PROGRAMA DEL PARTIDO COMUNISTA PERUANO (marxista – leninista) – Aprobado en la VII Conferencia Nacional de 2017 –

El PCP(m-l) vanguardia organizada y combatiente de la clase obrera peruana, cuyos intereses representa y defiende, da a conocer el Programa de la Revolución Peruana aprobado en la VII Conferencia Nacional. Donde se han abordado los distintos problemas que enfrenta la clase trabajadora; así mismo la situación internacional y nacional de cuyo análisis se desprende este documento.

El Partido Comunista Peruano (marxista – leninista) entiende que la acción revolucionaria la hacen las masas conscientes y organizadas, educadas en base a su propia experiencia por su vanguardia, por lo cual es ajena al aventurerismo, terrorismo y a las concepciones oportunistas donde se pretende sustituir la acción de masas por el radicalismo pequeñoburgués que en la práctica coincide con los planes de la reacción al desmovilizar a la clase trabajadora y truncar su avance.

Las medidas propuestas en este programa solo se podrán realizar a cabalidad con la participación activa de las masas populares sobre la base de la alianza obrero-campesina y la dirección del Partido Comunista en el proceso de conquista del poder político del Estado y las tareas de liberación nacional y social.

I. Destrucción del poder político de la burguesía y la oligarquía criolla; a fin de implantar la Dictadura del Proletariado como expresión Estatal del poder político de la clase obrera, el campesinado y las demás clases explotadas por el capitalismo. Cuyo Estado Revolucionario luchará enérgicamente por consolidar el Poder Popular y contra las actividades contrarrevolucionarias del imperialismo, la burguesía criolla, las fuerzas antinacionales y antipopulares que conspiren contra la construcción de la República Democrática Popular y Socialista del Perú.

II. Conquista de la soberanía nacional, recuperación de todas las zonas y recursos estratégicos del país, las fuentes de materias primas que se encuentran concesionadas a las transnacionales, nacionalización de las empresas de los imperialistas. Expulsión de las potencias imperialistas, principalmente del imperialismo norteamericano, así también el chino, ruso, canadiense, otras potencias y sus testaferros que en disputa y colusión vienen saqueando nuestras riquezas naturales y explotando al pueblo trabajador.

III. Anulación del pago de la deuda externa contraída por los gobiernos burgueses y desconocimiento de todos los pactos y tratados internacionales que vulneran nuestra soberanía nacional y nuestro derecho a la autodeterminación. Se determinarán las responsabilidades políticas y penales individuales por estos actos lesivos al interés nacional y que siempre fueron suscritos a espaldas del pueblo trabajador.

IV. Socialización de los principales medios e instrumentos de producción que se encuentran en poder de las empresas transnacionales y la burguesía criolla, nacionalización de todos los servicios públicos y la banca. Confiscación de las propiedades y beneficios obtenidos por la clase política capitalista y allegados, que son resultado de actividades vinculadas a la corrupción, narcotráfico, venta de la soberanía nacional, sobornos y sicariato, males sociales que han sido cobijados en la sociedad capitalista por complicidad política de la burguesía criolla.

V. Ampliación de las libertades democráticas para el pueblo trabajador, fortalecimiento de las organizaciones de Poder Popular a las que se deben garantizar los derechos de palabra, reunión y asociación en Consejos Populares de acuerdo a su rama de actividad y ubicación geográfica, que aseguren la participación plena y activa de los trabajadores en la edificación de la República Democrática Popular y Socialista del Perú.

VI. Construcción y desarrollo de las Fuerzas Armadas Populares y disolución de las fuerzas armadas de la burguesía, única garantía para la construcción soberana del país y el paso a la etapa Socialista de la Revolución Peruana, cumplida la etapa antiimperialista, nacional y democrática popular.

VII. Establecimiento de un nuevo sistema jurídico y legislativo para la República Democrática Popular y Socialista, donde se asegure la protección de los derechos del pueblo trabajador y su interés de desarrollo colectivo sobre la propiedad socializada de los medios de producción. Se inaugure el ejercicio de la Democracia Popular a través de la Asamblea Popular, integrada por delegados elegidos en los Consejos Populares, representando de esta manera a todo el pueblo trabajador, quienes desarrollarán su labor priorizando la solución colectiva de los principales problemas de la construcción del Socialismo en el Perú.

VIII. Industrialización del país con planificación estatal centralizada, poniendo énfasis en el desarrollo de la industria pesada, donde el Estado de Dictadura del Proletariado tendrá la función promotora y reorganizadora de las centrales industriales que pasarán a control de los Consejos Obreros.

IX. Planificación de la producción sobre las nuevas relaciones sociales, de tipo socialista, donde se construyan centrales industriales que aseguren el desarrollo de los polos de producción en todas las regiones del país, en correspondencia a la diversificación productiva y la destrucción del desarrollo desigual propio del sistema capitalista.

X. Reforma agraria antiimperialista y anticapitalista, que implica la abolición de la gran propiedad capitalista sobre la tierra, mediante la confiscación y su entrega al proletariado agrícola que la trabaja, estimulando y apoyando la organización de cooperativas de producción con propiedad social, e impulsando la mecanización e industrialización del sector agropecuario.

XI. Restitución de la propiedad común sobre las tierras y territorios que fueron arrebatados a las Comunidades Campesinas y Nativas, por parte de la burguesía parasitaria, traficantes de terrenos y las trasnacionales mineras, gasíferas, petroleras, hidroeléctricas, madereras. Promoción y ayuda a la producción agropecuaria sobre nuevas bases cooperativas, industrialización y mecanización que aseguren el desarrollo sostenible y Socialista en la producción agropecuaria.

XII. Amplio apoyo a la iniciativa productiva de las cooperativas y comunas de los pequeños y medianos productores agropecuarios, pesqueros, industriales y artesanales organizados; estimulando el cooperativismo donde el Estado de Dictadura del Proletariado se integra por medio de los recursos y asesoramiento técnico y los asociados con su propiedad, herramientas y fuerza de trabajo.

XIII. Mejorar las condiciones de vida del pueblo trabajador mediante el desarrollo de las fuerzas productivas sobre las nuevas relaciones sociales de producción, de tipo socialista, incentivando el progreso científico-técnico para satisfacer las necesidades materiales y culturales del pueblo trabajador. Establecimiento del salario familiar, así como todas las formas de seguridad social en forma gratuita y general para los trabajadores.

XIV. Asegurar la igualdad de derechos entre la mujer y el varón, en lo económico, político, social y familiar, incentivando la mayor participación de la mujer dentro de la producción. La mujer gozará de los mismos derechos que el varón en el trabajo, igual remuneración, vacaciones, seguridad social, educación. Así mismo como parte de su programa reivindicativo se avanzará en la socialización de las tareas a nivel familiar y la asignación de recursos y descanso suficiente en su etapa de gestación y recuperación post parto.

XV. Apoyo y protección a la niñez y la juventud, para asegurar su desarrollo integral, acceso gratuito y general a la educación socialista en todos sus niveles. Así mismo apoyo a la ancianidad, discapacitados y poblaciones vulnerables, con instituciones especializadas y exclusivas en cada caso, quienes garantizarán su sustento. La madre y el niño gozan de protección especial del Estado de dictadura del proletariado con hogares para la maternidad, guarderías; así mismo se respetará la decisión de la mujer sobre su cuerpo y su decisión a ser madre.

XVI. Impulso del desarrollo de la cultura y la educación con bases científicas y de acuerdo a los intereses nacionales, democrático populares y el reconocimiento de la existencia de manifestaciones culturales de las nacionalidades y pueblos que conforman la nación peruana, luchando por la supresión total del analfabetismo y de la influencia ideológica de las potencias imperialistas y demás reaccionarios, promoviendo a la vez el desarrollo de la ciencia y el arte proletarios, el surgimiento de una nueva intelectualidad que sirva por entero a los intereses de la Revolución Peruana, a los intereses de la alianza obrero-campesina en el poder político.

XVII. Reforma urbana e industrial con planificación de zonas de vivienda y de producción, impulso a la descentralización con asignación de presupuesto suficiente para el ejercicio del derecho a la educación, salud y recreación en todas las regiones del país.

XVIII. Proscripción de las discriminaciones “raciales” y sociales, respeto al derecho de la autodeterminación de las nacionalidades oprimidas, los pueblos aborígenes de la selva, a quienes se les restituirá todos sus derechos conculcados, revalorando sus lenguas aborígenes y manifestaciones culturales.

XIX. Reconocimiento de la naturaleza como fuente primaria de riquezas, preservándola como legado para las futuras generaciones, de la misma manera el medioambiente y el agua dulce que será de propiedad colectiva de los pueblos del Perú, y cuya administración de las cuencas hidrográficas estará asegurada por el Estado de Dictadura del Proletariado, Consejos Populares, Cooperativas y Comunidades Campesinas y Nativas para su adecuado uso en las zonas de producción, con el objetivo de garantizar la soberanía alimentaria, la sostenibilidad de la producción agropecuaria y el óptimo aprovechamiento de nuestros recursos.

XX. Establecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con todos los países y pueblos del mundo que respeten nuestra autodeterminación, independencia y soberanía; según los principios de igualdad, respeto mutuo, no interferencia en asuntos internos, beneficio recíproco y el internacionalismo proletario.

El cumplimiento de estos puntos del programa sentará la base material y cultural que garantizará la construcción socialista en el Perú en tránsito hacia la sociedad comunista sin clases, sin explotación del hombre por el hombre y en la perspectiva de la emancipación de la humanidad.

Perú, Marzo de 2017

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¡Viva el bravo movimiento del pueblo de Irán!

La revolución es la partera de toda vieja sociedad que se encuentra preñada de una nueva. El gran movimiento de masas en Irán que entra en su quinto día es una expresión del rechazo a toda la mafia criminal en el poder; un poder que no rinde cuentas al pueblo y que trata de exprimir la vida de las masas golpeadas por la pobreza.

Este es un movimiento del sentido común contra la ignorancia, un movimiento contra la pobreza, el desempleo, la corrupción, la multimillonaria malversación de dólares por parte de los funcionarios, contra el saqueo de los escasos ahorros de los millones de trabajadores y la represión política. Este es el grito de ira de millones de personas que han esperado pacientemente durante años y ahora desafían al régimen de la República Islámica y están sacudiendo su base.

El reciente levantamiento es expresión de la ira e insatisfacción acumuladas por las masas debido a las políticas económicas neoliberales del régimen. Esta ira se ha acumulado durante las últimas décadas.

El régimen de la República Islámica ha intensificado la aplicación de los dictados de la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. En consecuencia, la condición económica de las masas ha disminuido rápidamente, el nivel de pobreza ha aumentado, la inflación se ha disparado, el costo de la vida ha aumentado fuertemente, el poder adquisitivo de la población general ha disminuido, el precio del agua, la gasolina, la electricidad y combustibles ha aumentado.

En los últimos años, especialmente en 2017, hubo muchas huelgas, manifestaciones y protestas de diferentes sectores de la sociedad: trabajadores, maestros, jubilados, desempleados, enfermeras, miles de personas víctimas directas del saqueo de sus ahorros bancarios, etc. Se espera que se desarrolle una protesta general en respuesta a estos problemas.

A esto se agrega la intensificación de la lucha interna entre las facciones del régimen de la República Islámica. Los manifestantes han utilizado esta lucha en su propio servicio y han atacado a todas las facciones del régimen de la República Islámica.

Todos los sectores sociales y políticos de la sociedad están participando en estas protestas, desde comunistas hasta revolucionarios, desde masas ordinarias hasta fuerzas organizadas, desde monárquicos hasta Mojahedeen reaccionarios y proimperialistas y hasta agentes individuales de sionistas e imperialistas. Este levantamiento es espontáneo, principalmente protagonizado por los jóvenes, en este momento carece de un liderazgo organizado. A pesar de todas las deficiencias, este levantamiento es una expresión genuina del descontento de la población en general a causa de las cuatro décadas de gobierno criminal de la República Islámica. El movimiento de protesta comenzó con demandas económicas y avanza hacia cuestiones políticas.

El Partido del Trabajo de Irán (Toufan) elogia el movimiento justo y valiente del pueblo iraní contra la República Islámica que ha gobernado durante casi cinco años utilizando la represión y la violencia extrema. Insistimos en la unidad de las masas y en una postura clara y aguda contra las potencias imperialistas agresivas y sus agentes que intentan descarrilar el movimiento.

Todavía no hay señales de un aumento en el número de trabajadores en las calles. Una huelga general obligará al régimen a retirarse y brindará la oportunidad a los manifestantes callejeros de seguir protestando a un costo menor. El desequilibrio de fuerzas entre las clases, la falta de organización política y liderazgo, así como el agotamiento de los manifestantes callejeros no producirán una condición a favor del movimiento.

En el Medio Oriente, los imperialistas de EE. UU. y los sionistas israelíes intentan penetrar cualquier movimiento contra los regímenes que no se doblegan a sus dictados. Esto es particularmente cierto respecto de Irán. La presencia de agentes y lacayos de los imperialistas estadounidenses y de los sionistas israelíes en un movimiento no necesariamente expresa la naturaleza del movimiento. En el actual levantamiento en Irán, el papel de estos agentes no es dominante. Este es un movimiento espontáneo de abajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo. Al mismo tiempo, los comunistas, la izquierda y las fuerzas progresistas deben estar muy atentas y analizar los lemas y las posiciones erróneas que se expresan en las marchas y exponer su naturaleza de ellas a las masas.

Si las demandas “pan, trabajo, vivienda, libertad, justicia social y la república” se expresan más claramente, si las consignas en apoyo del viejo orden derrocado -la monarquía hereditaria- y los lemas que comprometen con la facción del régimen son rechazadas de las filas del movimiento, entonces se puede esperar, con el surgimiento de las fuerzas revolucionarias en particular los marxistas-leninistas que son los verdaderos representantes de las demandas sociales más radicales y que se oponen firmemente a las intervenciones imperialistas, que el movimiento logre sus metas.

El Partido del Trabajo de Irán llama a las masas que se encuentran en las calles a permanecer atentos y evitar la violencia prematura. Los agentes de los imperialistas y los sionistas y sus círculos no valoran la vida humana. Solo buscan su interés. Cada llamado a las masas debe ser cuidadosamente examinado y su fuente debe ser investigada.

El derecho para formar gremios independientes, el derecho al empleo y la vivienda y el seguro de desempleo, la libertad de asociación y reunión, la separación de la religión del Estado y la educación, la abolición de la segregación de género y los velos obligatorios y el código de vestimenta, y la libertad de todos los presos políticos son parte de las demandas de los manifestantes de la calle. El Partido del Trabajo de Irán da su apoyo total a estas demandas y cree que ninguna facción del régimen islámico tiene la voluntad de cumplir con estas demandas justas y populares de las masas.

El Partido del Trabajo de Irán (Toufan) condena enérgicamente los brutales asesinatos de los manifestantes y hace un llamamiento a los partidos y organizaciones hermanos en la “Conferencia Internacional de los Partidos y Organismos Leninistas Marxistas” y a las fuerzas  y personas revolucionarias y progresistas para condenar al régimen de la República Islámica de Irán por sus crímenes y exigir la liberación inmediata e incondicional de todos los manifestantes callejeros detenidos.

¡La solución para los trabajadores y los trabajadores es la unidad y la organización!

Partido del Trabajo de Irán (Toufan)