Nuestro Fundador
El Amauta José Carlos Mariátegui La chira, es el fundador del Partido Comunista Peruano (marxista – leninista), quien asume la defensa y desarrollo de su legado revolucionario, a su adhesión al marxismo – leninismo y a las Tesis de la Tercera Internacional Comunista, a su labor en la organización de la Revolución Peruana, a la definición de las tareas del Partido y su trabajo de cara a las masas.
Por lo que conviene realizar un balance de lo que ha pasado y se ha hecho en el Perú con el legado revolucionario y la figura de José Carlos Mariátegui, ya que desde la IV Conferencia Nacional de enero de 1964, los marxista – leninistas hemos luchado por rescatarlo de la tergiverzación y el ocultamiento de sus aportes, puestos en relieve por vez primera en las polémicas que desarrollaron los marxista-leninistas de nuestro Partido contra la línea revisionista de Kruschev que se había difundido en el Partido tras el XX Congreso del PCUS, por acción de la camarilla de Barrio-Acosta-Del Prado, complacidos por la traición a la revolución y al Socialismo.
¿Qué significa rescatar el legado revolucionario del José Carlos Mariátegui?
Significa en la teoría adherir al marxismo – leninismo y en la práctica organizar la revolución proletaria para aplastar la violencia reaccionaria e implantar la Dictadura del Proletariado para la construcción del socialismo.
Ahora se viene nuevamente ocultando y tergiversando el legado revolucionario de Mariátegui, por un lado por el oportunismo de derecha disfrazado de izquierda, ― “patria roja”, que ha hecho del Amauta un símbolo inofensivo que solo utiliza y valora en las romerías a su monumento o que tergiversa para difundir un Nuevo Curso de viejo cuño socialdemócrata. O de otros organismos principalmente del trotskismo y las ONG´s que haciendo una interpretación reaccionaria y falaz de la frase “ni calco ni copia, sino creación heroica”, buscan negar el papel revolucionario de la clase obrera, al Partido Comunista marxista—leninista como su vanguardia y a la Dictadura del Proletariado para la construcción del Socialismo. Además, cuando Mariátegui sostiene que la revolución peruana no será ―ni calco ni copia, se refiere a la tesis marxista—leninista que precisa partir del análisis concreto de la situación concreta, no se refiere a que la revolución puede hacerse de cualquier manera sin tomar en cuenta leyes propias de la revolución proletaria y la construcción del socialismo. Por otro lado el liquidacionismo agencial de “sendero luminoso” con su labor paramilitar ha usado su nombre para negar en la práctica su legado revolucionario de cara a las masas, de educador y organizador de la Revolución Peruana, para desprestigiarlo y apartarlo de la clase obrera y del pueblo trabajador.
Para conocer un poco más de Mariátegui publicamos una autobiografía en la cual existen variaciones en las fechas pues el Amauta nació en 1894.
Apuntes autobiográficos
“Aunque soy un escritor muy poco autobiográfico, le daré yo mismo algunos datos sumarios. Nací el 95 (1895). A los 14 años entré de alcanza-rejones en periódico. Hasta 1919 trabajé en el diarismo, primero en “La Prensa”, luego en “El Tiempo”, finalmente en “La Razón”. En este último diario patrocinarnos la reforma universitaria. Desde 1918, nauseado de política criolla me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismo y bizantinismo finiseculares, en pleno apogeo. De fines de 1919 a mediados de 1923 viajé por Europa. Residí más de dos años en Italia. Donde desposé una mujer y algunas ideas. Anduve por Francia, Alemania, Austria y otros países. Mi mujer y mi hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concerté con algunos pe-ruanos para la acción socialista. Mis artículos de esa época señalan estas estaciones de mi orientación socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes, en la Universidad Popular, artículos, etc., expliqué la situación europea e inicie mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista. En 1924 estuve, como ya lo he contado, a punto de perder la vida. Perdí una pierna y me quedé muy deli-cado. Habría seguramente ya curado del todo con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud espiritual me lo consienten. No he publicado más libros que el que Ud. conoce. Tengo listos dos y en proyecto otros dos. He aquí mi vida en pocas palabras. No creo que valga la pena hacerla notoria; pero no puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy un autodidacta. Me matriculé una vez en letras en Lima, pero con el solo interés de seguir el curso de latín de un agustino erudito. Y en Europa frecuenté algunos cursos libremente, pero sin decidirme nunca a perder mi carácter extra-universitario y tal vez, si hasta anti-universitario. En 1925 la Federación de Estudiantes me propuso a la Universidad como catedrático en la materia de mi competencia; pero la mala voluntad del Rector y, seguramente, mi estado de salud, frustraron esta iniciativa.
* En esta carta enviada por José Carlos Mariátegui el 10 de enero de 1927 al escritor Enrique Espinoza (Samuel Glusberg), director de la revista La Vida Literaria, que aparecía en Buenos Aires, se puede apreciar nítidamente la personalidad del gran Amauta. Ya a los 23 años, ―nauseado de la política criolla, se había orientado resueltamente hacia el socialismo-. Pasando de la teoría a la práctica, durante su acción clasista. Y para reafirmar esta decisión, ni bien regresa a la patria, inicia su trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme el método marxista, ejemplo de ligazón de la teoría con la práctica concreta, conforme reclaman los clásicos del marxismo, la teoría dialéctica del conocimiento. (La Organización del Proletariado, José Carlos Mariátegui, Ediciones Bandera Roja)
La carta completa fue publicada por La Vida Literaria, en su número de mes de mayo de 1930, en homenaje a Mariátegui.