y el capitalismo, por la revolución y el socialismo.

A raíz de la revolución dirigida por los bolcheviques de Lenin y Stalin, se inauguró una oleada de revoluciones proletarias en los países imperialistas y capitalistas, de revoluciones populares y democráticas que se llevan a cabo bajo la dirección del proletariado y las banderas del internacionalismo en los países dependientes y coloniales.

El triunfo de la Revolución Socialista de Octubre impulsó la formación de partidos comunistas en todo el mundo y la construcción de la Internacional Comunista, para reagrupar la vanguardia del proletariado y organizar la revolución mundial.

Con la creación de la Unión Soviética y la edificación del socialismo la clase obrera, los campesinos, las mujeres, los pueblos lograron grandes beneficios materiales y culturales. Los trabajadores alcanzaron elevados niveles de bienestar gracias a la industrialización socialista y colectivización del campo, a la planificación económica que puso fin a las relaciones capitalistas de producción y la anarquía típica del viejo sistema.

La clase obrera se transformó en una clase técnica e ideológicamente avanzada. Se acabó con el desempleo. El proceso de emancipación de la mujer y su participación en la dirección del país progresó al mismo tiempo que la edificación del socialismo.

Los furibundos asaltos de los imperialistas fracasaron frente a la férrea voluntad de los trabajadores y los pueblos de no retroceder a la condición de esclavos; fracasaron ante la potencia y la unidad política del Estado socialista.

La Constitución socialista del 1936 y la derrota de la bestia nazifascista, que determino la liberación de muchos países y la instauración de regímenes de democracia popular, fueron grandes logros para los pueblos del mundo.

La Revolución Socialista de Octubre fue un acontecimiento que es hoy de gran actualidad, lleno de preciosas enseñanzas para la lucha del proletariado y demás clases oprimidas contra la explotación y la opresión.

 Constituye la demostración práctica de que la revolución es no sólo un anhelo popular, es, además, posible y necesaria para derribar el dominio burgués y construir la nueva sociedad, en la que los que “los que nada son ahora, todo van a ser”, y cambiará el mundo.

En los años que nos separan de aquel gran acontecimiento, las contradicciones fundamentales y los males endémicos del capitalismo se han agravado, empero las fuerzas revolucionarias de la clase obrera y de los pueblos han crecido objetiva e internacionalmente. La idea de la revolución proletaria es de total actualidad frente a la explotación y a la opresión que sufre la inmensa mayoría de la humanidad, la miseria y a la desigualdad creciente, las guerras de rapiña, el parasitismo de un puñado de ricos cada vez más ricos, la demolición de las conquistas sociales arrancadas por los trabajadores, el saqueo y la dominación neocolonialista, la devastación del medio ambiente provocada por el sistema capitalista.

Las razones para la revolución son más actuales que nunca y sus premisas materiales desarrolladas. El paso a una mejor forma de organización para la sociedad humana, a un nuevo y superior orden social, es una exigencia cada vez más urgente para las clases explotadas y oprimidas por el capital. Es un “problema planteado que espera solución” mediante la lucha de las masas oprimidas y explotadas.

La desaparición de la URSS y otros países socialistas ha sido un duro golpe. El socialismo ha sufrido una derrota temporánea que no invalida sus realizaciones, su necesidad. En realidad no es la Revolución de Octubre, ni el socialismo proletario los que han fracasado. Sí fracasan la traición, el revisionismo y el oportunismo, que desvían a los trabajadores de sus intereses y objetivos de clase.

A pesar de la incesante propaganda anticomunista, cada día está más claro que el bárbaro y moribundo sistema capitalista-imperialista, sólo puede ofrecer explotación, miseria y guerra.

Nos encontramos en un período de despertar político de la clase a obrera, de los pueblos, de la juventud, que ya no quieren soportar el yugo y los fardos que el capitalismo y el imperialismo imponen.

Avanzan el rechazo y la lucha contra las consecuencias de la crisis, contra la explotación, las desigualdades, la pobreza, contra los dictados, las intervenciones y agresiones imperialistas.

Crece la conciencia de que las cosas no pueden seguir como están, que en el capitalismo no hay salvación, que es necesaria una profunda trasformación social para eliminar la ruina económica, social, moral, ecológica, las masacres que la humanidad sufre inevitablemente bajo el dominio de los monopolios capitalistas que siguen una sola ley: la de la máxima ganancia.

Para realizar esta trasformación es imprescindible la conquista del poder estatal por la clase más revolucionaria y adelantada de la sociedad, la fuerza dirigente de la trasformación a nivel político, practico, intelectual y moral: el moderno proletariado.

Frente a las tesis revisionistas, reformistas y oportunistas, que han conducido la clase proletaria a dolorosas derrotas, la revolución proletaria se confirma como la única solución a la explotación y opresión de los pueblos.

La última y profunda crisis del capitalismo, y las venideras, prueban que la sociedad en régimen capitalista es un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas, por lo tanto se plantea romper mediante la revolución esta funesta situación.

La cuestión que se plantea con urgencia es: ¿dictadura del capital monopolístico financiero o dictadura del proletariado?

La victoriosa Revolución Socialista de Octubre demostró que la clase obrera puede tomar el poder y dirigir la sociedad sin la burguesía y contra ella, demostró que los comunistas pueden y deben desarrollar un papel determinante.

El Octubre soviético nos enseña que los comunistas, los mejores elementos del proletariado, los jóvenes revolucionarios, tienen que asumir esas enseñanzas y seguir la lucha, rompiendo claramente con el oportunismo de todo tipo y uniéndonos bajo las banderas del marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario.

Celebraremos y actualizaremos en cada país el centenario del Octubre Rojo, combativa y unitariamente, resaltando su imperecedero significado, su importancia internacional y la profunda actualidad de la revolución proletaria para transformar radicalmente el mundo.

Preparémonos a celebrar en todas partes, digna y unitariamente en 2017 el 100° Aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, con conmemoraciones, seminarios, mítines y otras actividades.

Desarrollemos en todos los países la movilización para reagrupar a los comunistas, los revolucionarios, los obreros combativos, difundamos las razones del comunismo, única fuerza que puede organizar y dirigir consecuentemente las fuerzas de la revolución social en todos los países.

Invitamos a los Partidos y Organizaciones políticas, sociales, sindicales, juveniles, de mujeres, campesinos, indígenas, de todos los países que comparten nuestras posiciones de principio, a unirse con nosotros para realizar en común las actividades y construir un poderoso Movimiento Comunista y Obrero Internacional.

Un siglo después del victorioso “asalto al cielo” cumplido por los bolcheviques, ¡Reafirmamos que la única alternativa segura a la barbarie imperialista y capitalista es la revolución y el socialismo!

¡Viva la Gran Revolución Socialista de Octubre!

¡Viva el marxismo-leninismo!

¡Viva el internacionalismo proletario!

Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista – Leninistas (CIPOML)

El arte revolucionario, arte de masas y forma específica de la lucha de clases

. En el actual período social de la historia, por la agudeza, la violencia y la profundidad que ofrece la lucha de clases, el espíritu revolucionario congénito del artista no puede eludir, como esencia temática de sus creaciones, los problemas sociales, políticos y económicos. Estos problemas se plantean hoy con amplitud y exasperación tales en el mundo entero, que penetran e invaden en forma irresistible, la vida y la conciencia del más solitario de los eremitas. La sensibilidad del artista, sensible por excelencia y por propia definición, no puede sustraerse a ellos. No está en nuestras manos dejar de tomar parte en el conflicto, de uno y otro lado de los combatientes. Decir, pues arte y, más aún, arte revolucionario, equivale a decir arte clasista, arte de lucha de clases. Artista revolucionario en arte, implica artista revolucionario en política.

2. ¿De qué lado se halla hoy el frente revolucionario en la lucha de clases? ¿En qué clase social están encarnados el movimiento, la idea y la fuerza revolucionaria de la historia? Supongo que nadie osará suponerlos encarnados en el frente capitalista en la clase burguesa. La revolución social está fecundándose con la sangre y las batallas de la clase proletaria, y el frente que en la lucha de clases lo encarna, no es otro que el frente bolchevique, vanguardia de las masas trabajadoras.El puesto de combate del artista revolucionario está, por consiguiente, en las filas proletarias, en los rangos bolcheviques, entre las masas laboriosas.

Siendo el arte revolucionario, forma específica de la lucha de clases y arte de masas, ¿cuáles deber ser el punto de partida, la forma, el contenido y los fines sociales de la obra de arte?

a)El punto de partida de la obra de arte revolucionaria deben constituirlo las posiciones estratégicas y tácticas que, en el decurso de la lucha de clases, tome según los trances y virajes que impongan las circunstancias de cada momento, la clase proletaria mundial. O en otros términos: la obra de arte ha de situarse siempre en la más reciente peripecia de la lucha y debe partir de las necesidades e intereses del día de esta lucha. De Aquí queel artista o escritor debe seguir íntimamente y de cerca las directivas y consignas del Partido Comunista y estar al tanto, hora por hora, de los acontecimientos.

b) La forma del arte revolucionario debe ser lo más directa, simple y descarnada posible. Un realismo implacable.Elaboración mínima. La emoción ha de buscarse por el camino más corto y a quema-ropa. Arte de primer plano. Fobia a la media tinta y al matiz. Todo crudo, -ángulos y no curvas, pero pesado, bárbaro, brutal, como en las trincheras.

c) El contenido de la obra de arte debe ser un contenido de masas.La sorda aspiración, la turbulencia, el frenesí solidario, las flaquezas y los ímpetus, las luces y las sombras de la conciencia clasista, el vaivén de los individuos dentro de las multitudes, los potenciales frustrados y los heroísmos, los triunfos y las vigilias, los pasos y las caídas, las experiencias y las enseñanzas de cada jornada, en fin, todas las formas, lagunas, faltas, aciertos y vicios de las masas en sus luchas revolucionarias. Al efecto,es necesario crear y desenvolver una vasta red de organismos y contactos de arte revolucionario entre los rangos proletarios, como son, entre otros, los corresponsales de fábricas, corresponsales campesinos, el control, el control obrero en las secciones nacionales de la UIRE, en los órganos de prensa y en las editoriales revolucionarias, los círculos obreros y campesinos de lecturas, las “Camisas azules” teatrales, la crítica de masas, los clubs obreros, las exposiciones del pequeño artesanado campesino y proletario, las academias ambulantes, las brigadas de artistas y escritores en las organizaciones de los trabajadores, en las trincheras de las guerras civiles, etc., etc.

d)Los fines concretos e inmediatos del arte revolucionario varían, según las necesidades cambiantes del momento. No hay que olvidar que el público de este arte es múltiple. La masa aún no radicaliza y que forma en las filas del fascismo o del anarco-sindicalismo y hasta de los partidos de izquierda burguesía y la propia alta burguesía. Una táctica fina, hábil, aguda y dúctil hay que observar en este terreno, ya que el objetivo práctico de la obra artística o literaria depende de los medios que se empleen para cada público y según las necesidades del instante. Tratándose, por ejemplo, de la burguesía en general,el fin revolucionario se realiza atacando a muerte o persuadiendo. “Los compañeros de ruta” –de que habla Romain Rolland-no se pueden suscitar ni atraer sino en un terreno de franca cordialidad. Y ya sabemos los grandes servicios que estos artistas e intelectuales liberales o simpatizantes de la causa proletaria, aportan al movimiento revolucionario, cuando, como en muchos casos, no acaban radicalizándose y hasta proletarizándose. Sabemos, por último, que la mayoría de los miembros de la “Unión Internacional de Escritores revolucionarios” la integran actualmente “les compagnons de route” (Compañeros de viaje)

*Artículo extraído del libro “El Arte y la Revolución” de César Vallejo

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